21.12.11

El TASBIH DE FÁTIMA AZ-ZAHRA (P)





Cierta vez el Imam Ali (P.) preguntó a Ibn A'bad, un integrante de la tribu Baní Sa'd: "¿Quieres que te hable de mi vida junto a Fátima? Era la más amada por el Profeta. Cuando vivió en mí casa se esforzó mucho, tanto que un día le aconsejé: ¡Sería bueno que visitaras a tu padre, tal vez él pueda hacer algo por ti! Pronto Fátima visitó a su padre. En esa oportunidad el Profeta (B.P.) se encontraba ocupado atendiendo los requerimientos de quienes se interesaban por el Islam. Por eso Fátima se sintió avergonzada y regresó a su casa. A la mañana siguiente el Profeta (BP) visitó a su hija y le preguntó: ¿Qué motivó tu visita el día de ayer, hija mía? Fátima no respondió. Por segunda vez el Profeta repitió su pregunta. Fátima no se atrevió a responderla. Entonces hablé yo, diciendo: "¡Oh, Enviado de Dios! Fátima trabaja demasiado y yo le aconsejé que te visitare a fin de que tú le brindaras ayuda. Al oír mis palabras, Muhammad (B.P.) nos dijo:
"¿Quieren que les enseñe algo que les aprovechará mucho más que la tarea de una sirvienta?
Y nos enseñó el "Tasbih", de Fátima Zahrá. Esta práctica consiste en repetir
treinta y cuatro veces "Allahu Akbar" -Dios es el más Grande-,
treinta y tres veces "Subhanal La:h" -Glorificado sea Dios- y
treinta y tres veces "Alhamdulil La:h" -Alabado sea Dios-.
Es muy preferible realizar el Tasbih luego de cada una de las oraciones diarias. Concretando esta práctica la recompensa de un ciclo de oración se multiplica por mil. Dijo el Imam Sadiq (P.): "Quien hiciera Tasbih luego de la oración antes de cambiar su posición (sentado frente a la Qiblah), serán perdonados sus pecados y Dios lo llevará al Paraíso". En otro dicho vemos El Tasbih de Fátima Az-Zahrá (R) es más meritorio que hacer mil ciclos de oración cada día. Méritos de la prosternación de agradecimiento: Luego de realizar las oraciones es meritorio la prosternación de agradecimiento. El conjunto de los sabios seguidores de la escuela de Ahlul Bait (P.), aconsejan realizarla en el momento de recibir alguna gracia de Dios, o en el momento de salir ileso ante una calamidad.
El mejor momento para hacerla es luego de las oraciones obligatorias, para agradecer a Dios el haber realizado la oración. Relata el Imam Muhammad AI-Baqir (P): Mi padre, el Imam Zainul 'Abidin (P) no recordado ninguna gracia Divina sin haberse prosternado en agradecimiento, no recitó ninguna aleya coránica que contenga la palabra Saydah (prosternación), sin prosternarse, no alejó Dios de él ninguna aflicción, sin haberse prosternado agradeciéndole. Solía prosternarse luego de cada oración obligatoria. Solía prosternarse ante Dios cuando lograba conciliar a dos personas. Se observaban huellas de prosternación en las partes del cuerpo que al prosternarse se apoyan en el suelo. Fue llamado Sayyad (el que se Prosterna mucho), por sus numerosas y largas prosternaciones. Dijo el Imam Ya'far Sadiq (P),que cada creyente que se prosterne ante Dios, para agradecerle; Dios, Altísimo, le recompensará con diez Hasanat (actos buenos) y se le borrarán diez pecados y se le elevará diez grados en el Paraíso. En otro dicho nos dice que el estado más próximo a Dios es el estar prosternado y llorando.
Y dijo el Imam que la prosternación del agradecimiento es recomendable para cada musulmán. Completas con ella tu oración, contentas con ella a tu Señor y asombras a los ángeles. Ciertamente que cuando el siervo ora y luego se prosterna ante Allah para agradecerle, el Creador del Universo, levanta el velo entre el siervo y los ángeles y luego dice: Oh Ángeles Míos, observen a Mi siervo que concretó mi orden, y cumplió con Mi pacto, entonces se prosterna ante Mi para agradecer Mis Gracias. Oh Ángeles Míos, ¿Qué le debo ofrecer?, dirán Señor Nuestro Tu Misericordia, y luego Dirá ¿y qué más?, responderán: atender todas sus necesidades y responder todas sus súplicas. Luego, Dios, Altísimo, hará muchas más preguntas y los ángeles responderán: Nosotros ya no sabemos que más puedes otorgarle. Luego dirá el Generoso, Le agradeceré como me agradeció y lo atenderé con Mi Bondad y le ofreceré en el Día del juicio Final Mi Majestuosa Misericordia.
En otro dicho Qudsi (Palabra de Dios, revelada al Profeta (B.P.D.) individualmente del Corán), vemos que Dios, Altísimo, habló con Moisés (P.) y le dijo: ¿Sabes por qué te escogí de entre Mis Siervos y te elegí para hablarte?. Dijo Moisés: No, no lo sé, Oh Mi Señor. Le respondió Dios: es porque conozco el estado de Mis Siervos y no veo entre ellos a nadie más humilde ante Mí que tú, puesto que cuando terminas tus oraciones pones tus mejillas en el suelo prosternándote.

Las palabras que hay que decir en el momento de la prosternación: Lo mínimo que el siervo puede decir según un dicho del Imam Rida (P.), es tres veces Shukran Lil La:h (Gracias a Dios), es para agradecer a Allah la oportunidad de orar y cumplir Su orden. Agradecer a Dios acrecienta las mercedes y brinda mayor obediencia, y si hubiera alguna equivocación en la oración, se compensa con esta prosternación. Es preferible alargar la prosternación hasta donde uno pueda y decir cien veces 'Afuan (perdón), o decir Hamdul Lil La:h (las alabanzas pertenecen a Allah) Relata el Imam Sadiq (P.), que escuchó una noche a su padre, prosternado y llorando en la Mezquita diciendo: (MY, pág 185 margen)
SUBHA:NAKA ALLA:HUMMA ANTA RABÍ HAQQAN HAQQA
Glorificado seas, Dios Nuestro, Tú eres mi Señor, El que está en la Verdad, El que está en la Verdad.

SAYADTU LAKA IA RABBI TA'ABBUDAN UA RIQQA.
me prosterno ante Ti Oh Señor, consagrándome a Tu servicio humildemente.

