22.1.13

El Despertar Islamico


Explicación del movimiento del despertar islamico, a través de la conferencia internacional del despertar Islamico en Iran.

EID ZAHRA



Por: Masooma Beatty

Traducción: Lic Heba Smith


En  este día que Dios va a destruir a sus enemigos y los enemigos de su abuelo, y es en este día cuando Allah aceptará las acciones de los que te aman. Este es el día en que las palabras de Dios vino cierto cuando dijo (en el Corán): ". Así que esas son las casas caído porque fueron injustos" (27:52) - Profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia), hablando de los imanes Ali, Hasan y Husein (la paz sea con ellos) acerca de la fecha 9 de Rabi al-Awwal, conocido como Eid al-Zahra.
Eid al-Zahra se llama así porque se observa en las tradiciones como un día feliz para la hija del Profeta, Bibi Fatima Zahra (la paz sea con ella), ya que marcaría el fin del período de duelo por su hijo Hussain y sus compañeros después de la tragedia de Karbala. En esta fecha, Umar ibn Sa'ad, que mandaba el ejército contra el Imam Husein en Karbala, fue ejecutado por sus crímenes por el orden de Mukhtar. Se dice que es la primera cita después de sufrir la tragedia de Karbala, que el Imam Sajjad (la paz sea con él) sonrió, y que era una tradición de Ahlul Bayt (la paz sea con ellos) para celebrar el día de hoy como un gran Eid .
Esta fecha es importante por otra razón, así, es la fecha en que comienza el Imamato de nuestra vida Imam, Imam Muhammad ibn Hasan al-Mahdi (que Dios apresure su reaparición). Nos llorar la muerte de su padre en la fecha anterior, que marca el fin del período de duelo a menudo llamados colectivamente "Muharram", a pesar de que incluye las fechas de difusión a través de los meses lunares de Muharram, Safar, y Rabi al-Awwal. Eid al-Zahra marca el fin del luto y el comienzo de la felicidad para la venida de nuestro Imam, que traerá la justicia, donde se le había negado a sus antepasados​​.
Es muy recomendable realizar el ghusl, usar ropa fresca, dar caridad, y para cumplir con uno con el otro en alabanza de Ahlul Bayt y la conmemoración de la ocasión.

Eid al-Zahra es también una fecha para traer a la mente que en realidad tienen un imán de vida al que seguimos, y que debemos nuestra lealtad a él y están obligados a servirle y cumplir con nuestros deberes.

Imam Muhammad al-Baqir (la paz sea con él) dijo: "El mejor medio a través del cual los funcionarios pueden lograr la cercanía a Dios, el Poderoso y Glorioso, es la obediencia de Dios, la obediencia a Su Mensajero, y la obediencia de los encargados (espiritual) la autoridad. "Luego, agregó: "El amor de nosotros (Ahlul Bayt) es la fe y el odio para nosotros es la infidelidad."
Imam Yafar as-Sadiq (la paz sea con él) dijo: "Ciertamente hay varios grados de servir a Allah, pero por amor a nosotros, Ahlul Bayt, es el más alto."

Nuestro deber durante la ocultación mayor es h,acer que nos preparemos para el regreso de la tal magnitud que si él llega a salir de la ocultación en cualquier momento, que sería aceptable para él servir a él ya su causa, según sea necesario Imam, y que estaríamos dispuestos y en condiciones de hacerlo.

Para lograr esto, debemos considerar los verdaderos compañeros del Imam de la época, al igual que Salman al-farsi, Abu Dhar al-Ghifari, Yasser Ammar, y Malik al-Ashtar eran los compañeros del Imam Ali, y los mártires y sobrevivientes de Karbala fueron los verdaderos compañeros del Imam Hussain. Debemos moldear nuestro carácter para emular la Ahlul Bayt para ser como los mejores compañeros. Debemos educarnos en el camino correcto y persistir en las buenas obras y mantener la espalda al pecado. No debemos estar satisfechos con el statu quo o la mediocridad.
Imam as-Sadiq dijo una vez: "Una persona no es considerado como uno de los shias si vive en una ciudad con una población de 100.000 habitantes, y hay alguien entre ellos que es más piadoso que él".

Hay que tener este concepto muy en serio y se esfuerzan con todos nuestros esfuerzos para alcanzar los más altos rangos de la piedad que nos sea posible. Debemos orar para ser incluido entre los verdaderos espera del Imam, de modo que nuestros actos e intenciones son símbolos de nuestra sinceridad en este sentido.

Nosotros debemos orar fervientemente por el final de su ocultación y recitar dua por su seguridad y bienestar, y como nuestro juramento de fidelidad. Ejemplos de oración que se recita, como Ahad Dua, se puede encontrar en
http://www.duas.org/imamezamana.htm

fuente:http://islamicinsights.com

21.1.13

Gran Ayatolla Vanid Jorasani habla sobre la noche del 15 de shaban

La noche del 15 de Sahaban los musulmanes festejamos y conmemoramos el nacimiento del Imam Mahdi (as,), felicidades a todos nuestros hermanos en el nuevo anivesario del nacimineto del Imam Zaman (as), el Imam de la época.
"Dios mío bendícelo a él (IMAM MAHDI) y a sus Inmaculados ancestros, Apresura su aparición, Facilita su salida y Otórgale todo aquello que necesita para su surgimiento.
Por Tu Caridad ¡Oh, Clemente y Misericordioso!"



Biografia del Imam Mahdi (que Dios apresure su llegada)


 

Biografia del Imam Mahdi (Dios apresure su llegada)


Su nombre: Los Imames (P) prohibieron a sus seguidores pronunciar el nombre del Imam Oculto (P), y únicamente informaron que él llevaba el mismo nombre y título que el del Mensajero del Islam (BP), y que no es conveniente pronunciar su nombre abiertamente hasta su reaparición.
Título: Los más conocidos de sus títulos son: Al-Mahdi (el Guía), "Al-Huyyat" (la Prueba, la Evidencia) y "Al-Baqiiatul.lah" (el Remanente de Dios). Jalaf Saleh (el sucesor justo), Al-Garim (el acreedor), Sahibu Zaman (el Dueño del tiempo), el abandonado por los corruptos, el Dueño del cargo, el Restaurador, el Oculto, el Imam de la Era, Al-Qa'im Bil Haqq (el que se levanta con la verdad), Ma'main (agua pura), etc. y su apelativo Abu al Qasim, igual que el Profeta de Dios (BP).
Su padre: El decimoprimero Inmaculado, "Imam Hasan Al-'Askari (P)".
Su madre: La honorable dama Naryis, nieta del Emperador de Bizancio.
Nació: Viernes 15 de mes de Sha'ban de 255 d.H. (jueves 28 de julio de 869 d.C.) en la Ciudad de Samarra, en Irak.
 Su edad: Hasta hoy que es 1426 d.H. (2005 d.C.) han transcurrido aproximadamente mil ciento setenta años de su honorable vida, y continuará hasta el día que Dios, Glorificado sea, lo disponga, y un día aparecerá por orden de Dios para llenar la Tierra de justicia y equidad.

