29.5.12

La grandeza de Fátima Az-Zahra (P)


Por Alia Müller


Según una tradición del Imam Baqir (P), Fátima fue la única hija de Muhammad el Mensajero de Dios (BP) que vivía cuando el Profeta falleció.
Nació 5 años después de la primera revelación divina y tan solo contaba con 18 años y 75 días de edad cuando falleció. (Kafi 1-458)
Fátima nació en Meca, su madre fue Jadiya -la primera esposa del Profeta- quedando huérfana de madre siendo muy niña. Una vez emigraron a Medina estuvo bajo los cuidados de Ummu Salama, una de las esposas del Profeta, la cual dijo en una ocasión:
"Se me encargó cuidarla y educarla pero, juro por Dios, que yo aprendí de su conducta correcta y su excelente educación. Ella no necesitaba de ninguna enseñanza, sabía más que yo y que las demás". (Bahar Al-Anwar 10-43)
Su nombre, Fátima, fue el que Dios dispuso para ella cuando nació pero además se la llamó Zahra, Seddiqah, Zakíia, Seddiqatul-Kubra y Batul entre otros. Cada uno de sus nombres era uno de sus atributos y virtudes.
Se llamaba Zahra porque estaba iluminada por la luz espiritual, se llamaba Mardzíiah porque había sido aceptada por Dios, era cercana a El, se llamaba Batul porque era inmaculada, se llamaba Sadiqa porque era santa -sin pecado- y se llamaba Fátima porque era la inalcanzable (para llegar a entender su verdadera naturaleza) y por estar ella y sus seguidores a salvo del Infierno.
La hija del Profeta (P) siempre sobresalió por su nobleza y su sabiduría, Dios dispuso en su persona dos importantes condiciones que dan gran valor al Islam y que han sido, y son motivo de reflexión para nuestros sabios y musulmanes en general y a su vez son para toda la Ummah Islámica motivo de orgullo.
Primero, siendo que ella nació en una sociedad incrédula donde la mujer no tenía categoría alguna, fue ordenado se la respetase y se la amase hasta el punto que el Profeta dijo:
"Fátima es parte de mí, quien la dañe o la moleste, es como si me lo hiciese a mí mismo y quien me dañe o me moleste a mí es como si lo hiciera a su Señor".
Ella fue el eslabón que hizo posible la continuación de la descendencia del Profeta. Vivió siempre cerca de su padre y aprendió de él toda su sabiduría y tras su fallecimiento durante 70 días, los ángeles descendían y ascendían entre su casa y el cielo para revelarle unos secretos, que sabemos ella dio a conocer a su esposo Ali.
Segundo, Dios le concedió el gran honor de ser ella la madre de los Imames, Señora de entre todas las mujeres. Fátima fue hija, esposa y madre de personas santas y puras y eso le ha dado una categoría sin igual.
Hasta el día de hoy es difícil tener un total entendimiento sobre su personalidad, sólo los que la aman, por amor a su familia y por amor a Dios, pueden sentirse plenos, aun sin saber que ella es la Fuente -Al-
Kauzar- del Paraíso que sacia a los sedientos, que ella es la Abundancia para los desposeídos, que ella es el Camino (Sirat) de los descarriados y que aceptarla y amarla es la segunda condición para el creyente verdadero y es una orden divina.
"No os pido recompensa alguna sólo amor para con mis parientes"
Una tradición de Salmán al-Farsi nos dice: "Un día se encontraba el Profeta (BP) sentado en la Mezquita, entró su tío Abbas y después de saludarse le preguntó:
- ¿Por qué razón Ali ibn Abi Talib es de rango superior a nosotros siendo que somos familiares?
- Ali y yo fuimos creados por Dios el Altísimo cuando no existían ni los cielos ni la tierra, ni el Paraíso ni el Infierno, ni las Escrituras ni el cálamo (Kalam). -respondió el noble Profeta".
También Muhammad ibn Abbas transmite de su padre que éste dijo:
"Un día me encontraba con el Profeta (BP) y cuando entró Ali, éste le sonrió y dijo: 'Bienvenido aquel que fue creado antes de Adán 4000 años'.
Yo pregunté: 'Oh, Mensajero de Dios, ¿es posible que el hijo sea creado antes que el padre?'
- Sí, -respondió- Dios creó en ese tiempo mi luz y la de Ali, luego las dividió en dos, con una de esas dos mitades me creó a mí (mi cuerpo) y con la otra a Ali, antes de que creara otras cosas, el resto de la creación quedó iluminada por nuestra luz. Entonces nos colocó al lado derecho del Trono divino y luego creó a los ángeles. Nosotros estábamos continuamente alabando a Dios y glorificándolo y los ángeles aprendieron de nosotros y Dios decidió que los que dicen ser mis amigos y los de Ali entraran en el Paraíso y mis enemigos y los de Ali entraran en el Infierno." (Bahar Al-Anwar 29-35)
También podemos leer en el Tafsir de la aleya 83 de la Sura Saffat,que hace referencia a la creación del Profeta Muhammad y su familia y sobre su cercanía a Dios, junto al comentario viene el siguiente Hadiz:
"Cuando Dios Todopoderoso mostró los cielos y la tierra a Ibrahim (Abraham), él miró hacia el Trono divino y vio una enorme luz y preguntó:
Señor mío qué es esta luz?' -Respondió: 'Es la luz de mi más amado y fiel, el profeta Muhammad'. A su lado vio otra luz y volvió a preguntar, Dios le respondió: 'La luz de su hermano y heredero, Ali ibn Abi Talib'.
- Dios mío, ¡veo otra luz cerca de esas dos!
- Esa luz es Fátima, la hija del Señor de los Profetas y la esposa de "jairul-ansia", y la hemos llamado Fátima porque ella será la que aparte a sus seguidores del infierno así como aparta una madre a su hijo "jatim" (de dos años) de su pecho para no darle más leche.
- ¡Dos luces más veo cerca de ella!
- Esas dos luces son sus dos hijos Hasan y Husein.
- Veo nueve luces más a su alrededor ¿Quiénes son?
- Los Imames, todos hijos de Imam Husein.
- Dios mío, veo muchas luces cercanas a ellos, ¿quiénes son?
- Son los seguidores de Ali, sus amigos y sus descendientes.
- Dios mío ¿cómo se pueden reconocer?
- Son de los que rezan 51 rakats (ciclos), llevan un anillo en la mano derecha y de los que dicen Bismillahi rahmani rahim (En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso) en sus oraciones en voz alta, hacen qunut (súplicas) en la oración y se prosternan mostrándose agradecidos.
Ibrahim suplicó: '¡Dios mío! concédeme ser de los seguidores de Ali y su descendencia'. Y Dios respondió su súplica" (Tafsir Izna Ashara. Vol.11)

23.5.12

“Aniversario del Nacimiento de Imam al-Baqir al-'Ulum (P)”


QOM, Irán. (ABNA) — Saludamos al Profeta Muhammad (BPD) y a sus descendientes y en el primer día del mes de Safar, fecha que conmemoramos el nacimiento de una de las brillantes estrellas de Ahlul Bait. Hoy coincide con el natalicio del quinto Imam de los shiítas, el Imam Muhammad Ibn 'Ali al-Baqir al-'Ulum (la paz sea con él). Felicitamos este día a todos ustedes.

“Aniversario del Nacimiento de Imam al-Baqir al-
Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — El papel de guía y constructivo del profeta del Islam y de Ahlul Bait (miembros de la Casa Profética) a lo largo de la historia no es un secreto a los musulmanes. Además del Corán, Ahlul Bait (P) se considera otra referencia para aprovechar sus conocimientos religiosos. Mantener el vínculo con ellos (Ahlul Bait) en lo que se refiere a asuntos espirituales y científicos, siempre ha sido considerado por los musulmanes. Gracias a ese vínculo, los científicos aumentaron sus conocimientos o contribuyeron a desarrollar nuevas ciencias.
A continuación presentamos un resúmen de la biografía de este Inmaculado Imam (P):
Nombre: Muhammad Ibn ‘Ali
Título: Baqir Al-’Ulum – Abu Ya’far
Nació: El 1ero. de Rayab del año 57 d.H.
Supadre: ‘Ali Ibn Al Husain(P)
Sumadre: Shahr Banu
Murió: El día 7 del mes de Dhul Hiyyah, del año 114 d.H.