ALLA:HUMMA INNI 'AMALI: D:A'l:FUN FA D:A'IFhULI:
Dios Nuestro, ciertamente que mi práctica es pobre, entonces multiplícala para mi.

ALLA:hUMMA QINI:'ADhA:BAKA IAUMA AB'AzU 'IBA:DAKA.
Dios Nuestro, protégeme de Tu castigo el día en que revivas aTus siervos.

UATUB 'ALAlIA INNAKA ANTAT TAUUA:BUR RAHI:M.
Y vuelve hacia mí, ciertamente que Tú eres el que acepta el arrepentimiento y eres Misericordioso.

Documento uruguayo con Hiyab, un sueño hecho realidad...

por Lic Heba Smith

Hoy en día es posible que todas las mujeres del territorio uruguayo puedan obtener su documento de identidad con hiyab.


Ayer 20 de dic de 2011, por primera vez en Uruguay como otro ejemplo para el mundo, se logro que una mujer musulmana pudiera obtener su documento de identidad con hiyab. Consideramos sumamente importante este logro que habla de la tolerancia, la libertad de culto y de respeto hacia el otro.
En el año 2010 se consulto a la DNIC (Dirección Nacional de Identificación Civil de Uruguay), sobre las normativas en relación a la foto del documento de identidad para analizar las mismas y luego desde allí poder saber en donde nos podriamos amparar ante la ley para obtener el documento con hiyab. La Dra Leticia latorres, abogada de AMMU “Fatima Zahra”1, se asesoro sobre el tema y uno de los funcionarios de la dirección le dijo que habia un articulo que expecificaba que las mujeres de religión no tenian impedimentos en tomarse la foto con el velo.
Este fue el puntapíe inicial para poder luchar a la hora de tener que renovar el documento y solicitar se respetaran los derechos como ciudadanas libres, y de un credo religioso especifico.
El martes 20 de diciembre, me presente para renovar mi documento junto con la Dra Latorres, por si surgía algún tipo de inconveniente. En primer instancia mi acompañante no pudo ingresar, pues los acompañantes deben esperar en la sala de espera. Mientras me tomaban los datos para iniciar los tramites de la renovación de mi documento la funcionaria me pregunta: “disculpa mi ignorancia, por qué usas pañuelo?”, porque soy musulmana fue mi respuesta. Entonces en ese momento ella me dijo tengo que consultar si podes tomarte la foto con el pañuelo, fue allí cuando le explique de esta normativa sobre las mujeres de religión y ella me dijo desconcerla, llamo a otra funcionaria y le dijo que no podría tomarme la foto asi que debia quitarme el hiyab.
Le dije que si podía ingresar mi abogada a la sala para explicarles mejor ella entonces sobre la normativa que ellos mismos le habian proporcionado. La funcionaria aceptó y llamo a dos funcionarios más, allí uno de los funcionarios me dijo: “en Uruguay respetamos todas las religiones, hay libertad de culto, pero para la foto se tiene que quitar el pañuelo”.
Luego de hablar con el funcionario, nos dijo que fueramos ante la secretaria que si ellos autorizaban a que me la tomaran con el pañuelo no habría problema, pero que ellos desconocian de dicha normativa y que con quien hablariamos tambien era un abogado.
Nos dirigimos hasta la secretaria de la DNIC, alli una secretaria me pedio mi documento anterior, primero nos dijo que no se podía tomar la foto con el pañuelo, pero que consultria. Luego de algunas consultas y que le explicamos nuestras razones, nos dijo que regresaramos a las 13 hs, es decir dentro de una hora y que yo dejara mi documento alli que luego me lo devolverian.
Al regresar a las 13 hs esperamos unos instantes y la secretaria nos dijo efectivamente no hay problema que se tome la foto con el pañuelo.
Ella les notifico a los demás funcionarios sobre mi situación, luego me tomaron nuevamente los datos, me tome la foto con el hiyab, ante lo cual la funcionaria que me atendia me preguntaba el porque del pañuelo, y consultaba a sus superiores, pues debia justificar en la base de datos el porque en mi foto de documento yo tenia el cabello cubierto.
Luego me dijo que esperara en la sala que otros funcionarios me llamarian para tomarme las huellas digitales.
Cuando estos me llamaron, tenia varios sentimientos encontrados, por un lado alegria de poder tener mi documento con hiyab y por otro intriga o curiosidad del porque me tomarian las huellas, pues yo veía que este procedimiento lo hacian solo con los menores de 6 años.
Me tomaron mis huellas digitales y parte de la palma de la mano, y le pregunte al funcionario el por qué me tomaban las huellas, el me dijo que era porque seguramente habia un cambio en la base de datos o algun problema.
Espere a que me entregaran mi documento y pregunte nuevamente a otra funcionaria del por qué me habian tomado las huellas digitales, y me dijo que era por la base de datos que la estaban renovando, yo le pregunte si tenia que ver por el hiyab. Me dijo que no, que ese problema ya estaba solucionado que no habia problemas.
Ahora bien, hemos logrado un gran paso en uruguay y es que seamos respetadas las mujeres musulmanas que usamos el hiyab y que queremos ser respetadas,valoradas y que sentimos el hiyab como parte de nuestras identidad.
La pregunta del por qué me tomaron las huellas todavia ronda en mi cabeza, pero veamos lo positivo de la situación que logramos nuestro objetivo; y hoy la musulmana uruguaya puede tener su documento de identidad con hiyab.
Si alguna de ustedes tiene problemas o no se anima a hacerlo sola puede contactarse con nosotras a traves de nuestro mail: ammufatima@hotmail.com


1Asociación de Mujeres Musulmanas Uruguayas “Fátima Zahra”

19.12.11

¿Por qué tantas profesionales modernas británicas se convierten al Islam?