SINTESIS DE SU VIDA


EL Imam Al-Mahdi (que Dios apresure su reaparición) es el decimosegundo y último Imam, quien se levantará para restablecer el orden Divino y la justicia en los últimos tiempos.
El nacimiento del Imam se mantuvo en secreto, pues por ser el último Imam los gobernantes querían matarlo. En el mismo momento de nacer, el Imam Al-Mahdi (P) dijo: "Testimonio que no hay divino excepto Dios, Único y sin asociados, y que mi abuelo es el Mensajero de Dios y mi padre es Amir al Mu'minin, el sucesor del Mensajero de Dios".
Y nombró a todos los Imames hasta llegar a sí mismo, entonces dijo: "¡Oh, Dios! ¡Cumple Tu promesa respecto a mi triunfo! Perfecciona mi cuestión y confirma mi venganza sobre los enemigos".
En su brazo llevaba escrita la aleya del Sagrado Corán, que dice: "Ha llegado la verdad y se ha disipado la falsedad. Pues ciertamente la falsedad está por su naturaleza, condenada a desaparecer". (17:81)
Se dice respecto a su fisonomía, que es el más parecido al Profeta Muhammad (BP), de piel blanca, de frente muy amplia y luminosa, cejijunto, de nariz fina y aguileña, de un rostro muy bello, con un lunar en la mitad derecha de su cara.
El asumió el Imamato tras la muerte de su padre a los cinco años de edad. Se ha mantenido siempre oculto, conservando durante setenta años aproximadamente una comunicación con sus seguidores a través de cuatro representantes que se sucedieron uno al otro, y cuyos nombres fueron: Uzmán Ibn Sair Umari, Muhammad Ibn Uzmán Umari, Abu al Qasim Hueini Ibn Ruh Naubajti y por último 'Alí Ibn Muhammad Simmari. Este período se conoce con el nombre de "la ocultación menor". Luego se inició la "ocultación mayor", en la cual el Imam ha dejado de tomar contacto a través de los delegados y en la cual permanecerá oculto hasta que Dios disponga su levantamiento. Entonces establecerá un régimen justo, derrocando al régimen tirano y opresor reinante.
La creencia sobre el advenimiento de un líder justo que establecerá un gobierno basado en la justicia y la paz, derrotando todo tipo de injusticia y tiranía, no es exclusiva del Islam. Son muchas las tradiciones religiosas, como por ejemplo el cristianismo, que afirman esta creencia que es compartida por todas las escuelas islámicas sin excepción.

Existen más de cuatrocientas tradiciones que hablan del Imam Al-Mahdi (P) en los textos sunnitas, y más de cinco mil en los shi'ítas. Inclusive hay autores sunnitas que han escrito libros sobre el Imam Al-Mahdi (P). Los musulmanes son unánimes sobre la creencia del Imam Al-Mahdi (P). La distinción particular de los shi'ítas es que consideran que el Imam ya nació y está oculto, por lo que su levantamiento puede acontecer en cualquier momento.
En cuanto a la vida del Imam Al-Mahdi y los distintos pormenores de la misma, tal como su duración, el lugar donde vive, la forma en la que vive, etc., no lo podemos conocer ya que sólo nos limitamos a las tradiciones que existen sobre el Imam.


EL NACIMIENTO DEL IMAM

El decimosegundo Líder Celestial del Islam Huyyat Ibn Al-Hasan Al-Mahdi (los saludos de Dios sean para él y para sus ascendentes) abrió sus ojos al mundo al inicio de la aurora de un día jueves 15 del mes de Sha'ban, del año 255 d.H., correspondiente con el 28 de julio 869 después de Cristo, en la Ciudad de Samarra, en la Casa del decimoprimero Imam (P).
Su honorable padre fue el decimoprimero de los Inmaculados Imames, el Imam Hasan Al-'Askari (P), y su madre la gran dama Naryis que es conocida también con el nombre "Susan" y "Saiqal". Ella era hija de "Iashui" el hijo del emperador de Bizancio, y su abuela era descendiente del apóstol Pedro, el sucesor de Jesús (P). Naryis era una mujer tan virtuosa que "Hakimah", la hermana del Imam Al-Hadi (P), una de las distinguidas damas de la familia del Imamato, la llamaba "mi Señora" y "la Señora de mi familia" y se presentaba como su servidora.
Cuando Naryis se encontraba en Constantinopla tuvo unos sueños asombrosos. En una ocasión vio que se le aparecía el Mensajero del Islam (BP) y Jesús (P) y que la casaban con el Imam Hasan Al-'Askari (P). En otro sueño vio otra maravilla y por invitación de Fatimah Az-Zahra (P) en ese sueño verdaderamente se convirtió en musulmana, sin embargo, escondía ante su familia y los demás su nueva religión, hasta que se inició la guerra entre los musulmanes y los bizantinos, y el mismo Emperador con su ejército se dirigió al campo de batalla. Naryis en un sueño vio que le ordenaban que en forma incógnita junto con la servidumbre acompañase al ejército que se dirigía a la frontera para luchar, y ella así lo hizo. Ya estando en la frontera algunos de la vanguardia del ejército de los musulmanes los tomaron presos, y sin que supiesen que ella era una integrante de la familia del Emperador la llevaron junto con los demás presos a Bagdad.
Este suceso ocurrió a finales del Imamato del décimo de los Inmaculados, Imam Al-Hadi (P) y los comisionados del Imam Al-Hadi (P) en Bagdad, por orden de éste, entregaron a Naryis las cartas escritas por el Imam en lengua griega, entonces la compraron a los vendedores de esclavos y la trasladaron a Samarra y llevaron ante el Imam Al-Hadi (P). El Imam le recordó a Naryis todo lo que había visto ella en sueños y le dio la buena nueva de que ella sería la esposa del decimoprimero Imam y madre del niño que dominaría todo el mundo, y establecería en éste la justicia y equidad. Entonces el Imam Al-Hadi (P) le encargó a su hermana Hakimah —que era una de las honorables damas de la casa del Imamato— para que le enseñase las costumbres islámicas y preceptos de la religión a Naryis. Tiempo después el Imam Hasan Al-'Askari (P) se casó con Naryis.
Hakimah cada vez que se encontraba ante el Imam Al-'Askari (P) suplicaba a Dios que le diese un hijo a su hermano. Ella relata: "En una ocasión que como siempre había ido a visitar al Imam Al-'Askari (P) repetí esa súplica, este generoso me dijo: "El hijo que suplicas a Dios me de, vendrá al mundo hoy por la noche".
Naryis se me acercó para ayudar a quitarme el calzado y dijo: "¡Mi señora! Dadme vuestras zapatillas".

