fuente:islamoriente.com
Según Margot Badran[1] el feminismo islámico es: "Un discurso y una
práctica feminista articulada dentro de un paradigma islámico. El
feminismo islámico, que deriva su comprensión y mandato del Qur'án,
persigue derechos y justicia para las mujeres y para los hombres, en la
totalidad de su existencia".
Pero ¿Se necesita realmente un movimiento feminista para que la mujer
tenga sus derechos en el Islam? ¿Cuál es el rol de la mujer musulmana?
¿Están en desventaja los derechos de la mujer con respecto a los de los
hombres musulmanes?
Hace algunos años comenzó a tomar fuerza el llamado “Movimiento
Feminista Islámico” que profesa la “igualdad de género” que, según este
movimiento, no se logra por la “interpretación patriarcal del Corán”.
Conversamos con la licenciada Masuma Assad de Paz [2] presidenta de
UMMA (Unión de Mujeres Musulmanas Argentinas) para despejar alguna de
estas dudas:
PI: ¿Cuál es el lugar que se le da a la mujer en el Islam?
MA: En principio, antes de hablar del lugar que el Islam da a la
mujer es necesario destacar el lugar que el Islam le da al ser humano,
sea éste hombre o mujer. Dios le dio el intelecto al ser humano con la
intención de que crea en Dios y se haga cargo de sus acciones y al
respecto dice:
“En verdad, ofrecimos el depósito a los cielos, a la Tierra y a las
montañas, y rehusaron cargar con él y tuvieron miedo, pero el ser humano
cargó con él…
Para que Dios castigue a los hipócritas y a las hipócritas y a los
idólatras y a las idólatras y acepte el arrepentimiento de los creyentes
y las creyentes, y Dios es Perdonador, Misericordiosísimo con los
creyentes.”
Como podemos ver, esta aleya es más que elocuente cuando Dios pone al
ser humano en una posición superior a la de otras criaturas, y entre
los seres humanos no hace distinción según el género, sino que por el
contrario ambos, hombre o mujer, serán juzgados con respecto a sus
propias acciones y su relación con Dios.
En este contexto es que decimos que la mujer es considerada un ser
humano al igual que el hombre. De hecho no sólo estas aleyas lo
demuestran sino que el propio Corán contiene varias suras que hacen
referencia a las mujeres como por ejemplo el capítulo cuarto que es
titulado “Las mujeres” (An-Nisá) y el capítulo diecinueve que se titula
con el nombre de la vírgen María (la paz sea con ella) y que es la sura
“María” (Mariam). Asimismo el Corán presenta a muchas mujeres como
modelos para la humanidad en general no sólo para las mujeres y que son
el caso de Asia, la esposa de Faraón, quien fue muy creyente siendo su
esposo incrédulo; la madre de Moisés que fue inspirada por Dios para
preservar a su hijo, o Fátima Zahra, la hija del Profeta Muhammad, o
Jadiyah, su esposa que son consideradas al igual que las anteriores
entre las mujeres del paraíso.
Ciertamente que hay mucho para decir respecto al estatus de la mujer
en el Islam, pero en este pequeño espacio no podríamos mencionar todo.
De todos modos podemos concluir que, a partir del Islam, que surge en el
s. VI después de Jesucristo, los derechos de la mujer son reivindicados
y, sin duda alguna, hay un antes y un después si comparamos la
condición de la mujer musulmana en la era preislámica, en Arabia y otras
civilizaciones, incluso en otras religiones con la condición que ésta
goza, luego del Islam, que pone a la mujer a la par del hombre.
PI: Sin embargo, hay países donde realmente se somete y pisotea los
derechos de las mujeres musulmanas. ¿Qué relación tiene este trato con
los derechos de los que goza realmente la mujer musulmana en el Islam?
MA: Es verdad, existen muchos países donde los derechos de las
mujeres musulmanas, lamentablemente, no son observados e incluso como
usted dice, pisoteados, pero para hacer un juicio hay que analizar si
realmente la injusticia proviene de las propias leyes islámicas, de la
no observación de las mismas o de su mala interpretación.