SU NACIMIENTO, INFANCIA Y JUVENTUD
Muhammad Ibn ‘Ali (P) fue el quinto Imam, quien ocupó esta jerarquía tras la muerte de su padre ‘Alí Ibn Husain (P). El título de “Al-Baqir” se lo dio el mismo Profeta (BP), y significa “analizador”, y Baqir Al-’Ulum significa “sabio analizador de la ciencia”.
Imam Al-Baqir (P), tanto por parte de padre como de madre, tenía consanguinidad con el Mensajero de Dios (BP) su hija Fatimah Zahra' y 'Ali Ibn Abi Talib (P), ya que su padre fue el Imam Zain ul ‘Abidin (P), hijo de Imam Husain (P) y su madre Shahr Banu, hija de Imam Hasan Muytaba (P).
En el momento de su nacimiento colmó al recién nacido de Ahlul Bait un halo de esplendor y majestuosidad; nació igual que los otros Imames puro e inmaculado.
Todos conocían la preeminencia de este Imam y, tanto los hashimitas, alauitas así como los fatimitas lo consideraban su único heredero, lo reconocían por su valentía y superioridad y lo llamaban hashimi, alaui y fatimi.
Nació en Medina y murió a la edad de los cincuenta y siete años, envenenado por instigación del califa Omeya Hisham. Su Imamato permaneció durante diecinueve años.
El Imam Al-Baqir (P) presenció el martirio del Imam Husain (P) en Karbala, mientras contaba sólo con 4 años de edad. Vivió junto a su padre hasta su martirio, en el año 95, asumiendo luego el Imamato por orden de Dios, del Profeta (BP) y los Imames anteriores. Su madre se llamaba Shahr Banu, y era hija del Imam Hasan Ibn ‘Alí (P).
El Imam Al-Baqir (P) fue el más destacado de entre todos los hijos de ‘Alí Ibn Husain (P) y el único que reclamó el Imamato. Su hermano Zaid se levantó luego en contra del régimen Omeya, pero sin la intención de reclamar el imamato para sí mismo. Más adelante, un grupo lo reconocería a Zaid como Imam, pero no existían en él realmente las condiciones para ello. De todos modos, durante el Imamato del Imam Al-Baqir (P) no se produjo ninguna discordia al respecto.
La nobleza de su origen y honorabilidad resaltan en este pequeño episodio de su vida:
Un día el Mensajero del Islam (BP) dijo a su fiel compañero Yabir Ibn 'Abdul.lah Anzari: “¡Oh, Yabir! Tu tendrás una larga vida y te entrevistarás con uno de mis hijos (descendientes) de nombre Muhammad Ibn 'Ali Ibn Husain Ibn 'Ali Ibn Abi Talib, cuyo nombre, según lo que está escrito en la Tora será “Baqir”, entonces salúdalo de mi parte”.
El Mensajero de Dios (BP) falleció y Yabir vivió muchos años más. Un día Yabir fue a visitar a Imam Zain ul 'Abidin (P) y encontró en casa de éste a un niño de corta edad, a quien alargando sus brazos dijo: “¡Ven!” El niño se acercó. Entonces nuevamente Yabir dijo: “¡Vete!” y el pequeño se alejó. Yabir con su cansada vista examinaba la forma de caminar y el cuerpo del pequeño, entonces exclamó: “¡Por Dios, dueño de la Ka’bah, juro que este infante es una copia exacta del Mensajero de Dios!”, luego dirigiéndose a Imam Sayyad (P) le preguntó quién era ese niño.
“Es mi sucesor, Muhammad Al-Baqir” –respondió el Imam.
Yabir se levantó y después de besar los pies del infante, expresó: “Ofrezco mi vida por ti ¡oh, hijo del Mensajero de Dios!, recibe saludos y bendiciones de tu padre ya que él mismo te los ha enviado”.
El pequeño con los ojos llenos de lágrimas le contestó:
“Salud y bendiciones sean para mi padre (ancestro), el Mensajero de Dios (BP), hasta que el cielo y la tierra permanezcan firmes y para ti, Yabir, que me trajiste sus saludos”.

Hiyab, forma de relacionarme en el mundo


                                                                Bismillahi Rahmani Rahim

  Por Zainab Caram 

Allah (swt), en su infinita Misericordia, nos ha dado a los seres humanos la capacidad de comunicarnos para transmitir y poder responder pertinente y consecuentemente en el Dunia, haciendo de éste un vehículo imprescindible en nuestro trayecto hacia el Janah (paraiso).
Por tal razón, los factores comunicacionales de los que disponemos y la modalidad de hacerlo importa no solo en cuanto a su forma explícita, sino en lo que implícitamente significa para otros (y para nosotros mismos como elemento constitutivo de nuestra identidad y subjetividad).
Teniendo en cuenta que el 70% de la información que el ser humano emite, recibe y procesa es de orden analógico, es decir, gestual, postural, de carácter visual, nuestra forma de estar y manifestarnos islámicamente tiene relación directa con la importancia de nuestro comportamiento social.
El caso paradigmático al que se refiere el presente texto: el Hiyab. ¿Qué significa para mí y para los seres humanos con quienes comparto la cotidianeidad mi Hiyab? ¿Qué expreso mediante él?
En primer término, el uso del Hiyab denota una postura global ante la vida: lo que muchos ven como sumisión opresiva, en realidad es libertad poniendo mi vida en manos de Allah (swt), más allá de mandatos mundanales de valoración de lo banal y sobreestimación de lo físico por sobre lo espiritual, cognoscitivo y emocional.
Usar Hiyab marca la distancia de mi espacio corporal, imprime en la percepción del otro un límite de respeto con respecto a mi intimidad y resguardo, me resguarda de cualquier vulneración que quiera efectuarse sobre mi persona.
Cuando alguien me ve, inmediatamente se remite a sus ideas acerca del Islam. Entonces,  ¿qué correspondencia requiere de nosotras el uso del Hiyab?. Básicamente, coherencia. Transmitimos   con nuestros gestos y palabras,  pero si esas palabras y gestos no son acordes con el decoro y Hiyab, nuestro mensaje podría ser incorrecto y malinterpretado.
Usar Hiyab es un recordatorio  acerca del comportamiento que debemos tener, es la agenda que organiza y sintetiza nuestra experiencia de vida, es nuestro modo de ser para Allah (swt), en sintonía (pero no simbiosis) con el mundo y paradigma de nuestro  crecimiento espiritual.
                                                                    

22.5.12

Acciones del mes de Rayab



Este mes y los dos meses que le siguen (Sha‘bân y Ramadán) son los más nobles del calendario islámico.
Existen numerosas narraciones respecto a su importancia y privilegio.
Se relata del Enviado de Dios (BP) que dijo: “Rayab es el gran mes de Dios, es un mes en el que la guerra está prohibida. Rayab es el mes de Dios, Sha’ban es mi mes, y el mes de Ramadán, el mes de mi comunidad. Quien ayune un día del mes de Rayab obtendrá la satisfacción Divina, le será alejada la cólera de Dios y le será cerrada una de las siete puertas del infierno”.
Dijo el Imam Mûsa Ibn Ya‘far (P): “Rayab es el nombre de un río del Paraíso, más blanco que la leche y más dulce que la miel, quien ayune un día de este mes, naturalmente beberá de él”.
Actos preferibles durante todo el mes:
1) El Imam As-Sadiq (P) relató del Profeta del Islam (BP) que dijo: “El mes de Rayab es el mes del “Istigfâr” (perdón) para mi comunidad, entonces pedid perdón a Dios en este mes repetidas veces, diciendo:
اَسْتَغْفِر اللهَ وَاَسْأَلُهُ التَّوْبَةَ
ASTAGFIRUL·LÂHA UA AS’ALUHUT TAUBAH
Pido perdón a Dios, y le imploro el arrepentimiento
2) En otra narración vemos que si alguien está impedido de ayunar en este mes por debilidad o enfermedad, puede realizar la siguiente súplica cien veces por día para obtener la recompensa del ayuno.

