18.11.12

Reflexiones sobre Palestina


de Abdallah Yusuf, el domingo, 18 de noviembre de 2012 a la(s) 8:11 ·
Reflexiones sobre Palestina

En el Nombre de Dios, El Compasivo, El Misericordioso

Saludos a todos: ante los recientes hechos ocurridos en Palestina, tristemente repetidos a lo largo de los años, nos encontramos en la red con una serie de argumentos y excusas de parte de los sionistas que francamente son absurdos e increíbles y no merecen mayor contestación. Pero mantener silencio ante tales injusticias fomenta su continuidad, así que me he propuesto responder brevemente algunas para que compartamos las reflexiones y abramos el debate.

Es una guerra” es lo primero que se ha tratado de instalar. No, amigos, para nada. Una guerra sería entre dos o más naciones o bandos. Acá hay un exterminio de un pueblo de parte de un estado nazifacista terrorista agresor que pretende cometer un genocidio para ocupar esas tierras. “Estado nazifacista”, porque una nación que pretende ser superior a otra, tener mayores derechos a ocupar una tierra y con esa mera excusa intenta realizar un genocidio, es nazifacista. “Terrorista”, porque el estado que bombardea con armas prohibidas, que ataca a la población civil intentando establecer el miedo entre los sobrevivientes, aplica tácticas de terrorismo. Y si las leyes de ese estado le permiten ingresar a otro territorio y asesinar con misiles a la persona que ellos consideran líder del otro bando sin ningún tipo de juicio ni derechos para el oponente, lo cual llaman “ejecuciones preventivas”, es lisa y llanamente un estado terrorista que actúa al margen de la ley y los derechos humanos.

  ¿Cómo podemos hablar de “guerra” cuando por un lado tenemos al quinto ejército más poderoso del mundo y por el otro lado, un pueblo encerrado, cercado en un “ghetto”, al cual se lo bombardea esperando su aniquilación total o su retirada? Cuando los judíos eran exterminados por los nazis en la Segunda guerra mundial, ¿hablaban de “guerra entre judíos y nazis”? No: fue un holocausto. Aquí es igual: se trata de un nuevo holocausto en nuestra historia, el holocausto del pueblo palestino.

  Como justificativo para la situación en la que están los palestinos, los sionistas dicen “Cuando la ONU decretó en 1948 la creación de los dos estados, los israelíes aceptaron pero los árabes se negaron a esto”… Veamos: si la ONU hoy decreta la partición del Estado argentino y le diese una mitad de la nación a los chinos, ¿qué ocurriría? ¿Lo aceptarían los argentinos? La ONU no tenía ningún derecho a partir Palestina y entregarles la mitad a los israelíes. Si querían resarcirlos por lo sufrido por el holocausto, debería haber partido Alemania o haberles entregado un territorio de Europa. Era absolutamente lógico que los palestinos se negasen a esto.

 Ahora, si Israel “aceptó esta resolución de la ONU”, ¿por qué aún hoy, más de 60 años después, siguen sin reconocer al estado palestino? Porque la solución a toda esta situación conflictiva se encuentra en manos de Israel, que es el fuerte del lugar. Los sionistas dicen que sufren continuamente agresiones terroristas de parte de los palestinos. Bueno: la solución es muy simple: deben establecer las fronteras de su estado, colocar una alambrada y vigilar que nadie se meta a su territorio. Pero Israel no delimita su territorio porque quiere ocupar toda Palestina. Israel no reconoce que ese otro territorio sea otra nación. ¿Y si no es otra nación, qué es?

  Otro nuevo argumento que se escucha es “la población civil tanto israelí como palestina es rehén en esta guerra”… ¿Rehén de quién? Ellos pretenden que el culpable es “el fundamentalismo islámico”. ¿Qué “fundamentalismo”? ¿Qué “grupo terrorista”? El pueblo palestino no tiene un ejército, por lo cual es natural que haya personas dispuestas a pelear para defenderlo. ¿Se los puede llamar “terroristas”? Exactamente lo mismo ocurre en El Líbano con el Hizbullah, que sería el ejército de esa nación. ¿Llaman al ejército israelí como “un grupo terrorista”? No. Y sin embargo ellos aplican tácticas de terrorismo mientras los palestinos y libaneses sólo se defienden de sus agresiones.

  También dicen “Los terroristas usan a los civiles como escudos humanos”… ¿Realmente alguien puede creer semejante estupidez? Si me arrojan un misil, ¿me voy a escudar con un chico para que no me lastime? Si adelante tengo a alguien que no le importa asesinar indiscriminadamente mujeres y niños, bombardear escuelas y hospitales, etc., ¿de qué me sirve usarlos como escudo? No: con esto pretenden excusarse de todas las muertes que causan. Gaza es un territorio de 360 km2 donde viven 1.500.000 personas, más de 4.000 habitantes por km2. Los miembros del Hamas, que es un partido político, no un grupo terrorista, viven ahí. No “usan a la población civil de escudo humano” sino que son parte de esa población.

  Y lo último que escuché de parte del sionismo es “Los medios de comunicación tapan todo lo que hacen los palestinos, todos sus ataques a la población civil israelí…”  ¡Por favor! Los medios de comunicación se encuentran masivamente en manos de sionistas o dominados por ellos. Manipulan las palabras para ocultar la verdadera situación. Hoy con tanta generalización de internet, con las redes sociales y tantos medios existentes, resulta difícil ocultar las atrocidades que comete Israel. Por eso las imágenes y noticias se les escapan, aunque ellos tengan el mayor dominio sobre los medios y los periodistas. Pero tales medios exacerban cualquier acción cometida por los palestinos, no las ocultan en absoluto.

  Los hechos hoy están a la vista de todos.  La ONU, la creadora de este conflicto, aún hoy no admite al Estado Palestino como Nación Soberana. Así, los crímenes que comete Israel no pueden ser denunciados ante ningún organismo internacional. Los palestinos son un pueblo sin derechos, sin reconocimiento, encerrados en dos zonas de tierra separadas, Gaza y Cisjordania. Busquen en internet información sobre Palestina, sobre Gaza, y verán lo que es y lo que dice. Busquen “Franja de Gaza en wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Franja_de_Gaza

Busquen “Palestina”: no lo van a encontrar como “Estado” o “Nación” o “País” sino como “Territorio”: http://es.wikipedia.org/wiki/Territorios_Palestinos

  Es un pueblo encerrado en un ghetto que sufre agresiones desde hace más de 60 años al que hoy se lo intenta exterminar para ocupar sus tierras. Esta es la realidad del pueblo palestino. Y su resistencia realmente heroica es tildada de “terrorismo” cuando debería ser un ejemplo de valor, fortaleza y lucha para toda la Humanidad.

  Saludos. Abdallah de La Plata

10.11.12

“Prisioneras Palestinas Paren Encadenadas”


AL-QUDS, Palestina ocupada. (ABNA) — Las mujeres palestinas prisioneras en “Israel” reciben un trato inhumano, a menudo se les niega asistencia médica, representación legal y son forzadas a vivir en condiciones miserables, incluso compartiendo celdas con roedores y cucarachas. Las violaciones de derechos y las condiciones a que hacen frente las mujeres en las cárceles israelíes requieren abordarse desde una perspectiva de género, según el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW, sigla en inglés). 

 “Prisioneras Palestinas Paren Encadenadas”
Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — 37 mujeres palestinas permanecen hoy prisioneras en cárceles israelíes, de un total de 7.500 encarcelados, principalmente por motivos políticos y, en su mayoría, miembros del Consejo Legislativo Palestino. Aproximadamente 10.000 mujeres han sido arrestadas o detenidas en cárceles y centros de detención israelíes desde 1967, entre más de 700.000 presos palestinos.
Fabrizia Falcione, responsable de derechos humanos de la mujer para el Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), ahora parte de ONU-MUJER, dijo que es crucial revelar el rostro humano detrás de esta violación del derecho internacional y del derecho internacional humanitario, para abordar la difícil situación de los presos políticos palestinos, entre ellos las mujeres y niños.
Una entrevista en Viena de Mehru Jaffer, de Inter Press Service (IPS), a la funcionaria, publicada por The Electronic Intifada el 11 de marzo 2011, fue la 18ª noticia más censurada rescatada este año por Proyecto Censurado. La cantidad de mujeres prisioneras políticas es menor comparada con el número de hombres, pero su situación carcelaria en los presidios israelíes es peor que la de sus compatriotas varones.
El trabajo de Falcione incluye provisión de ayuda legal y representación a las prisioneras, apoyo psico-social a los familiares de los presos y preparación para la liberación y reinserción de los reclusos en la familia y la sociedad.
La urgencia absoluta de abordar específicamente los derechos de las mujeres detenidas fue planteada por Falcione, en la semana de la entrevista, durante una reunión internacional centrada en la situación de los presos políticos palestinos en cárceles israelíes, en el primer encuentro de esta clase organizado por Naciones Unidas.
Fabrizia Falcione: “Es mala la situación de las mujeres palestinas y los menores en centros de detención israelíes”, precisó Falcione. “En términos numéricos, las palestinas prisioneras políticas y detenidas en cárceles israelíes son menos que los cientos de miles de presos políticos palestinos varones. Sin embargo, su difícil situación como reclusas es peor que la de los hombres”.
“La situación, condición y violaciones que enfrentan las mujeres en las cárceles de “Israel” debe ser abordado desde una perspectiva de género. En la actualidad el número de mujeres encarceladas es considerablemente menor que antes, pero las mujeres y las niñas siguen siendo arrestadas, sus necesidades especiales se siguen descuidando y violando sus derechos”.