Es importante saber que el Islam es una cosa pero que los países y su
gente no siempre reflejan el verdadero Islam, pues el mundo islámico es
muy heterogéneo ya que ha sido afectado a lo largo de la historia por
diferentes corrientes y en el último siglo, por el colonialismo. La
realidad de la mujer musulmana no es la misma en todos los países y esto
también se ve influenciado por el tipo de gobierno que posean sus
países. Hay muchos países cuya población es de mayoría musulmana, sin
embargo, sus gobiernos son anti-islámicos y pro occidentales.Y es tan
reprochable la actitud de los talibanes en el trato con las mujeres, al
arrasar con todos sus derechos, en especial al negarles el derecho a
trabajar y estudiar, como el trato que tiene Turquía- país de mayoría
musulmana pero pionero en el proceso de occidentalización cultural,
política, económica, social y religiosa- prohibiéndoles a las mujeres
musulmanas asistir a las universidades o instituciones públicas con su
hijab (vestimenta islámica).
Con esto quiero decir que no se trata de que si el Islam,
verdaderamente, le otorgó derechos a la mujer o no sino del trato que
tienen estos países con el Islam. En el caso de los talibanes, éstos
tienen una interpretación particular del Corán, pues son seguidores del
wahabismo, y esta visión no es compartida ni ha sido aceptada por los
jurisconsultos y exégetas, sean éstos sunnis o shias. Éste es un claro
ejemplo de que la interpretación coránica sigue reglas y códigos y que
no se admite cualquier interpretación. Sunnis y shias pueden tener
diferencias en algunas cuestiones específicas en las que la diferencia
de interpretación es permitida debido a la inespecificidad de la aleya,
pero son muchos más los puntos en común que los de disenso y por ello
cada vez más es que se está trabajando en la unidad islámica.
A la vez, también debo decir que los derechos de la mujer musulmana
no sólo son violados en las sociedades islámicas sino que muchas de
estas prohibiciones no provienen de sus propios gobiernos sino de las
órdenes de quienes siguen esos gobiernos. Turquía dijimos que fue el
primero en entrar en el proceso de modernización occidental pero este
proceso implicaba la desislamización paulatina, lo mismo ocurrió en
Argelia. Hoy en día vemos que las mujeres musulmanas en Europa son muy
discriminadas por vestir su hijab y si quisieran ejercer su derecho a
estudiar, no lo pueden hacer vistiendo el atuendo que las identifica
como tales. De este modo, deben renunciar a su derecho de identidad que
es el título más grande que una persona puede llegar a obtener.
PI: Usted está radicada en la República Islámica de Irán. ¿Cuál es el lugar que toma la mujer musulmana en este país?
MA: Irán es un país que se distingue por la posición que le otorga a
la mujer en la sociedad, respecto a otros países de mayoría musulmana.
El 99% de la población es musulmana y la mujer, al vivir en un país cuyo
gobierno se rige por el Corán y la sharia (Jurisprudencia), goza de
todos los derechos que el Islam le ha brindado, muchos de ellos son
compartidos con los del hombre. La vida de la mujer musulmana en Irán se
desarrolla con total libertad, dentro de los parámetros islámicos. Si
en un pasado no muy lejano, antes del triunfo de la Revolución existían
altos índices de analfabetismo, en especial entre las mujeres, hoy
podemos decir que no sólo el analfabetismo ha sido erradicado sino que
más del 60% por ciento del alumnado es femenino. Participan en todas las
áreas científicas, sociales y laborales. Participan también en
diferentes congresos e instancias internacionales. Las mujeres iraníes
participan en las diferentes reuniones internacionales de Naciones
Unidas dedicadas a la mujer y tienen voz y voto de aprobar o desaprobar
ciertas leyes o puntos de las distintas convenciones. Han rechazado
firmemente los acuerdos del Cedaw y el Protocolo Facultativo por
considerarlos una intromisión en los asuntos culturales de los países
que conllevaría a la pérdida de su identidad, cultura y/o religión.