Todas ellas eran brillantes y educadas, y han pensado largo y tendido antes de elegir convertirse al Islam, y ahora son apasionadas seguidoras de su religión


fuente:webislam.com

Gran parte de mi infancia la pasé tratando de escapar del Islam. Nacida en Londres de madre
inglesa y padre musulmán paquistaní, fui educada para seguir la fe de mi padre sin cuestionamientos. Pero en privado lo odiaba. En el momento en que salí de casa para ir a la
universidad, a la edad de 18 años, lo abandoné por completo. Por lo que a mí respecta, ser
musulmana significaba escuchar la palabra "No" una y otra vez.
Las niñas de mi condición estaban excluidas de muchas de las cosas que mis amigos ingleses
daban por sentado. De hecho, me parecía que todo lo divertido era haram, o prohibido, para
las niñas como yo.
Había muchas pequeñas reglas arbitrarias. No silbar. No masticar chicle. No andar en
bicicleta. No ver “Top Of The Pops”. No usar maquillaje o la ropa que marque la forma del
cuerpo. No comer en la calle o meter las manos en los bolsillos. No llevar el pelo corto o
pintarme las uñas. No hacer preguntas o contestar. No tener perros como mascotas, (eran
sucios). Y, por supuesto, no sentarse al lado de los hombres, estrecharles la mano e incluso
el contacto visual con ellos. Estas reglas fueron impuestas por mi padre y yo, por lo tanto,
supuse que debían de ser una parte integrante de ser un buen musulmán.
No es de extrañar, entonces, que en cuanto tuve la edad suficiente para ejercer mi
independencia, rechazara todo el paquete y le diera la espalda al Islam. Después de todo,
¿qué mujer moderna, británica, liberada elegiría vivir una vida así?
Bueno, pues parece que bastantes, incluida la última conversión sorpresa al Islam, la cuñada
de Tony Blair, Lauren Booth. Y después de la ruptura con mi propio pasado, he seguido con
fascinación la creciente tendencia de las mujeres occidentales que eligen convertirse al Islam.
La locutora y periodista Booth, de 43 años, dice que ahora lleva hijab cada vez que sale de
su casa, reza cinco veces al día y visita la mezquita local "cuando puedo". Decidió
convertirse en musulmana hace seis semanas, después de visitar el santuario de Fátima al-
Masumeh en la ciudad de Qom, y ha dicho: "Fue un martes por la noche, y me senté y sentí
una inyección de morfina espiritual, de felicidad absoluta y alegría". Antes de su despertar
en Irán, "simpatizaba" con el Islam y había pasado un tiempo considerable trabajando en
Palestina. "Siempre me impresionó la fuerza que me dio y lo reconfortante que fue", dice.
¿Cómo, me preguntaba, podían las mujeres sentirse atraídas por una religión que yo sentí
que me había mantenido en un lugar tan bajo, tan sumiso? ¿Cómo podían sus experiencias
del Islam ser tan diferentes a la mía?
De acuerdo con Kevin Brice de la Universidad de Swansea, quien se ha especializado en el
estudio de la conversión de blancos al Islam, estas mujeres son parte de una tendencia
interesante. Éxplica: "Buscan espiritualidad, un sentido superior, y tienden a ser pensadoras
profundas. El otro tipo de mujeres que abrazan el Islam son lo que yo llamo "conversas de
conveniencia". Van a asumir los símbolos de la religión para complacer a sus maridos
musulmanes y sus familias, pero no necesariamente asistirán a la mezquita, rezarán o
ayunarán".
Hablé con una variada selección de occidentales blancas conversas en un intento de volver a
examinar la fe que yo había rechazado.
Mujeres como Kristiane Backer, de 43 años, ex presentadora de MTV con sede en Londres,
había llevado el tipo de vida liberal al estilo occidental que yo anhelaba cuando era un
adolescente, pero le dio la espalda y abrazó el Islam en su lugar. ¿Su razón? La sociedad
permisiva del "todo vale" que yo codiciaba ha demostrado ser un vacío superficial.
El punto de inflexión para Kristiane llegó cuando conoció y estuvo saliendo brevemente con
el ex jugador de cricket paquistaní y musulmán Imran Khan, en 1992 durante el apogeo de
su carrera. Él la llevó a Pakistán, donde ella dice que fue tocada inmediatamente por la
espiritualidad y la calidez de la gente.
Kristiane dice: "Aunque nuestra relación no duró mucho, comencé a estudiar la fe
musulmana y, finalmente, me convertí. Debido a la naturaleza de mi trabajo, yo había estado
entrevistando a estrellas del rock, viajando por todo el mundo y siguiendo todas las
tendencias, sin embargo, me sentía vacía por dentro. Ahora, por fin, estoy satisfecha porque
el Islam me ha dado un propósito en la vida".
"En Occidente, estamos estresados por razones superficiales, como qué ropa ponerse. En el
Islam, todo el mundo mira hacia una meta más alta. Todo se hace para agradar a Dios. Es un
sistema de valores completamente diferente. A pesar de mi estilo de vida, me sentí vacía por
dentro y me di cuenta de lo liberador que era ser musulmana. Seguir a un solo dios hace más
pura la vida. No vas persiguiendo cada capricho.”
"Crecí en Alemania en una familia protestante no muy religiosa. Bebía e iba de fiesta, pero
me di cuenta de que hay que portarse bien para que tengamos una buena vida después de la
vida. Somos responsables de nuestras propias acciones".
Para una cantidad significativa de mujeres, su primer contacto con el Islam viene de salir
con un novio musulmán. Lynne Ali, de 31 años, de Dagenham, en Essex, libremente admite
haber sido "una típica adolescente occidental muy fiestera”.
Dice: "Salía y me emborrachaba con mis amigos, usaba ropa ajustada y atrevida y salía con
chicos. También trabajaba a tiempo parcial como DJ, así que estaba muy metida en la escena
de clubs. Yo solía rezar un poco como cristiana, pero usaba a Dios como una especie de
médico, para arreglar cosas en mi vida. Si alguien me hubiera preguntado, habría dicho que,
en general, yo era feliz viviendo la vida en el carril rápido. "
Pero cuando conoció a su novio, Zahid, en la universidad, algo dramático ocurrió.
Ella dice: "Su hermana me empezó a hablar sobre el Islam, y fue como si todo en mi vida se
colocara en su lugar. Creo que, en el fondo, debo haber estado buscando algo, y no me sentía
llena con mi estilo de vida de bebedora fiestera.”
Lynne se convirtió a los 19 años. "A partir de ese día, empecé a usar el hijab", explica, "y
ahora nunca muestro mi pelo en público. En casa, visto ropa occidental normal delante de mi
marido, pero nunca fuera de la casa."
Conociendo la conclusión de una reciente encuesta de YouGov, de que más de la mitad de
los británicos creen que el Islam es una influencia negativa que alienta el extremismo, la