“Entre los problemas físicos y psicológicos que enfrentan las mujeres presas existen negligencia médica y falta de servicios médicos especializados en prevención y tratamiento de enfermedades propias de la mujer”, dijo Falcione. “Las presas en la actualidad se encuentran encarceladas principalmente en dos presidios israelíes, en Hacharon y Damon, situados fuera de los territorios ocupados [Cisjordania y Franja de Gaza], en violación del artículo 76 de la Cuarta Convención de Ginebra.
“Ex prisioneras palestinas de ambas prisiones y familiares de las mujeres actualmente en prisión dicen que las celdas están infectadas de insectos, en particular cucarachas, así como roedores. Una ex reclusa liberada hace unos meses, dijo: ‘Es difícil intentar describirte la celda, no puedo. Es como una tumba bajo tierra... Hay tantos insectos en la celda, los colchones y la cubierta cubre cama estaban húmedas y olía fatal. Las aguas residuales se desbordan. Apenas pude hacer mis abluciones para orar’.
“Más allá de la salud en general, no hay soporte ginecológico. Las mujeres requieren atención médica regularmente, lo que es su derecho durante el parto, como se reconoce en el CEDAW [Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer]. La gran mayoría de las mujeres presas políticas palestinas en cárceles israelíes sufre de diversos problemas de salud”.
“– ¿Es verdad que las mujeres embarazadas son esposadas durante el parto?
“– Es cierto. Las mujeres embarazadas están encadenadas mientras dan a luz y también después. Hay una falta total de atención médica, en particular durante el parto. Las mujeres se lamentan de que los niños nacidos allí son llevados al cabo de dos años. En las cárceles israelíes, los derechos de las mujeres palestinas prisioneras son reconocidos, pero no respetados.
“Las mujeres cargan con el peso de que se infringen sus derechos culturales y religiosos. Una ex presa dijo: ‘Me quitaron mi jilbab [vestido largo] y me dieron el uniforme marrón especial de prisioneras, de manga corta. Pedí una camisa de manga larga que podía llevar debajo del uniforme. Una vez más se negaron. Me moví entre las celdas entre guardias varones con un uniforme de manga corta... lo que más me dolió fueron los insultos que lanzaban contra mí.”
“La privacidad de la mujer es violada y guardias varones realizar búsquedas en la celda sin ninguna consideración por las normas religiosas. Los prisioneros se cuentan cuatro veces al día, incluso muy temprano en la mañana, y se infligen castigos si las mujeres se encuentran dormidas o no responden inmediatamente al conteo.
“El aspecto más preocupante es la negación de los derechos de visita de familia. Las visitas de familiares a los presos se permiten dos veces al mes, en teoría, pero se redujeron drásticamente debido al hecho de que las cárceles se encuentran fuera del territorio palestino ocupado.
“Una visita de ida y vuelta a la prisión significa un viaje de 10 horas, no sólo debido a la distancia geográfica, sino también por los controles al movimiento de los palestinos en “Israel”. Si las familias logran hacer el viaje, se les permite una visita de 30 minutos, hablando a través de la división de un vidrio grueso que impide cualquier contacto físico, incluso entre la madre y el niño. Esto afecta el bienestar, no sólo de la madre sino también de los niños. La ruptura de las relaciones familiares y sociales es grave en el estado psicológico de las mujeres.
“– ¿Cuál es, exactamente, el crimen de estas mujeres?
“– Muchas mujeres son encarceladas sin juicio por pertenencia a organizaciones prohibidas por parte de “Israel”, bajo el pretexto de proteger la seguridad nacional del estado. En la prisión de Neve Terza, las presas políticas palestinas permanecen detenidas a la espera de juicio en la sección de mujeres asignada a personas que cometieron delitos penales, en clara violación de la Regla 85 del estándar mínimo de reglas de Naciones mínimas para el tratamiento de prisioneros, que dice: "Los acusados serán mantenidos separados de los reclusos condenados".
“Esto permite que los prisioneros israelíes amenacen y humillen a las mujeres palestinas a través del abuso verbal y físico. Presas y detenidas palestinas están aún impedidos de utilizar las instalaciones penitenciarias como bolígrafos, material de lectura y tiempo de recreo”.

EL MISTICISMO Y LA FILOSOFIA ISLAMICA

Por Aiatul·lah Muhammad Taqî Misbâh Iazdî


Introducción

Los seres humanos viviendo en este mundo pueden ser comparados a bolas liberadas en el espacio, cada una de las cuales posee una potencia y una energía secreta que les permite cernerse hacia un reino infinito, trascendental. Sin embargo, la atracción de los placeres sensuales los hace precipitarse hacia la prisión del mundo natural, creando en ellos un movimiento hacia la decadencia y la degradación. Además, los deseos y tendencias satánicas y egoístas, que encuentran una forma concreta en las culturas y civilizaciones materialistas, aceleran su degradación y caída. Pocos son, de veras, aquéllos que han sido bendecidos con una percepción intuitiva de las realidades espirituales y cuyos corazones se encuentran abiertos a los mensajes divinos; quienes dejan atrás  los deseos y apegos ruines y animales y se remontan hacia horizontes celestiales y luminosos; quienes dan un paso gigantesco hacia adelante en el curso de su evolución espiritual hacia la verdadera fuente de toda felicidad, belleza, poder, armonía y perfección; en otras palabras, hacia Dios. Pero incluso aquéllos que se estrellan bruscamente contra la tierra como bolas, eventualmente se encuentran frustrados e insatisfechos en la prisión de la materia y comienzan a expedirse con la misma velocidad, pero en un sentido contrario a su movimiento de caída, hacia el trascendental reino celestial. Y esto puede repetirse numerosas veces.
En el presente somos testigos de esta reacción en un grupo de individuos que, desilusionados por la decadencia de la cultura occidental, están sedientos de valores espirituales y están rodando por éste y aquel camino, buscando una corriente de agua pura, pero, desafortunadamente, en su mayor parte, caen víctimas de los embusteros quienes en lugar del néctar de la sabiduría, es veneno lo que derraman en sus labios, empujándolos a un precipicio aún más profundo que aquel del cual ellos estaban intentando escapar, y en otras palabras, ¡los envían a su ruina a través de la puerta de atrás!
La tendencia centrífuga a escapar de la cultura materialista no está limitada a individuos aislados solamente. Hoy somos testigos de una expansión de los movimientos sociales pro-islámicos alrededor del mundo, incluso en las sociedades más decadentes y débiles espiritualmente. Lo que ha acelerado estos movimientos es la victoria de una gran revolución islámica la cual, guiada por un gran místico, contó con la fuerza liberada a partir de una gran reserva de energía popular, y bajo la luz de las enseñanzas islámicas, ha superado a todas las fuerzas satánicas y está avanzando con ímpetu y firmeza a pesar de todos los serios obstáculos que la rodean. Si bien ésta no es la primera vez que un hombre espiritual ha conducido a un movimiento social, no es una tarea fácil señalar otros ejemplos de movimientos de tal profundidad y magnitud y de tal constancia e inmutabilidad. De cualquier modo, este fenómeno también puede proveer un incentivo fuerte para un análisis del papel que desempeñan las inclinaciones espirituales, especialmente aquella del misticismo islámico, en originar una evolución positiva en las vidas de los seres humanos.

El misticismo en el mundo musulmán

Desde hace mucho tiempo han existido en el mundo islámico tendencias conocidas como "misticismo" ('irfân) y "sufismo" (tasawwuf), alcanzando su apogeo en muchos países, tales como Irán y Turquía, desde el siglo IV hasta el VIII de la Hégira. Hoy, también, existen numerosas ramas de sufis a través del mundo musulmán. Además, se han encontrado tendencias similares entre los seguidores de otros credos. Y este hecho dio origen al interrogante de si algo llamado "misticismo islámico" existe realmente, o si los musulmanes han tomado de otros esta tendencia, y que por ende, lo que se da en llamar misticismo islámico es en realidad misticismo de los musulmanes y no misticismo del Islam. También podemos cuestionar si es que el Islam contiene dentro de sí algo llamado 'irfân, ¿es éste idéntico al misticismo que encontramos hoy entre los musulmanes o ha sido objeto de cambios y alteración?
Han habido diferentes respuestas a esta pregunta. Algunos completamente han negado la existencia del misticismo en el Islam, considerándolo una herejía, como algo que debe ser rechazado. Otros han sostenido que es algo ajeno a las enseñanzas del Islam pero compatible con él. En estos mismos términos, algunos han dicho que el 'irfân es una innovación elogiable, como el monacato en el Cristianismo, respecto a lo cual el Corán dice:
﴿و رهبانية ابتدعوها ما كتبناها عليهم إلا ابتغاء رضوان الله﴾
«... Y el monacato que inventaron, que no les prescribimos, sino que fue en el anhelo de complacer a Dios...» (Al-Hadîd; 57:27)
Finalmente, un tercer grupo sostiene que el misticismo es un aspecto integral del Islam, de hecho, nada menos que su misma esencia y espíritu, que tiene su fuente, como todos los otros elementos de la fe, en el Sagrado Corán y la tradición del Profeta (BP). Ellos, por consiguiente, rechazan la noción de que haya sido tomado prestado de cualquier otra religión o escuela de pensamiento, manteniendo que la existencia de similitudes entre el misticismo islámico y otras creencias no constituye una prueba de que aquel haya sido adoptado de esas religiones o filosofías, así como la existencia de similitudes entre los principios del Islam y aquéllos de otras doctrinas reveladas tampoco prueba que éstos hayan sido tomados de otras religiones.
Nosotros creemos que la última posición es la más precisa. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que afirmar la legitimidad del misticismo islámico no es un sinónimo de aprobar todo lo que se practica en el mundo musulmán bajo el nombre de misticismo y sufismo, así como todas las prácticas y creencias encontradas entre los grupos que se dan en llamar a sí mismos musulmanes no pueden ser consideradas, de hecho, islámicas. Puesto que si ello fuera así, entonces nos veríamos forzados a concluir que, o el Islam es una amalgama de creencias y valores contradictorios, o bien que nos enfrentamos a versiones contradictorias del Islam. En cualquier caso, mientras que nosotros admitimos la existencia de un misticismo islámico genuino, cuyos más altos grados fueron alcanzados por el Profeta (BP) y sus legítimos sucesores (P), no negamos la presencia de elementos extraños en el sistema doctrinal de los místicos musulmanes, y consideramos objetables las creencias y prácticas de muchas sectas sufis.