سُبْحانَ الاِْلهِ الْجَليلِ، سُبْحانَ مَنْ لا يَنْبَغي التَّسْبيحُ إِلاّ لَهُ، سُبْحانَ الاَْعَزِّ الاَْكْرَمِ، سُبْحانَ مَنْ لَبِسَ الْعِزَّ وَهُوَ لَهُ اَهْلٌ
SUBHÂNAL ILÂHIL ŸALÎL · SUBHÂNA MAN LÂ IANBAGIT TASBÎHU IL·LA LÂH · SUBHÂNAL A’AZZIL AKRAM · SUBHÂNA MAN LABISAL ‘IZZA UA HUA LAHU AHL
¡Glorificado sea el Dios Majestuoso!, ¡Glorificado sea Aquél, Quien nadie más que Él merece ser glorificado! ¡Glorificado seael más Poderoso y Generoso! ¡Glorificado sea Quien se inviste de grandeza y es digno de ello!
3) Es preferible realizar la siguiente súplica todos los días del mes:
يا مَنْ يَمْلِكُ حَوائِجَ السّائِلينَ، ويَعْلَمُ ضَميرَ الصّامِتينَ، لِكُلِّ مَسْأَلَة مِنْكَ سَمْعٌ حاضِرٌ وَجَوابٌ عَتيدٌ، اَللّـهُمَّ وَ مَواعيدُكَ، الصّادِقَةُ، واَياديكَ الفاضِلَةُ، ورَحْمَتُكَ الواسِعَةُ، فأسْألُكَ اَنْ تٌصَلِّيَ عَلى مُحَمَّد وَآلِ مُحَمَّد واَنْ تَقْضِيَ حَوائِجي لِلدُّنْيا وَالاَْخِرَةِ، اِنَّكَ عَلى كُلِّ شَيْيء قَديرٌ .
IÂ MAN IAMLIKU HAUÂ’IYIS SÂ’ILÎN UA IA’LAMU DAMÎRA-S SÂMITÎN LI KUL·LI MAS’ALATIN MINKA SAM’UN HÂDIRUN UA ŸAUÂBUN ‘ATÎD AL·LAHUMMA UA MAUÂ’ÎDUKA-S: SÂDIQAH UA AIÂDIKAL FÂDILA UA RAHMATUKAL UÂSI‘AH FA AS’ALUKA AN TUSAL·LIA ‘ALÂ MUHAMMADIN UA ÂLI MUHAMMADIN UA AN TAQDIA HAUÂ’IŸÎ LID-DUNIÂ UAL ÂJIRAH INNAKA ‘ALÂ KUL·LI SHAI’IN QADÎR
¡Oh Quien posee (la respuesta a) las necesidades de los que Te suplican y conoce lo más íntimo de los silenciosos, y que posees un oído atento para cada ruego que se realiza, y una preparada respuesta! , ¡Dios mío, por Tus promesas veraces, Tus mercedes abundantes, y Tu misericordia extensa, te pido bendigas a Muhammad y su descendencia y que respondas mis ruegos en esta vida y en la otra. Ciertamente Tú eres, sobre todas las cosas, Omnipotente!
4) En este mes es meritorio visitar los santuarios de los Profetas e Imames (P) y realizar las salutaciones pertinentes.
5) Relató Seîied Ibn Tâwus, de Muhammad Ibn Dhakuân, (conocido como Saÿÿâd, “quien se prosterna”, debido a que lloró tanto en sus largas prosternaciones que quedó ciego), que dijo: “Visité al Imam Ÿa’far As-Sâdiq (P) y le dije: «¡Que mi vida sea sacrificada por ti, oh Imam! Éste es el mes de Rayab, enséñame una súplica para que Dios, Altísimo, me beneficie con ella»”.
El Imam me dijo: “Escribe: BISMIL·LAH-IR RAHMÂN-IR RAHÎM, di en cada mañana y tarde del mes de Rayab y luego de cada oración obligatoria:
 

يا مَنْ اَرْجُوهُ لِكُلِّ خَيْر، وَآمَنُ سَخَطَهُ عِنْدَ كُلِّ شَرٍّ، يا مَنْ يُعْطِي الْكَثيرَ بِالْقَليلِ، يا مَنْ يُعْطي مَنْ سَأَلَهُ يا مَنْ يُعْطي مَنْ لَمْ يَسْأَلْهُ وَمَنْ لَمْ يَعْرِفْهُ تَحَنُّناً مِنْهُ وَرَحْمَةً، اَعْطِني بِمَسْأَلَتي اِيّاكَ جَميعَ خَيْرِ الدُّنْيا وَجَميعَ خَيْرِ الاْخِرَةِ، وَاصْرِفْ عَنّي بِمَسْأَلَتي اِيّاكَ جَميعَ شَرِّ الدُّنْيا وَشَرِّ الاْخِرَةِ، فَاِنَّهُ غَيْرُ مَنْقُوص ما اَعْطَيْتَ، وَزِدْني مِنْ فَضْلِكَ يا كَريمُ
I MAN ARŸÛHU LI KUL·LI JAIRIN UA ÂMANU SAJATAHU ‘INDA KUL·LI SHARRIN I MAN IU’TIL KAZÎRA BIL QALÎL I MAN IU’TÎ MAN SA’ALAHU I MAN IU’TÎ MAN LAM IAS’ALHU UA MAN LAM IA’RIFHU TAHANNUNAN MINHU UA RAHMATAN A’TINÎ BIMAS’ALATÎ IIÂKA ŸAMÎ’A JAIRI-D DÛNIA UA ŸAMÎ’A JAIR-IL ÂJIRAH UASRIF ‘ANNÎ BIMAS’ALTÎ IIÂKA ŸAMΑAH SHARR-ID DÛNI UA SHARRIL ÂJIRAH FA INNAHU GAIRU MANQÛSIN M A’TAITA UA ZIDNÎ MIN FADLIKA I KARÎM
¡Oh, Aquél de Quien espero todo bien y en Quien me resguardo frente a Su (propia) ira por cada mal! ¡Oh Quien otorga en abundancia a cambio de poco! ¡Oh Quien otorga a aquél que Le ruega así como también a quien no Le suplica ni Le conoce! haciendo ello por magnanimidad y compasión; otórgame por mi ruego a Ti, todo el bien de esta vida y todo el bien de la otra, y por mi ruego a Ti, aleja de mí todo el mal de esta vida y el mal de la otra. Ciertamente que aquello que agracias no tiene imperfección alguna; y acrecienta para mí Tus favores ¡Oh Generoso!
El transmisor del dicho agregó: “Luego el Imam tomó con su mano izquierda su bendito mentón y recitó la siguiente súplica con toda atención y humildad. Mientras la recitaba movía hacia un lado y hacia otro su dedo índice de la mano derecha”:
يا ذَا الْجَلالِ وَالاِْكْرامِ، يا ذَا النَّعْماءِ وَالْجُودِ، يا ذَا الْمَنِّ وَالطَّوْلِ، حَرِّمْ شَيْبَتي عَلَى النّار
IÂ DHÂL ŸALÂLI UAL IKRÂM IÂ DHÂN NA’MÂ’I UAL YÛDI IÂ DHÂL MANNI UAT TAULI HARRIM SHAIBATÎ ‘ALAN NÂR
¡Oh Dueño del Esplendor y la Generosidad! ¡Oh Dueño de las gracias y la munificencia! ¡Oh Dueño de los dones y los favores! ¡Veda mis canas al fuego!
(Si es joven debe decir: HARRIM SHA‘RÎ ‘ALAN NÂR” [veda mis pelos al fuego],
y si es lampiño debe decir HARRIM BASHARATÎ ‘ALAN NÂR” [veda mi piel al fuego]).
6) Según un dicho del Profeta (BP) quien dijera en este mes mil veces 

لا اِلـهَ إلاَّ اللهُ
LÂ ILÂHA IL·LAL·LAH
No hay más divinidad que Dios
Dios, Exaltado sea, le registrará cien mil Hasanât (actos buenos) y se le construirán cien ciudades en el Paraíso.
7) Es preferible repetir en todo el mes, para el perdón de los pecados, la siguiente súplica mil veces.
اَستَغفِرُ اللهَ ذَا الْجَلالِ وَالاِْكْرامِ مِنْ جَميعِ الذُّنُوبِ وَالاثامِ
ASTAGFIRUL·LAHA DHAL YALÂLI UAL IKRÂM MIN YAMΑIDH DHUNÛBI UAL AZÂM
Pido perdón a Dios, Poseedor de Esplendor y Generosidad, por todos mis pecados y desobediencias.
8) Se ha relatado del Profeta (BP) un dicho respecto al gran mérito de recitar durante este mes la Sûra Al-Ijlâs (Nº 112) diez mil, mil o cien veces.
9) Según otro dicho del Enviado de Dios (BP) quien recitara Sûra Al-Ijlâs (Nº 112)en un viernes del mes de Rayab, en el Día del Juicio Final tendrá una luz que lo llevará hacia el Paraíso.


