5.8.16

El Corán y el conocimiento.






fuente: fatimatv.es


Leer, enseñar y escribir son tres premisas fundamentales recomendadas en la doctrina islámica. Las revelaciones coránicas y las tradiciones proféticas instan al hombre a razonar y alcanzar el saber. A la vez, elogian y estimulan siempre la adquisición y transmisión del conocimiento, a tal punto que el aprendizaje es un deber religioso.

Las primeras generaciones de adeptos al Islam llevaban consigo estas premisas que produjeron una civilización que revolucionó las ciencias en sus múltiples campos. La medicina, biología y farmacia, la astronomía, la física, química y matemática, fueron cultivadas por los científicos musulmanes quienes seguían el camino señalado por el Islam, una íntima relación entre espiritualidad y el desarrollo de las ciencias.

De hecho, es el intelecto el gran obsequio otorgado por Dios a la especie humana. Sin embargo en la actualidad, la mayoría de la comunidad científica muestra indiferencia y, en algunos casos, hasta menosprecio por las cuestiones de fe, muchas veces tildándolas de leyendas.

Es por eso que las religiones monoteístas advierten que si el crecimiento científico y tecnológico no va acompañado de un crecimiento espiritual, muchas veces se puede atentar contra la propia naturaleza humana. Un ejemplo de esto es la creación de armas cada vez más sofisticadas y más mortíferas, que ponen en riesgo la vida de toda la creación. De hecho el Corán no es un libro de orden científico o técnico pero sorprendentemente se encuentran, en su sagrado contenido, hechos científicos coincidentes con recientes descubrimientos de la ciencia moderna.

El objetivo coránico es esencialmente enseñar una actitud ante la vida, es decir que no se puede pretender encontrar en él un tratado de ciencias ordenado y clasificado como se lo conoce hoy en día, menos aún con términos técnicos.

Existen muchos ejemplos, y en uno de ellos se da una noción acerca de la formación del universo y el ‘Big-Bang’: encontramos menciones coránicas en donde se presenta un resumen de los hechos que tuvieron que ver con este proceso. La teoría científica sostiene que el universo era un solo cuerpo, una sola masa separada luego a través de una explosión.

La teoría del ‘Big-Bang’ coincide exactamente con el origen de la creación mencionado en el Corán: “Ignoran acaso los no creyentes que el cielo y la tierra eran una sola masa que disgregamos, y creamos a todo ser vivo del agua” (Corán 21,30).

Otro ejemplo es el que explica la formación biológica del hombre —uno de los temas más relevantes abordados en el Corán— imposible de descubrir en aquella época de su redacción, en que inclusive se carecía, entre otros elementos de investigación, de microscopios y ecógrafos, capaces de llegar hasta lo más profundo de la material corporal.

Uno de los precursores de la microscopía fue uno de los primeros científicos en observar las células del esperma humano y pensó —equivocadamente— que el espermatozoide contenía un ser humano en miniatura que crecería cuando fuera depositado dentro del genital femenino.

Más de 1000 años antes, la revelación coránica daba la idea clara que la fecundación se producía en etapas dentro del vientre materno y a través de la unión del esperma y el óvulo, con el concepto de “gota mezclada”. A todos estos conocimientos amplios sobre muchas materias como la embriología, la botánica, la antropología y otros, los enunció el Corán hace más de 1.400 años, donde se invita también a conocer los fenómenos naturales. En la explicación e interpretación del Corán, a través de la palabra profética, se encuentra la exhortación a los hombres a seguir el camino del saber.

Cómo los trato?

Dejamos un video sobre como el cáracter del Profeta Muhammad (BPD), para seguir su ejemplo inshallah...

6.7.16

EID FITR MUBARAK



FELICIDADES A TODOS LOS MUSULMANES Y MUSULMANAS POR LA FIESTA DEL FIN DE RAMADAN. QUE ALLAH ACEPTE NUESTROS AYUNOS, SUPLICAS Y ACCIONES...

4.7.16

Sermón Sha‘banîiah del profeta Muhammad (BPD).




El Shaij Sadûq narró con una cadena de transmisión confiable, del Imam Ar-Ridâ (a.s.), y éste de sus padres (a.s.), quienes narraron de Amîr Al-Mu’minin ‘Alî (a.s.), que dijo:“Cierto día el Enviado de Dios (s.a.w.) disertó para nosotros diciendo:

“¡Oh gente! Por cierto que ha venido hacia vosotros el Mes de Dios con bendiciones, misericordia y perdón. Éste es un Mes que ante Dios es el mejor de los meses, sus días los mejores días, y sus horas las mejores de las horas. Es un Mes en el que fuisteis convocados por la invitación de Dios y en él os habéis vuelto de entre la gente que ha sido objeto de la Generosidad de Dios. Vuestra respiración en él es glorificación; vuestro sueño en él es adoración; vuestras acciones en él son aceptadas y vuestras súplicas en él, respondidas. Así pues, requerid de vuestro Señor, con correctas intenciones y con corazones puros (de pecados), que os otorgue en él el éxito de ayunar y de recitar Su Libro (el Corán).