'Irfân, Tasawwuf, Hikmah y Falsafah

Antes de embarcarnos en una discusión acerca del misticismo islámico será conveniente clarificar las definiciones de los términos 'irfân (misticismo o gnosis) y tasawwuf (sufismo), a fin de evitar los malentendidos y las confusiones.
La palabra 'irfân, al igual que ma'rifah, literalmente significa "saber". Sin embargo, como término técnico ha venido a denotar una clase particular de conocimiento, obtenido no a través de la experiencia, el intelecto o el aprendizaje, sino por medio de la percepción intuitiva directa. Es más, el término llega a extenderse a las teorías que pueden resultar de tales percepciones. Por otra parte, desde que estas comprensiones intuitivas generalmente son logradas cuando son realizadas las prácticas y experimentadas las austeridades, los métodos y prácticas empleados por los “buscadores” son conocidos como “misticismo práctico” ('irfân 'amalî), en contraste con las posiciones teóricas a las que ya aludimos, que son llamadas "misticismo especulativo" ('irfân nazharî), y que se encuentran a veces combinadas con una forma de razonamiento lógico, como por ejemplo sucede en el caso de la "Filosofía Iluminista" (Falsafat-ul Ishrâq).
Muy probablemente el término tasawwuf derive de la palagra sûf, o "lana", y significa "usar ropa de lana" como un símbolo de una vida austera, libre de todo apego al confort y al placer sensual. De este modo, tasawwuf es un término con una mayor afinidad con el "misticismo práctico", mientras que el término 'irfân está más íntimamente asociado al "misticismo especulativo."
Así, en el área del misticismo pueden distinguirse por lo menos tres elementos:
Primero, un curso específico de acción, el cual, de acuerdo a sus defensores, garantiza al buscador una comprensión intuitiva, inmediata y directa de Dios, Sus Nombres y Atributos Divinos y sus manifestaciones.
 Segundo, los estados de consciencia particulares que un buscador experimenta y las percepciones espirituales que él finalmente logra.
Tercero, las teorías y afirmaciones que están basadas en experiencias espirituales pero que son más o menos inteligibles a individuos que pueden no haber atravesado personalmente el sendero del misticismo práctico. Sin embargo, estas teorías y afirmaciones proporcionan su recóndita esencia y sentido a los auténticos místicos solamente.
Las explicaciones mencionadas dejan en claro que un místico verdadero es aquel que se ha empeñado en una serie de prácticas y ejercicios particulares que lo han conducido a una comprensión directa, intuitiva y profunda de Dios, Sus Atributos y Acciones; mientras que el misticismo especulativo es solo un testimonio y una interpretación de tales comprensiones; un testimonio y una interpretación que bien pueden ser incompletos y deficientes. Además,  en base una interpretación abierta y liberal nosotros podemos aplicar el término “misticismo” a todos los senderos que se atraviesan con el propósito de alcanzar la “Verdad”, la liberación espiritual y los estados de conciencia y las percepciones espirituales a las que ellos conducen. Interpretado de esta manera, ello puede incluir al misticismo budista e hindú y a las tradiciones místicas de algunas tribus siberianas y africanas. Interpretado en un modo amplio semejante, el término “religión” puede también ser aplicado al Budismo y a varias formas de veneración a los elementos de la naturaleza.
Aquí es apropiado mencionar brevemente otros dos términos que se relacionan a la presente discusión: hikmah y falsafah. Una palabra puramente de origen árabe, hikmah literalmente significa "conocimiento cierto". Es generalmente usada para referirse a las formas prácticas de conocimiento, y el Corán también la utiliza de la misma manera (Al-Isrâ' 17:39)[1] Como un término, sin embargo, ha venido a aludir a la Metafísica y también a la Filosofía y Ética prácticas. Por otra parte, en la terminología de la Ética se refiere a aquella facultad del alma que concierne a la aplicación de la razón, y también a aquel punto medio entre la necedad y la astucia. En cualquier caso, no es aplicable ni a las filosofías heréticas ni a las escépticas. Falsafah, por otra parte, deriva del griego y alude a todos las tentativas racionales e intelectuales por comprender las leyes y principios universales y abstractos, aun si tal empeño deba conducir a la negación de la posibilidad de lo evidente, del conocimiento inmutable, o incluso a la negación de la misma existencia de un mundo objetivo.

La legitimidad del Misticismo islámico

Un análisis detallado de los versículos coránicos, las declaraciones hechas por el Profeta (BP) y los miembros de su Casa (P) revelará sin duda ambos conceptos profundos en el reino del misticismo especulativo y las numerosas instrucciones y pautas sobre cómo conducir la búsqueda espiritual. Como ejemplo, podemos señalar versículos que tratan de la unidad de la Esencia, Atributos y Actos divinos en la sûrah At-Tawhîd, al comienzo de la sûrah Al-Hadîd y al final de la sûrah Al-Hashr, además de aquéllos (párrafos) que aseveran la presencia de Dios en todo el universo, Su completo control sobre todas las criaturas y el hecho de que ellos están constantemente, si bien inconscientemente, alabando y rindiéndole homenaje a Él.[2]
Hay también versículos que pueden aplicarse a lo relacionado a exponer la práctica islámica del peregrino espiritual y su búsqueda contemplativa, abordando asuntos tales como el pensamiento, el recogimiento, el recuerdo y la concentración constante en Dios, las oraciones y vigilias nocturnas, despertarse antes del amanecer con el fin de orar y meditar, el ayuno, la prosternación prolongada durante la noche y la repetición del Nombre de Dios, profunda humildad, completa obediencia a Dios, derramar lágrimas y arrojarse en prosternación al escuchar y leer los versículos coránicos, la pureza de intención en la realización de las observancias religiosas, realizar buenas obras por la causa del propio amor por Dios y a fin de volverse piadoso y obtener Su satisfacción, tener fe y confianza en Dios, contentamiento y rendirse totalmente a la Voluntad divina.[3] Además, en las declaraciones, oraciones y súplicas del Profeta (BP) y los Imames (P) hay innumerables casos que abordan tales tópicos.
En respuesta a estos claros versículos del Corán e igualmente a las inequívocas declaraciones y aseveraciones hechas por el Profeta (BP) y los Imames (P), se han tomado dos posiciones extremas. Un grupo ha interpretado tales declaraciones de una manera superficial y textual, incluso yendo tan lejos hasta el punto de afirmar que Dios experimenta diferentes estados de ser y que físicamente Él “asciende” y “desciende”. Este grupo ha despojado los versículos coránicos y las tradiciones y narraciones de su excelso significado espiritual, negando a su vez, completamente, la existencia de cualquier forma de misticismo en los textos islámicos.
 Otro grupo, influenciado por varias razones sociales, ha adoptado elementos extraños e importados de las fuentes no-islámicas y de este modo desarrolló creencias que no se puede decir que tengan sus raíces ni en el Corán ni en la tradición profética, y de hecho, en muchos casos, contradicen afirmaciones claras y carentes de ambigüedad hechas en ellos. En cuanto a la práctica concierne, por un lado ellos, o han creado sus propias reglas y regulaciones, o las han tomado prestadas de religiones no-islámicas, y, por otra parte, alegaron que las obligaciones religiosas no son obligatorias sobre el místico que ha llegado a la completa unión con Dios.
Ahora, los comentaristas que tienen una actitud indistintamente favorable hacia todos los místicos y sufis, han expuesto explicaciones e interpretaciones justificando todas las prácticas arriba mencionadas, pero para ser justos uno está obligado a admitir que al menos algunas de las afirmaciones hechas y las posiciones tomadas por los miembros del grupo anterior no pueden ser justificadas racionalmente. No debemos permitirnos a nosotros mismos ser tan temerosamente reverentes a imponentes figuras intelectuales o espirituales al punto que seamos conducidos a una aceptación ciega de todos sus alegatos, ni negarle a nadie el derecho a someter sus posiciones y creencias a un análisis crítico.
 Por otro lado, afirmar este derecho obviamente no significa que toleremos y apoyemos juicios dogmáticos, superficiales, inmaduros y perjudiciales, y cerremos nuestros ojos a todos los puntos valiosos y positivos. Uno debe buscar la verdad, no descarriarse del sendero de la imparcialidad y la justicia, y eludir ambos extremos de, o ciega afirmación incondicional o condena perjudicial e irreflexiva, suplicando a Dios que nos ayude a descubrir la verdad y que guíe nuestros pasos a lo largo del sendero.

Está de más decir que un sondeo cabal del misticismo, sufismo, hikmah y filosofía, y la relación de cada uno con el otro y con el Islam, está más allá del alcance de un simple artículo. Así, debemos discutir aquí brevemente los elementos más significantes y dejar un análisis más extensivo para un momento más oportuno.

Misticismo e Intelecto

Uno de los puntos fundamentales de la contienda entre los defensores y oponentes del misticismo es si los fundamentos presentados por los místicos, presuntamente a través del discernimiento intuitivo interior, pueden estar sujetos al juicio racional, a fin de que, por ejemplo, la razón pueda declarar a algunos de ellos inválidos. Esto es importante porque algunos místicos hacen afirmaciones que desafían cualquier explicación racional, alegando que son los resultados del discernimiento intuitivo, encontrándose ello más allá del alcance de la razón, y, en consecuencia, más allá de su jurisdicción.
Uno de los temas que ha dado origen a la disputa mencionada es la concepción mística de wahdat-ul wuyûd o la "unidad de la existencia", expuesta en las siguientes formas:
Primero, que nada ha existido nunca, ni debe jamás existir excepto Dios, y que lo que se ha presumido como criaturas no es nada excepto ilusiones y fantasías (panteísmo).
Segundo, que nada existe fuera de la Esencia divina o la esfera del Conocimiento divino. De este modo, en esta versión, se acepta una forma de multiplicidad en la unidad.
La tercera versión del concepto, más general, es que al final de su búsqueda el peregrino espiritual alcanza el estado de fanâ' (aniquilación o disolución en Dios del yo individual), de manera que nada sino un nombre queda de él.
La cuarta versión, aún más moderada, es que finalmente el peregrino espiritual llega a un estado donde él no puede ver nada excepto a Dios, de modo que todo se desvanece en Dios. Más precisamente, él percibe que las cosas se desvanecen en Dios, semejante a lo que ocurre cuando uno percibe que luces más débiles desaparecen en la luz brillante del sol.
Cuando se hacen tales declaraciones, generalmente los oponentes se atienen a los argumentos racionales, mientras que los defensores por último sostienen que tales realidades se encuentran en un reino más allá del alcance de la razón, y por consiguiente, se rehúsan a responder a las objeciones levantadas por sus críticos. La cuestión fundamental que surge de este modo, es en cuanto a si existen realidades que la razón es incapaz de captar y que por ende no puede atreverse a negar y rechazar.
Lo que puede exponerse muy brevemente respecto al problema mencionado es que, si bien la razón siempre trata con los conceptos y no es su función proveer conocimiento de las entidades en concreto o descubrir la naturaleza básica de cualquier referente externo, mucho menos la existencia de Dios, aún así los dictados básicos de la lógica, donde lo evidente por sí mismo o lo que implica lo que es evidente por sí mismo, no pueden ser contradichos y someterse a referentes objetivos a través de los conceptos. Asumir que tales dictados de la lógica son falsos implica contradicción. En otras palabras, si bien no es función de la razón proveer conocimiento universal concreto, no cabe duda la validez de sus juicios lógicos sobre el conocimiento empírico, si es que ellos se enfrentan a los criterios antes mencionados.
Sin embargo, respecto al tema de wahdat-ul wuyûd, se puede decir que negar la existencia de todo excepto Dios, y de la multiplicidad de lo existente, no solo violará las leyes de la razón sino que también contradirá el conocimiento empírico directo sobre el cual el yo basa sus acciones y reacciones. Entonces, uno puede preguntar, ¿son verosímiles los discernimientos místicos, cuando la prueba más fuerte ofrecida en su apoyo es directa, individual y de inmediata percepción? Se desprende, entonces, que esta interpretación del concepto de la “unidad de lo existente” es totalmente inaceptable. Existe, sin embargo, una interpretación verosímil de esta idea, expuesta en “la Filosofía Trascendental” (Al-hikmat-ul muta'âliiah) de Mul·la Sadra, en el sentido de que la existencia de las criaturas es contingente y dependiente de Dios. En realidad, es pura contingencia y dependencia y una completa falta de independencia de su parte. Lo que el místico percibe es esta carencia de independencia, que él en consecuencia denomina “falta de existencia real.”