Le dije: Tú eres nuestra señora, ¡juro por Dios que no permitiré que me ayude a descalzarme, y no permitiré que me sirva! Yo la serviré con todo gusto".
El Imam Al-'Askari (P) escuchó nuestras palabras y dijo: "¡Tía, que Dios os otorgue una gran recompensa!"
Me quedé con ella hasta el atardecer; llamé a una de las sirvientas y le dije que me trajese mis ropas pues quería retirarme, el Imam dijo:
"Tía, quédese esta noche con nosotros, ya que esta noche nacerá el niño que es valioso ante Dios, que a través de él Dios revivirá a la tierra después de muerta".
Le dije: "Mi señor, ¿quién dará a luz? ¡Yo no veo señales de embarazo en Naryis!"
Dijo: "De Naryis, no de nadie más".
Me levanté y examiné detenidamente a Naryis. No había en ella ninguna señal de embarazo. Regresé a donde el Imam se encontraba y lo enteré de lo que había hecho. El Imam sonrió y dijo:
"En la madrugada se evidenciará para vos que ella está embarazada, puesto que a ella, al igual que a la madre de Moisés, no se le nota que está esperando, y hasta que no nació el niño nadie sabía de esto; en ese entonces el Faraón estaba en busca de Moisés (P) y para evitar que naciera este infante abría los vientres de las mujeres embarazadas y (este niño que nacerá hoy por la noche) es igual que Moisés (P) (destruirá el gobierno de los Faraones) y están en su busca".
Hakimah relata: "Yo estuve al cuidado de Naryis hasta los primeros rayos de la aurora, ella tranquila dormía ante mí, y no hacía ningún movimiento hasta que ya entrada la noche y cerca del alba se levantó precipitada y temerosa. Yo la abracé y pronuncié el nombre Dios.
El Imam —desde la habitación contigua— dijo: "Recítele el Sura Al-Qadr (97)". Y yo lo recité, entonces pregunté a Naryis que como se sentía, dijo: "Lo que mi señor os notificó se ha evidenciado".
Yo continué recitando el sura tal y como el Imam había ordenado, en ese momento la criatura repitió desde dentro del vientre de su madre lo mismo que yo recitaba, luego me saludó. Me encontraba muy asombrada. El Imam dijo:
"¡No se asombre de lo ordenado por Dios Todopoderoso!, Dios a nosotros los "imames" nos otorga con Su Sabiduría el habla y cuando crecemos nos coloca como Su prueba sobre la Tierra".
Aun el Imam no había terminado de hablar cuando Naryis desapareció de mi vista, como si hubiesen colocado una cortina entre nosotras dos, la cuál me evitaba verla. Grite y corrí hacia donde se encontraba el Imam (P), el me dijo:
"¡Tía, regrese, la encontrará en su lugar!"
Regresé y no transcurrido mucho tiempo la cortina entre nosotras dos desapareció y pude ver a Naryis envuelta por una luz tan luminosa que me impedía verla, también vi al niño recién nacido que se encontraba en posición de prosternación e hincado y levantando su dedo índice decía:
"Atestiguo que no hay divinidad más que Al.lah, que es único y no tiene socio alguno, y que mi ascendiente es Muhammad el Enviado de Dios, que las bendiciones de Dios sean para él y para su familia, y atestiguo que mi antecesor es el Príncipe de los Creyentes".
Entonces atestiguó por cada uno de los Imames hasta llegar a él mismo y dijo:
"¡Mi Dios, has que se cumpla la promesa, y Haz que mi misión llegue a su fin, y Haz que mis pasos sean firmes, y por medio de mí Haz que la Tierra se llene de justicia y equidad!"

EL NACIMIENTO SECRETO DEL IMAM


La historia de la época de los Bani Umaiiah y los Bani 'Abbas, en especial desde la época del sexto de los Inmaculados, Imam As-Sadiq (P) en adelante, es testigo que los califas se habían vuelto muy sensibles respecto a estos Inmaculados Imames, y esto se debía a la simpatía y apreciación que la sociedad mostraba hacia estos honorables. Mientras más avanzaba el tiempo, su influencia y el apego que sentía la gente hacia ellos incrementaba, al grado que los Califas 'Abbasí veían en peligro su gobierno, especialmente que era sabido que Al-Mahdi el Prometido (P) sería de la generación del Profeta Muhammad (BP), de la familia de los Inmaculados Imames (P) e hijo del Imam Al-'Askari (P), y que él vendría para implantar la justicia y equidad en el mundo. Por ello tenían bajo una estricta vigilancia al onceavo Imam al igual que tuvieron al padre, abuelo y bisabuelo de este Inmaculado, en la capital del gobierno 'Abbasí primeramente en Tus y luego en Samarra. Los 'abbasíes trataban de evitar el nacimiento y el desarrollo del niño prometido, sin embargo, el Deseo de Dios era que este acto se llevase a cabo y sus esfuerzos no tuvieron resultado, por ello Dios Todopoderoso mantuvo en secreto su nacimiento al igual que mantuvo en secreto el nacimiento de Moisés (P). Además de todo esto, los compañeros especiales del Imam Hasan Al-'Askari (P) repetidas veces vieron al Imam Prometido (P) mientras su padre estuvo vivo; y cuando falleció el Imam Al-'Askari (P), se presentó su hijo el Al-Mahdi (P) y realizó la oración del muerto para su padre, y la gente lo vio, y después de esto se ocultó.
Desde el nacimiento del Imam Al-Qa'im (P) hasta el día en que su padre fue martirizado muchos de los familiares y seguidores especiales del decimoprimero Imam pudieron entrevistarse con él, o se enteraron de que él se encontraba en casa del Imam. Por lo general el método del Imam Al-'Askari (P) era así que al mismo tiempo que ocultaba a su valioso hijo, en las oportunidades que consideraba adecuadas informaba a sus compañeros especiales y de confianza de la existencia de este Inmaculado, para que ellos a su vez lo informaran a la comunidad de los shi'ítas, y ésta no se extraviase. Como una muestra de esto, a continuación mencionamos algunos ejemplos:
1. "Ahmad Ibn Is.haq" que fue uno de los grandes shi'ítas y seguidores especiales del Imam Al-'Askari (P) dice: "Me encontraba en presencia del Imam Al-'Askari (P), y deseaba preguntarle respecto a su sucesor. Este generosos, sin que yo realizase pregunta alguna dijo:
"¡Oh, Ahmad! En verdad que Dios Todopoderoso desde que creó a Adán no ha dejado a la Tierra sin Huyyat (evidencia) y también halsta el día del Juicio Final no quedará sin Huyyat. Por la evidencia de Dios los terrestres se salvan de las desgracias, cae la lluvia y brotan las abundancias de la tierra".
Le dije: "¡Oh, hijo del Mensajero de Dios! ¿Quién será el Imam (P) y sucesor después de vos?"
El Imam apresurado se dirigió al interior de su casa y regresó mientras que traía sobre sus hombros a un niño de tres años que su rostro brillaba al igual que la luna llena, y dijo:
"¡Oh, Ahmad Ibn Is.haq! Si no fueses querido por Dios Todopoderoso y por sus evidencias, no te hubiese mostrado a este mi hijo. En verdad que él lleva el mismo nombre y título que los del Enviado de Dios, él es aquél que implantará en el mundo la justicia y equidad al igual que se había llenado de iniquidad. ¡Oh, Ahmad Ibn Is.haq! Su ejemplo en esta comunidad es igual a "Jidr (P)" y "Dhul Qarnain (P)". Juro por Dios que se ocultará de tal manera que durante su ocultación no se salvará nadie del fuego del Infierno a menos aquél que Dios lo ayude a confesar su imamato y a afirmar su creencia, y lo haga triunfar para que pida por su aparición".
Le dije: "¡Mi señor! ¿Acaso tiene alguna señal para que mi corazón encuentre más seguridad en cuanto a él?"
En ese momento el niño dijo en árabe elocuente:
"¡Yo soy el Al-Baqiiatul.lah (el Remanente de Dios) sobre la Tierra! Aquél que tomará venganza de los enemigos de Dios. ¡Oh, Ahmad Ibn Is.haq! Después de lo que has observar con tus ojos, no busques mas signos…".