Poseen diferentes instituciones al interior del país cuyos programas
están dirigidos a las mujeres en distintas situaciones y recursos tales
como programas para jefas de familia. Los programas son abarcativos de
diversas áreas de salud, trabajo, educación, ciencia, cultura, religión,
planificación famiilar y otros. La participación de la mujer en la
Revolución ha sido muy destacada a tal punto que el Imam Jomeini (Dios
lo bendiga) consideró fundamental su presencia para alcanzar el triunfo
de la Revolución y, en la actualidad, su participación en las elecciones
del país son decisivas.
PI: ¿Cree que existe una interpretación patriarcal del Corán?
MA: Es buena su pregunta porque a partir del discurso feminista es
que se comienza a hablar de que existe una interpretación patriarcal del
Corán, cuando nunca antes se había hablado de algo así y dentro de lo
que hace a la exégesis coránica no existe tal categorización de
patriarcal, matriarcal u otra índole. La exégesis coránica es un estudio
muy profundo de las aleyas del Corán, una por una, donde se tiene en
consideración varias cuestiones como lo es el momento de la revelación
de la aleya, en relación a qué hecho u acontecimiento es revelada, el
contenido en sí mismo, los hadices veraces (transmisiones que son
consideradas fuente de exégesis y de jurisprudencia) que se relacionan
con la aleya, el transmisor del hadiz que es muy importante en la
veracidad de la transmisión y además las declinaciones gramaticales, el
uso de los términos según la época, el énfasis, las repeticiones, el
contexto, las explicaciones del Profeta y los Imames y varias cuestiones
más que entran en consideración. Por todo esto, se hace imperioso
aclarar que la interpretación del Corán requiere de gente especializada
en estos temas, y cualquier persona no puede interpretar según su
imaginación sino en base a elementos e indicios que acerquen lo más
posible a una interpretación satisfactoria. De hecho, existen varios
exégetas del Corán y, en general todas las interpretaciones son unánimes
excepto en algunas pocas aleyas en que no existen fuentes suficientes
para corroborar la interpretación o difieren según el exégeta sea
sunnita o shiita, pues los transmisores que son tenidos en cuenta en la
interpretación son diferentes. De todos modos, estas diferencias son muy
pocas, pues en general el Corán tiene una interpretación, pues fue
revelado durante veintitrés años y no sólo fue escrito en esa época sino
explicado. A modo de ejemplo, podemos decir que el Corán dice que
debemos orar, pero ¿de dónde sabemos cómo, cuándo y cuántas veces
debemos hacerlo? Esto lo sabemos a través de las transmisiones. Ahora,
tanto sunnitas y shiitas sabemos que las oraciones son cinco veces al
día, en los horarios de la mañana, el mediodía, la tarde, el crepúsculo y
la noche y a cada oración le corresponde una cantidad de ciclos
determinados. Ambas escuelas no difieren en absoluto respecto a ello
pues son cuestiones muy claras y que a lo largo de esos años fueron
practicadas. Por eso son muy pocas las cuestiones en las que pueda
llegar a haber diferencias en la interpretación.
En lo que respecta a la mujer, en particular, al igual que el hombre,
ésta es un ser que goza de derechos y también tiene obligaciones. Ambos
tienen derechos y obligaciones comunes y también específicos. Ante Dios
son iguales y el hecho de que posean algunos derechos u obligaciones
distintos no implica una diferenciación valorativa sino que armonizan
con sus características y necesidades específicas. Por otro lado es
menester destacar que el Islam es un sistema universal y no tiene en
cuenta solo al ser humano como un individuo aislado sino inmerso en el
universo y en la sociedad. Por tal razón muchas de sus prescripciones y
diferencias de roles es en función de un equilibrio psíquico, físico,
mental, tanto individual como social.
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