Aquí nosotros podemos plantear nuestra pregunta de otra forma: ¿Es apropiado considerar el juicio de la razón superior al conocimiento logrado por la experiencia personal? O ponerlo de otra manera, ¿es posible negar la validez del conocimiento obtenido a través de la percepción directa por medio de un juicio de la lógica, el cual es una forma de conocimiento adquirido? La respuesta es que la cognición pura, inmediata y sin intermediarios no es otra que la percepción directa de la realidad y no puede ser invalidada. Sin embargo, generalmente, la percepción directa está acompañada de interpretación intelectual, a fin de que solo por medio de proceder con gran cautela uno pueda distinguir la una de la otra. Estas interpretaciones mentales, que son por sí mismas una forma de conocimiento adquirido, pueden, en efecto, ser erróneas, y son estas engañosas interpretaciones las que son rechazadas a través del análisis lógico y no las percepciones directas e inmediatas por sí mismas. En el caso de la concepción mística de la “unidad de lo existente” también, lo que es en realidad percibido por el místico es que la existencia independiente es propiedad exclusiva de Dios solamente. El místico, sin embargo, interpreta esto con el sentido de que solo Dios posee existencia real, y en consecuencia procede a negar la existencia real de cualquier otra criatura.
Vale la pena mencionar que los místicos musulmanes más grandes han advertido que algunas de las cosas percibidas en los estados místicos son satánicas y falsas, que estas extraviadas “inspiraciones” pueden ser reconocidas a través de ciertos signos, y que por último ellas pueden ser distinguidas por medio de ser puestas a prueba mediante un correcto análisis lógico, basado en el Corán y la Tradición del Profeta (BP). Obviamente, el análisis de las diferentes clases de percepción, discernimiento y conocimiento directo e inmediato, la manera en que ello se refleja en la conciencia, las causas de las interpretaciones erróneas y el modo de discriminar entre las interpretaciones correctas y erradas, es un tópico bastante vasto como para ser tratado en este breve artículo.


El Misticismo y la Ley Religiosa Islámica

Otro tema importante que merece nuestra atención es la relación que existe entre el misticismo práctico (tarîqah) y los principios de la ley religiosa islámica (sharî'ah). Algunos sostienen la idea de que el misticismo práctico constituye un sendero independiente hacia el descubrimiento de las realidades espirituales, pudiendo ser utilizado sin adherirse a las leyes islámicas religiosas. Además, ellos afirman que este sendero es, o tolerado por el Islam, por estar considerado como una innovación provechosa, o, por lo menos, no ha sido condenado por él. A este respecto algunos han ido mucho más lejos al punto de afirmar que ninguna creencia religiosa es necesaria para el logro de la iluminación espiritual. Otros, han dicho que la creencia en cualquier fe es todo lo que se necesita. Tomando una posición más moderada, un tercer grupo sostiene que un buscador espiritual debe creer en una de las religiones reveladas.
Sin embargo, desde el punto de vista islámico el sendero místico no es algo independiente de la sharî'ah, sino que más bien es un aspecto más preciso y refinado de la misma. Si nosotros aplicamos el término sharî'ah a las leyes externas y exteriores del Islam, se puede decir que tarîqah, el sendero esotérico, se refiere a la dimensión interna de los mismos principios y puede ser practicada solo cuando éstos se le adhieren. Por ejemplo, la ley exotérica expone las reglas externas que rigen la realización de las oraciones rituales diarias (salât), mientras que las enseñanzas esotéricas delinean los métodos con los cuales el creyente puede lograr total concentración, comprometer su corazón y alma dentro de la oración, y lograr las condiciones previas que hacen posible la perfección en  la realización de las observancias religiosas. Las enseñanzas exotéricas del Islam estimulan a la adoración a Dios a fin de que los creyentes puedan librarse del castigo divino y disfrutar de las bendiciones celestiales, mientras que el sendero místico insta a los creyentes a adorar solo con la intención de satisfacer a Dios y a abandonar todos los otros asuntos. Esto es lo que encontramos con la denominación de “la adoración del libre” en las narraciones atribuidas a Ahlul Bait (P). Otro ejemplo es aquel de la condena del politeísmo y la idolatría: en las enseñanzas exotéricas se refiere a la abierta y clara adoración de ídolos y a otras prácticas semejantes, pero en el sendero místico el concepto se expande al punto de incluir muchas más sutiles formas de este pecado. Aquí, cualquier amor, temor, fe, y expectativas en cualquier otro que Dios es considerado una forma de idolatría si uno les atribuye independencia y no se entrega a tales prácticas bajo la orden divina.
Podemos concluir entonces que las diferentes innovaciones y sectas artificiosas en su totalidad, no solo no nos ayudan a obtener el discernimiento místico y la iluminación, sino que en realidad pueden obstruir el verdadero sendero espiritual. Es obvio entonces que prácticas que han sido clara e inequívocamente condenadas y prohibidas por las leyes religiosas islámicas solo pueden ser dañinas. Puesto que, si bien algunas prácticas pueden, temporalmente, producir efectos "místicos" su resultado final será perjudicial, pudiendo en realidad ser artimañas satánicas que lo elevan a uno para una caída final. De este modo, uno debe tener cuidado de no ser engañado por ellas. El sendero verdadero, entonces, no es otro que aquel expuesto por Dios y que fue claramente expresado en el Corán.
Traducción del inglés: Sumaia Younes
Fuente: al-shia.org



4.11.12

La Historia de Gadîr Jumm




Por Sumeia Younes

La celebridad de esta historia y las narraciones que la transmitieron superan el límite de tawâtur. Los sabios shias escribieron valiosos libros respecto a este suceso, el más abarcador y completo de los cuales es el del ‘Al·lâmah al-Amînî -la misericordia de Dios sea sobre él- quien transmite la historia de Gadîr Jumm en el primer tomo de su afamado libro Al-Gadîr citando los nombres de ciento diez Compañeros del Profeta, de ochenta y cuatro Tâbi‘în (compañeros de los Compañeros) y de trescientos sesenta sabios y narradores de hadices de Ahl al-Sunnah que citaron el Hadîz en sus libros, con todas las características y explicaciones de la situación y condición de sus narradores: cincuenta y seis sabios del siglo II de la hégira, noventa y dos del siglo III, cuarenta y tres del siglo IV, veinticuatro del siglo V, veinte del siglo VI, veintiuno del siglo VII, dieciocho del siglo VIII, dieciséis del siglo IX, catorce del siglo X, doce del siglo XI, trece del siglo XII, doce del siglo XIII y diecinueve del siglo XIV.[1]
Además, veintiséis sabios shias y sunníes escribieron libros que en forma independiente sólo se refieren a este suceso. Asimismo, cientos de poetas y literatos tanto árabes como no-árabes escribieron poesías y recitaron elegías al respecto.[2] Con el fin de no extendernos demasiado en el texto, traducimos la historia del libro Al-Gadîr, eligiendo la más resumida y compendiada y al mismo tiempo la más abarcadora de todas las narraciones que fueron citadas en los libros de Ahl al-Sunnah:
“En el año décimo de la hégira, el Mensajero de Dios (s.a.w.) anunció a la gente que se dirigiría a realizar la Peregrinación, por lo que una gran multitud de entre los diferentes clanes de los alrededores se dirigió a Medina para acompañar al Profeta y aprender de él lo relacionado a este deber divino (la realización de la Peregrinación a la Casa de Dios).
Éste fue el único Haÿÿ que el Mensajero de Dios (s.a.w.) realizó tras su Emigración a Medina. No lo había realizado antes y ya no lo haría jamás hasta que falleció, por lo que se lo llamó Haÿÿah al-Wadâ‘ (Peregrinación de Despedida), Haÿÿah al-Islâm (Peregrinación del Islam), Haÿÿah al-Balâg (Peregrinación de la Anunciación), Haÿÿah al-Kamâl (Peregrinación de la Perfección), y Haÿÿah al-Tamâm (Peregrinación de la Culminación).
Tras realizar un gusl[3] y ungirse aceite en el cuerpo, el Mensajero de Dios (s.a.w.), salió de Medina a pie, vistiendo solo dos simples piezas de telas (ihrâm) -una atada a la cintura y otra sobre los hombros-. La fecha de su partida de Medina fue un día sábado 24 o 25 del mes de Dhûl Qa‘dah.
El Mensajero de Dios (s.a.w.) llevó consigo a todas sus esposas quienes iban montadas en literas de camellos, acompañándolo también muchos de sus familiares y Emigrantes de La Meca, los Auxiliares de Medina y clanes árabes.
Su partida coincidió con una epidemia de viruela o fiebre tifoidea que afligió a la gente de Medina, por lo que muchos no pudieron dirigirse a realizar la Peregrinación con el Profeta (s.a.w.), pero aun así, una gran cantidad de gente salió con él. Según algunas narraciones partieron ciento catorce mil, según otra narración, ciento veinte mil, en otras, ciento veinticuatro mil, y otras aluden a mucho más.
Este número solo corresponde a quienes partieron de Medina junto al Profeta (s.a.w.), ya que la cantidad de personas que junto a él realizaron el Haÿÿ, como la gente de La Meca, y los que llegaron luego desde el Yemen junto a ‘Alî (a.s.) y Abû Mûsâ, eran muchas más”.[4]
Seguidamente el ‘Al·lâmah al-Amînî transmite la historia del viaje y las paradas y lugares en los que permanecieron a lo largo del camino, y luego dice que el Profeta ingresó a La Meca el día martes, y que tras realizar los ritos del Haÿÿ emprendió el regreso a Medina, acompañándolo aquella misma gente, hasta que llegó a Gadîr Jûmm, que es una región de Ÿuhfah donde se separan los caminos de la gente de Medina, Egipto e Irak. Allí se detuvo.
Continúa el ‘Al·lâmah al-Amînî: “Era el día jueves 18 de Dhûl Hiÿÿah, en el que el Ángel Gabriel descendió y le reveló la siguiente aleya por parte de Dios, Glorificado Sea:

﴿ يَآ أَيُّهَا الرَّسُولُ بَلِّغْ مَآ اُنْزِلَ إِلَيْكَ مِن رَبِّكَ وإِن لَمْ تَفْعَلْ فَمَا بَلَّغْتَ رِسَالَتَهُ وَاللّهُ يَعْصِمُكَ مِنَ النَّاسِ

«¡Oh Mensajero! Proclama lo que te fue revelado por tu Señor, porque si no lo hicieras no habrás comunicado Su Mensaje, y Dios te mantendrá a salvo de la gente».[5]