El difunto Shaij As-Saduq dice: Esta narración la encontré escrita con puño y letra de "'Ali Ibn 'Abdul.lah Warraq" y le pregunté respecto a ésta, me dijo que la había recibido de "Sa'd Ibn "'Abdul.lah" y él a su vez de "Ahmad Ibn Is.haq".
2. "Ahmad Ibn Hasan Ibn Is.haq Qomi" relata: "Cuando nació el Imam Al-Mahdi (P) llegó una carta de nuestro señor Abu Muhammad Hasan Al-'Askari (P) para mi abuelo "Ahmad Ibn Is.haq" en la cuál el Imam con su puño y letra —la misma letra con la que escribía el Imam las órdenes y sus cartas— había escrito:
"Ha nacido un hijo de nosotros, es necesario que ocultemos su nacimiento y no lo informemos a ninguna persona. Nosotros no anunciaremos a nadie este nacimiento a menos que sean familiares cercanos, por ser parientes, y a los amigos. Por su wilaiat (supremacía) quisimos anunciarte este nacimiento para que Dios te alegre por ello, al igual que nos ha alegrado a nosotros. Wa Salam".
3. Algunos de aquellos que se enteraron y notificaron el nacimiento del Imam Prometido (P) fueron: la distinguida y abstinente dama "Hakimah" tía del Imam, "Nasim" el sirviente del Imam Al-'Askari (P), "Abu Ya'far Muhammad Ibn 'Uzman 'Amri", "Husain Ibn Al-Hasan Al-'Alawi", "'Amr Al-Ahwazi", "Abu Nasr Jadim", "Kamil Ibn Ibrahim", "'Ali Ibn 'Asim Kufi", "'Abdul.lah Ibn Al-'Abbas 'Alawi", "Isma'il Ibn 'Ali", "Iaqub Ibn Yusuf Darrab", e "Isma'il Ibn Musa Ibn Ya'far", "'Ali Ibn Mutahar", "Ibrahim Ibn Idris", "Tarif Jadim", y "Abu Sahl Nuwajti".
4. "Ya'far Ibn Muhammad Ibn Malik" uno de los shi'ítas integrantes del grupo que visitó en una ocasión al Imam Al-'Askari (P) relata que el Imam les dijo:
"¿Acaso habéis venido para preguntarme del Imam después de mí?"
Le respondieron: "¡Sí!"
Repentinamente entró un niño que su cara brillaba como la luna y muy parecido al Imam. El Imam dijo:
"Él es el Imam y sucesor para vosotros, obedezcan sus órdenes y no actúen por separado que os extraviaréis. Debéis saber que después de hoy no volveréis a verlo hasta que su vida se complete. Aceptad lo que dice "'Uzman Ibn Sa'id" (el primero de los cuatro representantes especiales del Imam de la Época –P-), ya que él será él representante de vuestro Imam (P) y todo deberá llevarse a cabo por medio de él".
5. "Isa Ibn Muhammad Yuwhari" expresa: "Un grupo fuimos para felicitar al Imam Hasan Al-'Askari (P) por el nacimiento de Al-Mahdi (P) ya que nuestros hermanos habían informado que él había nacido el viernes 15 de Sha'ban muy temprano en la madrugada. Cuando nos encontrábamos con el Imam Al-'Askari (P) antes de saludarlo lo felicitamos…y antes de que pudiésemos preguntar dijo:

"Entre vosotros se encuentra alguien que se pregunte que ¿dónde está mi hijo Al-Mahdi? Yo lo dejé en depósito junto a Dios al igual que la madre de Moisés (P) colocó a Moisés en una caja y lo echó al río, ella lo dejó en depósito con Dios, hasta que finalmente Dios se lo regresó".







 ¿CUALES SON NUESTAS OBLIGACIONES DURANTE LA AUSENCIA DEL IMAM?

En estos tiempos en los que estamos privados de la compañía de nuestro Imam, tenemos que esforzarnos por adelantar su llegada, y ya que el Imam necesita de buenos y fieles discípulos, debemos tratar de elevarnos para situarnos entre ellos. Para alcanzar este objetivo debemos tener en cuenta algunos puntos:
§ Cumplir con las obligaciones como Dios ha ordenado. Por ejemplo: Realizar las oraciones en su tiempo; ayunar en el mes de Ramadan y los días preferibles; ir a la peregrinación; pagar el diezmo (azaque) y el quinto (jums); luchar contra el ego y defender al Islam de sus enemigos, etc.
§ Seguir los consejos de los grandes sabios.
§ Meditar en la lectura del Sagrado Corán.
§ Fomentar los lazos de hermandad con los creyentes y respetar a toda la gente.
§ Practicar y plasmar en la vida diaria lo que sabemos del Islam (ser un musulmán verdadero y practicante).
§ Ordenar el bien y prohibir y rechazar el mal.
§ Ser justo y equitativo con la gente.

§ Proteger la castidad y pudor en la sociedad islámica, y utilizar la vestimenta islámica (hiyab) en caso de las mujeres.
§ No quebrantar los pactos y cumplir con las obligaciones y promesas.
§ Evitar la maledicencia, mentira, robo, ostentación y opresión.
§ Abstenerse de realizar actos considerados ilícitos en el Islam en lo referente al sexo, cuestiones morales, económicas y sociales.
§ No comer lo que es prohibido (haram) ya sean bebidas alcohólicas, carne no sacrificada o lícita, etc.
§ Desconfiar de quienes los Profetas de Dios, los Imames (P) y el Sagrado Corán nos recomendaron hacerlo.
§ No cortar las relaciones familiares y mantener la unión con ellos.
§ No pedir más de lo que corresponde. (Estar conforme con lo destinado por Dios).
§ No tener avidez por el mundo e ilusiones largas.
§ Suplicar por su reaparición.

 ALGUNAS OTRAS DE LAS OBLIGACIONES DE LOS SHIAS DURANTE LA AUSENCIA DEL IMAM DE LA EPOCA (P)

