31.7.12

La percepción de la belleza



¿Cómo el Islam ver la belleza humana? Es la belleza física siempre considerado como un rasgo positivo? Ni que decir tiene, la belleza física es verdaderamente una bendición - pero de acuerdo con las enseñanzas islámicas, la belleza es igual que cualquier otro material y de los rasgos perecederos tales como la riqueza, el rango y la ocupación. La belleza física por sí sola tiene poco valor y se le da ninguna importancia en el Islam, si no acompaña la belleza interior (la piedad y las buenas características morales). La verdadera belleza es lo que llevamos con nosotros en nuestro viaje hacia el más allá: nuestras buenas obras. En el Sagrado Corán (3:106) se nos recuerda el Día del Juicio, cuando los hechos de las personas determinará su apariencia física: "El día en que (algunos) a su vez las caras brillantes y (algunos) a su vez las caras oscuras, a continuación, en cuanto a aquellos cuyos rostros se vuelven negro: ¿Sabía usted creer después de que su creencia de Sabor por lo tanto, el castigo por no haber creído "?.
En nuestra vida cotidiana a menudo nos encontramos personas que puedan ser bien parecido, pero algo acerca de su carácter nos repele de ellos, lo contrario también es cierto para las personas que pueden no ser tan guapo, pero se muestran hermosos para nosotros debido a sus cualidades positivas . Un artículo reciente por el cirujano plástico Dr. Robert Tornambe, publicado por el Huffington Post, presenta una interesante conclusión acerca de cómo la belleza cuenta los jueces. El artículo "¿Qué hace que una persona fea?" se centra en ciertos rasgos de personalidad positivos que contribuyan a la mejora ya veces incluso determinar la forma en que percibimos la belleza física. Algunas de las características que se mencionan son la confianza, la alegría, el altruismo y optimismo. Cuando se trata de juzgar entre la belleza física y la personalidad, nuestra mente se inclina hacia la apreciación de las personas que poseen esos rasgos positivos y brillantes almas.


fuente:islamicawakening

29.7.12

Ramadán: El Mes de Ayuno en la Tradición Islámica


Por Kamel Gomez
fuente:islamoriente.com

“¡Oh gente! Por cierto que ha venido hacia vosotros el Mes de Dios con Bendiciones, Misericordia y Perdón. Éste es un Mes que ante Dios es el mejor de los meses, sus días los mejores días, y sus horas las mejores de las horas.”
El Profeta Muhammad Cada año, los más de 1500 millones de musulmanes de todo el mundo inician la práctica del ayuno de Ramadán, noveno mes del calendario lunar  islámico.
Desde la jurisprudencia islámica, el ayuno del mes Ramadán es un mandato obligatorio que se realiza desde el alba (aproximadamente una hora y media antes de la salida del sol) hasta el momento del ocaso (unos minutos después de la puesta del sol). Durante ese periodo los musulmanes nos abstenemos de
comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales.
La práctica del ayuno –no es exclusiva del Islam, también encontramos este ejercicio espiritual en otras religiones- la realizan personas adultas que no perjudiquen en absoluto su salud, exceptuando a los ancianos, las mujeres embarazadas o que estén amamantando.
El ayuno tiene grandes beneficios tanto sociales como individuales que siempre es bueno mencionarlos, en especial para las personas que están alejadas de cosmovisiones espirituales y que viven sumergidos en concepciones materialistas ajenas a las necesidades del hombre y, por lo tanto, perdidas en los
múltiples senderos de lo insignificante.
Uno de ellos es la caridad hacia los pobres, donde los musulmanes compartimos con los más humildes las necesidades de falta de comida y agua, lo que nos permite concebir las dificultades de los  necesitados a través de nuestra propia experiencia. Cada integrante de nuestra comunidad al final del mes
entrega el Zakat (contribución obligatoria), que se realiza como un gesto de
justicia social y no solamente de solidaridad.
Desde el ámbito más personal, el musulmán se “entrega” a la Voluntad de Dios al poder contrariar sus pasiones, además de recordar sus obligaciones y recobrar energías para el resto del año. En este mes, intentamos que nuestros días y noches no sean como las del resto del año. Además del ayuno vinculado a lo corporal, el musulmán intenta ayunar con sus sentidos (evitando que nuestros ojos, oídos, lengua, etc, cometan faltas y/o dañen al prójimo) y también con su “corazón” (tratando de estar siempre presente en todo aquello que Dios ordena y estar ausente de todo lo que Dios nos ha prohibido). Nos enseña el Mensajero de Dios Muhammad:
“Éste es el Mes de Ramadán. Quien ayune en su día, se ponga de pie en adoración parte de su noche, preserve su estómago y sus partes pudendas, y resguarde su lengua, por cierto que habrá salido de los pecados, tal como sale del mes”. Dijo un compañero: “¡Oh Mensajero de Dios! ¡Qué hermosa enseñanza!”. Y el Mensajero de Dios sentenció: “¡Pero qué difíciles condiciones!”.
En fin, los musulmanes aprovechamos de la mejor manera estos días y noches leyendo el Corán, nuestras súplicas (como la de “Los mil nombres de Dios”), intentando mejorar como personas y acercarnos a la Presencia de Dios en nuestro ser, reflejando en nuestros actos Su Justicia y Misericordia .
Quisiéramos, por último, compartir esta súplica que nos llega del sucesor espiritual y político del Mensajero de Dios, el Imam Ali:
Dios mío, me basta el honor de ser tu siervo, y me basta el orgullo de que Tú seas mi señor. Tú eres como yo quiero, ¡haz de mí como Tú quieras!
“…y que la paz de Dios sea con Uds…”

Acontecimientos del Mes de Ramadán




Día 1 – Fallecimiento de Abû ‘Alî Sînâ (Avicena) – (428 H.L.).
Día 2 Conquista de La Meca (8 H.L.)
– Designación del Imam ‘Alî Ar–Ridâ (P) como heredero al califato abbasida por parte del califa Al–Ma’mum – (201 H.L.).
Día 3 – Batalla de Tabûk (9 H.L.).
– Fallecimiento del Sheij Al–Mufîd (ra) – (413 H.L.).
Día 4 – Fallecimiento del Aiatul·lah Mirzâ Hâshim Âmolî (1413 H.L.).
Día 6 – Juramento de Fidelidad (bai‘ah) de la gente a Imam Ar–Ridâ (P), según una narración.
Día 7 – Fallecimiento de Abû Tâlib (año 10 de la bi‘zah) 3 años antes de la Hégira, según una narración.
– Conquista de Jaibar.
Día 9 – Invitación de la gente de Kufah al Imam Husein (P) para que sea su gobernante – (año 60 H.L.)

Día 10 – Fallecimiento de Hadrat Jadîÿah Al–Kubrâ (P) 3 años antes de la Hégira, según una narración.
Día 12 – Pacto de hermandad entre el Enviado de Dios (BP) y ‘Alî (P) – (año 1 H.L.)
Día 14– Muerte de Mujtâr Zaqafî (año 67 H.L.).
Día 15 – Nacimiento del Imam Hasan Al–Muÿtabâ (P) – año 3 H.L.
– Envío de Muslim ibn ‘Aqîl a Kufah por parte de Imam Husein (P) – año 60 H.L.
– Martirio del gran faqîh Zain Ad–Dîn (shahîd az–zânî) – año 965 H.L.
Día 17 – Ascensión a los cielos del Noble Profeta del Islam (BP) – 6 años antes de la Hégira.
– Batalla de Badr (año 2 H.L.)
Día 18– Primera Noche del Decreto (Lailat–ul Qadr).
Día 19 Amîr Al–Mu’minîn Imam ‘Alî (P) recibe el golpe de espada que le hiere mortalmente– año 40 H.L.