10) Existen otras narraciones del Profeta (BP) según las cuales, quien ayunara en un día del mes de Rayab y realizara cuatro ciclos de oración (dos oraciones de dos ciclos): en el primer ciclo, recitara luego del Sura Al-Hamd (Nº 1) cien veces Âiat-ul Kursî (Aleya del Escabel, 2:255) y en el segundo ciclo luego de la Sura Al-Hamd doscientas veces Sûra Al-Ijlâs (Nº 112), no muere sin antes observar su lugar en el Paraíso, o alguien lo verá en su lugar.
Lailat-ur Ragâ’ib:
La primera noche de viernes del mes de Raÿab -que comienza al ocaso del jueves hasta el alba del día siguiente- se denomina Lailat-ur Ragâ’ib. El Profeta Muhammad (BP) recomendó realizar una oración especial albriciando el perdón de muchísimos pecados. Asimismo dijo: “Todo aquel que realice esta oración, al fallecer, en la primera noche que pase en su tumba, Dios, el Altísimo le enviará la recompensa de esta oración que se le corporizará en un bello ser, de rostro resplandeciente y de habla elocuente, que le dirá:
‘¡Oh, amado mío! te doy las albricias de que estás a salvo de toda preocupación’.
El difunto le preguntará: ‘¿Quién eres? Juro por Dios que jamás he visto alguien tan bello, he oído voz tan dulce o he olido ningún perfume mejor que el tuyo’. Le dirá entonces: ‘Yo soy la recompensa de aquella oración que realizaste la noche de aquel mes, de aquel año. He venido junto a ti para observar tu derecho, acompañarte en tu soledad y alejarte del temor. Estaré a tu lado para darte sombra el Día del Juicio Final, cuando la trompeta sea tañida. ¡Alégrate, pues, que el bienestar te acompañará por siempre!’.”
Modo de realizar la oración:
El primer jueves de este mes se ayuna y llegada la noche se realizan doce ciclos de oración —entre las oraciones del ocaso y la noche—. En realidad son seis oraciones de dos ciclos cada una.
Cada ciclo consta de: la lectura de la Sûra Al Fâtihah una vez, Sûra Al-Qadr (nº97) tres veces, y Sûra Al-Ijlâs (nº111) doce veces.
Al término de la oración, decir setenta veces:
اَللّـهُمَّ صَلِّ عَلى مُحَمَّد النَّبِيِّ الاُْمِّيِّ وَعَلى آلِهِ                                          
AL·LAHUMMA SAL·LÎ ‘ALÂ MUHAMMADIN AN-NABÎIL UMMÎ UA ‘ALÂ ÂLIHI
¡Dios nuestro! ¡Bendice a Muhammad, el profeta iletrado, y a su descendencia!
Luego, prosternarse y repetir setenta veces:
سُبُّوحٌ قُدُّوسٌ رَبُّ الْمَلائِكَةِ وَالرُّوحِ
SUBBÛHUN QUDDÛSUN RABBUL MALÂ’IKATI UA-R RÛH
¡Glorificado, Santísimo, es el Señor de los ángeles y el Espíritu!
A continuación, en posición de sentado, decir setenta veces:
ربِّ اغفرِر وَارحَم وَ تجاوَز عَمّا تَعلَمُ اِنَّكَ اَنتَ العلِيُّ الأَعظَمُ
RABBI GFIR UARHAM UA TAYÂUAZ‘AMMÂ TA’LAM INNAKA ANTAL ‘ALÎI-UL A’DZAM
¡Señor! ¡Perdóname y ten misericordia de mí! ¡No consideres lo (malo) que sabes de mí! ¡Ciertamente que Tú eres Altísimo, Majestuoso!
Volver a prosternarse y decir setenta veces:
سُبُّوحٌ قُدُّوسٌ رَبُّ الْمَلائِكَةِ وَالرُّوحِ
SUBBÛHUN QUDDÛSUN RABBUL MALÂ’IKATI UA-R RÛH
¡Glorificado, Santísimo, es el Señor de los ángeles y el Espíritu!
Tras ello, pedir a Dios lo que se desee.
En este mes también es muy preferible repetir mil veces la frase:
لا اِلـهَ إلاَّ اللهُ
LÂ ILÂHA IL·LAL·LAH
No hay más divinidad que Dios
Actos específicos de los días y noches de este mes:

La primera noche: es una noche muy bendita, y es preferible realizar en ella algunos actos:
1. Al ver la luna, decir:
اَللّـهُمَّ اَهِلَّهُ عَلَيْنا بِالاَْمْنِ وَالاْيمانِ وَالسَّلامَةِ وَالاِْسْلامِ رَبّي وَرَبُّكَ اللهُ عَزَّوَجَلَّ
AL·LAHUMMA AHIL·LAHU ‘ALAINÂ BIL AMNI WAL ÎMÂN WAS SALÂMATIL WAL ISLÂM · RABBÎ WA RABBUKA AL·LAHU ‘AZZA WA ŸAL·L
No hay más divinidad que Dios
2. Realizar el gusl (baño completo).
3. Zîârah (visita o saludo) al Imam Husain (P).
4. Luego del rezo del Magrib rezar veinte ciclos, en cada uno de los cuales se lee la Sûra Al-Fâtihah y la Sûra Al-Ijlâs una vez, realizando el taslîm o salutación cada dos ciclos. De esta manera recaerá sobre el orante la protección en lo referente a su familia, sus bienes y sus hijos; ello libra del castigo de la tumba y concede la venia para atravesar como un rayo el Sirât (puente hacia el Paraíso) sin cómputo.
5. El Ihiâ’ (permanecer en vigilia adorando a Dios hasta el alba).
Relata el Imam Ya’far As-Sadiq (P) que el Príncipe de los Creyentes ‘Alî (P) dijo: “Al Enviado de Dios (BP) le agradaba permanecer despierto por lo menos cuatro noches al año. La primera noche del mes de Rayab, la noche quince del mes de Sha’ban y las noches del ‘Id-ul Fitr (fiesta del desayuno) y la fiesta del ‘Id-ul Ad·hâ (fiesta del sacrificio).”


El día 1 del mes: es un día muy bendito y es preferible realizar en él lo siguiente:
1) Ayunar.
Éste es el día en que Noé (P) subió al Arca y ordenó a sus fieles ayunar. Quien ayunara este día, el fuego infernal se alejará de él la distancia de lo que una persona puede caminar durante un año.
2) El Gusl (baño completo)
3) Saludar al Imam Husain (P.)
Y en este día, según algunas transmisiones, tuvo lugar el nacimiento del Imam Muhammad Al-Bâqir (P), en el año 57 de la Hégira, pero el autor del Mafâtîh Al-Ÿinân estima que ello aconteció el tercer día del mes de Safar.
El día 2según una versión, en este día tuvo lugar el bendito nacimiento del Imam 'Alî An-Naqî (P) en el año 212 de la Hégira. Y su martirio tuvo lugar el tercer día de este mes en el año 254 en la ciudad de Samarra (Irak actual).
El día 10: según Ibn ‘Aiiâsh, tuvo lugar el nacimiento del Imam Muhammad At-Taqî (P).
El día 13: es el primer día de Aîiâmul Bîd: (Lit. “Los días blancos” y se refiere a los días de luna llena, que son tres días 13, 14 y 15). En este día y en los dos días que le siguen es meritorio ayunar.
En este día, según la versión más conocida, tuvo lugar el bendito nacimiento del Príncipe de los Creyentes (P) en el interior de la majestuosa Ka’bah, treinta años después del “Año del Elefante.”