¡Desgraciado es aquel que se ve privado del perdón de Dios en este Mes Majestuoso!

Recordad, por medio de vuestra hambre y sed en este Mes, la sed y hambre del Día de la Resurrección. Dad limosna a vuestros pobres e indigentes; respetad a vuestros mayores y tened misericordia de vuestros niños; fortaleced los lazos con vuestros parientes; retened vuestras lenguas (de aquello que no se debe decir), cerrad los ojos ante aquello que no es lícito para vosotros mirar y alejad vuestros oídos de aquello que no es lícito para vosotros escuchar; y sed benevolentes con los huérfanos de la gente para que sean benevolentes con vuestros huérfanos (una vez que hayáis partido).

Volveos a Él arrepentidos de vuestros pecados, y elevad hacia Él vuestras manos en súplica en los momentos de vuestras oraciones, puesto que los mismos conforman las mejores horas, en las que Dios, Majestuoso e Imponente, dirige Su mirada con misericordia a Sus siervos, les responde cada vez que le imploran reservadamente, comparece ante ellos cada vez que le invocan, y les responde afirmativamente cada vez que le suplican.

¡Oh gente! Ciertamente que vuestras almas dependen de vuestras acciones, así pues, mantenedlas indemnes requiriendo el perdón de Dios. Vuestras espaldas se encuentran cargadas de vuestros pecados, entonces, aligeradles la carga por medio de prolongar vuestras prosternaciones. Y sabed que Dios, Glorificada sea Su mención, ha jurado por Su Grandeza que no castigará a los orantes y a los que se prosternen en este Mes, y que no los atemorizará con el Fuego el Día que comparezca la gente ante el Señor del Universo.

¡Oh gente! Quien de vosotros dé de desayunar a un ayunante creyente en este Mes, por ello tendrá ante Dios la recompensa de liberar a un esclavo y el perdón de los pecados que haya cometido”.

Luego, algunos de los Compañeros dijeron: “¡Oh Enviado de Dios! No todos podemos hacer eso”. El Profeta (s.a.w.) respondió:

“Alejad de vosotros el Fuego aunque fuera por medio de (dar al ayunante) la mitad de un dátil, o un sorbo de agua, que por cierto que Dios otorgará esta recompensa a aquel que lo hiciera, si es que no pudiera (ofrecer) más.

¡Oh gente! Todo aquel que mejore su carácter en este Mes, tendrá la venia sobre el Sirât (el Puente hacia el Paraíso) el Día en que los pies tropiecen. Quien en este Mes aligere las tareas de su siervo o sierva, Dios le aligerará en el Día de la Resurrección su cómputo; y quien contenga su mal, Dios Altísimo contendrá de él Su Ira el Día de Su encuentro.

Quien honre en este Mes a un huérfano, Dios le honrará el Día de Su encuentro. Quien en este Mes fortalezca los vínculos con los parientes, Dios fortalecerá Sus vínculos con él, con misericordia, el Día de Su encuentro; y todo aquel que en este Mes corte sus vínculos de parentesco, Dios cortará Su Misericordia de él el Día de la Resurrección. Todo aquel que realice un rezo meritorio en este Mes, Dios escribirá para él la exención del Fuego, y todo aquel que realice un rezo obligatorio en este Mes, Dios le otorgará la recompensa de 70 oraciones obligatorias realizadas en otros meses. Todo aquel que en este mes me dirija muchas bendiciones (salawât), Dios hará que pese la balanza de sus (buenas) acciones el Día en que se encontrarán livianas las balanzas de las acciones. Y aquel que recite una sola aleya del Corán en este Mes, tendrá la recompensa de alguien que haya leído todo el Corán en otros meses.

¡Oh gente! Por cierto que durante este Mes las puertas del Paraíso están abiertas, requerid pues a vuestro Señor que no las cierre ante vosotros. Y en este Mes las puertas del Infierno se encuentran cerradas, entonces, requerid a vuestro Señor que no las abra ante vosotros; y los satanaces en este Mes se encuentran encadenados, entonces pues, rogad a Dios que no los haga dominar sobre vosotros…”


fuente>fatimatv.es