§ Leer esta súplica en donde el Imam (P) solicita a Dios que le permita conocerlo:
"¡Dios mío! Permíteme conocerte ya que si no lo haces, no podré conocer a Tu enviado. ¡Dios mío! Permíteme conocer a Tu enviado, que en caso de que no Lo hagas no podré conocer a Tu prueba. ¡Dios mío! Permíteme conocer a Tu prueba, que en caso de que no Lo hagas me extraviaré de mi religión".
§ Leer la siguiente súplica que es recomendada para afianzar y fortalecer las creencias islámicas:
"¡Oh, Al.lah! ¡Oh, Clemente!, y ¡oh, Misericordioso! ¡Oh, Transformador de los corazones! Fortalece mi corazón hacia Tú religión"
§ Suplicar para el Imam (P) leyendo esta honorable súplica:
"¡Oh, Al.lah! Sé en este momento y todo el tiempo eres para Tu representante Hadrat Huyyat Ibn Al-Hasan (que Tus bendiciones sean para él y para sus ancestros) un Guardián, Protector, Líder, Socorredor, Prueba, Guía y Observador de él hasta que resida en la tierra por la solicitud de la gente y déjalo que disfrute (de Tus Generosidades) por un largo tiempo".
§ Enviar bendiciones a este Imam (P) y para apresurar su reaparición deben enviarse bendiciones de la siguiente manera:
"¡Oh, Al.lah! Envía bendiciones a Muhammad y a la familia de Muhammad y apresura su reaparición".
Ha sido narrado del Imam de la Época (P): "¡Supliquen mucho por nuestra reaparición ya que vuestra salvación depende de ésta súplica!"
§ Los días viernes es conveniente recitar las salutaciones especiales para este Inmaculado (P) que están registradas en el "Mafatih Al-Yanan". Esta súplica inicia con:
"Saludos sean para ti, ¡oh, prueba de Dios sobre la tierra!...
§ Recitar los días viernes, así como el 'Aid Fitr (la fiesta del día siguiente después del mes santo de Ramadan), 'Aid Qurban o Ad.ha (la fiesta del sacrificio) y 'Aid Gadir (fiesta del nombramiento de 'Ali -P- por parte de Dios como sucesor del Profeta Muhammad -BP-) la "Súplicas de Nudbah"
§ Al escucharse el nombre de este Inmaculado (P) levantarse como muestra de respeto.
§ Centrar la atención en este Inmaculado, recitando algunas de las salutaciones especiales para él que se encuentran anotadas en el "Mafatih Al-Yanan".
§ Refugiarse en este Inmaculado (P) cuando se presente algún problema y en los asuntos importantes, que uno de sus medios es dirigirse a la Mezquita de Yamkaran en la Ciudad de Qom, realizar ahí la oración de este Inmaculado (P) solicitándole ayuda a él. 

LAS ORDENES EXPEDIDAS POR ESCRITO POR EL IMAM AL-MAHDI (P) DURANTE SU AUSENCIA

En la obra "Kamal Ad-Din" del Shaij As-Saduq (P) y la obra "Gaibat" del Shaij At-Tusi han sido mencionadas aproximadamente ochenta de estas órdenes. El texto de estas cartas que algunas de ellas fueron dirigidas a los sabios y otras a los marya' (erudito que cuenta con suprema sabiduría como para ser imitado en sus dictámenes) de los shi'itas nos dice que el Imam Ausente (P) cuida y se compadece por completo de sus amigos y seguidores, y pone una atención especial y guía a aquellos que andan en busca del sendero y la instrucción de las almas, en tal forma que aquellos que se encuentran en dificultades, y aquellos que tienen problemas y piden ayuda a él de todo corazón han experimentado la solución a sus problemas, y los buscadores de la sabiduría y ciencia que se han enfrentado a preguntas científicas y religiosas que no han podido responder, se han beneficiado y han sido guiados con la luz e inspiración de este Inmaculado y sobre todo aquellos que tienen en sus manos la dirección y el mando de la religión de la gente, han sido aceptados y fortalecidos por parte de este honorable. Estos favores podemos encontrarlos en las respuestas a las preguntas en las cartas expedidas por este Inmaculado.
Ha sido narrado que este mensaje fue dado por el Imam de la Época (P) al fallecido "Aiiatul.lah Al-'Udzma Saiied Abu Al-Hasan Isafahani" (f. 1365 d.H./1945 d.C.) que fue uno de los grandes sabios a imitar de la Escuela Ash-Shi'ah sesenta años atrás:
"Ponte a disposición de la gente y destina el portal de tu casa como lugar para sentarte (para que la gente pueda visitarte con más facilidad), y otorga a la gente lo que te solicita. Nosotros te ayudaremos".
* * *
"Dios mío bendícelo a él y a sus Inmaculados ancestros, Apresura su aparición, Facilita su salida y Otórgale todo aquello que necesita para su surgimiento.
Por Tu Caridad ¡Oh, Clemente y Misericordioso!"

14.1.13

LA MUJER ARGELINA: Su papel como factor de resistencia anticolonial


Por Franz Fanon

"En realidad, la efervescencia y el espíritu revolucionario son alimentados en el hogar por la mujer. Y es que la guerra revolucionaria no es una guerra de hombres. No es una guerra con fuerzas en activo y con reservas. La guerra revolucionaria, tal como la lleva a cabo el pueblo argelino, es una guerra total en que la mujer no se limita a tejer o a llorar a sus mártires. La mujer argelina está en el corazón del combate. Detenida, torturada, violada, abatida, es un testimonio viviente de la violencia del ocupante y de su inhumanidad. Enfermera, agente de enlace, combatiente; en cualquier caso es un testigo de la profundidad y de la densidad de la lucha."

[El texto que presentamos a continuación pertenece a una serie de artículos escritos por el autor entre 1957 y 1959 en el diario “Resistencia Argelina”, órgano de expresión del Movimiento de Liberación Argelino]

Las características de la ropa, las tradiciones de la indumentaria y del arreglo constituyen las formas de originalidad más evidentes, es decir, las más inmediatamente perceptibles de una sociedad.

Los diversos tipos de sociedad se conocen, en primer lugar, a través del vestido y la pertenencia a un área cultural determinada se manifiesta, frecuentemente, por las indumentarias tradicionales de sus miembros. Por ejemplo, los turistas se fijan de inmediato en el velo con que se cubren las mujeres del mundo islámico. Durante mucho tiempo se puede ignorar que un musulmán no consume carne de cerdo ni bebidas alcohólicas, pero el velo de la mujer se muestra con tal insistencia que, en general, es suficiente para caracterizar a la sociedad musulmana.

En el Magreb árabe, el velo forma parte de las tradiciones del vestuario en las sociedades nacionales tunecina, argelina, marroquí y libia. Para el turista y el extranjero, el velo caracteriza a la vez a las sociedad argelina y a su componente femenino. Por el contrario, en el hombre argelino podemos encontrar modificaciones regionales menores: fez en los centros urbanos, turbantes y chilabas en el campo. El vestido masculino admite cierto margen de variación, un mínimo de heterogeneidad. La mujer, vista a través de su velo blanco, unifica la percepción que se tiene de la sociedad femenina en Argelia.

Es evidente que nos encontramos ante un uniforme que no tolera ninguna modificación, ninguna variante. Hay un fenómeno que vale la pena recordar. Durante la lucha del pueblo marroquí contra los colonialistas españoles y franceses y, principalmente, en las ciudades, el velo negro se impuso sobre el blanco. Al nivel de los sistemas de significación, es importante subrayar que el negro nunca ha expresado duelo o aflicción entre la sociedad musulmana marroquí. Significó una actitud de lucha: la adopción del negro respondía al deseo de presionar simbólicamente al ocupante, por lo tanto, de escoger sus propios símbolos.

El velo o haik (versión magrebí del hiyab o chador) define con precisión a la sociedad argelina. Podemos quedar indecisos o perplejos ante una niña, pero la incertidumbre desaparece en el momento de la pubertad. Con el velo las cosas se precisan y ordenan. La mujer argelina es, a los ojos del observador europeo, “la que se esconde detrás del velo.”