La noche del día 15: es una noche muy bendita y es preferible realizar lo siguiente:
1) Gusl (baño completo).
2) Ihîiâ’(permanecer en vigilia).
3) Zîârah (visita o saludo) al Imam Husain (P).
4) Realizar doce ciclos de oración (seis rezos de dos ciclos), y en cada ciclo recitar la Sûra Al-Hamd (Nº 1) y una sura, y tras finalizar la oración recitar cuatro veces las siguientes suras y aleyas: Sûra Al-Hamd (Nº 1), Sûra Al-Falaq (Nº 113), Sûra An-Nâs (Nº 114), Sûra Al-Ijlâs (Nº 112), y Âiat-ul Kursî (Corán; 2:255), luego decir la siguiente súplica cuatro veces:
سُبْحانَ اللهِ وَالْحَمْدُ للهِ وَلا اِلـهَ إلاَّ اللهُ وَاللهُ اَكْبَرُ
SUBHÂNAL LÂHI UAL HAMDU LIL·LÂHI UA LÂ ILÂHA IL·LAL LÂH UAL·LAHU AKBAR
¡Glorificado sea Dios y las Alabanzas pertenecen a Dios, no hay dios sino Dios y Dios es el más Grande!
Luego decir la siguiente súplica:
اَللهُ اَللهُ رَبّي لا اُشْرِكُ بِهِ شَيْئاً، وَما شاءَ اللهُ لا قُوَّةَ إِلاّ بِاللهِ الْعَلِيِّ الْعَظيمِ                           
AL·LÂHU AL·LÂHU RABBÎ LÂ USHRIKU BIHÎ SHAI’AN UA MÂ SHÂ’AL·LÂHU LÂ QUUATA IL·LA BIL·LÂHIL ‘ALÎIL ‘ADZÎM
¡Allah, Allah es mi Señor! No le asocio nada y que sea la voluntad de Allah. ¡No hay poder más que en Dios, El Altísimo, El Majestuoso!
La misma oración se realiza también en la noche veintisiete del mes.
El día quince: es un día muy bendito, en el que es preferible el Gusl y la Ziârah al Imam Husain (P).
En este día hay una oración y súplicas especiales, quien desee realizarlas ha de recurrir al Mafâtîhul Yinân, pp. 260-261.
El día veinticinco: en este mismo día, en el año 183 de la Hégira, tuvo lugar el martirio del Imam Mûsa Ibn Ya’far (P) a la edad de 55 años. Es un día en que se renueva la tristeza de Ahlul Bait (P) y sus seguidores.
La noche veintisiete: es la noche del Mab’az (la noche de la primera Revelación, en que el Profeta Muhammad (P) fue elegido para la profecía). Es una de la noches más benditas del año.
El Imam Al-Yauâd (P.) dijo: “Ciertamente que en Rayab hay una noche que es más valiosa que todo aquello que el sol alcanza a iluminar, esa es la noche del veintisiete de Rayab, en cuyo día Muhammad (BP) fue elegido como profeta. Y quien adorara a Dios en esta noche e hiciera las oraciones específicas tendrá la recompensa de sesenta años de adoración”.
En esta noche es preferible también, hacer el baño completo (gusl) y saludar al Príncipe de los Creyente, Imam ‘Alî (P). Visitar su santuario es el acto más meritorio de esta noche.
Milagros en esta noche:

Abû ‘Abdul·lah Muhammad Ibn Batûtah, un famoso viajero del siglo XIV y sabio musulmán de la escuela Sunnah, describe en su libro Rihlah (Viaje) su viaje desde La Meca a Nayaf-ul Ashraf (en Irak actual) y su visita al santuario del Imam ‘Alî (P). Luego de decir que todos los habitantes de esta ciudad son seguidores de Ahlul Bait (La casa Profética), relata lo siguiente: “Se han observado numerosos milagros en este bendito santuario. De entre ellos, son conocidos los que suceden en la noche del Mab’az que coincide con el 27 de Rayab. Esa noche es denominada por ellos Lailat-ul Mahia’ (la noche de la pernoctación y vigilia). En esta noche se acercan de todos los países limítrofes, incluso desde Persia y Bizancio, un gran número de personas paralíticas y otros enfermos, y permanecen todos en el interior del santuario cercano a la tumba del Imam, esperando su curación.
La gente que los acompaña permanece despierta hasta el alba rezando, suplicando, recitando el Corán y algunos otros simplemente miran y esperan. Al pasar la mitad o dos tercios de la noche, todos esos enfermos se levantan sanos y curados y todos juntos dicen:
لا اِلـهَ إلاَّ اللهُ مُحَمَّدٌ رَسُولُ اللهِ عَلَيٌّ وَليُّ اللهِ
LÂ ILÂHA IL·LAL LÂH MUHAMMADUN RASÛLUL·LÂH ‘ALÎIUN UALÎUL·LÂH
No hay más divinidad que Dios, Muhammad es el Mensajero de Dios,
‘Alî es el Walî de Dios
Y agrega que estos milagros son muy conocidos por todos allí.
Nos dice que vio tres personas paralíticas en el hospedaje del santuario del Imam (P), uno era de Bizancio, otro de Isfahan (Irán) y otro de Jorasán (Irán), a quienes les preguntó: “¿Cómo fue que ustedes no recibieron la curación?”.
Le respondieron que habían llegado tarde y que iban a permanecer allí hasta el próximo 27 de Rayab, para recibir la curación de parte del Imam (P).
Luego agrega el Sheij 'Abbâs Qummî, recopilador del Mafâtîh Al-Ÿinân (Las Llaves de los Paraísos): “No sea que dudes de la veracidad de lo mencionado ya que los milagros de este santuario son tan numerosos que no pueden ser objeto de duda”.

El día veintisiete: es el día del Mab’az. Es una de las festividades más importantes de los musulmanes. Es el día en que el Enviado de Dios (BP) fue elegido como Profeta y recibió por primera vez la revelación transmitida por el Ángel Gabriel.
Los siguientes actos son preferibles en este día:
1) Realizar el baño completo.
2) El ayuno.
Es uno de los cuatro días más meritorios del año para ayunar. Su ayuno equivale al ayuno de setenta años.
3) Decir muchos Salauât (Saludo al Profeta y a su descendencia purificada).
4) El acto más meritorio de este día es saludar al Enviado de Dios (BP) y al Príncipe de los Creyentes, Imam ‘Alî (P).
5) Dijo el Shaij (At-Tûsî) en su Al-Mish: Narró Abân Ibn As-Salt: Dijo: “El Imam Al-Ÿawâd (P) ayunó cuando se encontraba en Bagdad, el día 15 de Raÿab y el día 27, y ayunó toda la gente de su casa y los que se encontraban con él; y nos ordenó que rezáramos la oración que consta de doce ciclos, en cada uno de los cuales se lee la Sûra Al-Fatihah y una sura. Cuando se terminan los rezos se leen cuatro veces la Sûra Al-Fâtihah, cuatro veces la Sûra Al-Ijlâs, cuatro veces las suras Al-Falaq (113) y An-Nâs (114), y luego se dice cuatro veces:
لا اِلـهَ إِلاّ اللهُ واللهُ اَكْبَرُ، وَسُبْحانَ اللهِ وَالْحَمْدُ للهِ، وَلا حَوْلَ وَلا قُوَّةَ إِلاّ بِاللهِ الْعَلِيِّ الْعَظيم
LÂ ILÂHA IL·LÂL·LAHU WAL·LAHU AKBAR · WA SUBHÂNAL·LÂHI WAL HAMDULIL·LAH · WA LÂ HAWLA WA LÂ QUWATA IL·LA BIL·LAHIL ‘ALIÎL ‘ADZÎM


No hay divinidad más que Dios, y Dios es el más Grande · Glorificado sea Dios, y Alabado sea Dios · Y no hay poder ni fuerza sino en Dios, el Elevado, el Majestuoso
Y cuatro veces:
اللهُ اللهُ رَبِّي لا اُشْرِكُ بِهِ شَيْئاً
AL·LAH AL·LAHU RABBÎ LÂ USHRIKU BIHI SHAI’A
Dios, Dios, es mi Señor. No asocio nada a Él
Y cuatro veces:
لا اُشْرِكُ بِرَبِّي اَحَداً
LÂ USHRIKU BI RABBÎ AHADA
No asocio a nadie a mi Señor
El último día del mes: En este día es preferible realizar el baño completo y ayunar para obtener el perdón de los pecados.