De este modo encomendó al Profeta (s.a.w.) que presentara a la gente a ‘Alî (a.s.) y les anunciara el tema de la Wilâiah y el liderazgo, y la obligación de que fuera obedecido. Esto sucedió en un momento en que las caravanas que estaban a la vanguardia se encontraban cerca de Ÿuhfah, por lo que el Mensajero de Dios (s.a.w.) ordenó que aquéllos que estaban adelantados regresaran, y que los que estaban rezagados se detuvieran en ese lugar. También advirtió que nadie debía detenerse bajo cinco árboles juntos que allí había, y que limpiaran y barrieran la tierra bajo los mismos, hasta que se hizo la hora de la oración del mediodía y se escuchó el llamado a la oración. El Mensajero de Dios (s.a.w.) se dirigió hacia aquellos árboles y rezó allí la oración del mediodía junto a la gente. Aquel día estaba intensamente caluroso, hasta el punto que los presentes colocaban parte de sus capas y mantos sobre sus cabezas y parte bajo sus pies para que el calor del sol no los hostigara. El Mensajero de Dios (s.a.w.) también se refugió bajo la sombra de una tela que había sido colocada sobre uno de aquellos árboles.
Después de concluir con la oración, el Mensajero de Dios (s.a.w.) se puso de pie en medio de la gente sobre unas monturas de camello que habían sido dispuestas allí, y con una voz expresiva y alta que llegaba a oídos de todos, habló así:

« الحمد لله ونستعينه ونؤمن به ، ونتوكل عليه ، ونعوذ بالله من شرور أنفسنا ، ومن سيئات أعمالنا ، وأشهد أن لا إله إلا الله ، وأن محمدا عبده ورسوله - أما بعد - : أيها الناس إني أوشك أن أدعى فأجبت ، وإني مسؤول وأنتم مسؤولون ، فماذا أنتم قائلون ؟ »

“La alabanza sea para Dios y a Él pedimos ayuda. En Él creemos y a Él nos encomendamos, y nos refugiamos en Dios de nuestro propio mal y de la maldad de nuestros actos… Y testifico que no hay divinidad sino Dios, y que Muhammad es su siervo y Mensajero.
¡Oh gentes! … Por cierto que yo pronto responderé a la invitación de Dios, y vosotros y yo somos responsables cada uno de lo que se nos ha encomendado; entonces ¿vosotros qué decís a esto?”.

La gente dijo: “Atestiguamos que anunciaste muy bien tu Mensaje y nos aconsejaste y te esforzaste. ¡Que Dios te recompense en la mejor forma!”.

« ألستم تشهدون أن لا إله إلا الله ، و أن محمدا عبده ورسوله ، وأن جنته حق وناره حق وأن الموت حق وأن الساعة آتية لا ريب فيها وأن الله يبعث من في القبور ؟ »

Dijo: “¿Atestiguáis que no hay divinidad sino Dios, y que Muhammad es Su siervo y Mensajero, que Su Paraíso es verdad, que Su Fuego es verdad, que la muerte también es verdad, y que la Hora está próxima, de lo cual no hay duda, y que ciertamente Dios resucitará a los que están en los sepulcros?”.

Dijeron: “Sí, lo atestiguamos”.

El Mensajero de Dios (s.a.w.) dijo:
“¡Señor mío, Sé testigo!”.

Entonces dijo:
“¡Oh gentes! ¿Acaso me estáis escuchando?”.

Respondieron: “Sí”.
Dijo:


Sabed que yo entraré a la Fuente (de Kauzar) y vosotros también volveréis a mí, al lado de la Fuente, la que tendrá un ancho como la distancia entre Saná y Basora[6], y en la cual habrá copas de plata como hay estrellas en el cielo. Entonces observad cómo tratáis a Zaqalain -los dos tesoros- después de mí, y cómo observáis mi derecho con relación a ambos”.

Uno de los presentes dijo: “¿Y cuáles son los dos tesoros ¡oh Mensajero de Dios!?”.
Dijo:


“El tesoro mayor es el Libro de Dios, uno de cuyos extremos se encuentra en manos (del Poder) de Dios, Imponente y Majestuoso, y el otro extremo está en las vuestras. Entonces, aferraos a él para que no os desviéis. Y el tesoro más pequeño es mi familia, y el Benevolente, el Informado me ha anoticiado que estos dos no se separarán jamás hasta que regresen a mí en la Fuente (de Kauzar). Yo he pedido eso a mi Señor, entonces, no os adelantéis a ellos, puesto que seríais aniquilados, ni seáis negligentes a su respecto, puesto que seríais exterminados”.

En ese momento tomó la mano de ‘Alî (a.s.), levantándola de tal manera, que podía verse la blancura de las axilas de ambos, y toda la gente lo observó. Y dijo:

“¡Oh gentes! ¿Quién posee primacía sobre los creyentes por sobre sus propias vidas?”.
Respondieron: “Dios y Su Mensajero son los más sabios”.

Dijo:
“Ciertamente que Dios es mi Señor (mawlâî) y yo soy el señor (mawlâ) de los creyentes y poseo primacía (anâ awlâ) sobre los creyentes por sobre sus propias vidas”.

Tras ello dijo:

“Entonces, aquel de quien yo fuera su señor (mawlâ), ‘Alî es su señor (mawlâ)”.

(Y repitió esto tres veces. En la transmisión de Ahmad ibn Hanbal -el imâm de los hanbalíes- narró que repitió esta frase cuatro veces).

Tras ello dijo:
“¡Dios mío, Sé amigo de quien sea su amigo, y enemigo de quien sea su enemigo; ama a quien le ame, y odia a quien le odie; auxilia a quien le auxilie, y abandona a quien le abandone, y haz que la verdad esté donde él se encuentre!”.

Tras ello dijo:
“Todos los que hoy estu­vieron presentes aquí, deben hacer llegar este mensaje a quienes no es­tuvieron”.

Todavía no se ha­bían separado unos de otros que el Fiel de la Re­velación -el Ángel Gabriel- hizo des­cender la siguiente aleya de parte de Dios:

﴿ الْيَوْمَ أَكْمَلْتُ لَكُمْ دِينَكُمْ وَأَتْمَمْتُ عَلَيْكُمْ نِعْمَتِي وَرَضِيتُ لَكُمُ  الإِسْلاَمَ دِيناً

«Hoy, os He perfeccio­nado vuestra religión, He completado Mis gra­cias para con vosotros y Me satisface para vosotros el Islam por religión».[7]

Entonces el Mensajero de Dios (s.a.w.) dijo:

¡Al·lah-u Akbar! ¡En­grandecido sea Dios por haber perfeccionado la religión y por haber completado Sus merce­des! ¡El Señor se ha com­placido de mi Mensaje y de la Wilâiah (supremacía y potestad) de ‘Alî después de mí!”.

Fue aquí que la gente se abalanzó hacia el Emir de los Creyentes, ‘Alî (a.s.), para felicitarlo, y entre quienes se adelantaron a felicitarlo estaban Abû Bakr y ‘Umar, quienes le dijeron:
“¡Bravo, bravo por ti, oh hijo de Abû Tâlib! ¡Te convertiste en mi señor y en el señor de todo creyente y de toda creyente!”.[8]

E Ibn ‘Abbâs dijo:
“¡Juro por Dios que tu Wilâiah se ha vuelto (de) obligatoria (aceptación) para la gente!”.

En ese momento el poeta Hassân ibn Zâbit se levantó y dijo: “¡Oh Mensajero de Dios! ¿Me permites recitar algunos versos con relación a ‘Alî?”. Dijo:

“Di, con la bendición de Dios…” Y Hassân recitó su célebre poesía,[9] la cual fue transmitida por el sabio sunní, Al-Hâkim al-Haskâni, en su libro Shawâhid al-Tanzîl (t. 1, pp. 202 y 257) de la siguiente manera:

يناديهم يوم الغدير نبيهم  /  بخم وأسمع بالرسول مناديا
يقول : فمن مولاكم ووليكم  /  فقالوا - ولم يبدو هناك التعاميا -:
إلهك مولانا وأنت ولينا  /  ولم ترمنا في الولاية عاصيا
فقال له : قم يا علي فإنني  /  رضيتك من بعدي إماما وهاديا
Les exhortó su Profeta en el día de Gadîr Jumm. / Se escuchó al Mensajero que exhortando,
decía: “¿Quién es vuestro Señor y vuestro Walî?”.[10] / Dijeron -sin aparentar incomprensión-:
“Tu Dios es nuestro Señor y tú eres nuestro Walî,[11] / y no verás de nosotros desobediencia en la Wilâiah”.[12]
Entonces le dijo: “¡Párate, oh ‘Alî!, que por cierto que / me complace que después de mí seas líder y guía”.
El sabio sunnî mu‘tazilî Al-Iskâfî, al igual que los sabios shias, transmite que la poesía continúa de la siguiente manera:
فمن كنت مولاه فهذا وليه  /  فكونوا له أنصار صدق موالي
هناك دعا اللهم وال وليه  /  وكن للذي عادى عليا معاديا
“Así que, de quien yo haya sido su Señor, éste es su Walî,  / y sedle auxiliares y fieles seguidores”.
Fue allí que suplicó: “¡Dios mío! Sé amigo de su amigo, y sé para quien sea hostil a ‘Alî, un enemigo”.[13]
Éste fue el resumen de este gran suceso histórico que fue citado en los documentos de los grandes sabios de Ahl al-Sunnah. Este hecho fue explicado en forma detallada en los libros shias. Al-Tabarsî, en el libro Al-Ihtiyây,[14] transmite un discurso detallado del Profeta (s.a.w.). Nosotros nos conformamos con lo expuesto para no dilatar más este opúsculo, desde que no hay necesidad de más indicios para corroborar la realidad de este suceso.