Día 20 Conquista de La Meca (año 8 H.L.).
– Segunda Noche del Decreto (Lailat–ul Qadr).
Día 21 – Martirio del nacido en la Ka‘bah y legítimo sucesor del Noble Profeta (BP), Hadrat Amîr Al–Mu’minîn ‘Alî (P) – año 40 H.L.
– Fallecimiento del Aiatul·lah Sheij Hurr Al–‘Âmelî (año 1104 H.L.).
Día 22 – Tercera Noche del Decreto (Lailat–ul Qadr).
– Revelación del Sagrado Libro “Al–Inÿîl” (El Evangelio) a Jesús (P).
Día 23 – Revelación del Sagrado Corán al Profeta del Islam (BP) – 13 años antes de la Hégira.
Día 25– Batalla de Nahrawân (año 38 H.L.).
Día 26– Día Internacional de Quds (último Viernes del Mes de Ramadán).
Día 29 – Batalla de Hunain.

25.7.12

acciones preferibles en Ramadan



Decir la siguiente suplica:


اَللّـهُمَّ اَدْخِلْ عَلى اَهْلِ الْقُبُورِ السُّرُورَ اَللّـهُمَّ اَغْنِ كُلَّ فَقير، اَللّـهُمَّ اَشْبِعْ كُلَّ جائِع، اَللّـهُمَّ اكْسُ كُلَّ عُرْيان، اَللّـهُمَّ اقْضِ دَيْنَ كُلِّ مَدين، اَللّـهُمَّ فَرِّجْ عَنْ كُلِّ مَكْرُوب، اَللّـهُمَّ رُدَّ كُلَّ غَريب، اَللّـهُمَّ فُكَّ كُلَّ اَسير، اَللّـهُمَّ اَصْلِحْ كُلَّ فاسِد مِنْ اُمُورِ الْمُسْلِمينَ، اَللّـهُمَّ اشْفِ كُلَّ مَريض، اللّهُمَّ سُدَّ فَقْرَنا بِغِناكَ، اَللّـهُمَّ غَيِّر سُوءَ حالِنا بِحُسْنِ حالِكَ، اَللّـهُمَّ اقْضِ عَنَّا الدَّيْنَ وَاَغْنِنا مِنَ الْفَقْرِ، اِنَّكَ عَلى كُلِّ شَيء قَديرٌ .
AL·LAHUMMA ADJIL ‘ALA AHLIL QUBÛRIS SURÛR · AL·LAHUMMA AGNI KUL·LA FAQÎRIN · AL·LAHUMMA ASHBI‘ KUL·LA ŸÂ’I‘IN · AL·LAHUMMA AKSU KUL·LA ‘URIÂNIN · AL·LAHUMMA-QDI DAINA KUL·LI MADININ · AL·LAHUMMA FARRIŸ ‘AN KUL·LI MAKRÛBIN · AL·LAHUMMA RUDDA KUL·LA GARÎBIN · AL·LAHUMMA FUKKA KUL·LA ASÎRIN · AL·LAHUMMA ASLIH KUL·LA FÂSIDIN MIN UMÛRIL MUSLIMÎN · AL·LAHUMMA-SHFI KUL·LA MARÎDIN · AL·LAHUMMA SUDDA FAQRANÂ BIGINÂKA · AL·LAHUMMA GAIIR SÛ’A HÂLINÂ BIHUSNI HÂLIKA · AL·LAHUMMA-QDI ‘ANNA-D-DAINA UA AGNINA MINA-L-FAQRI · INNAKA ‘ALA KUL·LI SHAI’IN QADÎR.
¡Oh Dios! ¡Otorga alegría a los habitantes de las tumbas! ¡Oh Dios! ¡Enriquece a todo pobre! ¡Oh Dios! ¡Sacia a todo hambriento! ¡Oh Dios! ¡Viste a todos los desnudos! ¡Oh Dios! ¡Salda la deuda de todo deudor! ¡Oh Dios! ¡Consuela a todos los entristecidos! ¡Oh Dios! ¡Retorna a todo extraviado (a su patria)! ¡Oh Dios! ¡Libera a todo prisionero! ¡Oh Dios! ¡Soluciona todos los problemas de los musulmanes! ¡Oh Dios! ¡Da curación a todos los enfermos! ¡Oh Dios! ¡Pon fin a nuestra pobreza en Tu opulencia! ¡Oh Dios! ¡Cambia nuestro mal estado en Tu buen estado! ¡Oh Dios! ¡Paga nuestras deudas y sálvanos de la pobreza! ¡Ciertamente Tú eres, sobre todas las cosas, Omnipotente!
يا عَلِيُّ  يا عَظيمُ، يا غَفُورُ يا رَحيمُ، اَنْتَ الرَّبُّ الْعَظيمُ الَّذي لَيْسَ كَمِثْلِهِ شَيءٌ وَهُوَ السَّميعُ الْبَصيرُ، وَهذا شَهْرٌ عَظَّمْتَهُ وَكَرَّمْتَهْ، وَشَرَّفْتَهُ وَفَضَّلْتَهُ عَلَى الشُّهُورِ، وَهُوَ الشَّهْرُ الَّذي فَرَضْتَ صِيامَهُ عَلَيَّ، وَهُوَ شَهْرُ رَمَضانَ، الَّذي اَنْزَلْتَ فيهِ الْقُرْآنَ، هُدىً لِلنّاسِ وَبَيِّنات مِنَ الْهُدى وَالْفُرْقانَ، وَجَعَلْتَ فيهِ لَيْلَةَ الْقَدْرِ، وَجَعَلْتَها خَيْراً مِنْ اَلْفِ شَهْر، فَيا ذَا الْمَنِّ وَلا يُمَنُّ عَلَيْكَ، مُنَّ عَلَيَّ بِفَكاكِ رَقَبَتي مِنَ النّارِ فيمَنْ تَمُنُّ عَلَيْهِ، وَاَدْخِلْنِى الْجَنَّةَ بِرَحْمَتِكَ يا اَرْحَمَ الرّاحِمينَ .
I ‘ALÎIU I ‘ADZÎM · I GAFÛRU I RAHÎM · ANTA RABBU-L ‘ADZÎM · AL·LADHÎ LAISA KAMIZLIHI SHAI’ · UA HUA-S-SAMΑUL BASÎR · UA HÂDHA SHAHRUN ‘ADZDZAMTAHU UA KARRAMTAHU UA SHARRAFTAHU UA FADDALTAHU ‘ALASH-SHUHÛR · UA HUASH-SHAHRUL LADHÎ FARADTA SIÂMAHU ‘ALAII · UA HUA SHAHRU RAMADÂNA-L-LADHÎ ANZALTA FÎHI-L-QUR’ÂN · HUDAN LIN-NÂSI UA BAIINÂTIN MINA-L-HUD UA-L-FURQÂN · UA ŸA‘ALTA FÎHI LAILATA-L-QADR · UA ŸA‘ALTAH JAIRAN MIN ALFI SHAHR · FAI DHAL MANNI UA LA IUMANNU ‘ALAIKA MUNNA ‘ALAIIA BIFAKÂKI RAQABATÎ MINA-N-NÂR · FÎMAN TAMUNNU ‘ALAIHI UA ADJILNI-L-ŸANNAH · BIRAHMATIKA I ARHAMAR RÂHIMÎN.
¡Oh Altísimo! ¡Oh Ingente! ¡Oh Perdonador! ¡Oh Misericordiosísimo! ¡Tú eres el Señor Majestuoso, el que no tiene nada semejante! ¡Él es el Oyentísimo, Videntísimo! Este es un mes que engrandeciste, honraste, ennobleciste y preferiste a otros meses. Este es un mes que me preceptuaste ayunar. Este es el mes de Ramadán en el que revelaste el Corán, como Guía para la humanidad y las evidencias de la Guía y el discernimiento. Estableciste en él la Noche del Decreto y estableciste que esa noche sea mejor que mil meses. ¡Poseedor de los Dones, al que nadie puede dotar de nada! ¡Dóname mi liberación del Fuego, entre aquellos que liberas! ¡Introdúceme en el Paraíso, por Tu Misericordia, el más Misericordioso de los Misericordiosísimos!
Antes de desayunar:
Que suplique en el momento del Iftâr, con las súplicas específicas del Iftârtransmitidas, entre ellas, que diga:
اَللّـهُمَّ لَكَ صُمْتُ، وَعَلى رِزْقِكَ اَفْطَرْتُ، وَعَلَيْكَ تَوَكَّلْتُ،
AL·LAHUMMA LAKA SUMTU UA ‘ALA RIZQIKA AFTARTU UA ‘ALAIKA TAUAKKALTU
 ¡Dios mío! Por Ti he ayunado, y mediante Tu sustento he desayunado, y a Ti me encomiendo.
para que Al·lah le conceda la recompensa de todo aquel que haya ayunado ese día. Y que diga la súplica que fue transmitida por el Seîied y Al-Kaf’amî, en la cual hay mucha virtud, y que dice:
اَللّـهُمَّ رَبَّ النّورِ الْعَظيم
AL·LAHUMMA RABBAN-NÛR AL-‘ADZÎM
¡Dios mío! ¡Majestuoso Señor de la Luz!
Y fue narrado que cuando Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P) se disponía a desayunar, decía:
بِسْمِ اللهِ اَللّـهُمَّ لَكَ صُمْنا وَعَلى رِزْقِكَ اَفْطَرْنا فَتَقَبَّلْ مِنّا اِنَّكَ اَنْتَ السَّميعُ الْعَليمُ
Bismil·lah Al·lahumma laka sumnâ ua ‘ala rizqika aftarna fataqabbal minna innaka anta-s samî‘-ul ‘alîm
En el Nombre de Dios. ¡Dios mío! Por Ti hemos ayunado, y mediante Tu sustento hemos desayunado, así pues, acepta (ello) de nosotros. Ciertamente que Tú eres el Oyente, el Sabio.
Es preferible que en el momento de tomar el primer bocado el ayunante diga:


بِسْمِ اللهِ الرَّحْمنِ الرّحَيمِ، يا واسِعَ الْمَغْفِرَةُ اِغْفِرْ لي،
BISMIL·LAHI-R RAHMÂNI-R RAHÎM. IÂ WÂSI‘ÂL MAGFIRAH IGFIR LÎ.
En el Nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. ¡Oh Vasto en el Perdón! ¡Perdóname!
para que Al·lah lo perdone. Y fue narrado que al final de cada día de los días del Mes de Ramadán, Dios libera a miles y miles de personas (del Fuego del Infierno). Pide pues a Dios Altísimo que te disponga entre ellos.
Para las noches:
1. Transmitió el Seîied que: Quien diga la siguiente súplica en cada una de las noches del Mes de Ramadán, Al·lah le perdonará los pecados que hubiere cometido en cuarenta años:
اَللّـهُمَّ رَبَّ شَهْرِ رَمَضانَ الَّذي اَنْزَلْتَ فيهِ الْقُرْآنَ، وَافْتَرَضْتَ على عِبادِكَ فيهِ الصِّيامَ، صَلِّ عَلى مُحَمَّد وَآلِ مُحَمَّد، وَارْزُقْني حَجَّ بَيْتِكَ الْحَرامِ في عامي هذا وَفي كُلِّ عام، وَاغْفِرْ لي تِلْكَ الذُّنُوبَ الْعِظامَ، فَاِنَّهُ لا يَغْفِرُها غَيْرُكَ يا رَحْمنُ يا عَلاّمُ .
AL·LAHUMMA RABBA SHAHRI RAMADÂN AL·LADHÎ ANZALTA FÎHIL QUR’ÂN, UAFTARADTA ‘ALA ‘IBÂDIKA FÎHI-S SIÂM, SAL·LI ‘ALÂ MUHAMMADIN UA ÂLI MUHAMMAD, UARZUQNÎ HAŸŸA BAITIKAL HARÂM FÎ ‘ÂMÎ HADHA UA FÎ KUL·LI ‘ÂM, UAGFIR LÎ TILKA-DH DHUNÛBAL ‘IDZÂM, FA INNAHU LÂ IAGFIRUHA GAIRUKA IÂ RAHMÂNU IÂ ‘AL·LÂM.
¡Dios mío! Señor del Mes de Ramadán, en el que hiciste descender el Corán, y en el que preceptuaste para Tus siervos el ayuno. Bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, y agráciame con la Peregrinación a Tu Casa Inviolable, en este año y en cada año. Y perdóname aquellos grandes pecados, que por cierto que no los perdona nadie excepto Tú. ¡Oh Misericordioso! ¡Oh Sapientísimo!
2. Leer la siguiente súplica:
 

اَعُوذُ بِجَلالِ وَجْهِكَ الْكَريمِ اَنْ يَنْقَضِيَ عَنّي شَهْرُ رَمَضانَ، اَوْ يَطْلُعَ الْفَجْرُ مِنْ لَيْلَتي هذِهِ، وَلَكَ قِبَلي تَبِعَةٌ اَوْ ذَنْبٌ تُعَذِّبُني عَلَيْهِ .
A‘ÛDHU BIŸALÂLI UAŸHIKA-L-KARÎM AN IANQADÎA ‘ANNÎ SHAHRU RAMADÂN AU IATLU‘A-L-FAŸRU MIN LAILATÎ HÂDHIHI UA LAKA QIBALÎ TABI‘ATUN AU DHANBUN TU‘ADHDHIBUNÎ ‘ALAIHI
Me refugio en la Majestuosidad de Tu Generosa Faz de que culmine para mí el Mes de Ramadán o que pase esta noche y amanezca, y permanezca en mí un acto censurable o un pecado por lo cual me castigues.
3. Durante las noches del mes del Ramadán es preferible realizar una oración compuesta de dos ciclos en cada uno de los cuales se lee una vez la Sûra Al-Fatihah -La Apertura (1)-, y tres veces la Sûra Al-Ijlâs -el Monoteísmo (112)-. Al finalizar la oración leer la siguiente súplica:
سُبْحانَ مَنْ هُوَ حَفيظٌ لا يَغْفُل، سُبحانَ مَنْ هُوَ رَحيمٌ لا يَعْجَلُ، سُبْحانَ مَنْ هُوَ قا ئِمٌ لا يَسْهُو، سُبْحانَ مَنْ هُوَ دائِمٌ لا يَلْهُو
SUBHÂNA MAN HUA HÂFÎDZUN LÂ IAGFUL SUBHÂNA MAN HUA RAHÎMUN LÂ IA‘ŸAL SUBHÂNA MAN HUA QÂ’IMUN LÂ IAS·HÛ SUBHÂNA MAN HUA DÂ’IMUN LÂ IALHÛ
¡Glorificado sea quien constantemente protege (Su creación) sin descanso! ¡Glorificado sea Quien es Misericordioso en la medida justa! ¡Glorificado sea quien siempre está y nunca olvida (a Su creación)!
¡Glorificado sea quien es eterno y no actúa en vano!
Luego decir siete veces:

سُبْحانَ اللهِ وَالْحَمْدُ للهِ وَلا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ وَاللهُ اَكْبَرُ