Extraído de Mafâtîh Al-Ÿinân




18.5.12

Dios responde a todas las personas que Le rezan


Dios, Todopoderoso, Misericordioso y Compasivo, reveló en el Corán que está cerca del ser humano y
responderá a quienes Le oren. Uno de esos versos significativos es el siguiente:
Cuando Mis siervos te pregunten por Mí, estoy cerca y escucho la oración del que ora cuando Me
invoca. ¡Que Me escuchen y crean en Mí! Quizás, así, sean bien dirigidos. (Corán, 2:186)
Como se manifiesta en este versículo, Dios está cerca de todos. Conoce los deseos, sentimientos, ideas,
cada palabra pronunciada, cualquier susurro y hasta lo que está oculto dentro de nuestros pensamientos. En consecuencia, Dios oye y conoce a todos los que se vuelven a El y Le oran. Esta es una bendición de Dios a la humanidad, y expresión de Su misericordia, gracia y poder infinitos.
Dios posee poder y conocimiento sin límites. Es el Poseedor de todo. Cada ser, cada objeto --desde las
personas aparentemente más poderosas a las más pobres, desde los magníficos cuerpos celestiales al animal más diminuto de la tierra-- pertenece a Dios y está completamente bajo su voluntad y control.
Una persona que cree sinceramente en ello, puede orar a Dios por cualquier cosa y esperar que Dios
conteste sus oraciones. Por ejemplo, si una persona posee una enfermedad incurable seguramente recurrirá a todas las formas de atención médica. Pero sabiendo que sólo Dios restaura la salud, a El le rezará para su recuperación.
Alternativamente, una persona con algún tipo de temor o ansiedad puede orarle a Dios para que la alivie y
remueva toda clase de miedo. Y quien enfrente dificultades en una tarea también puede rezarle a El para
superarlas. Se puede rogar a Dios por muchas cosas: por la guía hacia el sendero correcto, para que nos acepte en el paraíso, para comprender mejor lo que es el Jardín, el infierno y el Poder de Dios, por una buena salud, etc.
Esto es lo que subrayó el Mensajero de Dios (la paz sea con él), cuando dijo:
“¿Quieren que les presente un medio con el cual se protegerán de las maldades de los enemigos y
aumentarán sus recursos?” Dijeron: “Sí, oh Mensajero de Dios”. Dijo el Profeta: “Implora a tu Señor día y noche, porque la ‘Oración’ es el recurso del creyente”.1
Sin embargo, en el Corán hay otro secreto revelado que merece nuestra atención en este momento. Como Dios comunica en el versículo, “El hombre invoca el mal con la misma facilidad con que invoca el bien: el hombre es muy precipitado (Corán, 17:11). No todo lo que invoca el ser humano puede ser provechoso. Por ejemplo, una persona puede pedirle a Dios que le dé más propiedades y riquezas para el bienestar de sus hijos el día de mañana, pero Dios puede ver que ello no es algo bueno. Puede ser que la vida fácil aparte a sus hijos de Dios. Entonces Dios oye la súplica y la acepta como adoración pero responde de la manera más conveniente. Por otra parte, alguien puede pedir a Dios que le ayude a no llegar tarde a una cita. Pero puede ser que eso es lo que le conviene ya que así se encontrará con alguien que le será beneficioso para la vida eterna. Es decir, Dios no ve nada bueno para la persona en la cita a la que quería llegar a tiempo y le responde entonces de la manera que más conviene a la misma. Esto encierra un secreto muy importante.
Quienes desconocen esa realidad piensan que cuando Dios no les concede lo que quieren es porque no
escuchó sus invocaciones. Pero en realidad se trata del producto de su ignorancia, porque Dios está “más cerca de él que su misma vena yugular” (Corán, 50:16). Dios está enterado de cada palabra que se pronuncia, cada pensamiento que se tiene y cada instante de la vida de cada uno. Incluso Dios conoce lo que experimentamos cuando dormimos. Dios es el creador de todo. En consecuencia, habría que ser consciente de que cada vez que se reza El acepta ese acto como adoración, responde de la manera más conveniente y facilitará lo que sea mejor para uno.
La oración, una forma de adoración, también es un regalo precioso de Dios a la humanidad porque por
medio de ella Dios permite que el ser humano logre cualquier cosa que considera buena y beneficiosa para sí mismo. El Corán se refiere a la importancia de la oración: “Di: ‘Mi Señor no se cuidaría de vosotros si no Le invocarais. Pero habéis desmentido (la Revelación) y es ineludible (el castigo)’”. (Corán, 25:77)

extraido de libro "Algunos secretos revelados en el Corán" de HARUN YAHYA

17.5.12

Aniversario del fallecimiento del Gran Ayatollah Bahyad



El Líder Supremo de la Revolución Islámica Ayatolá Seyyed Ali Jamenei, envió un mensaje de condolencias en ocasión del sentido fallecimiento del Gran Ayatolá Bahyat.

En el Nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso

A Dios pertenecemos y a Él seremos retornados.

Hemos recibido con mucha tristeza y pesar la noticia de que ha partido de este efímero mundo uniéndose a la misericordia divina el devoto sabio, el sublime jurisconsulto e iluminado místico, su eminencia el Ayatolá Hayy Sheij Muhammad Taqui Bahyat (que Dios santifique su alma inmaculada).

Tanto para mi persona como para todos los apasionados por aquel gran hombre, esto es una gran desgracia y una pérdida irreparable.

“Zaluma fil islam zulmatan la iasudduha shaiun” Cuando parte un sabio se produce en el Islam una brecha tal que nada puede cerrarla.

Esta eminencia era considerada uno de los más destacados sabios jurisconsultos de la actualidad, el gran maestro de ética y mística, así como fuente infinita de dones espirituales. El puro y brillante corazón de aquel devoto y piadoso era el lúcido espejo de las inspiraciones divinas y su perfumada palabra era la guía del intelecto y la práctica de los buscadores y los viajeros en el camino de la espiritualidad.

Doy mis más íntimos pésames a su eminencia el Imam Al-Mahdi, Remanente de Dios en la Tierra (que nuestras almas se sacrifiquen por él) y expreso mis condolencias a los destacados sabios, los majestuosos Maryas (sabios, fuentes de emulación), a sus alumnos, a sus apasionados y a los beneficiados con su cálida alma y en especial a su estimada familia y a sus valiosos hijos. Asimismo ruego a Dios altísimo consuelo para mí y para otros dolientes y ruego misericordia y perdón para el inmaculado espíritu de aquella eminencia, .