Veremos que ese velo, uno de los elementos de la tradición global del atuendo tradicional de los musulmanes, se convirtió en motivo de una batalla grandiosa en ocasión de la cual las fuerzas de ocupación movilizaron sus recursos más poderosos y diversos, y el colonizado desplegó una sorprendente fuerza de inercia. La sociedad colonial, tomada en su conjunto, con sus valores, sus líneas de fuerza y su filosofía, reacciona de manera bastante homogénea frente al velo. Antes de 1954, y más exactamente después de los años 1930-1935, se libró el combate decisivo. Los responsables de la administración francesa en Argelia, empeñados en la destrucción de la originalidad del pueblo, encargados por el poder de intentar a cualquier precio la desintegración de las formas de existencia susceptibles de evocar una realidad nacional, aplicaron el máximo de sus esfuerzos para destruir la costumbre del velo, interpretada para el caso como símbolo del estatus de la mujer argelina. Esa posición no fue consecuencia de una intuición fortuita. Con apoyo en los análisis de los sociólogos y etnólogos, los especialistas en los llamados “asuntos indígenas” y los responsables de las “secciones árabes” coordinaron su trabajo. En un primer nivel, se manipuló simple y llanamente la famosa fórmula: “conquistemos a las mujeres y el resto se nos dará por añadidura”. Esta racionalización se contenta simplemente con revestirse de una apariencia científica al utilizar los “descubrimientos” de los sociólogos.

Entre las “cosas incomprensibles” del mundo colonial se mencionaba frecuentemente el caso de la mujer argelina. Los estudios de sociólogos, islamólogos y juristas abundan en consideraciones sobre la mujer argelina. Descrita a veces como esclava del hombre o como soberana incontestada del hogar, el estatus de la mujer argelina ha intrigado a los teóricos.

Otros, igualmente autorizados, afirman que la mujer argelina “sueña con liberarse”, pero que un patriarcado retrógrado y sanguinario se opone a ese deseo legítimo. La lectura de los últimos debates de la Asamblea Nacional Francesa indica la importancia que se atribuye al conocimiento articulado del “problema”. La mayoría de quienes intervinieron en la discusión evocó el drama de la argelina y reclamaron su solución. Agregaron que éste era el único medio de desarmar la rebelión.

Es un hecho constante que los intelectuales colonialistas transforman el sistema colonial en un “caso sociológico”. Este país -se afirma- exigía, solicitaba la conquista. Así, para invocar un ejemplo célebre, se ha descrito un pretendido “complejo de dependencia” en Madagascar.

Se dice que la mujer argelina es “inaccesible, ambivalente, con ingredientes masoquistas”, y se aportan hechos concretos para demostrar estas características. La verdad es que el estudio de un pueblo ocupado, sometido militarmente a una dominación implacable, exige garantías que sólo difícilmente se reúnen. No sólo se ha ocupado el suelo, los puertos y los aeródromos; el colonialismo francés se ha instalado en el centro mismo del individuo argelino y ha emprendido un trabajo sostenido de “pulimento”, de divorcio de sí mismo, de mutilación racionalmente perseguida.

No existe la ocupación de la tierra junto a la independencia de las personas. Es la totalidad del país, su historia, su pulso cotidiano los que han sido negados, desfigurados, con la esperanza de una definitiva anulación. En estas condiciones, la respiración del individuo es una respiración que se espía, ocupada. Es una respiración de combate.

A partir de este momento, los valores reales de los ocupados pasan muy pronto a existir clandestinamente. Frente al ocupante, el ocupado aprende a esconder, a ser astuto. Al escándalo de la ocupación militar opone el escándalo del aislamiento. Es mentira todo encuentro del ocupado con el ocupante.

Por debajo de la organización patriarcal de la sociedad argelina, los especialistas describen la estructura de un matriarcado. La sociedad musulmana ha sido presentada frecuentemente por los occidentales como una sociedad de la exterioridad, del formalismo, del personaje. La mujer argelina, intermediaria entre las fuerzas oscuras y el grupo, parece entonces cobrar una importancia primordial. Detrás del patriarcado visible y manifiesto se afirma la existencia, más radical, de un matriarcado de base. El papel de la madre argelina, el de la abuela, el de la tía, el de la anciana, es inventariado y precisado.

En aquel momento, la administración colonial pudo definir una doctrina política precisa: “si deseamos atacar a la sociedad argelina en su contexto más profundo, en su capacidad de resistencia, debemos en primer término conquistar a las mujeres; es preciso que vayamos a buscarlas detrás del velo en el que se esconden, en las casas donde las oculta el hombre”. La situación de la mujer se convierte desde aquel momento en objetivo de la acción. La administración dominante propone defender solemnemente a la mujer humillada, eliminada, enclaustrada…Se describen las posibilidades inmensas de la mujer, desgraciadamente transformada por el hombre argelino en un objeto inerte, devaluado y hasta deshumanizado. El comportamiento del argelino es denunciado enérgicamente y comparado con las costumbres medievales y bárbaras. Con una ciencia infinita, se lleva a cabo la requisitoria tipo contra el argelino sádico y vampiro en su actitud hacia las mujeres. El ocupante acumula sobre la vida familiar del argelino un conjunto de juicios, apreciaciones y consideraciones; multiplica las anécdotas y los ejemplos edificantes, intentando así encerrar al argelino en un círculo de culpabilidad.

Las asociaciones de ayuda y solidaridad con las mujeres argelinas se multiplican. Las lamentaciones se organizan. “Queremos avergonzar al argelino por la suerte que el impone a su mujer”. Es el periodo de efervescencia y puesta en práctica de una técnica de infiltración que arroja jaurías de trabajadoras sociales e impulsoras de obras de beneficencia a los barrios musulmanes.

Primero se intenta el abordaje de las mujeres indigentes y hambrientas. A cada kilo de sémola distribuida se añade una dosis de indignación contra el velo y el encierro. A la indignación siguen los consejos prácticos. Se invita a las mujeres argelinas a jugar “un papel fundamental, capital” en la transformación de su destino. Se la incita a rechazar una sujeción religiosa y se describe el papel inmenso que están llamadas a desempeñar. La administración colonial invierte sumas importantes en ese combate. Después de afirmar que la mujer representa el pivote de la sociedad argelina, se despliegan todos los esfuerzos para controlarla. Se asegura que el argelino permanecerá inmóvil, que resistirá a la empresa de destrucción cultural llevada a cabo por el ocupante, que se opondrá a la asimilación en tanto que la mujer no modifique su conducta. En el programa colonialista, la mujer está encargada de la misión histórica de desviar y empujar al hombre argelino. Convertir a la mujer, ganarla para los valores extranjeros, arrancarla de su situación es a la vez conquistar un poder real sobre el hombre y utilizar medios prácticos y eficaces para destruir la cultura argelina.

Todavía hoy, en 1959, el sueño de la domesticación total de la sociedad argelina, con ayuda de las “mujeres sin velo y cómplices del ocupante”, no ha dejado de preocupar a los responsables políticos de la colonización.

Los argelinos, por su parte, son blanco de las críticas de sus camaradas europeos o, más oficialmente, sus patrones. No hay un solo trabajador europeo que en las relaciones interpersonales del lugar de trabajo, del taller o la oficina, no le haya formulado al argelino las cuestiones rituales: “¿tu mujer usa velo? ¿por qué no te decides a vivir a la europea? ¿por qué no llevas a tu mujer al cine, a los espectáculos, al café?”.