Los transmisores del Hadîz al-Gadîr:

Cientos de célebres transmisores de hadices, exégetas, historiadores, jurisconsultos y teólogos de Ahl al-Sunnah narraron el Hadîz al-Gadîr en sus obras a partir de sus fuentes, con expresiones semejantes.
Al-Tabarî, célebre historiador sunní, en su libro Al-Wilâiah fî Tarîqui Hadîz al-Gadîr, transmite el Hadîz a través de muchas vías que llegan al Profeta (s.a.w.). Ibn ‘Uqdah al-Kûfî, en su libro Al-Wilâiah lo transmite también de muchísimas personas. Abû Bakr Muhammad ibn ‘Umar al-Bagdâdî, conocido como Ÿam‘ânî, citó el Hadîz a través de veinticinco vías. El número de entre los hermanos sunníes que escribieron libros respecto a las particularidades de este suceso histórico llegan a veintiséis personas.
Dice Al-Tirmidhî en su Sahîh: “Este Hadîz está calificado de hasan (bueno) y sahîh (confiable)”.[15] Ibn ‘Abd al-Birr al-Qurtubî, en su Al-Isti‘âb, tras citar éste y otros hadices al respecto, dice: “Todas éstas son transmisiones correctas y comprobadas”.[16]
Shams al-Dîn al-Dhahabî escribió un libro especial respecto al Hadîz al-Gadîr, y él mismo mencionó el Hadîz con varias cadenas de transmisión en Taljîs al-Mustadrak, y consideró correctas muchas de esas cadenas de transmisión.
Ibn Hayar al-Haizamî al-Makkî, dice en Al-Sawâ‘iq: “Éste es un Hadîz correcto sobre el cual no caben dudas, y lo citó un grupo como Al-Tirmidhî, Al-Nisâ’î y Ahmad, y sus cadenas de transmisión son muchísimas…”.[17]
Ibn Hayar al-‘Asqalânî citó el Hadîz en varias partes de su Tahdhîb al-Tahdhîb, y respecto al mismo opina así: “Ibn Ÿarîr al-Tabarî mencionó la cadena de transmisión del Hadîz en un libro aparte, considerándola sahîh (correcta). Asimismo Abû al-‘Abbâs ibn ‘Uqdah recopiló las cadenas de transmisión en un solo lugar, transmitiéndolas de setenta Compañeros o más”.[18]
Él mismo dice: “En cuanto al Hadîz, “de quien yo sea su señor, éste es ‘Alî su señor”, las vías de este hadîz son bastantes, y muchísimas de ellas son correctas y buenas, y hemos transmitido del imâm Ahmad que dijo: No nos ha llegado de ninguno de los Compañeros lo que nos ha llegado de ‘Alî ibn Abî Tâlib”.[19]
Las arriba mencionadas son las opiniones de algunos sabios y expertos en Hadîz y Riÿâl[20] de Ahl al-Sunnah respecto a la certificación del Hadîz al-Gadîr.
Además, transmitieron el Hadîz al-Gadîr:
Ibn Mâÿah en su Sunan (t. 1, p. 43, hadîz nº 113); Ahmad en su Musnad (t. 4, p. 281, hadîz nº 17749); Al-Nisâ’i en Al-Jasâ’is (p. 97), Ibn ‘Abd al-Birr en Al-Isti‘âb (t. 2, p. 473) y Al-Muttaquî al-Hindî en Kanz al-‘Ummâl (t. 11, p. 608, hadîz nº 32945), quienes transmiten de Al-Barâ’ ibn ‘Âzib.
Ibn Kazîr en Al-Bidâiah wa al-Nihâiah (t. 5, p. 232) y Kanz al-‘Ummâl (t. 13, p. 137, hadîz nº 36433), quienes transmiten de Yâbir ibn ‘Abdil·lâh.
Al-Tirmidhî (t. 5, p. 297, hadîz nº 3646); Al-Fusûl al-Muhimmah (p. 25), Al-Bidâiah wa al-Nihâiah (t. 7, pp. 385-386) y Kanz al-‘Ummâl (t. 5, p. 289, hadîz nº 12911), quienes transmiten de Hudhaifah ibn Usaîd al-Giffârî.
Musnad Ahmad (t. 4, p. 368, hadîz nº 18476); Al-Jasâ’is (p. 95); Mustadrak al-Hâkim (t. 3, p. 109); Al-Isti‘âb (t. 2, p. 473), Ta’rîj al-Julafâ’ (p. 114), Al-Bidâiah wa al-Nihâiah (t. 5, p. 228)  y Kanz al-‘Ummâl (t. 11, p. 608, hadîz nº 32945), quienes transmiten de Zaid ibn Arqam.
Ibn Mâÿah (t. 1, p. 45, hadîz nº 118); Al-Jasâ’is (pp. 50, 95 y 101) y Hiliah al-Awliâ’ (t. 4, p. 356), quienes transmiten de Sa‘d ibn Abî Waqqâs.
Al-Bidâiah wa al-Nihâiah (t. 7, p. 386); Dhajâ’ir al-‘Uqbâ (p. 67) y Al-Rîiâd al-Nadirah (t. 7, p. 161), quienes transmiten de ‘Umar ibn al-Jattâb.
Al-Jasâ’is (p. 64); Musnad Ahmad (t. 1, p. 331, hadîz nº 2903); Al-Mustadrak (t. 3, p. 134), Al-Bidâiah wa al-Nihâiah (t. 7, p. 374) y Kanz al-‘Ummâl (t. 11, p. 603, hadîz nº 32916), quienes transmiten de ‘Abdul·lâh ibn al-‘Abbâs.


Análisis del contenido de la Aleya de Tablîg:

﴿ يَآ أَيُّهَا الرَّسُولُ بَلِّغْ مَآ اُنْزِلَ إِلَيْكَ مِن رَبِّكَ وإِن لَمْ تَفْعَلْ فَمَا بَلَّغْتَ رِسَالَتَهُ وَاللّهُ يَعْصِمُكَ مِنَ النَّاسِ

«¡Oh Mensajero! Proclama lo que te fue revelado por tu Señor, porque si no lo hicieras no habrás comunicado Su Mensaje, y Dios te mantendrá a salvo de la gente».[21]

Si reparamos en el contenido de la aleya, notaremos lo siguiente:
1. Lo que el Profeta (s.a.w.) debía anunciar de parte de Dios era tan crucial e importante, que suponiendo que el Mensajero de Dios (s.a.w.) no lo hubiese divulgado debido a algún temor, significaría que no habría proclamado su Mensaje divino, e incluso por medio de llevar a cabo esta orden es que su Mensaje llegaba a completarse. En otras palabras, el propósito de «…lo que te fue revelado» no era el conjunto de aleyas coránicas y preceptos islámicos, ya que es obvio que si el Profeta (s.a.w.) no hubiera proclamado el conjunto de preceptos divinos, no habría llevado a cabo su Mensaje, y tal asunto evidente no necesita del descenso de una nueva aleya. Lo cierto es que su propósito fue la difusión de un asunto en particular, lo cual completaría el Mensaje, teniendo en cuenta la aleya que descendió después de ello: «Hoy, os He perfeccionado vuestra religión…» Por lo tanto, este tipo de orden debe haber sido uno de los principios importantes del Islam que se complementaría con el resto de los principios y ramas islámicas.
2. Desde el punto de vista de las consideraciones sociales y políticas, el Profeta (s.a.w.) temía que si llevaba a cabo tal orden, era posible que recibiese una afrenta por parte de la gente, por lo que para infundirle firmeza, Dios Altísimo le dice: «…Dios te mantendrá a salvo de la gente».
No es de extrañarse que el Profeta (s.a.w.) haya temido anunciar el Califato y Sucesión de una persona como ‘Alî (a.s.) -quien en aquel momento no tenía más de 33 años de edad- por sobre un grupo de personas que desde el punto de vista de la edad eran mucho mayores que él, en especial para los árabes, que siempre habían considerado los altos cargos como apropiados para los ancianos del clan, despreciando a los jóvenes con el pretexto de su inexperiencia. Es por ello que cuando el Noble Profeta comisionó a Usâmah ibn Zaid -un joven de no más de 18 o 20 años- para la comandancia del ejército que se dirigiría a Mu’tah, fue reprochado por algunos de sus Compañeros, entre los que se encontraban  Abû Bakr y ‘Umar.
Además, muchos parientes de las personas que estaban ahora con el Profeta habían sido muertos en las batallas por la espada de ‘Alî, por lo que el Califato de tal persona por sobre una gente rencorosa resultaba embarazoso. No debemos olvidar tampoco que Hadrat ‘Alî (a.s.) era primo y yerno del Profeta (s.a.w.), por lo que ocasionaría que se supusiera que cierto fanatismo tribal y familiar había influido en el Mensajero de Dios (s.a.w.) para la designación de tal persona para el Califato.
Por otra parte, muchos narradores de hadices transmitieron que el Noble Profeta (s.a.w.) quiso dar a conocer a la gente a su sucesor en Minâ -y según otra versión en ‘Arafât-[22], pero algunos desbarataron la reunión por medio de provocar alboroto, griterío y desorden, y finalmente no permitieron que las palabras del Profeta llegaran a oídos de la gente. Ahmad ibn Hanbal en su Musnad y Abû Dâwûd en su Sunan transmiten de Ÿâbir ibn Samurah que: “El Profeta (s.a.w.) dijo: “La religión permanecerá en su estado de grandeza mientras haya doce califas…”, entonces la gente comenzó a decir: ¡Al·lâh-u Akbar! y a pegar alaridos, y luego (el Profeta) dijo algo en voz baja”.[23] En otra narración el transmisor dice: “La gente no solo provocó alboroto y gritería, sino que desbarató la reunión por completo por la manera en que continuamente se estaban parando y sentando”.[24] Y según lo transmitido en Sahîh Muslim, Musnad Ahmad ibn Hanbal y otros, el narrador dijo: “¡La gente me ensordeció y no pude oír!”.[25]
Entonces no sería descabellado concluir también que “la gente” a la que se refiere la aleya sea esa misma que según las narraciones citadas, no permitieron que las palabras del Profeta (s.a.w.) llegasen a oídos de quienes hubiesen deseado escuchar.


El suceso de Gadîr jamás quedará en el olvido:

La prudencia de Dios dispuso que el suceso histórico de Gadîr permaneciera vivo en los corazones a través de los siglos, y registrado en los documentos y libros, de forma que en cada época y tiempo los escritores islámicos hablaran de ello en sus libros de Exégesis, Hadîz, Historia y Teología, y que los disertadores religiosos trataran ello en sus reuniones considerándolo como una de las virtudes de ‘Alî (a.s.) imposibles de ser negadas. No solo los disertadores, sino también los poetas y compositores, se inspiraron en este suceso encendiendo su talento literario mediante la reflexión sobre este hecho y por medio de expresar su sinceridad y fidelidad al poseedor de la Wilâiah. Es así que dejaron tras de sí, para nosotros, los más preciosos y refinados fragmentos, en diferentes géneros y en distintos idiomas.
Una de las causas por la que este Hadîz se eternizó, fue el descenso de aquellas dos aleyas coránicas al respecto[26], y hasta el día que el Sagrado Corán permanezca, este hecho histórico también subsistirá y no será borrado de las mentes.
Si nos fijamos en la sociedad islámica de aquellos tiempos nos percataremos de que otra de las causas por las que la historia de Gadîr se grabó en los corazones y mentes a lo largo de los siglos, fue que los musulmanes la consideraban de entre las fiestas religiosas. El día 18 de Dhûl Hiÿÿah era conocido entre los musulmanes como día de la Festividad de Gadîr, en que se reunían las familias, se sacrificaban reses, se dedicaban a la adoración y al ayuno, se tomaban en cuenta la situación de los pobres, se festejaban casamientos y se vestían ropas nuevas, y los shias hasta hoy en día celebran esta fecha de la misma manera.
El sabio sunní Ibn Jal·lakân, en su libro Wafîât al-A‘iân, dice respecto a Musta‘lâ ibn al-Mustansir: “En el año 487 de la hégira, correspondiente al día de la Festividad de Gadîr, que es el día 18 de Dhûl Hiÿÿah al-Harâm, la gente le dio su Bai‘ah”.[27] Y escribe respecto a Al-Mustansir Bil·lâh al-‘Ubaidî: “Falleció en el año 487 de la hégira cuando quedaban doce noches para el final del mes de Dhûl Hiÿÿah. Dicha noche es esa misma del 18 de Dhûl Hiÿÿah, la noche de la Festividad de Gadîr”.[28]
No solo Ibn Jal·lakân llama a esta noche “noche de la Festividad de Gadîr”, sino que Al-Mas‘ûdî[29] y Al-Za‘âlibî[30] también consideran a esta noche como una de las más célebres entre la comunidad islámica.
El origen de esta Festividad se remonta al mismo día de Gadîr, en el que el Profeta (s.a.w.) ordenó a los Muhâÿirîn y a los Ansâr, e incluso a sus esposas, que felicitaran a ‘Alî (a.s.). Zaid ibn Arqam dijo: “Los primeros de entre los Muhâÿirîn que dieron la mano a ‘Alî fueron Abû Bakr, ‘Umar, ‘Uzmân, Talhah y Al-Zubair, y la ceremonia de felicitación y Bai‘ah continuó hasta el ocaso”.[31]
En Al-Gadîr se narra que Abû Sa‘îd al-Jarkûshî al-Nîsâbûrî (fall. 407 H.L.) transmitió en su libro Sharaf al-Mustafâ el siguiente hadîz, de Al-Barâ’ ibn ‘Âzib, en palabras de Ahmad ibn Hanbal, y según otra cadena de transmisión, de Abû Sa‘îd al-Judrî. Sus palabras son éstas:
Luego el Mensajero de Dios (s.a.w.) dijo:

« هنئوني هنئوني إن الله تعالى خصني بالنبوة وخص أهل بيتي بالإمامة »
“¡Felicitadme! ¡Felicitadme! Puesto que Dios Altísimo me particularizó con el Profetismo y a mi Ahl al-Bait con el Imamato”.[32]

Furât ibn Ibrâhîm al-Kûfî (siglo 3º de la hégira) transmitió de Muhammad ibn Dzahîr, de ‘Abdul·lâh ibn Fadl al-Hâshimî, del Imâm al-Sâdiq (a.s.), de su padre, y sus nobles abuelos del Mensajero de Dios (s.a.w.), que el Santo Profeta (s.a.w.) dijo:

« يوم غدير خم أفضل أعياد أمتي ، وهو اليوم الذي أمرني الله تعالى ذكره بنصب أخي علي بن أبي طالب علما لأمتي يهتدون به من بعدي ، وهو اليوم الذي أكمل الله فيه الدين ، وأتم على أمتي فيه النعمة ، ورضي لهم الإسلام دينا »
“El día de Gadîr Jumm es la mejor Festividad de mi comunidad, y éste es ese mismo día que Dios Altísimo me ordenó conmemorarlo por medio de la designación de mi hermano ‘Alî ibn Abî Tâlib como el guía para mi comunidad después de mí. Y éste es ese mismo día en que Dios perfeccionó la religión, completó Sus gracias por sobre mi comunidad y le satisfizo el Islam para ellos como religión”.[33]

Respuesta a una objeción:

Algunas personas plantearon esta duda: La palabra “walî”, etimológicamente tiene varios significados, entre ellos: auxiliador, amigo, primo, vecino, siervo, poseedor de decisión y dotado de prioridad en el uso; y los dos últimos significados se asemejan uno a otro. Desde que la palabra walî o mawlâ tiene varios significados, entonces no se puede afirmar con seguridad que el Profeta con mawlâ se haya referido a la supremacía y liderazgo de ‘Alî.
Los lingüistas mencionaron varios significados para la palabra walî y mawlâ, uno de los cuales es awlâ (poseedor de prioridad). Según la explicación de muchos exegetas, ese mismo significado es aplicable a la aleya 15 de la Sura al-Hadîd (57):

﴿ فَالْيَوْمَ لاَ يُؤْخَذُ مِنكُمْ فِدْيَةٌ وَلاَ مِنَ الَّذِينَ كَفَرُوا مَأْوَاكُمُ النَّارُ هِيَ مَوْلاَكُمْ

«Hoy no se aceptará ningún rescate de vosotros ni de los incrédulos. Vuestra morada será el fuego que tendrá prioridad sobre vosotros (hia mawlâ kum)».

Los grandes lingüistas árabes han expresado que mawlâ tiene el significado de awlâ. Abû ‘Ubaidah explica esta aleya diciendo que: el significado de que el fuego será mawlâ kum, es que “tendrá prioridad sobre vosotros”. Asimismo opinan célebres exegetas sunníes como Al-Zamajsharî. Incluso algunos exegetas explicaron que awlâ es un significado exclusivo de mawlâ. De cualquier manera, en el Hadîz al-Gadîr existen muchos indicios que señalan este mismo significado para la palabra mawlâ:
1. Al principio del Hadîz el Profeta dijo: “Ciertamente que Dios es mi Señor (mawlâî) y yo soy el señor (mawlâ) de los creyentes y poseo primacía (anâ awlâ) sobre los creyentes por sobre sus propias vidas”.
E inmediatamente después dijo: “Entonces, aquel de quien yo fuera su mawlâ, ‘Alî es su mawlâ”.
 El contexto que señala la correlación y correspondencia entre las partes del discurso del Profeta (s.a.w.) certifica ese mismo significado de awlauîiah o primacía concerniente a ‘Alî (a.s.). De otra manera la elocuencia del discurso del Profeta (s.a.w.) se vería afectada al usar una misma expresión en un mismo contexto con sentidos diferentes, en tanto que sabemos que el Mensajero de Dios (s.a.w.) fue la persona de mayor elocuencia entre la gente.
2. En el Hadîz al-Gadîr se transmitió de algunos Compañeros que el Profeta dijo: “¿Atestiguáis que no hay divinidad más que Al·lâh, y que Muhammad es Su siervo y Mensajero?”. También dijo: “Ciertamente que Dios es mi Señor (mawlâ) y yo soy el señor (mawlâ) de los creyentes y poseo primacía (anâ awlâ) sobre los creyentes por sobre sus propias vidas. Entonces, de aquél de quien yo sea su señor (mawlâ), éste es ‘Alî su señor (mawlâ)”. El hecho de que la Wilâiah de ‘Alî haya sido mencionada por el Profeta en un contexto a continuación del testimonio del Tawhîd (Unicidad) y la Risâlah (el Mensaje) y después de testimoniar la condición absoluta de Mawlâ de Dios y de sí mismo, esto nos indica que no debemos tener en cuenta ningún otro significado más que el de Imamato, el cual se corresponde con la mawlauîiah de Dios y Su Profeta.
3. Ahora nos preguntamos, ¿qué sapiente razón es la que motivó el descenso de la aleya: «¡Oh Mensajero! Proclama lo que te fue revelado por tu Señor…» y que el Profeta (s.a.w.) hiciera reunir a esa grandiosa multitud de miles de personas en un punto crucial y bajo aquel tórrido y abrasador calor, para “anunciar lo que le fue revelado”? ¿Acaso es admisible pensar siquiera que el Profeta (s.a.w.) quería hablarles sobre el cariño, amistad y cooperación de ‘Alî? Es obvio que estas cualidades no se circunscriben a una persona en especial, ya que todos los creyentes son amigos y auxiliadores unos de otros, así como lo expresó Dios Altísimo:
﴿ وَالْمُؤْمِنُونَ وَالْمُؤْمِنَاتُ بَعْضُهُمْ أَولِيَآءُ بَعْضٍ

«Los creyentes y las creyentes, son amigos entre sí»,[34] y los ángeles también son amigos y auxiliadores de los creyentes, tal como lo expresa la aleya:

﴿ نَحْنُ أَوْلِيَآؤُكُمْ فِي الْحَيَاةِ الدُّنْيَا وَفِي الأَخِرَةِ

«Nosotros somos vuestros protectores en la vida mundanal y en la otra»[35]. Incluso algunos incrédulos pueden llegar a ser amigos y ayudar a algunos creyentes. Es inadmisible creer que el Profeta (s.a.w.) se pusiera a explicar bajo aquel ardiente sol cosas evidentes e innegables.
4. Como es sabido, después que el Mensajero de Dios (s.a.w.) anunció la Wilâiah de ‘Alî, descendió la aleya: «Hoy, os He perfeccio­nado vuestra religión, He completado Mis gra­cias para con vosotros y Me satisface para vosotros el Islam por religión». Nuevamente nos preguntamos, ¿qué anunciación tan importante era ésta como para que viniera acompañado del descenso de una nueva aleya y que confirmaba por medio de ésta la completitud y perfección de la religión? ¿Acaso era la anunciación y la notificación de que ‘Alî era, por ejemplo, el amigo o auxiliador de los creyentes?
          5. Podemos afirmar en forma certera que los que estuvieron presentes en aquella grandiosa congregación entendieron ese mismo significado que es el de “supremacía y potestad”, y no el de amistad y auxilio. Nos es suficiente observar esta parte de la poesía que recitó Hassân ibn Zâbit al finalizar el anuncio del Profeta (s.a.w.):
Entonces le dijo: “¡Párate, oh ‘Alî!, que por cierto que / me complace que después de mí seas líder y guía”.
Por otra parte sabemos que los dos Sheijes, Abû Bakr y ‘Umar, fueron de entre los primeros que felicitaron a ‘Alî diciéndole: “¡Bravo, bravo por ti, oh hijo de Abû Tâlib! ¡Te convertiste en mi mawlâ y en el mawlâ de todo creyente y de toda creyente!”. ¿Qué nuevo asunto era ese que les indujo a felicitarlo? ¿Acaso es lógico reemplazar las palabras mawlâ en la frase de los dos Sheijes, por “amigo” o “auxiliador”? Realmente no sabemos cuál de los significados de mawlâ que se pueden aplicar a nuestro mawlâ no era propio de ‘Alî hasta aquel día ¡como para que recién haya sido dado a conocer y los dos Sheijes fueran a felicitarle y manifestarle que en aquel día se convirtió en poseedor de tal peculiaridad! ¿Acaso ese significado es el de auxilio y amistad con el cual ‘Alî (a.s.) estuvo calificado desde el mismo día en que se nutrió del manantial de la fe, y el cual desarrolló junto a su hermano y primo elegido? ¿O acaso se refirió a los otros significados (como el de “vecino” o “primo”), que por el contexto es incongruente decir que aquí pueden aplicarse a ‘Alî? ¡No, juro por Dios! que no fue ni lo uno ni lo otro, excepto ese mismo significado que todos los presentes entendieron, esto es, la supremacía de ‘Alî (a.s.) por sobre aquellas dos personas y por sobre todos los musulmanes por sobre sí mismos, razón por la que en ese mismo momento le dieron la Bai‘ah y lo felicitaron[36].