Uassalamu alaihi ua rahmatullah (la paz sea con él y la misericordia divina)


Seyyed Ali Jamenei

17 de mayo de 2009 /27 de Ordibehesht de 1388/23 de Yamadi ul ula de 1430

Página de Ayatollah Bahyat www.mtb.ir/fa/

16.5.12

“Una Descripción del Saber y Conducta del Imam Jomeini”


QOM, Irán. (ABNA) — Algo que ha de separarse de otras cuestiones a considerar, es la proximidad y el conocimiento que hemos de tener del guía de la revolución islámica Hadrat Imam Jomeini.
Aiatul•lâh Yavadí Amolí

“Una Descripción del Saber y Conducta del Imam Jomeini”
Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — En la época que desde la hauzah de Teherán me trasladé a la de Qom, sus clases de Principios de Jurisprudencia (usûl al-fiqh) daban lugar a una aglomeración de eruditos. Desde aquel entonces, ya era un hombre de sólida formación en leyes y un espiritualista profundo. Supo combinar las cuestiones en torno a los principios de jurisprudencia, que son parte de las ciencias auxiliares en las ciencias religiosas, con principios intelectuales y con el criterio común de las personas; en un acerado análisis en el que sólo dejaba lugar a lo que no bajaba del límite de lo concluyente, que es lo que influye en las ciencias inductivas.

Era un hombre con un fino temperamento y una persona completa que perseveraba manteniendo sus esfuerzos. Sus exposiciones en las clases eran sólidas, tanto como sus comentarios marginales, es así que, sobre las materias del derecho, tuvo una opinión siempre clara y firme no dejando lugar nunca a ambigüedades o vacíos. El discurso de cada persona es un intérprete de su intelecto; la suficiencia del suyo evidenciaba su equilibrio y firmeza.

El comportamiento de Hadrat Imam Jomeini como profesor fue tal que el alumno tenía libertad e independencia, puesto que así -independiente y libre- era su propio temperamento. Censuraba con firmeza el comportamiento de algunas personas que consideraban una forma de talento el relacionarse con personas comunes y lograr beneficios mundanales por el intermedio de éstas. Reprochaba este proceder tanto en el transcurso ordinario de la clase, como en las charlas que daba tras las lecciones.

Un aspecto importante de la piedad de Hadrat Imam era su temperamento libre intelectualmente hablando. Nunca se complacía o lamentaba ante la prosperidad o la adversidad. Era un talabeh entusiasmado en el devenir de las ciencias con un espíritu elevado y superior.

Anualmente, y de forma especial al final del año académico, en los días benditos del mes de Ramadán y de Muharram, o en las vacaciones estivales, aconsejaba a los estudiantes. Sus consejos eran por sí mismos una clase que contemplábamos con el mismo criterio con que lo hacíamos con el programa oficial, que él ampliaba, tanto en los contenidos como en el espíritu de estudio.

Sus palabras eran las de un sabio prudente y espiritual, que hablaba tras entender y asumir interiormente un concepto, razón por la que su discurso llegaba a las profundidades de las personas.

No se dejaba engañar por ningún simulador o adulador. Para sus propios hijos no consideraba más atención que la necesaria, incluso para Aiatul•lah Mustafa Jomeini, siendo éste ya un hombre maduro y formado. No permitía que nadie interviniera en sus asuntos personales.

Su comportamiento sereno y gallardía causaban la atracción de los estudiantes.
El fallecimiento del Aiatul•lah Buruyerdi (que Dios santifique su morada), así como produjo un vacío también fue causa de una controversia, pero este gran hombre trató de mantenerse alejado de la escena. De esa forma, él llenó ese vacío mediante la moral divina. El Imam no invocó ningún liderazgo, pero al llegar los actos de la revolución, fue el mismo liderazgo el que fue en su búsqueda.

Encontrándose en Nayaf le pidieron permiso a Imam Jomeini para traducir al urdu su risâlah y enviarla a Pakistán. Él preguntó: “¿Acaso no disponen allí de otras risâlah?”. Le dijeron: “Por supuesto. Tenemos las de varios Marya’.” Hadrat Imam dijo: “Entonces esas son suficientes”.

En aquel largo período tanto los amigos como los enemigos se convencieron que él actuaba sólo para Dios, Glorificado Sea, Quien, sin duda alguna, protegió a esta persona (lo que por otra parte es más que evidente frente al mundo).

Luego del fallecimiento de Aiatul•lah Hadrat Buruyerdi, las autoridades religiosas de aquel período se hicieron responsables de los asuntos económicos de los talabeh, pero este gran faqîh se hubo de ocupar sólo de impartir enseñanza y educación. Eso fue así hasta que llegó un período electoral para las municipalidades y provincias, en las que hubo un nuevo proyecto del imperialismo que se planteaba en nombre de la libertad de la mujer, y que en realidad es la causa de la esclavitud femenina. Tras esto, poco a poco, hubo de surgir la vanguardia del levantamiento. Hubo una reunión en la que asistieron bastantes ‘alama’ y se estableció un criterio común, pero él, en sus propios comunicados y posturas, manifestaba directamente que atacaba a la raíz de la corrupción.

Recuerdo que algunas de las autoridades de Qom telegrafiaron al Sha para pedirle que obligue al Estado a dejar de lado ese tipo de desvíos religiosos. El Sha, como respuesta a aquel telegrama escribió: “Yo os deseo éxitos en vuestra tarea de guiar a las gentes en su religión”. Entonces, aquel profesor excepcional que fue Imam Jomeini cogió la pluma y en torno a ese comunicado escribió: “Te comunico a ti y a tu gobierno que eres pueblo y por tanto susceptible de ser guiado y orientado”.
Este tipo de sutilezas y ataques precisos era algo que los demás no se sentían capaces de realizar, puesto que el sólo hecho de leer esos comunicados causaba temor. De esta forma, poco a poco se dio inicio al período revolucionario. Corría el año 1342 H. S. Entre comunicados, telegramas, idas y venidas, mensajes telefónicos, disculpas, órdenes e indicaciones, llegó el día 25 de Shawual de 1372 de la Hégira lunar, correspondiente con el 2 de Farvardin de 1342 (22 de marzo de 1963), día del aniversario del martirio de Imam As-Sadiq (P). En la Escuela Feizîiah se inició la inolvidable tragedia perpetrada a manos de los esbirros del régimen corrupto de los pahlevi, al cometer la matanza de los estudiantes de la misma, así como de estudiantes de la Hauzah que estaban presentes en los actos. En aquel momento, los demás, viendo aquella brutalidad, temerosos, callaron, pero Hadrat Imam tomó la pluma y condenando al gobierno dijo: “Habéis dejado poca cosa a Gengis Khan”. Este comunicado aportó ánimo renovado a la Hauzah y a todo Irán.

El Imam aportó vitalidad a los espíritus y les dio fulgor. Revivificó las ciencias religiosas, y Dios, Glorificado Sea, por su parte, le concedió ayudas ocultas y excepcionales. El temor a la muerte desapareció con él; se disipó el temor a la cárcel, a ser desposeído, al exilio; el temor a la intimidación no encontró espacio en la Hauzah con él; ese miedo fue desechado por el mejor de los argumentos: « ¿Acaso no es cierto que los amigos de Dios no sienten temor ni se atribulan?» Iunus: 10: 63)

Esto lo suscribió con su comportamiento espiritual e intelectual; no temió ni atemorizó, fluyó e influyó. Hubo individuos que temieron y que atemorizaron, los hubo que se mantuvieron apartados o que condicionaron a los demás, pero el Imam vino a escena e instó a las gentes a ese mismo espacio. No temía ni atemorizaba, y aconsejó a los demás no temer. Decía: “La persona está viva para encontrarse con la faz de Dios. ¿Hay algo mejor que esto, que encontrar la faz de la verdad mediante el martirio?”. Él inspiró esta vitalidad a la Hauzah ‘Ilmîiah, devolvió notoriedad al Qom anquilosado, desempolvó el Corán para devolverlo a la sociedad, realzó la tradición profética acallada e hizo de la religión obsoleta una religión vigente y actual; de las normas divinas extrajo una ley capaz y comprensible y la aplicó en el ámbito de la sociedad. Tomó en una mano las joyas (de la religión) y en otra la espada, con esas joyas iluminó las hauzas y a las gentes de Irán, así como a los demás musulmanes del mundo, y con la espada -su pluma- dio un mensaje de revitalización de aquellas joyas; dio nueva vida a los anhelos de ser martirizado. Hizo evidente para todos que el alma es aquello que sirve para darlo por la redención, y que la religión vale lo suficiente como para llegar a dar por ella la vida.