SUBHÂNA-L·LÂH · UA-L-HAMDU LIL·LÂH · UA LÂ ILÂHA IL·LAL·LÂH · UAL·LÂHU AKBAR
¡Glorificado sea Dios! ¡Alabado sea Dios! No hay divinidad sino Dios! ¡Dios es el más Grande!
Una vez:
سُبْحانَكَ سُبْحانَكَ سُبْحانَكَ، يا عَظيمُ اغْفِرْ لِيَ الذَّنْبَ الْعَظيمَ
SUBHÂNAKA, SUBHÂNAKA, SUBHÂNAKA IÂ ‘ADZÎM IGFIR LÎ ADH-DHANBAL ‘ADZÎM
¡Glorificado seas, glorificado seas, glorificado seas! ¡Oh Majestuoso!, perdona mis grandes pecados.
Al terminar, decir diez Salawât (bendiciones al profeta).
Se dice que quien realice estas súplicas le serán perdonados setenta mil pecados.
Súplica para las madrugadas:
يا مَفْزَعي عِنْدَ كُرْبَتي، وَيا غَوْثي عِنْدَ شِدَّتي اِلَيْكَ فَزِعْتُ، وَبِكَ اسْتَغَثْتُ، وَبِكَ لُذْتُ لا اَلُوذُ بِسِواكَ وَلا اَطْلُبُ الْفَرَجَ إلاّ مِنْكَ، فَاَغِثْني وَفَرِّجْ عَنّي، يا مَنْ يَقْبَلُ الْيَسيرَ، وَيَعْفُو عَنِ الْكَثيرِ، اِقْبَلْ مِنِّي الْيَسيرَ وَاعْفُ عَنِّي الْكَثيرَ، اِنَّكَ اَنْتَ الْغَفُورُ الرَّحيمُ، اَللّـهُمَّ اِنّي اَسْاَلُكَ ايماناً تُباشِرُبِهِ قَلْبي، وَيَقيناً حَتّى اَعْلَمَ اَنَّهُ لَنْ يُصيَبني إلاّ ما كَتَبْتَ لي، وَرَضِّني مِنَ الْعَيْشِ بِما قَسَمْتَ لي يا اَرْحَمَ الرّاحِمينَ، يا عُدَّتي في كُرْبَتي، وَيا صاحِبي في شِدَّتي، وَيا وَليّي في نِعْمَتي، وَيا غايَتي في رَغْبَتي، اَنْتَ السّاتِرُ عَوْرَتي، وَالاْمِنُ رَوْعَتي، وَالْمُقيلُ عَثْرَتي، فَاغْفِرْ لي خَطيئَتي يا اَرْحَمَ الرّاحِمينَ .


IÂ MAFZA‘I ‘INDA KURBATÎ UA IÂ GAUZÎ ‘INDA SHIDDATÎ ILAIKA FAZI‘TU UA BIKA-STAGAZTU UA BIKA LUDHTU LÂ ALÛDHU BISIUÂKA UA LÂ ATLUBU-L-FARAŸA IL·LA MINKA FA AGIZNÎ UA FARRIŸ ‘ANNÎ IÂ MAN IAQBALU-L-IASÎRA UA IA‘FÛ ‘ANIL KAZÎR IQBAL MINNÎ-L-IASÎRA UA‘FÛ ‘ANNÎ-L-KAZÎR INNAKA ANTA-L-GAFÛRU-R-RAHÎM. AL·LAHUMMA INNÎ AS’ALUKA IMÂNAN TUBÂSHIRU BIHÎ QALBÎ UA IAQÎNAN HATTA A‘LAMA ANNAHU LAN IUSÎBANÎ IL·LA MÂ KATABTA LÎ UA RADDINÎ MINA-L-‘AISHI BIMÂ QASAMTA LÎ IÂ ARHAMA-R-RÂHIMÎN IÂ ‘UDDATÎ FÎ QURBATÎ UA IÂ SÂHIBÎ FÎ SHIDDATÎ UA IÂ UALÎ FÎ NI‘MATÎ UA IÂ GÂIATI FÎ RAGBATÎ ANTA-S-SÂTIRU ‘AURATÎ UAL AMINU RAU‘ATÎ UAL MUQÎLU ‘AZRATÎ FAGFIR LÎ JATÎ’ATÎ IÂ ARHAMA-R-RÂHIMÎN
¡Oh mi refugio durante las aflicciones, mi amparo en las tribulaciones! En Ti me refugio, pues Tú eres mi auxiliador. Vine hacia Ti y a ningún otro puedo pedirle la solución de mis problemas, excepto a Ti. Por lo tanto, ayúdame y desata el nudo de mi corazón. ¡Oh quien aceptas la poca entrega, y en cambio, perdonas muchos pecados! Acepta mis pocas acciones y perdona mis muchos pecados. Ciertamente, Tú eres el Indulgente, el Misericordioso. ¡Oh Al·lah!, concédeme una fe firme que permanezca en mi corazón, y certeza para comprender que nada sucede sin que me lo hayas predestinado. Haz que me sienta satisfecho con Tus mercedes. ¡Oh el más Misericordioso de los misericordiosos! ¡Oh la Fuente de mi fuerza cuando estoy triste! ¡Oh Compañero de mis aflicciones!, ¡Oh el que me da y cuida de mis bendiciones! ¡Oh el Objetivo de mis ilusiones! Tú eres quien oculta mis defectos, Quien me da seguridad cuando me invade el miedo y Quien absuelve mis caídas. Así pues ¡perdona mis faltas! ¡Oh el más Misericordioso de los misericordiosos!
Los actos preferibles en la Noche del Decreto:
Las noches del 19, 21 y 23: Según numerosas narraciones una de ellas sería la Noche del Decreto. Esta es una noche única en todo el año, ninguna otra tiene tal bendición ni mérito. La adoración en ésta supera a la adoración de mil meses. En esta noche se decreta el destino del ser humano para el año venidero, descienden los ángeles y “el Espíritu” (que es el más majestuoso de los ángeles), con la anuencia de Dios y visitan al “Imam de la Época” (Imam Mahdi -P-) y le presentan lo decretado para los seres humanos.
Las prácticas de estas noches se dividen en dos partes, una común a las tres noches y la otra específica a cada una de las mismas.
Prácticas comunes a las noches delQadr:
1) Hacer el Baño Completo (Gusl). El mejor momento es en el ocaso, en el momento que se pone el sol (gurûb), para cuando luego de unos minutos se produzca el tiempo del magrib poder realizar las oraciones obligatorias después del baño.
2) Realizar dos ciclos de oración, luego de la Sura Al-Hamd (1), decir siete veces la Sura Al-Ijlâs y luego de terminar decir setenta veces:
اَسْتَغْفِرُ اللهَ واَتُوبُ اِلَيْهِ
ASTAGFIR-UL·LÂHA RABBÎ
Pido perdón a Dios y a Él me vuelvo arrepentido.
Dijo el Enviado de Dios (BP): “La persona que realice esta oración, no se retirará de su lugar sin ser perdonado, así como también sus padres”.
3) Es preferible en esta noche recordar a Dios y prepararse espiritualmente a través de las súplicas, como por ejemplo la súplica de Yushan Kabîr (La Gran Armadura). En caso de no poder terminarla, se puede leer una parte en cada una de las tres noches hasta completarla.
La súplica Yushan Kabir se halla en Mafâtîh-ul Ÿinân. Según relata el Imam Zain Al- ‘Abidîn (P), es una súplica que el Arcángel Gabriel trajo para el Profeta (BP) en una de las batallas. En el momento en que el Profeta se había colocado una armadura cuyo peso le incomodaba, Gabriel le transmitió: “¡Oh Muham­mad, Tu Señor te envía Sus saludos y te pide que te quites esta armadura y recites la siguiente súplica que es la salvación para ti y tu comunidad”. El dicho sigue con muchos más méritos para quien realice esta súplica, pero expondremos sólo algunos de ellos:
Quien la escribiera sobre su mortaja, Dios, Altísimo, por respeto a esa súplica, no lo castiga.
Quien la recitara al comienzo del Mes de Ramadán con sincera devoción, Dios le brindará la bendición de la Noche del Qadr y creará para él setenta mil ángeles que glorifican y adoran a Dios, mientras que la recompensa de sus actos se computan para aquél que recitó la súplica.
Quien la recitara tres veces durante el Mes de Ramadán, Dios, Altísimo, hará prohibido su cuerpo para el fuego y su morada será el Paraíso. Además, Dios pondrá dos ángeles para él que lo protegerán de los pecados y estará bajo la protección de Dios mientras viva.
El Imam Zain Al- ‘Abidîn (P) termina el dicho de la siguiente forma:
Mi padre, el Imam ‘Alî (P) me ordenó memorizar esta súplica y escribirla sobre la mortaja, y enseñó y estimuló a mi familia a que la recitaran. En ella figuran mil Nombres de Dios y entre esos Nombres se encuentra el más elevado (Ism-ul A’dzam).
4) Disponer el Sagrado Corán sobre la cabeza. Se interpreta que el Corán es el intermediario entre el siervo y su Señor, y como promesa ante Dios de practicarlo. La misma se desarrolla de la siguiente manera:

Se debe abrir el Corán frente a uno mismo y decir:
اَللّـهُمَّ اِنّي اَسْاَلُكَ بِكِتابِكَ المُنْزَل وَما فيهِ وَفيهِ اسْمُكَ الاَكْبَرُ وَاَسْماؤُكَ الْحُسْنى، وَما يُخافُ وَيُرْجى اَنْ تَجْعَلَني مِنْ عُتَقائِكَ مِنَ النّارِ
AL·LAHUMMA INNÎ AS’ALUKA BI KITÂBIKAL MUNZAL UA MÂ FÎHI UA FÎHI-SMUKAL AKBAR UA ASMÂ’UKAL HUSNÂ UA MÂ IUJÂFU UA IURŸÂ AN TAŸA’ALANÎ MIN ‘UTAQÂ’IKA MINAN NÂR
¡Dios nuestro! Ciertamente te pido por Tu libro descendido y lo que hay en él y Tu Gran Nombre que está en él y Tus bellos Nombres, y por todo lo que se teme y se espera, que me cuentes  entre los que están libres del fuego.
Luego pedir lo que desee a Dios y colocar el Corán sobre la cabeza y decir:
اَللّـهُمَّ بِحَقِّ هذَا الْقُرْآنِ، وَبِحَقِّ مَنْ اَرْسَلْتَهُ بِهِ، وَبِحَقِّ كُلِّ مُؤْمِن مَدَحْتَهُ فيهِ، وَبِحَقِّكَ عَلَيْهِمْ، فَلا اَحَدَ اَعْرَفُ بِحَقِّكَ مِنْكَ
AL·LAHUMMÂ BIHAQQI HÂDHAL QUR’ÂN UA BIHAQQI MAN ARSALTAHU BIH UA BIHAQQI KUL·LI MU’MININ MADAHTAHU FÎH UA BIHAQQIQA ‘ALAIHIM FALÂ AHADA A’RAFU BIHAQQIKA MINK
¡Dios Nuestro! Por este Corán y por aquél a quien se lo has revelado, y por cada creyente que Tú elogias en él, y por Tu derecho sobre ellos, que ciertamente nadie mejor que Tú conoce Tu derecho.
Luego repetir cada una de estas frases diez veces:
 
بِكَ يااَلل
BIKA IÂ AL·LAH
Por Ti ¡Oh Dios!
بِمُحَمَّد
BI MUHAMMAD
Por  Muhammad (BP)
بِعَليٍّ
BI ‘ALÎ
Por ‘Alî (P)
بِفاطِمَةَ
                                                                           
                                                           BI FÂTIMAH

Por Fátima (P)
بِالْحَسَنِ
BIL HASAN
Por Hasan (P)
بِالْحُسَيْنِ
BIL HUSAIN
Por Husain (P)
بِعَلِي بْنِ الْحُسَيْنِ
BI ‘ALÎI BNIL HUSAIN
                                                                 Por ‘Alî Ibn Husain (P)
 

بُمَحَمَّدِ بْنِ عَلِيٍّ
BI MUHAMMAD-I BNI ‘ALÎI
Por Muhammad Ibn ‘Alî (P)
بِجَعْفَرِ بْنِ مُحَمَّد
BI ŸA’FAR-I BNI MUHAMMAD
Por Ÿa’far Ibn Muhammad (P)
بِمُوسَى بْنِ جَعْفَر
BI MÛSA BNI ŸA’FAR
Por Mûsa Ibn Ÿa’far (P)
بِعَلِيِّ بْنِ مُوسى

BI ‘ALÎ-I BNI MÛSA
Por ‘Alî Ibn Mûsâ (P)
بِمُحَمَّدِ بْنِ عَلِيٍّ
BI MUHAMMAD-I BNI ‘ALÎ
Por Muhammad Ibn ‘Alî (P)
بِعَلِيِّ بْنِ مُحَمَّد
BI ‘ALÎ-I BNI MUHAMMAD
Por ‘Alî Ibn Muhammad (P)
بِالْحَسَنِ بْنِ عَلِيٍّ
BIL HASAN-I BNI ‘ALÎ


Por Hasan Ibn ‘Alî (P)
بِالْحُجَّةِ
BIL HUŸŸAH
Por la Prueba (Al-Mahdî –P-)
Luego pedir nuevamente lo que uno desea.
5) Visitar y saludar al Imam Husain (P). Según una narración, cuando llega la noche del Qadr (Destino), un ángel exclama desde el séptimo cielo que Dios ha perdonado a quien ha visitado el Santuario del Imam Husain (P) en esa noche.
6) Permanecer despierto en estas noches. Según relatos, serán perdonados los pecados de quien permanezca en vela durante la Noche del Decreto, aunque fuesen tantos como las estrellas que hay en el cielo o el peso de las montañas y el agua de los mares.
Dice el sabio Maÿlesî: “En estas noches hay que pedir perdón, rogar a Dios por el bienestar en este mundo y en la otra vida, para nosotros mismos, para los padres, para la familia, parientes y para todos los hermanos en la fe, ya sea que estén  vivos o muertos, y en fin, pasar la noche recordando a Dios y saludar a Muhammad (BP) y su Descendencia”.
 continuara....







