13.11.14

Dr. Carlos Trotta de Médicos sin fronteras habla sobre Gaza

Fuente: islammdp.blogspot.com

Comparto con Uds. el testimonio del Dr. Carlos Trotta en la banca 25 del Concejo Deliberante de la ciudad de Mar del Plata, exponiendo sobre la situación en la Franja de Gaza.Les recuerdo que él en persona estuvo en Gaza en el 2009, asistiendo a los palestinos.
La violencia es tema de reflexión permanente, aun más cuando suceden hechos tan lamentables como los que acaba de vivir Mar del Plata.Pero hoy – gracias a la posibilidad de disponer de la Banca 25- quiero  abordar  ante Uds., con Uds., un tipo de violencia de la que, por mi tarea como médico, he sido testigo, me refiero a los ataques  a hospitales y centros de salud, al  personal que allí trabaja, a las ambulancias,  a los que  concurren a atenderse. Durante mas de 30 años -hasta fines de 2012- trabajé  en el Hospital Regional de  Mar del Plata (HIGA) y ya entonces supe de agresiones hacia su personal, pero desde 2007 estoy en Médicos sin Fronteras y es de esa particular experiencia que quiero hablar ahora porque hay escenarios donde la violencia ha tomado dimensiones de perversidad intolerables. He visto violencia contra misiones humanitarias en Siria, en Yemen, en Sudán del Sur, pero nunca  –como en Gaza- un ataque que sea así de metódico, planificado, sistemático, y repetido en el tiempo.El bombardeo ha cesado, hay una tregua ahora, otros asuntos ocupan la agenda pero no podemos permitirnos no recapacitar sobre las consecuencias humanitarias de lo sucedido, olvidarnos, dar vuelta la hoja, pasar a otro tema. Mi punto de vista sobre Gaza viene de la experiencia de primera mano que vi y viví cuando estuve allí en enero y febrero de 2009, y que dolorosamente he vuelto a revivir en las últimas semanas y digo dolorosamente  porque el papel fundamental de todo trabajador de la salud, es proteger, servir, acompañar,  hablar fuerte por la vida. Poner los intereses de las vidas de los civiles por delante de objetivos militares.. Mi testimonio coincide, casi en su totalidad,  con el editorial de la revista The Lancet  aparecido el pasado 9 de agosto. Recalco: se trata del Editorial, no de una carta de lectores o de un artículo ajeno.La revista The Lancet es una de las más-sino la más- prestigiosa revista médica. Fue fundada en 1823 y desde entonces se publica en Inglaterra y tiene distribución internacional. Comienza el Editorial contando las impresiones que se tienen al intentar ingresar a la Franja.Dice: “…..cuando uno entra en Gaza es como si se entrara en una prisión.En el paso de Eretz, en el norte de Gaza, controlado por Israel, uno pasa primero por un puesto armado que chequea los pasaportes, y se camina después por toda una serie de portones en un trayecto de300 metros hasta llegar a la salida e ingresar finalmente a la Franja (así se la llama porque es eso, una lonja de tierra de apenas 40 Km. de largo y 6 a 12 Km. de ancho). Lo recibe entonces un paisaje de caminos, calles y edificios destruidos. Los escombros están esparcidos  por doquier. Cuando se llega a la ciudad más cercana, que es justamente la ciudad de Gaza, la primera impresión que se tiene no es sólo la alta concentración de la población, (6 veces mas que Manhattan, ya que viven allí 1.8 millones de personas en 360 Km. cuadrados) sino la presencia de niños, niños por todas partes. El 45 %  de la población tiene menos de 14 años de edad. El 7 de julio el ejército de israel lanzó lo que llamó “Operación borde protector” alegando criterios de legítima defensa  y con el propósito-dicen- de lograr una paz sostenida y tranquilizar a los ciudadanos”….a los ciudadanos de israel…. desconociendo la necesidad de los ciudadanos de Palestina a tener también  paz y tranquilidad y negando el derecho a la  resistencia-reconocido por Naciones Unidas- que corresponde a Palestina ante la discriminación permanente,  ante el robo de su territorio asentamiento tras asentamiento, el arresto y encarcelamiento arbitrario de su gente; ante el bloqueo total de entradas y de salidas  que padece desde hace ya muchos años con  los pasos fronterizos cerrados, un muro de 8 metros de alto y 700km de largo en su etapa final, la armada israelí a pocos Km. de la costa y los aviones tripulados y no tripulados controlando y disparando desde  el aire. Con respecto al derecho a la defensa que “justificaría” el ataque indiscriminado que mencionaba al principio, The Lancet recuerda que “el Derecho Humanitario Internacional establece 3 principios en los casos en que se esgrime el argumento de defensa de un país: 1-      el Principio de discernimiento o de diferenciación dice que: las partes intervinientes en un conflicto (si es que a lo que está ocurriendo se lo puede llamar conflicto dada la asimetría de fuerzas) deben en todo momento distinguir entre la población civil y los combatientes2-      el Principio de protección especifica que: se deben tomar todas las precauciones posibles para proteger a la población civil y a los objetos civiles contra los efectos del ataque…y finalmente3-      el Principio de proporcionalidad fija que: está prohibido lanzar un ataque del que se supone pueda causar perdidas concomitantes de vidas de civiles, lesiones a civiles, daños a objetos civiles o a una combinación de estos.  