represión de las mujeres y la desigualdad, uno podría preguntarse por qué ellas elegirían ese
camino para sí mismas. Sin embargo, las estadísticas sugieren que la conversión islámica no
es una mera flor de un día, sino un desarrollo significativo. El Islam es, después de todo, la
religión que más rápido crece del mundo, y los blancos que la adoptan son una parte
importante de esa historia.
"La evidencia sugiere que la proporción entre mujeres y hombres occidentales que se
convierten podría ser tan alta como 2:1," dice Kevin Brice. “Además –dice-, a menudo estas
mujeres conversas están dispuestas a mostrar los signos visibles de su fe -en particular, el
hiyab- mientras que muchas jóvenes musulmanas crecidas en la fe eligen no hacerlo. Tal vez
como resultado de estas acciones, que tienden a llamar la atención, las musulmanas blancas
a menudo informan de mayor discriminación contra ellas que las que nacieron musulmanas",
añade Brice, que es lo que le pasó a Kristiane Backer.
Dice: En Alemania existe la islamofobia. Perdí mi trabajo cuando me convertí. Hubo una
campaña de prensa contra mí, con insinuaciones de que todos los musulmanes apoyan a los
terroristas, fui vilipendiada. Ahora, soy una presentadora de la NBC Europa. Me llamo a mí
misma un “musulmana europea”, que es diferente de los "nacidos” musulmanes. Yo estaba
casada con uno, un marroquí, pero no funcionó porque me puso restricciones debido a la
forma en que él había sido educado. Como musulmana europea, me cuestiono todo, no
acepto nada a ciegas.
"Pero lo que me gusta es la hospitalidad y la calidez de la comunidad musulmana. Londres
es el mejor lugar de Europa para los musulmanes, hay una maravillosa cultura islámica aquí
y estoy muy feliz".
Para algunos conversos, el Islam representa una celebración de los valores de la familia
tradicional.
"Algunos se sienten atraídos por el sentido de pertenencia y de comunidad, valores que han
sido erosionados en Occidente", dice Haifaa Jawad, una profesora de la Universidad de
Birmingham, que ha estudiado el fenómeno de conversión de occidentales blancos.
"Mucha gente, de todos los sectores de la vida, lamenta la pérdida en la sociedad actual del
tradicional respeto a las personas mayores y a las mujeres, por ejemplo. Estos son valores
que están consagrados en el Corán, con los que los musulmanes tienen que vivir", añade
Brice.
Se trata de valores como los que atrajeron hacia el Islam a Camilla Leyland, de 32 años, una
profesora de yoga que vive en Cornwall. Es madre soltera con una hija, Inaya, de dos años,
ella se convirtió a los veintitantos por razones intelectuales y feministas.
Nos explica: "Sé que la gente se sorprenderá al escuchar las palabras "feminismo" e "Islam"
juntas, pero de hecho, las enseñanzas del Corán dan igualdad a las mujeres, y en la época en
que nació la religión, la enseñanzas iban contra la corriente de una sociedad misógina. El
gran error que la gente comete es confundir la cultura con la religión. Sí, hay culturas
musulmanas que no permiten libertad individual a las mujeres, sin embargo, cuando yo era
niña, me sentí más oprimida por la sociedad occidental".
Ella habla de la presión sobre las mujeres para actuar como hombres, bebiendo y teniendo
relaciones sexuales ocasionales. "No había ningún significado real para todo esto. En el
Islam, si comienzas una relación, supone un compromiso".
Crecida en Southampton -su padre era el director del Instituto de Educación de Southampton
y su madre una profesora de economía doméstica- el interés de Camilla por el Islam
comenzó en la escuela. Fue a la universidad y más tarde cursó un Master en Estudios del
Medio Oriente. Pero fue mientras vivía y trabajaba en Siria que tuvo una epifanía espiritual.
Al reflexionar sobre lo que había leído en el Corán, se dio cuenta de que se quería convertir.
Su decisión fue recibida con desconcierto por los amigos y la familia.
"La gente encuentra difícil de creer que una mujer blanca, educada, de clase media opte por
convertirse en musulmana" dice.
Aunque la fe de Camila sigue siendo fuerte, ya no usa el hijab en público. Pero varias de las
mujeres con las que hablé dijeron que la vestimenta islámica estricta era motivadora y
liberadora.
Lynne Ali recuerda la noche en que lo vió todo claro. "Fui a un bar a la fiesta de cumpleaños
de un viejo amigo que cumplía los 21 años", revela. "Entré, con mi hijab y mi ropa modesta,
y vi cómo todos los demás mostraban tanta carne. Estaban borrachos, arrastrando las
palabras y bailando de forma provocativa. Por primera vez, pude ver mi vida anterior con los
ojos de un extraño, y supe que nunca podría volver a eso.”
"Estoy muy agradecida de haber encontrado mi vía de escape. Este es el verdadero yo, estoy
feliz de rezar cinco veces al día y de asistir a clases en la mezquita. Ya no soy una esclava de
una sociedad rota y de sus expectativas"
Kristiane Backer, quien ha escrito un libro sobre su propio viaje espiritual, titulado “De la
MTV a la Meca”, cree que la nueva generación de musulmanes modernos e independientes
pueden unirse para mostrarle al mundo que el Islam no es la fe con la que yo crecí: una que
rechaza de plano los derechos de las mujeres.
Ella dice: "Sé de mujeres musulmanas de nacimiento que se han desilusionado y se han
rebelado contra el Islam. Al cavar más profundo, se ve que no se han vuelto en contra de la
fe, sino de la cultura. Reglas como casarse dentro de la misma secta o casta y que la
educación sea menos importantes para las niñas, ya que al fin y al cabo se van a casar
¿dónde se dicen tales cosas en el Corán? No las dice.”
"Muchos jóvenes musulmanes que han abandonado la versión "infernal", con que nacieron,
han redescubierto un enfoque más espiritual e intelectual, que está libre de los dogmas
culturales de la vieja generación. Así es como tengo la intención de pasar mi vida,
mostrando al mundo la belleza del verdadero Islam.
Si bien no estoy de acuerdo con sus sentimientos, admiro y respeto a las mujeres que
entrevisté para este artículo. Todas ellas eran brillantes y educadas, y han pensado largo y
tendido antes de elegir convertirse al Islam, y ahora son apasionadas seguidoras de su
religión. Les deseo buena suerte. Y buena suerte para Lauren Booth. Pero hay una palabra
que resume la diferencia entre su experiencia y la mía: elección.
Tal vez si me hubiera sentido con control en lugar de controlada, si me hubiera sentido
motivada en lugar de dominada, todavía estaría practicando la religión con la que nací, y no
llevaría la carga de culpa que tengo por haber rechazado la fe de mi padre.
Traducción de Patricia Fernandez Carmona