Mes de Ramadan

 

Jutbah Sha‘banîiah:

El Shaij Sadûq narró con una cadena de transmisión confiable, del Imam Ar-Ridâ (P), y éste de sus padres (P), quienes narraron de Amîr Al-Mu’minin ‘Alî (P), que dijo: “Cierto día el Enviado de Dios (BP) disertó para nosotros diciendo:
“¡Oh gente! Por cierto que ha venido hacia vosotros el Mes de Dios con bendiciones, misericordia y perdón. Éste es un Mes que ante Dios es el mejor de los meses, sus días los mejores días, y sus horas las mejores de las horas. Es un Mes en el que fuisteis convocados a la invitación de Dios y en él os habéis vuelto de entre la gente que ha sido objeto de la Generosidad de Dios. Vuestra respiración en él es glorificación; vuestro sueño en él es adoración; vuestras acciones en él son aceptadas y vuestras súplicas en él, respondidas. Así pues, requerid de vuestro Señor, con correctas intenciones y con corazones puros (de pecados), que os otorgue en él el éxito de ayunar y de recitar Su Libro (el Corán).
¡Desgraciado es aquel que se ve privado del perdón de Dios en este Mes Majestuoso!
Recordad, por medio de vuestra hambre y sed en este Mes, la sed y hambre del Día de la Resurrección. Dad limosna a vuestros pobres e indigentes; respetad a vuestros mayores y tened misericordia de vuestros niños; fortaleced los lazos con vuestros parientes; retened vuestras lenguas (de aquello que no se debe decir), cerrad los ojos ante aquello que no es lícito para vosotros mirar y alejad vuestros oídos de aquello que no es lícito para vosotros escuchar; y sed benevolentes con los huérfanos de la gente para que sean benevolentes con vuestros huérfanos (una vez que hayáis partido).
Volveos a Él arrepentidos de vuestros pecados, y elevad hacia Él vuestras manos en súplica en los momentos de vuestras oraciones, puesto que los mismos conforman las mejores horas, en las que Dios, Majestuoso e Imponente, dirige Su mirada con misericordia a Sus siervos, les responde cada vez que le imploran reservadamente, comparece ante ellos cada vez que le invocan, y les responde afirmativamente cada vez que le suplican.
¡Oh gente! Ciertamente que vuestras almas dependen de vuestras acciones, así pues, mantenedlas indemnes requiriendo el perdón de Dios. Vuestras espaldas se encuentran cargadas de vuestros pecados, entonces, aligeradles la carga por medio de prolongar vuestras prosternaciones. Y sabed que Dios, Glorificada sea Su mención, ha jurado por Su Grandeza que no castigará a los orantes y a los que se prosternen en este Mes, y que no los atemorizará con el Fuego el Día que comparezca la gente ante el Señor del Universo.
¡Oh gente! Quien de vosotros dé de desayunar a un ayunante creyente en este Mes, por ello tendrá ante Dios la recompensa de liberar a un esclavo y el perdón de los pecados que haya cometido”.
Luego, algunos de los Compañeros dijeron: “¡Oh Enviado de Dios! No todos podemos hacer ello”. El Profeta (BP) respondió:
“Alejad de vosotros el Fuego aunque fuera por medio de (dar al ayunante) la mitad de un dátil, o un sorbo de agua, que por cierto que Dios otorgará esta recompensa a aquel que hiciera ello, si es que no pudiera (ofrecer) más.
¡Oh gente! Todo aquel que mejore su carácter en este Mes, tendrá la venia sobre el Sirât (el Puente hacia el Paraíso) el Día en que los pies tropiecen. Quien en este Mes aligere las tareas de su siervo o sierva, Dios le aligerará en el Día de la Resurrección su cómputo; y quien contenga su mal, Dios Altísimo contendrá de él Su Ira el Día de Su encuentro.

 Quien honre en este Mes a un huérfano, Dios le honrará el Día de Su encuentro. Quien en este Mes fortalezca los vínculos con los parientes, Dios fortalecerá Sus vínculos con él, con misericordia, el Día de Su encuentro; y todo aquel que en este Mes corte sus vínculos de parentesco, Dios cortará Su Misericordia de él el Día de la Resurrección. Todo aquel que realice un rezo meritorio en este Mes, Dios escribirá para él la exención del Fuego, y todo aquel que realice un rezo obligatorio en este Mes, Dios le otorgará la recompensa de 70 oraciones obligatorias realizadas en otros meses. Todo aquel que en este mes me dirija muchas bendiciones (salawât), Dios hará que pese la balanza de sus (buenas) acciones el Día en que se encontrarán livianas las balanzas de las acciones. Y aquel que recite una sola aleya del Corán en este Mes, tendrá la recompensa de alguien que haya leído todo el Corán en otros meses.
¡Oh gente! Por cierto que durante este Mes las puertas del Paraíso están abiertas, requerid pues a vuestro Señor que no las cierre ante vosotros. Y en este Mes las puertas del Infierno se encuentran cerradas, entonces, requerid a vuestro Señor que no las abra ante vosotros; y los satanaces en este Mes se encuentran encadenados, entonces pues, rogad a Dios que no los haga dominar sobre vosotros…”

Importancia y mérito del ayuno:

El Mes de Ramadán es el Mes de Al·lah, Señor de los Mundos, y es el más Noble de los meses. Un Mes en el que se abren las puertas del Cielo, las de los Paraísos, y las de la Misericordia, y en el que se cierran las puertas del Infierno. En este Mes hay una noche en la cual la adoración a Dios es mejor que adorarle en mil meses. Entonces pues, pon atención a tu alma en él, y observa cómo pasas en él tu noche y día, y cómo preservas tus órganos y miembros de la desobediencia a tu Señor. ¡Pobre de ti! Que seas en tu noche de entre los durmientes, y en tu día de entre los negligentes del recuerdo de tu Señor, puesto que (encontramos) en el Hadîz, que Al·lah -Majestuoso e Imponente- libera al final de cada uno de los días del Mes de Ramadán, al momento del Iftâr, a miles y miles de personas del Fuego. Y, cuando es la noche o el día del Viernes, Al·lah libera del Fuego, en cada hora, miles y miles de personas a quienes les correspondía el castigo, y libera en la última noche y día del Mes, en la medida de los que liberó en todo el Mes. Así pues, ¡pobre de ti, oh querido! que finalice el Mes de Ramadán y permanezca aun en ti algún pecado. Y ¡pobre de ti! que te vuelvas de entre los pecadores que son privados del pedido de perdón y la súplica. Así, se narró del Imam As-Sâdiq –que la paz sea con él- que: “Quien no es perdonado en el Mes de Ramadán no es perdonado hasta el año siguiente, a menos que se haga presente en (la planicie de) ‘Arafah (en la peregrinación)”.
Preserva tu persona de aquello que Al·lah prohibió y de desayunar con algo ilícito para ti. Y actúa según lo que aconsejó nuestro señor As-Sâdiq –que las bendiciones y paz de Al·lah sean sobre él-al decir: “Cuando estés ayunando, entonces que ayunen tus oídos, tu vista, tu cabello, tu piel y todos tus miembros, o sea, (que ayunen o se abstengan) de las cosas prohibidas, e incluso también de las cosas desaconsejables (o makrûh)”. Y dijo –la paz sea con él-: “Que tu día de ayuno no sea igual que el día en que no ayunas”. Y dijo (P):
“Ciertamente que el ayuno no es (abstenerse) solamente de la comida y la bebida, entonces pues, cuando ayunéis, proteged vuestras lenguas de la mentira, y bajad vuestras miradas ante aquello que Al·lah prohibió. No disputéis entre vosotros, no os envidiéis, no hagáis maledicencia unos de otros, no riñáis, no juréis (en falso, ni tampoco verdaderamente), no os agraviéis, no os insultéis, no os oprimáis, no os injuriéis, no os fastidiéis entre vosotros, y no seáis negligentes del recuerdo de Al·lah, ni del Salât.
Imponeos el silencio, la paciencia y la veracidad, y apartaos de la gente del mal. Absteneos de las palabras falsas y de la mentira, de calumniar, de ser hostiles, de suponer mal, de la maledicencia y de la calumnia. Y consideraos prontos a partir hacia la Otra Vida, de entre los que esperan (para vuestros días) la manifestación del Qâ’im (P) de la familia de Muhammad –las bendiciones y la paz sean con él y su purificada descendencia-, y de entre los que esperan lo que Al·lah os ha prometido, hallándoos aprovisionados para encontrar a Al·lah.
Y debéis comportaros con la calma, solemnidad, humildad, sumisión y mansedumbre de los siervos temerosos de su amo, mientras os encontráis temerosos (del castigo de Al·lah) y esperanzados (de Su misericordia).
¡Oh tú, ayunante! Que tu corazón se haya purificado de los defectos, que tu pensamiento se haya depurado de lo pérfido, y que tu cuerpo se haya limpiado de las suciedades. Que tú te hayas desentendido por Al·lah de otro que Él; que Le hayas tornado sincero tu reconocimiento de la potestad divina (wilâiah); que hayas sofocado aquello que Al·lah te prohibió, tanto en privado como públicamente, y que hayas temido a Al·lah como debe ser temido tanto en tu privacidad como al encontrarte en público. Que hayas otorgado tu alma a Dios en los días de tu ayuno; que hayas vaciado tu corazón para dejarlo en exclusiva para Él, y para Él hayas erigido tu alma en aquello que te ordenó y hacia lo cual te exhortó.
Si es que hiciste todo eso, entonces habrás ayunado para Dios en la real concepción del ayuno, llevando a cabo por Él lo que te ordenó; y todo aquello que te falte de lo que te expliqué, entonces en esa misma medida habrá disminuido (la valía) de tu ayuno.
Ciertamente que mi padre (la paz sea con él) dijo: “El Mensajero de Dios –las bendiciones y la paz sean sobre él y su purificada familia- escuchó a una mujer insultar a su esclava, en tanto que estaba ayunando. Entonces el Enviado de Dios (BP) pidió comida y le dijo (a la mujer): “¡Come!”. A lo que ella dijo: “¡Yo estoy ayunando, oh Mensajero de Dios (BP)!”. Entonces dijo (BP): “¿Cómo es que estás ayunando siendo que has insultado a tu esclava? Por cierto que el ayuno no es (abstenerse) de la comida y la bebida, sino que Allah dispuso ello como un velo para otros asuntos fuera de esas dos cosas, de entre las inmoralidades de la acción y la palabra. ¡Qué pocos ayunantes y qué tanta es el hambre!”.