Los empresarios europeos no se contentan con la actitud interrogativa o la infiltración circunstancial, sino que emplean “maniobras de apache” para acorralar al argelino, exigiéndole decisiones penosas. Con motivo de una fiesta europea de Navidad o Año Nuevo, o simplemente de una reunión interior de la empresa, el patrón invita al empleado argelino y a su mujer. La invitación no es colectiva. Cada argelino es llamado a la oficina del director y se le invita personalmente a venir con “su pequeña familia”. “Como la empresa es una ‘gran familia’ será mal visto que algunos vengan sin sus esposas, ¿usted comprende, no es cierto?”. A veces el argelino pasa por momentos difíciles frente a esta presión. Acudir con su mujer significa confesar que está derrotado, significa “prostituir a su mujer”, exhibirla, abandonar una modalidad de resistencia. Por otro lado, ir solo significa negarse a satisfacer los deseos del patrón y exponerse a ser dejado sin trabajo. Aquí estudiamos un caso elegido al azar, el desarrollo de las emboscadas que el europeo le tiende al argelino para acorralarlo y obligarlo a personalizar, a declarar: “mi mujer es algo aparte y no saldrá”, o a traicionar: “puesto que desea verla, aquí está”. El carácter sádico y perverso de estas ligas y relaciones mostraría directamente, al nivel psicológico, la tragedia de la situación colonial, el enfrentamiento de los dos sistemas, la epopeya de la sociedad colonizada con sus formas específicas de existencia, frente a la hidra colonialista.

Esta agresividad es mucho más intensa respecto al intelectual argelino. El fellah, el campesino argelino, “esclavo pasivo de un grupo rígido”, merece cierta indulgencia de juicio por parte del conquistador. Por el contrario, el abogado y el médico son denunciados con un vigor excepcional. Estos intelectuales, que mantienen a sus mujeres en un “estado de semiesclavitud”, se ven literalmente fulminados por la opinión pública. La sociedad colonial se levanta enérgicamente contra este aislamiento de la mujer argelina. Hay inquietud y preocupación por esas desgraciadas condenadas “a hacer niños”, enclaustradas y prohibidas.

Los razonamientos racistas se aplican con particular facilidad al intelectual argelino. Se dirá: “por médico que sea sigue siendo árabe”… “volvedle a su naturaleza y de nuevo galopará en el desierto”… Los ejemplos de este racismo pueden multiplicarse indefinidamente. En las grandes reuniones es muy común escuchar a algún europeo que confiesa agriamente no haber visto jamás a la mujer de un argelino al que frecuenta hace veinte años. A un nivel de comprensión más difuso, pero altamente revelador, encontramos la afirmación amarga de que “trabajamos en vano…”

Al presentar al argelino como una presa que se disputan con igual ferocidad el Islam y Francia occidental, se revelan con toda claridad las intenciones del ocupante, su filosofía y política. Esto significa, en efecto, que el ocupante descontento con sus fracasos presenta de manera simplificada y peyorativa el sistema de valores que le sirve al ocupado para oponerse a sus innumerables ofensivas. Lo que significa voluntad de singularización, preocupación por mantener intactos algunos jirones de la existencia nacional y religiosa, se identifica con actitudes mágicas y fanáticas.

Esta repulsa del conquistador asume, según las circunstancias o los tipos de situación colonial, formas originales. Las fuerzas de ocupación, al aplicar intensamente su acción psicológica sobre el velo de la mujer argelina, es evidente que cosecharon algunos resultados. A veces ocurrió que se “salvara” una mujer que, simbólicamente, se quitó el velo.

Estas “mujeres-test” con el rostro desnudo y el cuerpo libre circulan ahora como moneda corriente en la sociedad europea de Argelia. Alrededor de dichas mujeres reina una atmósfera de iniciación. Los europeos, sobreexcitados por su victoria y en una especie de trance que se apodera de ellos, evocan los fenómenos psicológicos de la conversión.

Los responsables del poder, después de cada éxito, refuerzan su confianza en la mujer argelina como soporte de la penetración occidental en la sociedad autóctona. Cada velo que cae descubre a los colonialistas horizontes hasta hoy prohibidos y les muestra, por otra parte, la carne argelina desnuda. La agresividad del ocupante y, por lo tanto, sus esperanzas, se multiplican después de cada rostro descubierto. Cada nueva mujer argelina que abandona el velo anuncia al invasor una sociedad argelina cuyos sistemas de defensa están en vías de dislocación, abiertos y desfondados. Cada velo que cae, cada cuerpo que se libera de la sumisión tradicional al haik, cada rostro que se ofrece a la mirada audaz e impaciente del ocupante, expresa negativamente que Argelia comienza a renegar de sí misma y que acepta la violación del colonizador. La sociedad argelina, con cada velo abandonado, parece aceptar el ingreso en la escuela del amo y decidir la transformación de sus costumbres bajo la dirección y el patrocinio del ocupante.
Hemos visto de que manera perciben el significado del velo la sociedad y la administración coloniales, y hemos trazado la dinámica de los esfuerzos para combatirlo en tanto institución, así como las resistencias de la sociedad colonizada. Al nivel del individuo, el europeo particular, puede ser interesante estudiar la multitud de reacciones surgidas por la existencia del velo, es decir, por la manera original que tiene la mujer argelina de estar presente o ausente.

En un europeo no comprometido directamente en esta obra de conversión ¿qué reacciones pueden registrarse? La actitud dominante parece ser la de un exotismo romántico fuertemente teñido de sensualidad.

En los tranvías, en los trenes, una trenza de cabello, una porción de frente, anunciadoras de un rostro “enloquecedor”, alimentan y refuerzan la convicción del europeo en su actitud irracional: la mujer musulmana es la reina de las mujeres. Sin embargo, también existe en el europeo la cristalización de la agresividad, de una violencia tensa frente a la mujer argelina. Despojar de su velo a esta mujer es exhibir la belleza, desnudar su secreto, romper su resistencia, hacerla disponible para la aventura. Ocultar su rostro significa disimular su secreto, provocar un mundo de misterio y ocultamiento. El europeo sitúa en un nivel muy complejo su relación con la mujer argelina. Quisiera tener esa mujer a su alcance y convertirla en un eventual objeto de posesión.

Esta mujer que ve sin ser vista frustra al colonizador. No hay reciprocidad. Ella no se exhibe, no se da, no se ofrece. El argelino, respecto a la mujer argelina, tiene en conjunto una actitud clara. No la ve. Incluso existe la voluntad permanente de no observar el perfil femenino, de no poner atención en las mujeres. No hay en el argelino, en una calle o en un camino, esta conducta de encuentro intersexual que se desarrolla a nivel de la mirada, de la presencia, de la musculatura, de los diferentes comportamientos turbados a que nos tiene acostumbrados la fenomenología del encuentro.

El europeo, frente a la argelina, desea ver. Y reacciona de manera agresiva ante este límite que se pone a su percepción. También aquí la frustración y la agresividad evolucionan en perfecta armonía. Las mujeres europeas resuelven el conflicto con mucha menos precaución. Afirman perentoriamente que no se disimula lo que es bello, e interpretan este hábito extraño como una voluntad “muy femenina” de disimular las imperfecciones. Y comparan la estrategia de la europea que tiene por objeto corregir, embellecer, poner de relieve (la estética, el peinado, la moda,…) con la de la argelina, que prefiere cubrir, esconder, cultivar la duda y el deseo del hombre.