Ahora volvamos a la vida en Gaza, continua diciendo el Editorial, una tierra de la que nadie puede escapar. Una tierra atestada de bote en bote en la que los niños son el grupo más numeroso de la población. Estas son las condiciones en la que los ataques a los combatientes de Gaza tienen lugar. Uno no tiene que ser un experto militar o un experto en Derecho Humanitario Internacional para darse cuenta del riesgo extremo a que está expuesta la población civil en GazaLos chicos, las mujeres y los hombres de Gaza no tienen protección ante los bombardeos”  que han resultado en –hasta el momento- 2104 muertos (habrá que ver cuántos más aparecen cuando se termine de remover los escombros, cuántos de los  que están ahora en estado crítico logran superar esa etapa o no, y cuantos mueren o son heridos por los mas de mil artefactos sin explotar), 521 son chicos (80 % menores de 12 años) y 302 mujeres, 89 familias con todos sus integrantes aniquilados, 10.744 heridos (amputaciones, quemaduras indescriptibles), 500.000 desplazados viviendo en escuelas de Naciones Unidas (que también han sido bombardeadas) o en casas de familiares (donde el hacinamiento es abrumador),17.200 casas totalmente destruidas y 38.000 dañadas, según informan Unicef y la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas OCHA),demolición de fábricas, del edificio de la Universidad, mezquitas (la mas antigua databa del año 649), cementerios, pérdida de tierras aptas para el cultivo y de la posibilidad de pesca o de exportar por la presencia de la armada a escasos km. de la costa. Todo esto hace a la salud de una población, hace ya muchos años que desde la OMS se dejó en claro que salud no es solo la ausencia de enfermedad….. 51 hospitales o centros de salud han sido dañados. Al menos 23 miembros de los servicios médicos y de urgencias han muerto cumpliendo con su deber, y decenas mas han resultado heridos (Amnesty Internacional), también murieron 16 periodistas y 11 integrantes de Naciones Unidas .Las secuelas sicológicas en adultos y niños  son inconmensurables. Los niños han visto morir a sus compañeros de juegos y de colegio, tienen pesadillas, tienen enuresis, se hacen pis en la cama, no quieren separarse de sus padres que a su vez se encuentran impotentes para darles protección.1.8 m de personas no tienen acceso al agua potable ni a la electricidad. Hay una epidemia de piojos y sarna-dice The Lancet-y esto puede ser solo el comienzo de otras enfermedades ya que, por añadido, el sistema de desagües y cloacas también ha sido dañado. Este es, Sres, a vuelo de pájaro, el  resultado de la violencia sobre  las estructuras sanitarias, sobre el  personal que allí trabaja y sobre la salud de la población civil. Numerosas organizaciones médico-humanitarias han testimoniado sobre  lo que allí  pasó y sigue pasando, entre ellas Médicos sin Fronteras a la cual pertenezco, pero de la cual no soy vocero (lo que estoy diciendo corre por mi exclusiva cuenta y responsabilidad). Es sin duda el deber de los trabajadores de la salud,  también de la comunidad –en este caso  la comunidad de Mar del Plata- y de sus representantes, tomar conciencia de esta violencia, escuchar y dar voz a los que no tienen voz ,en este caso la población de Palestina  para  contribuir a que cese la impunidad, el genocidio brutal de esta última ofensiva y el genocidio gota a gota que se sigue ejerciendo día a día impidiendo la entrada de medicamentos, no dejando a sus profesionales intercambiar libremente con sus colegas, llevando a la población a tomar medidas desesperadas. No es el propósito de esta presentación inspirar lástima, sino romper el silencio o la tergiversación informativa y apoyar toda iniciativa que contribuya a terminar con el bloqueo y a terminar con la violencia contra las instituciones de salud y la población civil. Finalmente agradezco a Uds. nuevamente por el tiempo y el espacio concedidos.Eso es todo

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