12.12.11

Juan el Bautista habla del Profeta Muhammad (saw)



EL PROFETA PRONOSTICADO POR EL BAUTISTA ERA CIERTAMENTE MUHAMMAD
Hay dos observaciones muy significativas acerca de Juan el Bautista hechas por Jesús, aunque registradas de manera misteriosa- La primera observación acerca del Bautista es aquella en la que Juan es presentado al mundo como Elías reencamado (Elijah en el Viejo Testamento). El misterio con el que está envuelto este nombre reside en el significativo silencio de Jesús acerca de la identidad de la persona esperada como Eliah (no Elías) para anunciar oficialmente y presentar al mundo al último Profeta. El lenguaje de Jesús al respecto es excesivamente oscuro, ambiguo y misterioso. Si Juan era Elías, como expresa e impávidamente se declara, ¿por qué entonces no se menciona expresa e impertérritamente la persona cuyo precursor era Elíah? Si Jesús fuese el «Mensajero del Pacto» y el «Dominador» (como traduce la Vulgata la palabra hebrea «Adán», de Mal. 3:1), ¿por qué no lo dice abiertamente? Si valientemente declaró que él no era el «Dominador» sino otro Profeta, en realidad debe haber sido una mano criminal la que borró e hizo desaparecer las palabras de Jesús del Evangelio original. En todo caso son responsables los evangelios de esta ambigüedad y oscuridad. No se puede describir sino como enredos diabólicos al texto que ha inducido a error a millones de cristianos durante tantos siglos. Cualquier cosa que creyese Jesús que representaba, como mínimo debería haberse mostrado franco y declarar abiertamente: «Juan es el Eliah que fue enviado como un precursor para prepararme el camino». Posiblemente esto también se debe al gusto de Jesús por la ambigüedad. En efecto, hay distintos ejemplos –como se relata en los evangelios– donde Jesús da respuestas o hace manifestaciones oscuras y totalmente inentendibles. Dejando su divinidad de lado, como Profeta» ya no hablemos como maestro, se espera que sea un líder y conductor franco (1).
La otra observación está envuelta en un misterio aún más denso. «Ningún hombre nacido de mujer fue más grande que Juan el Bautista» dice Jesús, «pero el más pequeño en el Reino de los cielos es más grande que Juan». ¿Quiere decirnos Jesús que Juan el Bautista y todos los Profetas y hombres rectos eran exteriores al Reino de Dios? ¿Quién es el «más pequeño» que será «más grande» que Juan, y en consecuencia que todo el pueblo de Dios anterior al Bautista? ¿Por el «más pequeño» Jesús se menciona a sí mismo o al «más pequeño» entre los cristianos bautizados? No puede ser él mismo porque en ese tiempo ese Reino no estaba aún establecido sobre la tierra. Y si era él, no podía ser el «más pequeño» en el mismo, porque él era su fundador. Las iglesias –más bien cada iglesia, ortodoxa o heterodoxa, desde su peculiar punto de vista– han descubierto una solución muy absurda o muy abstrusa para este problema. Esa solución es que el cristiano «más pequeño» lavado con la sangre de Jesús –ya sea a través del sacramento del bautismo, de acuerdo a la creencia de los católicos, o a través de la regeneración de algún tipo, de acuerdo a la superstición de los evangelistas (protestantes)– se vuelve «más grande» que el Bautista y la multitud de hombres y mujeres santos, ¡incluidos Adán, Noé, Abraham, Moisés, David, Eliah, Daniel y Juan el Bautista! Y la razón o prueba de esta maravillosa afirmación es que los cristianos, no obstante lo pecaminosos, ignorantes, ruines y bajos que puedan ser, justificando su fe en Jesús como su salvador, tienen el privilegio que desearon tener los santos Profetas y no lo lograron. Estos privilegios son innumerables: la purificación del pecado original a través del bautismo cristiano; el conocimiento de la Sagrada Trinidad (Dios me perdone lo que digo); e! alimentarse con la sangre y carne de Jesús en el sacramento de la eucaristía; la gracia de hacer el signo de la cruz; el privilegio de las llaves del cielo y del infierno entregadas al pontífice soberano y el embelesado éxtasis de los puritanos, quákeros, y todas las otras sectas no-conformistas que, cada una a su manera, mientras afirman los mismos privilegios y prerrogativas, acuerdan en conjunto que todo buen cristiano el Día de la Resurrección ¡se convertirá en una virgen pura que se auto obsequiará como novia al «cordero de Dios»!
¿No creen ustedes entonces que los cristianos tienen razón en creer que «el más pequeño» entre ellos es «más grande» que todos los Profetas? ¿No creen entonces que un obstinado monje de la Patagonia y una monja penitente parisina son más elevados que Adán y Eva, porque el misterio de la trinidad se les reveló a ellos y no a nuestros primeros padres que habitaban en el Paraíso antes de su caída? ¿No les parece que este tipo de creencia es de lo más impropio e indigno en estos tiempos altaneros de avanzada ciencia y civilización? Afirmar que un príncipe inglés o un huérfano negro es «más grande» que Juan el Bautista simplemente porque expresan ser cristianos es, como mínimo, algo abominable (2). No constante todas esas diversas creencias y credos se desprenden del Nuevo Testamento y de las palabras puestas en las bocas de Jesús y sus apóstoles. Para Nosotros, musulmanes unitaristas, sin embargo, hay pocos destellos chispeantes en los evangelios, los cuales son suficientes para que descubramos la verdad acerca del Jesús real y su primo, Yohannan Mamdana (Juan el Bautista)