﴿ وَإِن تُكَذِّبُوا فَقَدْ كَذَّبَ اُمَمٌ مِّن قَبْلِكُمْ وَمَا عَلَى الرَّسُولِ إِلاَّ الْبَلاَغُ الْمُبِينُ

«Y si desmentís, (sabed que) otras generaciones anteriores a vosotros desmintieron. Y al Mensajero solo incumbe la proclamación del lúcido Mensaje».[37]


Un castigo inminente:

De entre las aleyas que descendieron después del suceso de Gadîr están las tres primeras de la Sura al-Ma‘âriÿ:
﴿ سَأَلَ سَآئِلٌ بِعَذَابٍ وَاقِعٍ * لِلْكَافِرِينَ لَيْسَ لَهُ دَافِعٌ  * مِنَ اللَّهِ ذِي الْمَعَارِجِ

«Un deprecante rogó por un castigo inminente; ineluctable, para los incrédulos; que dimana de Dios, el Dueño de las ascenciones celestiales».[38]

Los shias afirman que la revelación de estas aleyas se produjo en esta ocasión. Además, lo mismo fue registrado por un grupo de sabios sunníes en sus libros de Tafsîr y Hadîz. El ‘Al·lâmah al-Amînî cita en su célebre Al-Gadîr a veintinueve sabios sunníes que coinciden en el motivo de descenso de estas aleyas. Nosotros citaremos sólo a uno de ellos:
Abû ‘Ubaid al-Harwî (fall. 223-4 H.L. en La Meca) transmitió en su Tafsîr Garîb al-Qur’ân: “Después de que el Mensajero de Dios (s.a.w.) anunciara en Gadîr Jumm lo que le fuera ordenado, expandiéndose la noticia de este asunto, Ÿâbir ibn Nadr ibn Hâriz ibn Kaldah al-‘Abdarî[39] se presentó ante el Profeta (s.a.w.) y le dijo: “Nos ordenaste de parte de Dios que testificáramos la Unicidad de Dios y tu Mensaje, y que rezáramos, ayunáramos, hiciéramos la Peregrinación y diéramos el zakât. Aceptamos todo eso de tu parte, pero no te conformaste, al punto que tomaste la mano de tu primo y la levantaste brindándole superioridad por sobre nosotros, y dijiste: “De quien yo fuera su señor, éste es ‘Alî su señor”. ¿Acaso este asunto es cosa tuya o proviene también de Dios?”. El Mensajero de Dios (s.a.w.) le dijo:
“¡Juro por Quien no hay divinidad excepto Él, que este asunto proviene de Dios”.

El mencionado, tras escuchar estas palabras, se dirigió hacia su camello mientras decía: “¡Dios mío! Si es que lo que dice Muhammad es verdad, que caiga sobre mí una piedra desde el cielo, o envíame un castigo terrible”. Todavía no había llegado adonde se encontraba su camello que le cayó (desde el cielo) una piedra que le ingresó por la cabeza y le salió por el trasero, la cual le dio muerte. Entonces Dios hizo descender la siguiente aleya: «Un deprecante rogó por un castigo inminente…»”.[40]

[1] Al-Gadîr, t. 1, pp. 14-61, 62-72 y 73-151.
[2] Ver: Ibíd., t. 1, p. 7.
[3] Gusl: baño ritual al fallecido.
[4] Al-Gadîr, t. 1, pp. 7-9.
[5] Sura al-Mâ’idah; 5: 67.
[6] Saná, actual capital del Yemen. Basora, ciudad de Irak. El Profeta brinda una ejemplificación de acuerdo a la capacidad de percepción e imaginación de los que allí se encontraban presentes.
[7] Sura al-Mâ’idah; 5: 3.
[8] Algunos sabios como Ahmad ibn Hanbal sostienen que esta frase fue pronunciada tal cual pero sólo por ‘Umar ibn al-Jattâb. Ver: Musnad Ahmad, t. 4, p. 281.
[9] Al-Gadîr, t. 1, pp. 9-11.
[10] Al-Zarandî al-Hanafî en Nadzm Durar al-Simtain (p. 112), el Sheij al-Tûsî en Al-Jilâf (t. 1, p. 473) y el Sheij al-Amînî en Al-Gadîr (t. 2, p. 34), transmiten: “¿Quién es vuestro Señor y vuestro Profeta?”. Al-Jûwarizmî en Al-Manâquib (p. 136), transmite: “Yo soy vuestro señor, así es, y vuestro Profeta”. Al-Iskâfî en Al-Mi‘iâr wa al-Muwâzanah (p. 214), transmite “Yo soy vuestro señor, así es, y vuestro Walî”.
[11] El Sheij al-Tûsî en Al-Jilâf (t. 1, p. 473) y el Sheij al-Amînî en Al-Gadîr (t. 2, p. 34), transmiten: “Y tú eres nuestro Profeta”.
[12] Al-Zarandî al-Hanafî en Nadzm Durar al-Simtain (p. 112) y el Sheij al-Mufîd en Al-Irshâd (t. 1, p.177), transmitieron: “Y no encontrarás entre nosotros hoy quien te desobedezca”. Al-Jûwarizmî en Al-Manâquib (p. 136) y Al-Iskâfî en Al-Mi‘iâr wa al-Muwâzanah (p. 214) transmiten: “No encontrarás en las criaturas quien desobedezca la orden”.
[13] Al-Mi‘iâr wa al-Muwâzanah, de Al-Iskâfî, p. 214.
[14] Ihtiÿâÿ al-Tabarsî, t. 1, pp. 71-84.
[15] Al-Ÿâmi‘ al-Sahîh (Al-Sunan), de Al-Tirmidhî, t. 5, p. 297.
[16] Al-Isti‘âb, t. 2, p. 373.
[17] Al-Sawâ‘iq al-Muhriqah, p. 25.
[18] Tahdhîb al-Tahdhîb, de Ibn Haÿar, t. 7, p. 297.
[19] Fath al-Bârî fî Sahîh al-Bujârî, de Ibn Haÿar, t. 7, p. 61.
[20] Riÿâl: ciencia que estudia la confiabilidad de los integrantes de las cadenas de transmisión de las narraciones.
[21] Sura al-Mâ’idah; 5: 67.
[22] Dijo Ÿâbir ibn Samurah: “El Mensajero de Dios (s.a.w.) nos habló en ‘Arafât”. (Dijo Al-Maqdamî en su hadîz: “Escuché al Mensajero de Dios (s.a.w.) hablar en Minâ”). Y éstas son las expresiones del hadîz transmitido por Abû al-Rabî‘: “Lo escuché decir:
« لن يزال هذا الامر عزيزا ظاهرا حتى يملك اثنا عشر كلهم... »
“Este asunto continuará con su estado de grandeza y manifestación mientras gobiernen doce, todos ellos de…”. Entonces la gente comenzó a hacer alboroto y a hablar, y no entendí lo que dijo después de “todos ellos de…”.” Citado por Ahmad ibn Hanbal en su Musnad, t. 5, p. 99, hadîz nº 20032.
[23] Musnad Ahmad ibn Hanbal, t. 5, p. 93, hadîz nº 19963; Sunan Abî Dâwûd, Kitâb al-Mahdî, t. 2, p. 309, hadîz nº 3732.
[24] “Dijo el Profeta: “La gente de esta religión permanecerá auxiliando (a la misma) contra quien se le oponga, mientras haya doce califas…”, y la gente comenzó  a pararse y sentarse, y él pronunció algunas palabras que no entendí”. Kitâb al-Gaibah, del Sheij al-Tusî, (p. 129); Ahmad ibn Hanbal, t. 5, p. 99, hadîz nº 20034.
[25] Sahîh Muslim, t. 6, p. 4, Capítulo: Kitâb al-Imârah, hadîz nº 3397; Musnad Ahmad ibn Hanbal, t. 5, pp. 98 y 101, hadices nº 20021 y 20061 (en este último hadîz agrega dos veces la frase, “la gente me ensordeció y no pude oír”). El transmisor de esta narración no es sólo Ÿâbir ibn Samurah sino también Hishâm ibn Iazîd y Hafsah bint Sirîn. También se transmitió a través de Abû al-‘Âliah, de Anas ibn Mâlik. Ver: Kifâiah al-Azar, de Al-Jazzâz al-Râzî y Al-Mustadrak ‘alâ al-Sahihain, de Al-Hâkim al-Nîsâbûrî.
[26] Las aleyas 3 y 67 de la Sura al-Mâ’idah.
[27] Wafîât al-A‘iân, t. 1, p. 180.
[28] Ibíd., t. 5, p. 230.
[29] Al-Tanbîh wa al-Ishrâf, de Al-Mas‘ûdî, pp. 221-222.
[30] Zimâr al-Qulûb, pp. 636-637 (citado en Al-Gadîr, del ‘Al·lâmah al-Amînî, t. 1, p. 268 y Julâsah ‘Aqabât al-Anwâr, de Al-Naqawî -resumido por Al-Milanî-, t. 7, p. 367).
[31] Ver: Al-Gadîr, t. 1, p. 270, quien lo cita de Kitâb al-Wilâiah, de Ibn Ÿarîr Al-Tabarî, pp. 214-216.
[32] Ver: Al-Gadîr, t. 1, p. 274.
[33] Ibíd, p. 283; Al-Amâlî, de Al-Sadûq, p.118.
[34] Sura al-Tawbah; 9: 71.
[35] Sura Fussilat; 41: 31.
[36] En su libro Al-Gadîr (t. 1, pp. 340-401), el ‘Al·lâmah al-Amînî, responde de una manera más que lógica todas las disyuntivas y dudas que los hermanos sunníes originaron en torno al significado del vocablo mawlâ en las palabras del Profeta (s.a.w.) en el día de Gadîr. El que lo desee puede referirse a dicho libro, puesto que analizar todo en detalle como él lo hizo conllevaría la impresión de un tomo entero. Creemos que lo expuesto aquí es más que suficiente para liberar las mentes de quienes deseen entender, de todo tipo de duda y vacilación.
[37] Sura al-‘Ankabût; 29: 18.
[38] Sura al-Ma‘âriÿ; 70: 1-3.
[39] En otras narraciones se mencionó que el nombre de esta persona era Harz ibn Nu‘mân al-Fahrî. (Al-Kashf wa al-Baiân, de Al-Za‘labî, t. 10, p. 35, bajo la explicación de esta aleya).
[40] Al-Gadîr, t. 1, p. 239.