Y dijo Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P): “¡Cuánto ayunante hay que no obtiene de su ayuno más que sed (y hambre), y cuántos que se erigen (en oración) y que no obtienen de ello excepto cansancio. ¡Bien por el sueño de los listos! (que es mejor que la vigilia y adoración de los necios) y por el desayuno de los mismos! (que es mejor que el ayuno de los necios)”.
Se transmitió de Ÿâbir Ibn Iazîd, de Al-Bâqir (P), quien dijo: “Dijo el Mensajero de Dios (BP) a Ÿâbir Ibn ‘Abdil·lah: “¡Oh Ÿâbir! Éste es el Mes de Ramadán. Quien ayune en su día, se ponga de pie (en adoración) parte de su noche, preserve su estómago y partes pudendas, y resguarde su lengua, por cierto que habrá salido de los pecados, tal como sale del mes”. Dijo Ÿâbir: “¡Oh Mensajero de Dios (BP)! ¡Qué hermoso hadîz!”. Y dijo el Enviado de Dios (BP): “¡Pero qué difíciles condiciones!”.
Lectura del Sagrado Corán:
Debes saber que la mejor de las acciones en las noches y días del mes de Ramadán es la recitación del Sagrado Corán, por lo que es adecuado recitarlo lo más posible en este Mes, que es el mes en que fue descendido el Corán.
Es narrado en los hadices que cada cosa tiene su primavera y que la primavera del Corán es el Mes de Ramadán.
Es meritorio en este Mes completar la lectura del Corán aunque sea una vez.
E1 Sagrado Corán se reveló en Lailat-ul Qadr, la Noche del Designio. “Corán” significa “la gran recitación”, “la lectura por excelencia”, “el compendio o síntesis”, fuera del cual el resto de las lecturas pueden ser complementarias o vanas, pero nunca verdaderas lecturas.
El Corán dice de sí mismo que «guía hacia lo que es más recto»(17: 9).
Además, «en él hay ejemplos de todas las cosas» (17: 89), es decir que contiene todos los conocimientos y los elementos necesarios para que el hombre pueda vivir adecuadamente. Así, una de las tareas más importantes en este Mes es la lectura del Sagrado Corán.
El Ayuno consiste en no consumir absolutamente nada desde el alba hasta el ocaso y en dar el Zakât (contribución obligatoria) al finalizar el Mes de Ramadán. Pero el acto intermedio entre estas dos ofrendas es la recitación y estudio del Corán, así como lo realizaban durante todo el Mes el Profeta (BP) y los Imames (P).

En resumen, el ayuno islámico es una práctica indudablemente extraordinaria por todos los beneficios que depara al hombre en los diversos aspectos de su vida. No en vano el Profeta (BP) expresó:
“¡Oh gente! Por cierto que ha venido hacia vosotros el Mes de Dios con bendiciones, misericordia y perdón. Éste es un Mes que ante Dios es el mejor de los meses, sus días los mejores días, y sus horas las mejores de las horas.”
Objetivos:
El Mes del Ramadán debe servir para purificarnos tanto física como mental y espiritualmente. Durante su transcurso estaremos buscando la verdad en nosotros mismos, la Luz de Al·lah, separándonos de nuestros actos automáticos y de nuestros hábitos o impulsos.
Lo más querido por Dios de su siervo es el amor que éste le profese. Y en el Mes de Ramadán lo que más ama es el esfuerzo de purificación de su cuerpo y alma, la superación de los estados negativos, inferiores y malignos del ser humano. La purificación de los estados malignos del alma nos permite superar los vicios, como olvidar a Al·lah -que es la principal falta que podemos cometer-, la soberbia, la codicia, la avaricia, la envidia, la rebeldía a Dios, los malos pensamientos, la ambición desmedida, los deseos inmoderados, el odio, la violencia etc.. Todos estos vicios son enfrentados durante el ayuno para ser vencidos.

“Reforma Espiritual en Ramadán”


