26.6.13

E n t r e v i s t a “Acerca del feminismo islámico”

fuente:islamoriente.com

Según Margot Badran[1] el feminismo islámico es: "Un discurso y una práctica feminista articulada dentro de un paradigma islámico. El feminismo islámico, que deriva su comprensión y mandato del Qur'án, persigue derechos y justicia para las mujeres y para los hombres, en la totalidad de su existencia".
Pero ¿Se necesita realmente un movimiento feminista para que la mujer tenga sus derechos en el Islam? ¿Cuál es el rol de la mujer musulmana? ¿Están en desventaja los derechos de la mujer con respecto a los de los hombres musulmanes?
Hace algunos años comenzó a tomar fuerza el llamado “Movimiento Feminista Islámico” que profesa la “igualdad de género” que, según este movimiento, no se logra por la “interpretación patriarcal del Corán”.
Conversamos con la licenciada Masuma Assad de Paz [2] presidenta de UMMA (Unión de Mujeres Musulmanas Argentinas) para despejar alguna de estas dudas:
PI: ¿Cuál es el lugar que se le da a la mujer en el Islam?
MA: En principio, antes de hablar del lugar que el Islam da a la mujer es necesario destacar el lugar que el Islam le da al ser humano, sea éste hombre o mujer. Dios le dio el intelecto al ser humano con la intención de que crea en Dios y se haga cargo de sus acciones y al respecto dice:
“En verdad, ofrecimos el depósito a los cielos, a la Tierra y a las montañas, y rehusaron cargar con él y tuvieron miedo, pero el ser humano cargó con él…
Para que Dios castigue a los hipócritas y a las hipócritas y a los idólatras y a las idólatras y acepte el arrepentimiento de los creyentes y las creyentes, y Dios es Perdonador, Misericordiosísimo con los creyentes.”
Como podemos ver, esta aleya es más que elocuente cuando Dios pone al ser humano en una posición superior a la de otras criaturas, y entre los seres humanos no hace distinción según el género, sino que por el contrario ambos, hombre o mujer, serán juzgados con respecto a sus propias acciones y su relación con Dios.
En este contexto es que decimos que la mujer es considerada un ser humano al igual que el hombre. De hecho no sólo estas aleyas lo demuestran sino que el propio Corán contiene varias suras que hacen referencia a las mujeres como por ejemplo el capítulo cuarto que es titulado “Las mujeres” (An-Nisá) y el capítulo diecinueve que se titula con el nombre de la vírgen María (la paz sea con ella) y que es la sura “María” (Mariam). Asimismo el Corán presenta a muchas mujeres como modelos para la humanidad en general no sólo para las mujeres y que son el caso de Asia, la esposa de Faraón, quien fue muy creyente siendo su esposo incrédulo; la madre de Moisés que fue inspirada por Dios para preservar a su hijo, o Fátima Zahra, la hija del Profeta Muhammad, o Jadiyah, su esposa que son consideradas al igual que las anteriores entre las mujeres del paraíso.
Ciertamente que hay mucho para decir respecto al estatus de la mujer en el Islam, pero en este pequeño espacio no podríamos mencionar todo. De todos modos podemos concluir que, a partir del Islam, que surge en el s. VI después de Jesucristo, los derechos de la mujer son reivindicados y, sin duda alguna, hay un antes y un después si comparamos la condición de la mujer musulmana en la era preislámica, en Arabia y otras civilizaciones, incluso en otras religiones con la condición que ésta goza, luego del Islam, que pone a la mujer a la par del hombre.
PI: Sin embargo, hay países donde realmente se somete y pisotea los derechos de las mujeres musulmanas. ¿Qué relación tiene este trato con los derechos de los que goza realmente la mujer musulmana en el Islam?
MA: Es verdad, existen muchos países donde los derechos de las mujeres musulmanas, lamentablemente, no son observados e incluso como usted dice, pisoteados, pero para hacer un juicio hay que analizar si realmente la injusticia proviene de las propias leyes islámicas, de la no observación de las mismas o de su mala interpretación.
Es importante saber que el Islam es una cosa pero que los países y su gente no siempre reflejan el verdadero Islam, pues el mundo islámico es muy heterogéneo ya que ha sido afectado a lo largo de la historia por diferentes corrientes y en el último siglo, por el colonialismo. La realidad de la mujer musulmana no es la misma en todos los países y esto también se ve influenciado por el tipo de gobierno que posean sus países. Hay muchos países cuya población es de mayoría musulmana, sin embargo, sus gobiernos son anti-islámicos y pro occidentales.Y es tan reprochable la actitud de los talibanes en el trato con las mujeres, al arrasar con todos sus derechos, en especial al negarles el derecho a trabajar y estudiar, como el trato que tiene Turquía- país de mayoría musulmana pero pionero en el proceso de occidentalización cultural, política, económica, social y religiosa- prohibiéndoles a las mujeres musulmanas asistir a las universidades o instituciones públicas con su hijab (vestimenta islámica).
Con esto quiero decir que no se trata de que si el Islam, verdaderamente, le otorgó derechos a la mujer o no sino del trato que tienen estos países con el Islam. En el caso de los talibanes, éstos tienen una interpretación particular del Corán, pues son seguidores del wahabismo, y esta visión no es compartida ni ha sido aceptada por los jurisconsultos y exégetas, sean éstos sunnis o shias. Éste es un claro ejemplo de que la interpretación coránica sigue reglas y códigos y que no se admite cualquier interpretación. Sunnis y shias pueden tener diferencias en algunas cuestiones específicas en las que la diferencia de interpretación es permitida debido a la inespecificidad de la aleya, pero son muchos más los puntos en común que los de disenso y por ello cada vez más es que se está trabajando en la unidad islámica.