Hemos visto que la estrategia colonial de la disgregación de la sociedad argelina, al nivel de los individuos, concede un lugar de privilegio a la mujer argelina. El encarnizamiento del colonialista y sus métodos de lucha es natural que provoquen en el colonizado actitudes de reacción. Frente a la violencia del ocupante, el colonizado está obligado a definir su posición de principio frente a un elemento tradicionalmente inerte de la configuración cultural autóctona.

El afán rabioso del colonialista por despojar de su velo a la argelina, y su decisión de ganar a toda costa la victoria del velo, provocan la respuesta del autóctono. Aquí, encontramos una de las leyes de la psicología de la colonización. En un primer momento, la acción y los proyectos del ocupante determinan los centros de resistencia en torno a los cuales se organiza la voluntad de afirmación de un pueblo.

El blanco crea el negro, pero es el negro quien crea la negritud. A la ofensiva colonialista sobre el velo, el colonizado opone el culto al velo. Lo que era un elemento indiferenciado en un conjunto homogéneo, adquiere un carácter tabú; la actitud de las argelinas frente al velo se interpreta como una actitud global frente a la ocupación extranjera. El colonizado, frente a la acción del colonialista en tal o cual sector de sus tradiciones, reacciona de manera violenta. El interés dirigido a modificar un sector determinado, la afectividad inversa del conquistador en su trabajo pedagógico, en sus ruegos, en sus amenazas, tejen alrededor del elemento privilegiado un verdadero universo de resistencia. Resistir al ocupante en este terreno preciso significa inflingirle una derrota espectacular y, sobre todo, mantener la “coexistencia” dentro de sus dimensiones de conflicto y guerra latente. Es alimentar una atmósfera de paz armada.

La argelina, como sus hermanos, había montado minuciosamente los mecanismos de defensa que le permiten hoy desempeñar un papel capital en la lucha liberadora. Pero todavía será necesario aprender una nueva técnica: llevar bajo el velo un objeto pesado, “muy peligroso de manipular”, y dar la impresión de tener las manos libres, que no hay nada bajo el velo sino una pobre mujer o una joven insignificante. No se trata sólo de cubrirse con el velo. Es preciso adoptar un tal “aire de Fátima” que tranquilice al soldado porque “ésta no es capaz de hacer nada”.

Es bien difícil. Además, están los policías que interpelan a escasos metros una mujer con velo que no parece particularmente sospechosa. Y está la bomba; por la expresión patética del responsable sabemos que se trata de eso, o de la bolsa de granadas ligadas al cuerpo por un sistema de cordones y correas. Porque las manos deben quedar libres, para exhibirlas desnudas, para presentarlas humildes y sencillamente a los militares para que no busquen más. Mostrar las manos vacías y aparentemente móviles y libres es el signo que desarma al soldado enemigo.

Ahora bien, el invasor ha sido avisado y en las calles se presenta el cuadro clásico de las mujeres argelinas detenidas contra los muros, sobre cuyos cuerpos se deslizan incansablemente los famosos detectores magnéticos llamados popularmente “sartenes”. Todas las mujeres con velo, todas las argelinas son sospechosas. No hay discriminación. Es el periodo durante el cual los hombres, las mujeres, los niños, todo el pueblo argelino vive a la vez su unidad, su vocación nacional y el crisol de la nueva sociedad argelina.

Ignorando o simulando ignorar esta nueva conducta, el colonialismo francés reinicia el 13 de mayo de 1959 su clásica campaña de occidentalización de la mujer argelina. Muchachas del servicio doméstico amenazadas con perder su trabajo, pobres mujeres arrancadas de sus hogares son conducidas a la plaza pública y despojadas simbólicamente de sus velos al grito de: “¡Viva Argelia francesa!”. Espontáneamente y sin consigna, las mujeres argelinas que desde hace tiempo abandonaron el velo vuelven a usar el haik, afirmando así que no es verdad que la mujer se libera por una simple invitación de Francia y del general de Gaulle.

El colonialismo quiere que todo emane de él. Pero la tendencia psicológica dominante del colonizado es la de endurecerse frente a cualquier invitación del conquistador.

Desde el 13 de mayo se vuelve a usar el velo, pero definitivamente despojado de su dimensión exclusivamente tradicional. Existe, por lo tanto, un dinamismo histórico del velo que se percibe en forma muy concreta en el desarrollo de la colonización de Argelia. Al principio, el velo es un mecanismo de resistencia, pero para el grupo social continúa fuertemente arraigado. Se usa por tradición, pero también porque el ocupante quiere develar Argelia. Lo que había sido preocupación de conducir al fracaso las ofensivas psicológicas o políticas del ocupante, se convierte en medio, en instrumento. El velo ayuda a la argelina para responder a los nuevos interrogantes planteados por la lucha.

El amor ardiente de la argelina por su hogar no es una limitación de su universo. No es odio al sol, a las calles o a los espectáculos. No es una fuga del mundo. En condiciones normales, debe existir una doble corriente entre la familia y el conjunto social. El hogar funda la verdad social, pero la sociedad autentifica y legitima la familia. La estructura colonial es la negación misma de esta recíproca justificación. La mujer argelina, al restringirse, al elegir una forma de existencia limitada en el espacio, afianzaba su conciencia de lucha y se preparaba para el combate.

En este encerrarse en el hogar, acompañado de la negación de una estructura impuesta; este repliegue sobre el núcleo fecundo que representa una existencia recogida pero coherente, constituyó durante mucho tiempo la fuerza fundamental del ocupado. Sólo la mujer, con ayuda de técnicas conscientes, puede iniciar la articulación de ciertos dispositivos. Lo esencial es que el ocupante se estrelle contra un frente unificado. De ahí el carácter esclerótico que debe revestir la tradición.

En realidad, la efervescencia y el espíritu revolucionario son alimentados en el hogar por la mujer. Y es que la guerra revolucionaria no es una guerra de hombres. No es una guerra con fuerzas en activo y con reservas. La guerra revolucionaria, tal como la lleva a cabo el pueblo argelino, es una guerra total en que la mujer no se limita a tejer o a llorar a sus mártires. La mujer argelina está en el corazón del combate. Detenida, torturada, violada, abatida, es un testimonio viviente de la violencia del ocupante y de su inhumanidad. Enfermera, agente de enlace, combatiente; en cualquier caso es un testigo de la profundidad y de la densidad de la lucha.

El lugar de la mujer en la sociedad argelina se afirma con tal vehemencia que es fácil explicarse la turbación del ocupante. Sucede que la sociedad argelina no es esa sociedad sin mujeres que se había descrito tan minuciosamente en Europa. A nuestro lado, nuestras hermanas musulmanas destruyen cada día más los dispositivos enemigos y liquidan definitivamente las viejas mistificaciones.

Fuente:

Extracto del articulo publicado en la revista El mensaje del Islam nº 7, abril de 1988 / sha´aban 1408.
[Lo remarcado es de "Islam en Mar del Plata"]