JUAN EL BAUTISTA PROFETIZA A MUHAMMAD
1. De acuerdo al testimonio de Jesús, ningún hombre nacido de mujer fue más grande que Juan el Bautista. Pero el «más pequeño» en el Reino de los cielos es más grande que Juan. La comparación hecha por el «espíritu de Al.lah» (Ruh Al.lah, es decir Jesús) es entre Juan y todos los Profetas anteriores como los administradores del Reino de los cielos. En orden cronológico el último Profeta sería el «más pequeño» de todos ellos, sería el menor, el más joven. La palabra «zira» en arameo como «saghir» en árabe, significan «menor», «pequeño», «joven». La versión Pshitta usa la palabra «zira» o «zeira» en oposición a «rabba», significando «mayor», «viejo». Cualquier cristiano admitirá que Jesús no es el «ultimo» Profeta y por lo tanto él no puede ser el «más pequeño». En La época apostólica no sólo los apóstoles fueron facultados con el don de la profecía sino que muchas otras personas santas fueron favorecidas con el mismo (Hechos 11:27, 13:1. 15:32, 21:9-10, etc.)
Y como nosotros no podemos determinar cual de estos numerosos Profetas de la iglesia era el «último», nos vemos forzados naturalmente a buscar por todas partes un Profeta que sea indiscutiblemente el último y el sello de la lista de los Profetas. ¿Podemos imaginar una evidencia más firme y más brillante en favor de Muhammad que el cumplimiento en su santa persona de esta maravillosa profecía de Jesús?
En la larga lista de la familia profética, ciertamente el «más joven», el «menor» o «más pequeño» es Muhammad. El es el Benjamín de los Profetas. Y también es su sultán, su Adón y su gloria. Negar el carácter y naturaleza apostólica y profética de la misión de Muhammad es una negación completa de toda la revelación divina y de todos los profetas que lo predijeron. Porque todos los Profetas juntos no han realizado el gigantesco trabajo que hizo solo el Profeta de la Meca en el corto período de no más de 23 años de su misión.
El misterio de la preexistencia de los espíritus de los Profetas no ha sido revelado a nosotros, pero todo verdadero musulmán cree en ello(3). Fue ese espíritu preexistente el que por el poder de la Palabra de Al.lah «Kun» {«¡sea!»), Sara, Ana y la bendecida virgen María dieron a luz a Isaac, al Bautista y a Jesús. Hay varios otros nombres registrados en el Antiguo Testamento, como por ejemplo Sansón y Jeremías.
El evangelio de Bernabé nos informa de Jesús hablando del espíritu de Muhammad, diciendo que fue creado antes que ninguna otra cosa. De aquí el testimonio del Bautista acerca del Profeta a quien el profetizó: «El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo» (Juan 1:15).
No tiene sentido interpretar estas maravillosas palabras del Bautista acerca de Muhammad como refiriéndose a Jesús como intenta hacerlo el autor del cuarto evangelio.
Hay un notable capítulo acerca de Juan el Bautista en el famoso libro de Ernest Renán sobre «La vida de Jesús». Hace tiempo que leí cuidadosamente este libro. Si el erudito escritor francés hubiera tenido la mínima consideración por el derecho de Muhammad en el mundo de los Profetas, estoy seguro de que sus profundas investigaciones y comentarios lo habrían llevado a una conclusión totalmente distinta. El, como todos los demás disidentes y críticos bíblicos, en vez de buscar la verdad, critica adversamente la religión y conduce a sus lectores al escepticismo.
Me alegra decir que es privilegio mío, por la gracia de Al.lah, el resolver el problema, levantando la cortina del misterio que ha cubierto el verdadero sentido del «más pequeño en el Reino del cielo».
2. Juan el Bautista reconoce a Muhammad como superior y más poderoso que él. La significativa expresión dirigida a las multitudes judías, «el que viene después de mí» recordó a sus escribas, fariseos y hombres de leyes, la antigua profecía de su gran ancestro Jacob, en la que ese patriarca empleaba el título sin igual de «Shilokhah» (Shiloh, Siio) para el «Rasul Al.lah» (el mensajero de Al.lah), calificativo usado frecuentemente por Jesús para Muhammad, como se conserva en el evangelio de Bernabé. En el momento de escribir mi capítulo sobre el «Shiloh» (capítulo IV de la primera parte del libro) dije que la palabra podría ser una corrupción de «shiloukh» o «Shilokhah» (4), la cual significa «el mensajero de Al.lah pero entonces no me acordé(5) de que también San Jerónimo había comprendido la forma hebrea en ese sentido, porque la tradujo como «qui mittendís est».
Tenemos solamente un epítome o resumen de un sermón de Juan en pocas líneas escritas, no por él, sino por una mano desconocida, o por lo menos no en su idioma original, y muy enredado por los transcriptores y redactores que ya habían hecho de Jesús un ídolo o un dios. Pero cuando vamos a comparar este sermón predicado en el desierto de Judea y en las costas del Jordán con la gracia maravillosa, la elegancia, la elocuencia y la fuerza o poder tan manifiesto en cada versículo y página del Sagrado Corán, entendemos el sentido de las palabras «el es más poderoso que yo».
Cuando me represento al asceta Bautista predicando a viva voz en el desierto, o en las costas del Jordán, a la masa de judíos creyentes, con una historia teocrática de unos 400 años de antigüedad tras ellos, y luego hago una breve revisión de la manera tranquila, ordenada y digna en que Muhammad proclamó sus celestiales versículos del Corán a los paganos árabes incrédulos, y finalmente, cuando examino y observo el efecto de las dos predicaciones sobre los oyentes y el resultado final, comprendo la magnitud del contraste entre ellos y el sentido de las palabras «el es más poderoso que yo».
Cuando contemplo la captura y prisión del indefenso Bautista por Herodes Antipas (6) y su cruel decapitación —o cuando leo con cuidado el confuso pero trágico relato de la flagelación de Jesús (o Judas Iscariote) (7) por Pilatos, su coronación con una corona de espinas por Herodes y la catástrofe del calvario– y después vuelvo mis ojos sobre la entrada triunfal del gran Adón —el sultán de los Profetas— a La Meca, la total destrucción de todos los ídolos antiguos y la purificación de la Santa Ka'bah, o sobre la estremecedora escena del mortal enemigo encabezado por Abu Sufián, derrotado a los pies del Shiloah victorioso —el Mensajero de Al.lah—, rogando su clemencia y haciendo la profesión de fe, o sobre la adoración y devoción gloriosa y el sermón final del Sello de los Profetas en las solemnes palabras divinas: «Al-iauma akmal-tu lakum dinakum» («Hoy he completado para vosotros vuestra religión»— 5:3) (8), etc. comprendo entonces totalmente el valor y la importancia de la confesión del Bautista, «él es más poderoso que yo».
3. »La ira venidera». ¿Han encontrado alguna vez una interpretación sensata, juiciosa y convincente de esta frase en cualquiera de los numerosos comentarios sobre los evangelios? ¿Qué quiere decir Juan o que quiere que comprenda su audiencia por medio de la expresión «el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles»? ¿O con su manifestación: «él tiene el aventador en la mano y limpiará su era,..»? ¿O cuando redujo a nada el título de «hijos de Abraham»?
No los detendré en los antojos de los comentaristas porque son fantasías que ni Juan ni sus oyentes han siquiera soñado. ¿Podía siquiera Juan enseñar a esos pretenciosos fariseos y a esos saduceos (9) racionalistas que negaban la resurrección del cuerpo, que el día del Juicio final Jesús vertería sobre ellos su ira y los quemaría como árboles sin frutos y como la hojarasca en el infierno? No hay una sola palabra en toda la literatura de las escrituras acerca de la resurrección de los cuerpos o acerca del fuego del infierno. Los escritos talmúdicos están llenos de material escatológico, muy similar al de los Zardushtis pero no tienen ningún origen claro en los libros canónicos.