A la vez, también debo decir que los derechos de la mujer musulmana no sólo son violados en las sociedades islámicas sino que muchas de estas prohibiciones no provienen de sus propios gobiernos sino de las órdenes de quienes siguen esos gobiernos. Turquía dijimos que fue el primero en entrar en el proceso de modernización occidental pero este proceso implicaba la desislamización paulatina, lo mismo ocurrió en Argelia. Hoy en día vemos que las mujeres musulmanas en Europa son muy discriminadas por vestir su hijab y si quisieran ejercer su derecho a estudiar, no lo pueden hacer vistiendo el atuendo que las identifica como tales. De este modo, deben renunciar a su derecho de identidad que es el título más grande que una persona puede llegar a obtener.
PI: Usted está radicada en la República Islámica de Irán. ¿Cuál es el lugar que toma la mujer musulmana en este país?
MA: Irán es un país que se distingue por la posición que le otorga a la mujer en la sociedad, respecto a otros países de mayoría musulmana. El 99% de la población es musulmana y la mujer, al vivir en un país cuyo gobierno se rige por el Corán y la sharia (Jurisprudencia), goza de todos los derechos que el Islam le ha brindado, muchos de ellos son compartidos con los del hombre. La vida de la mujer musulmana en Irán se desarrolla con total libertad, dentro de los parámetros islámicos. Si en un pasado no muy lejano, antes del triunfo de la Revolución existían altos índices de analfabetismo, en especial entre las mujeres, hoy podemos decir que no sólo el analfabetismo ha sido erradicado sino que más del 60% por ciento del alumnado es femenino. Participan en todas las áreas científicas, sociales y laborales. Participan también en diferentes congresos e instancias internacionales. Las mujeres iraníes participan en las diferentes reuniones internacionales de Naciones Unidas dedicadas a la mujer y tienen voz y voto de aprobar o desaprobar ciertas leyes o puntos de las distintas convenciones. Han rechazado firmemente los acuerdos del Cedaw y el Protocolo Facultativo por considerarlos una intromisión en los asuntos culturales de los países que conllevaría a la pérdida de su identidad, cultura y/o religión. Poseen diferentes instituciones al interior del país cuyos programas están dirigidos a las mujeres en distintas situaciones y recursos tales como programas para jefas de familia. Los programas son abarcativos de diversas áreas de salud, trabajo, educación, ciencia, cultura, religión, planificación famiilar y otros. La participación de la mujer en la Revolución ha sido muy destacada a tal punto que el Imam Jomeini (Dios lo bendiga) consideró fundamental su presencia para alcanzar el triunfo de la Revolución y, en la actualidad, su participación en las elecciones del país son decisivas.
PI: ¿Cree que existe una interpretación patriarcal del Corán?
MA: Es buena su pregunta porque a partir del discurso feminista es que se comienza a hablar de que existe una interpretación patriarcal del Corán, cuando nunca antes se había hablado de algo así y dentro de lo que hace a la exégesis coránica no existe tal categorización de patriarcal, matriarcal u otra índole. La exégesis coránica es un estudio muy profundo de las aleyas del Corán, una por una, donde se tiene en consideración varias cuestiones como lo es el momento de la revelación de la aleya, en relación a qué hecho u acontecimiento es revelada, el contenido en sí mismo, los hadices veraces (transmisiones que son consideradas fuente de exégesis y de jurisprudencia) que se relacionan con la aleya, el transmisor del hadiz que es muy importante en la veracidad de la transmisión y además las declinaciones gramaticales, el uso de los términos según la época, el énfasis, las repeticiones, el contexto, las explicaciones del Profeta y los Imames y varias cuestiones más que entran en consideración. Por todo esto, se hace imperioso aclarar que la interpretación del Corán requiere de gente especializada en estos temas, y cualquier persona no puede interpretar según su imaginación sino en base a elementos e indicios que acerquen lo más posible a una interpretación satisfactoria. De hecho, existen varios exégetas del Corán y, en general todas las interpretaciones son unánimes excepto en algunas pocas aleyas en que no existen fuentes suficientes para corroborar la interpretación o difieren según el exégeta sea sunnita o shiita, pues los transmisores que son tenidos en cuenta en la interpretación son diferentes. De todos modos, estas diferencias son muy pocas, pues en general el Corán tiene una interpretación, pues fue revelado durante veintitrés años y no sólo fue escrito en esa época sino explicado. A modo de ejemplo, podemos decir que el Corán dice que debemos orar, pero ¿de dónde sabemos cómo, cuándo y cuántas veces debemos hacerlo? Esto lo sabemos a través de las transmisiones. Ahora, tanto sunnitas y shiitas sabemos que las oraciones son cinco veces al día, en los horarios de la mañana, el mediodía, la tarde, el crepúsculo y la noche y a cada oración le corresponde una cantidad de ciclos determinados. Ambas escuelas no difieren en absoluto respecto a ello pues son cuestiones muy claras y que a lo largo de esos años fueron practicadas. Por eso son muy pocas las cuestiones en las que pueda llegar a haber diferencias en la interpretación.
En lo que respecta a la mujer, en particular, al igual que el hombre, ésta es un ser que goza de derechos y también tiene obligaciones. Ambos tienen derechos y obligaciones comunes y también específicos. Ante Dios son iguales y el hecho de que posean algunos derechos u obligaciones distintos no implica una diferenciación valorativa sino que armonizan con sus características y necesidades específicas. Por otro lado es menester destacar que el Islam es un sistema universal y no tiene en cuenta solo al ser humano como un individuo aislado sino inmerso en el universo y en la sociedad. Por tal razón muchas de sus prescripciones y diferencias de roles es en función de un equilibrio psíquico, físico, mental, tanto individual como social.

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