Jalil Sahurie

 “Reforma Espiritual en Ramadán”  | I Parte
El desarrollo de la conciencia de Dios
Con el tiempo nos hemos convertido en más y más inmunes a la inhumanidad. Nos estamos volviendo indiferentes a la injusticia, la corrupción y al comportamiento poco fraterno. Miles de nuestros hermanos y hermanas inocentes están muriendo en distintas partes del mundo debido a la injusticia o a la opresión. La corrupción es la raíz del sufrimiento para muchas personas que nos rodean. El terrorismo está oprimiendo y sembrando el terror entre la especie humana. Estos son algunos de los peores sucesos de todo el mundo.
Pero lo que vemos en nuestras pequeñas comunidades no es mejor. Somos testigos de una conducta destructiva que está destruyendo la fraternidad.
Hermanos se encuentran murmurando acerca de otros hermanos. Las hermanas están tomando juramento de silencio frente a otras hermanas. Estamos luchando entre nosotros mismos y destruyendo nuestra unidad por razones mundanas y sin sentido. ¿Por qué? ¿Qué pasa con la humanidad?
¿Esto es porque la mente humana está perdiendo su lado espiritual? ¿Estamos perdiendo el contacto con la conexión que tenemos con el Todopoderoso?
¿Estamos con vistas a las enseñanzas de nuestro Profeta y su Inmaculada Progenie (La paz sea con todos ellos)? En tiempos donde el materialismo y la injusticia son innegables, estamos perdiendo la sabiduría de nuestra religión.
Estamos en una grave necesidad de auto-reflexión y de reforma espiritual. ¿Y cuando mejor para empezar que el mes sagrado de Ramadán?
El mes de Ramadán ofrece una gran oportunidad para que nosotros nos reformemos y perfeccionemos nuestra espiritualidad. Ramadán es el noveno mes del calendario islámico, y para millones de musulmanes, es un período sagrado dedicado al ayuno, la oración intensiva, el sacrificio, la adoración, la súplica, el arrepentimiento, la autopurificación, y los logros espirituales. Cada año, los musulmanes rediseñan su vida para centrarse en los objetivos de Ramadán: "Una completa sensibilización del cuerpo en relación a Dios y un agradecimiento humilde por las bendiciones que nos ha concedido". Donde hay conciencia de Dios, allí hay espiritualidad. Una vez que se alcanza la espiritualidad, estamos obligados a alcanzar la auto-justicia, la cual es la clave del éxito en este mundo y en el más allá.
Ahora, la pregunta es: ¿cómo podemos alcanzar la espiritualidad a través del mes de Ramadán? ¿Qué hace exactamente nos enseña Ramadán? ¿El ayuno es sólo una de esas cosas que hemos visto que nuestros ancianos hacen y lo seguimos por costumbre? ¿Es todo acerca de hacernos pasar hambre a nosotros mismos para perder un poco de peso y poder así mostrar nuestras ropas nuevas para el Eid?
El Ramadán es mucho más que no comer y beber. Si bien el ayuno nos exige a nosotros mismos abstenernos de muchas de las cosas que son permisibles para nosotros en todo momento, tales como comer y beber. Restringiendonos durante la mayor parte del día, nos enseña la disciplina y la capacidad de hacer cualquier cosa si ponemos nuestras mentes en la misma. Esto nos ayuda a luchar cuando se trata de controlar nuestros deseos y ser estrictos con nosotros mismos. Para un hombre estar en la presencia de su bella esposa, dentro de la intimidad de su hogar, y en un ambiente muy romántico, y aún así controlar su deseo permitido sólo por la obediencia de Dios hace maravillas para su auto-disciplina, auto-control, y el auto-sacrificio. Aumenta la capacidad de controlar nuestro nafs cuando sea necesario. Nos movemos un paso más cerca de ganar la conciencia de Dios.




 “Reforma Espiritual en Ramadán” | II Parte
El comienzo del éxito viene de la fe y su conclusión proviene de la conciencia de Dios. El Sagrado Corán ha animado a los creyentes para desarrollar la conciencia de Dios, ya que sin ella, la fe no tiene sentido. Dios ha dicho: "¡Oh Vosotros que creéis! Se os ha ordenado que ayunéis, de la misma manera que fue ordenado  a quienes os precedieron. Quizás así seáis temerosos de Dios. [Corán; 2:183]".
El ayuno nos hace consciente de Dios, y al limitar la libertad a nosotros mismos, mientras que en el estado de ayuno por placer de Dios, sentimos el deseo de obedecer Allah intensamente y acercarnos hacia su amor.
El Profeta Muhammad (Bpd) ha dicho: "El mes sagrado ha venido a ti. Dios ha abierto las puertas del paraíso y cerró las puertas del fuego del infierno y los demonios han sido encadenados. Hay una noche [durante este mes], que es mejor que mil meses. Quien estuviera privada de su bien estará muy privado [de algo grande]".
Nuestras almas se van a través de un viaje espiritual a través de los 30 días de Ramadán. Como seres humanos, es fácil para nosotros caer en hábitos. Ramadán nos lleva hacia los hábitos que pueden ser comprendidos. Nos enseña la disciplina en materia de hábitos de alimentación, manejo de tiempo, las relaciones con familiares y amigos, y a abstenernos de malas acciones.
Por estos días, la mayoría de nosotros nos encontramos comiendo en exceso sólo por comer. Restringiendonos de alimentos, con tiempos estrictos para consumirlos, y las consecuencias de comer mientras en el estado de ayuno demuestra la importancia de comer bien. Poniendonos a nosotros mismos en estos hábitos alimenticios a menudo nos deja pensando dos veces antes de comer en el Eid, solo por el temor de romper accidentalmente nuestros ayunos. Esta es la preocupación y conciencia que se recomienda en el Islam, aún cuando se consumen los alimentos.
La gestión del tiempo también es otra de esas cosas con la que muchos de nosotros luchamos. La oración ha establecido los tiempos en que necesitan ser ofrecidas. Sin embargo, el ofrecimiento de la oración es flexible, ya que hay un lapso de muchas horas en las que se pueden ofrecer, mientras que, por ejemplo, el comienzo de un ayuno no puede ser movido hacia adelante. Si uno está haciendo algo que está prohibido un segundo después del inicio de un ayuno, el ayuno queda invalidado al instante. Esto nos enseña la importancia del tiempo y de la gestión del tiempo. Adicionalmente, nosotros oscilamos las oraciones congregacionales hasta una vez al año, si nos vemos obligados por nuestros padres, y nosotros nos reunimos de vez en cuando en la boda de alguna persona al azar. Sin embargo, los actos especiales de Ramadán y el concepto del Iftar le brinda a la comunidad unidad y hermandad que son unos de los valores humanos superiores y a la vez fotalece las relaciones entre sus miembros. Esta es la forma en la que tenemos que regular nuestras almas paras sobrevivir espiritualmente en este mundo.
Este mes sagrado está dedicado a la purificación del cuerpo y mente. Hay muchos otros beneficios del ayuno, así, en este mundo y en el más allá. El placer de Dios es, obviamente, el más grande. El perdón de los pecados es también otro de los beneficios que obtenemos del ayuno. El Profeta (Bpd) ha dicho: "Quien ayuna el mes de Ramadán, obedeciendo todas sus limitaciones y cuidandose así mismo en contra de lo que está prohibido, ha hecho expiación por los pecados cometidos antes de él".
También hay muchos beneficios de salud producto del ayuno. Mientras ayunamos, nuestro sistema digestivo está en reposo y le da tiempo para reparar órganos y rejuvenecerse antes de que nos bombardeen con un montón de comida para digerir sin tiempo suficiente para conseguir su trabajo hecho. Esto permite un mejor funcionamiento de los sistemas y evita muchas enfermedades. Esto permite un mejor funcionamiento de los sistemas y evita muchas enfermedades. Del mismo modo, nosotros ingerimos algunos subproductos tóxicos cuando consumimos nuestros alimentos, que suelen ser atendidos por el hígado en el proceso de desintoxicación. En Ramadán, el hígado tiene un tiempo adecuado para llevar a cabo el proceso de desintoxicación sin tener que lanzarle más y más comida contra él continuamente. Aparte de esto, el ayuno también mejora la agudeza mental y la resistencia física y mental, ya que el cuerpo se capacita para sobrevivir sin la gratificación instantánea y continua proporcionada por los alimentos y bebidas.
El Ramadán es una oportunidad para que abandonemos nuestros hábitos normales y tratar de llegar a un mayor grado de moderación y de espiritualidad con el fin de acercarnos más a Dios y alejarnos de la negatividad del mundo. Debemos reflexionar y contemplar nuestras vidas con el fin de ver este mundo y el propósito de nuestra existencia con una visión de penetración más clara. Hay que recordar que para mantener lo que hemos luchado para alcanzar durante el mes sagrado de Ramadán, que es la capacidad de moderar, la disciplina, y la práctica del auto-control. Hábitos como la Oración de la Noche, la recitación del Sagrado Corán, el arrepentimiento, la súplica, y reunirse con otros para las comidas deben mantenerse incluso después de Ramadán. Si somos capaces de lograr esto, entonces realmente nos hemos beneficiado del Mes Sagrado y son unos cuantos pasos más para ganar la conciencia de Dios.

fuente:abna.ir