De forma que contraer dificultades, esperar sacrificios, ser exiliado, prever la cárcel, la deportación, o la exclusión por causa de un principio religioso, fue asumida por maestros y dirigentes, así como por los estudiantes de ciencias islámicas.

El Imam en su manifiesto a la Hauzah ‘Ilmîiah en el bendito mes de Ramadán indicó que la difusión de las leyes divinas era el camino para preservar del peligro a los necesitados de protección.

De igual forma, en sus alocuciones y escritos, previno sobre los peligros del Sionismo diciendo: “Mientras este peligro esté ahí, el Islam seguirá muerto. El Islam volverá a vivir cuando este veneno mortífero quede fuera de la tierra islámica de Irán”. Puso énfasis en que el régimen pahlevi estaba conectado con América y el Sionismo y que mientras continuase en el poder, las gentes no tendrían bienestar ni éxito, no se liberarían de los peligros de la corrupción, ni obtendrían beneficiosos espirituales.

En base a estas estructuras espirituales, Hadrat Imam progresivamente introdujo el pensamiento, en todos los ámbitos, de que el Islam debía ser revitalizado como el agua que refuerza la rama marchita y hace posible que prospere. Por supuesto, que el agua llega a la planta y ayuda a que ésta florezca y verdee; luego la propia planta progresa y ofrece su sombra, la cual se proyecta cada vez más. El agua que penetra en la rama la arraiga. De esta forma, la sangre penetra en las bases de la religión y la hace crecer: «Y no penséis que los que han caído por Allah hayan muerto. Por el contrario, viven y están siendo agraciados junto a su Señor» (Aal Imran: 3 : 169)

Vuestra sangre no desaparecerá, sino que será resucitada cuando se produzca la compensación de las cosas, donde vuestro resarcimiento será el encuentro con la Faz de Dios. De esa forma, la religión es resucitada y su bendición permanece.

Él revivió este pensamiento en la Hauzah ‘Ilmîiah. El rumbo de la Hauzah se convirtió en aquel de los talabeh mártires, y su lucha en lo que luego llegó a ser la Revolución Islámica. A causa de esto, se incrementó considerablemente el número de detenciones y encarcelamientos durante los días correspondientes a los meses de Ramadán y Muharram, y correlativamente, en estos dos meses los delitos de orden social fueron estadísticamente menores; en cambio las transgresiones de carácter político, las condenas y las detenciones, así como las deportaciones, se incrementaron en estos períodos. De igual forma, en los meses de Ramadán y Muharram se prohibió a los ‘ulama’ escribir y hablar en público. Este país mantuvo el Libro y la Tradición. El bendito mes de Ramadán, en el transcurso del cual fue revelado el Corán, protegió al país, al igual que lo hicieron los meses de Muharram y Safar en los cuales se derramó la sangre del Imam Husain (P) para revivir la religión. Ello fue una protección para nuestra nación. En realidad lo fueron el Corán y la Pura Descendencia, que juntos constituyen dos bases esenciales establecidas por el distinguido Profeta (BP) cuando dijo: “Dejo entre vosotros las dos tesoros: el Libro de Dios y mi Descendencia”.

Estos dos elementos básicos fueron los que preservaron, si bien necesitaban un vocero. Ese vocero no fue otro que el gran líder de la Revolución Islámica Hadrat Imam Jomeini (que Dios santifique su morada), quien sacó al Corán y a la Sunnah y Descendencia del Profeta de su condición de extraños y apartados en que se encontraban, ubicándolos en el ámbito de la práctica. De esta forma, trajo este discurso desde la nostalgia y desde la distancia histórica, y nos dejó en este camino de obediencia a los dictados divinos y de entrega de la sangre, hasta recuperar el Islam de la simple evocación, y vuelva a su propia tierra, pues la tierra del Islam son las entrañas de los musulmanes. Los desterrados hicieron que el Islam se afianzara. Vivir furtivos hizo que el Islam se manifestara. Sufrir penalidades hizo que el Islam se acercara a los corazones. Estas bondades fueron producto del liderazgo de ese gran maestro, a quien deseamos que sea resucitado junto a las almas de los profetas y de los próximos de Dios.

Por supuesto, los otros guías religiosos -profesores y ‘ulama’- también emitieron y firmaron comunicados, y cada uno en su turno sufrió penalidades. Ellos también fueron objeto de insultos, daños y humillación, y desarrollaron actividades que evidenciaban que estos líderes religiosos no dejaron sólo al artífice de la revolución; es por eso que el día 25 de Jordad de 1343 cuando el Imam fue liberado y se trasladó a Qom, desde el mimbar de la mezquita A’dzam dijo: “Beso las manos de los marya’-ut taqlid”, puesto que vio en ellos condescendencia, compañerismo y aprobación en el discurrir. Aunque entre todos ellos el Imam Jomeini tuvo un lugar especial y un grado elevado, por lo que ha de ser estimado separadamente de las demás personalidades de su tiempo.

El régimen opresor del Sha, para debilitar las hauzas, desarrolló muchos esfuerzos para atraer a sus eruditos. En aquel momento, la intención del régimen de los tiranos pahlevi fue “debilitar a los teólogos”, para que, al mismo tiempo que las hauzas se debilitaran, se relacionaran a los grandes ‘ulama’ con el régimen. Se aproximaron a algunas de las personas más relevantes de entre estos, como el difunto Farzaneh, quien se contaba entre las personas más salientes en filosofía y ciencias inductivas en Isfahán, a quien invitaron a enseñar. Él se desmarcó de tal oferta diciendo: “En la actualidad me encuentro débil y sin fuerzas para la enseñanza, pues ya estoy viejo e incapaz para la asistencia regular a las clases”. Cuando se desalentaron de seguir insistiéndole, se dirigieron al difunto Aiatul•lah Muhammad Taqî Amolí -que fue comentador del Misbah Al-Huda y anotador del comentario del Mandzûmah- a fin de que enseñase en la universidad las ciencias argumentales y transmitidas. El difunto Aiatul•lah Amolí manifestó: “Ellos no quieren enseñanza, pretenden desprestigiarnos. Yo les di mis excusas explicándoles que mi estado no permitía aceptar tal proposición. Dijeron entonces: Si usted no viene a la universidad, cada semana un día, traeremos a los universitarios a su casa para que les imparta clases -en aquella época no era imaginable que esto llegase a ser así-”. Él contó: “Al ver que no tenía escape, rogué la intercesión de los catorce Inmaculados (P), de forma que prometí catorce salawât (bendiciones al Profeta y su familia) para que esa gente dejara de molestarme, puesto que de otra forma yo debería partir de allí. Por gracia divina esos salawât surtieron efecto y en virtud de ellos no volvieron a molestarme”.

Después de esto se dirigieron al difunto ‘Al•lâmah Rafi’î, quien, como era entrado en años, tenía una gran reputación y muchas personas notables tomaban clases con él. Les dijo claramente en un verso categóricamente, que no colaboraría.

En estas referencias hasta ahora expuestas puede comprenderse a lo que hubo de enfrentarse el Imam Jomeini. En aquellos días la asfixia a la que se sometió a las personalidades más importantes de las ciencias islámicas no dejaba otro camino que el de la intercesión y la súplica. El difunto Aiatul•lah Muhammad Taqî Amolí, desde su infancia había conocido las penalidades a causa del exilio del que fue objeto su padre. Antes de Reza Jan se pretendió ejecutar a Mol•la Amolí, como ya lo habían hecho con Aiatul•lah Fadlul•lâh Nûrî, pero como la sangre de éste afectó fuertemente a la sociedad, no se atrevieron a asesinarlo, sino que lo exiliaron por largo tiempo.

Ante estas dificultades y presiones, Imam Jomeini se levantó y transformó todo el sistema; es por eso que si alguien siguió el camino del Imam su acción fue muy loable, pero es el Imam el que realizó la tarea más importante. Él fue el primero que, en la época contemporánea, pudo levantarse contra el régimen tiránico y, con la ayuda divina, sepultarlo en el olvido.


Traducción: H A F G