El Profeta del arrepentimiento y de las buenas nuevas no habla acerca de la remota e indefinida cólera que ciertamente espera a los impíos e incrédulos, sino de la cercana y próxima catástrofe del pueblo judío. El amenazó con la ira de Al.lah que esperaba al pueblo si persistía en sus pecados y en el rechazo de su misión y la misión de Jesús. La calamidad venidera era la destrucción de Jerusalén y la dispersión final de Israel que tuvo lugar unos 30 años después durante la vida de muchos de sus oyentes. Tanto él como Jesús anunciaron la venida del gran Mensajero de Al.lah, a quien el patriarca Jacob había anunciado bajo el título de Shiloah, y que al advenimiento del mismo todos los privilegios reales y proféticos, así como de autoridad, serían alejados de los judíos. Y tal fue el caso en realidad unos seis siglos más tarde, cuando la última barrera en el Hiyaz (la región central de Arabia, donde se ubican la Meca y Medina) fue completamente sometida y sus principados destruidos por Muhammad. El poder dominador creciente de los romanos en Siria y Palestina estaba amenazando la cuasi autonomía de los judíos y la corriente emigratoria de éstos ya había comenzado. Y fue en relación a esto que el predicador inquinó: «¿Quien os enseñó a huir de la ira venidera?» (Mateo 3:7). Fueron advertidos y exhortados a producir, buenos frutos y cosechas por medio del arrepentimiento y la creencia en los verdaderos mensajeros de Al.lah, especialmente en Rasul Al.lah (el Mensajero de Al.lah, Muhummad), quien era el último y verdadero comandante poderoso.
4. Los judíos y los cristianos han acusado siempre a Muhammad de haber establecido la religión del Islam por la fuerza, la coerción y la espada. Los musulmanes modernistas siempre han intentado refutar este cargo. Pero esto no quiere decir que Muhammad nunca empuñó la espada. El la ha usado para preservar el Nombre de Dios. Toda paciencia tiene su límite, todo favor tiene su fin. Y no es que la paciencia o el favor de Al.lah sean finitos, sino que El tiene todo establecido, definido, fijado. La posibilidad y el tiempo concedido por Al.lah graciosamente a los judíos, a los árabes y a los gentiles duró mas de cuatro mil años. Solamente después de expirar este período es que Al.lah envía a Su amado Muhammad con el poder y la espada, con el fuego y el espíritu, para habérselas con los ruines incrédulos, con los ingratos hijos de Abraham –ismaelitas e israelitas– y con el poder de Satanás, de una vez por todas.
El Antiguo Testamento en su conjunto es un relato de teocracia e idolatría. De vez en cuando, pálidamente, brillaba en Jerusalén y la Meca una pequeña chispa de Islam, es decir, de la religión de Al.lah. Pero siempre fue perseguida por el poder de Satanás. Las cuatro bestias diabólicas habían venido y oprimido bajo sus pies al puñado de creyentes en Al.lah. Entonces llegó Muhammad para aplastar y matar a la serpiente venenosa y darle el título oprobioso de «Iblis», el Satanás «lapidado». Ciertamente Muhammad era un Profeta combatiente, pero el objeto de esa lucha era la victoria, no la venganza, la derrota del enemigo, no su exterminio y, en una palabra, el establecimiento de la religión del Islam como el Reino de Dios sobre la tierra. En realidad, cuando el pregonero en el desierto gritaba, exclamaba en voz alta: «Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas», se estaba refiriendo a la religión del Señor en la forma de un Reino, que estaba delineado para tiempos cercanos. Siete siglos antes, el profeta Isaías había exclamado y pronunciado las mismas palabras (Isaías 40:1-4) y un par de siglos más tarde Al.lah preparó el camino para Ciro ocupando todos los valles y ciñendo todo monte y montaña con el objeto de hacer fácil la conquista y rápida la marcha (Isaías 45: 1-3). La historia se repite, dicen ellos. El lenguaje y el sentido es el mismo en ambos casos, siendo el primero un prototipo del segundo. Al.lah ha facilitado el camino a Ciro, sometido sus enemigos al conquistador persa y enviado a Su pueblo elegido al cautiverio. Nuevamente estaba repitiendo la misma previsión pero ahora en una escala más grande y amplia. Frente a la prédica de Muhammad desaparecieron los ídolos y las falsedades, frente a su espada los imperios se venían abajo, y los hijos del Reino de Al.lah se hicieron iguales y formaron un «pueblo de los santos del Altísimo». Porque solamente en el Islam todos los creyentes son iguales, sin sacerdotes ni sacramentos. Sin musulmanes elevados como ceños o bajos como valles. Y sin ninguna clase o distinción de raza o rango. Todos los creyentes son iguales, excepto en virtud y piedad, en lo cual puede ser más excelso uno que otro. Es el Islam la única religión que no reconoce a ningún ser, cualquiera sea su grandeza y santidad, como mediador absoluto entre Al.lah y el hombre.
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[1] Queda claro en todo este libro que el profesor Dawud tiene, como buen musulmán, el mayor de los respetos por Jesús, la Paz sea con el, a quien el Sagrado Corán destaca como uno de los mayores Mensajeros de Dios. La «ambigüedad» a que se refiere es la que resulta de las interpolaciones, agregados y extracciones del texto del evangelio, con el objeto de sustentar doctrinas y opiniones humanas, lo que termina por convertir a estas escrituras en un galimatías por sus incoherencias y contradicciones. (Nota del Editor en español) [2] Como ya dijimos en otra nota, esta frase de Jesús coincide con la afirmación del Profeta Muhammad: «Los creyentes de mi comunidad están en la categoría da los Profetas de Israel». El Islam, fundado por La Corona y Sello de la Profecía, contiene en sí la posibilidad de los mayores grados espirituales y de conocimiento. Por eso un «creyente» (árabe mu'min), y no simplemente un musulmán (árabe muslim), de la comunidad del Islam está al menos en la categoría de cualquier Profeta de Israel, incluido Juan el Bautista, o por encima. Nótese que esto no se generaliza sino que se restringe a los creyentes, igual que hace Jesús al decir «un hijo del Reino». No puede ser hijo del Reino quien simplemente proclama su condición de musulmán (o cristiano según la interpretación católica), sino quien realmente ha alcanzado el grado de la fe. El Profesor Dawud no parece que conociera este hadiz cuando escribió su obra, ya que este le da sentido a las palabras de Jesús. (Nota del Editor en español)
[3] La preexistencia de las esencias individuales no se restringe a los Profetas. Dios enseña en el Sagrado Corán que extrajo de las entrañas de Adán, el primer hombre, a toda su descendencia hasta el día final, y le hizo testimoniar Su Señorío» como prueba primera e ineludible que desde entonces todo espíritu individual que viene al mundo porta como conocimiento do su Creador, (Cfr. 7;172) Y en 3:61 Dios nos informa que en esa misma ocasión pretemporal, antes de la manifestación de este mundo, concertó un pacto con los Profetas de que aceptarían al mensajero que vendría, de lo cual se infiere que la aparición del Sello de los Profetas, Muhammad, era conocida por todos los enviados divinos, y fue por ellos anunciada de distintas formas. (Nota del Editor en español)
[4] Los hebreos orientales y los asirios pronuncian la palabra «Shilokha» o «Shiloakh». Es muy difícil transliterar los idiomas semitas en caracteres latinos, (Debido a que se omiten las vocales breves por lo general).
[5] Es preciso recordar que este libro fue redactado por su autor como una serie de artículos aparecidos periódicamente en la «Revista Islámica», en inglés, en los años 1928 y 1929. No parece que posteriormente el autor los haya corregido para su publicación como un libro. (Nota del Editor en Español)
[6] Hay un anacronismo en el relato del martirio de Juan el Bautista respecto a la familia de Herodes el Grande en los evangelios (Mateo 14, etc.). Los lectores pueden consultar la obra «Antigüedades» de Flavio Josefo.
[7] La doctrina del Islam, apoyada en la Revelación coránica (Cfr, 4:157-158), es que Jesús no fue el que murió en la cruz sino que fue elevado por Dios a los cielos, que no ha muerto, y que descenderá reapareciendo al final de los tiempos. Por su parte las tradiciones añaden que Judas fue quien ocupó el lugar de Jesús, tomando su figura, para ser martirizado. En Tafsir Al-Qummi se cuenta de parte del Imam Muhammad Al-Baqir, con él sea la Paz, que dijo: «Jesús citó a sus seguidores la noche en que Al.lah lo elevó hacia Sí, y ellos se reunieron con él al anochecer, siendo ellos doce hombres [es decir los apóstoles]. Los hizo entrar en una casa, y luego él se les apareció desde una abertura que había en una esquina de la casa, mientras su cabeza goteaba agua. Les dijo: Al.lah me reveló que ya me elevará hacia El y me eximirá de los judíos, ¿Quién de vosotros asumirá mi figura y será crucificado y muerto estando conmigo en mi jerarquía? Contestó un joven de entre ellos: jYo,Espíritu de Al.lah!'- Respondió él: 'Tú e
res ese'... » Se interpreta que este joven fue Judas. (Nota del Editor en español) [8] Se considera que este fue el último versículo revelado del Sagrado Corán, Tuvo lugar su revelación luego del sermón de la peregrinación de la despedida, poco antes del fallecimiento del Profeta. (Nota del Editor en español)
[9] Este nombre hebreo está mal escrito como «saduceo».

Fuente: Muhammad en la Biblia

8.12.11

«Y VENDRÁ EL AHMAD (1) DE TODAS LAS NACIONES...» (AGEO 2:7)




Alrededor de dos siglos después de que el idólatra e impío Reino de Israel fuera destruido y toda la población de las diez tribus deportada a Asiría, Jerusalén, el glorioso templo de Salomón, fue arrasado hasta los cimientos por los caldeos. La población remanente no masacrada, de las tribus de Juda y Benjamín, fue transportada a Babilonia. Después de un período de cautividad de setenta años, les fue permitido a los judíos retornar a su país con toda libertad para edificar nuevamente su ciudad y templo arruinados. Cuando estaban siendo puestos los cimientos de la nueva casa de Dios, surgió un tremendo bullicio de goce y aclamación de los reunidos, mientras los ancianos, que habían conocido el magnífico templo de Salomón, prorrumpieron en un amargo llanto. Fue en esta ocasión que el Todopoderoso envió a Su siervo e! Profeta Ageo a consolar a la concurrencia entristecida con este importante mensaje: «Y haré temblar a todas las naciones, y el Himda de todas las naciones vendrá, y llenaré de gloria esta casa, dice el Señor de los ejércitos. Mía es la plata, y mío es el oro, dice el Señor de los ejércitos. La gloria de mi casa postrera será mayor que la de la primera, dice el Señor de los ejércitos. Y daré paz (shalom) en este lugar, dice el Señor de los ejércitos» (Ageo 2:7-9).
He traducido el párrafo mencionado del único ejemplar de la Biblia a mi disposición, que me enviara una prima asiría, en su lengua original. Pero si consultamos la versión española de la Biblia, veremos traducidas las palabras originales «Himda» y «Shalom» en hebreo, como «deseado» y «paz» respectivamente.
Tanto los comentaristas judíos como cristianos han dado la mayor importancia a la doble promesa contenida en la profecía mencionada. Ambos entienden como una predicción mesiánica la palabra «Himda». En realidad, aquí estamos frente a una profecía maravillosa confirmada por la fórmula bíblica usual de juramento divino, «dice el Señor Sabaoth», repetida cuatro veces. Si esta profecía se toma en el sentido abstracto de las palabras «himda» y «shalom» como «deseo» o «paz»,entonces la profecía se convierte en una aspiración ininteligible. Pero si por el término «himda» entendemos una idea concreta, una persona y realidad, y por la palabra «shalom» no una condición sino una fuerza viva y activa y una religión establecida definitivamente, entonces esta profecía debe ser admitida como cierta y cumplimentada en la persona de Ahmad y en el establecimiento del Islam- Porque «himda» y «shalom» (o «shlama») tienen precisamente el mismo significado que Ahmad e Islam respectivamente.
Antes de abocarnos a la demostración del cumplimiento de esta profecía será mejor explicar la etimología de las dos palabras tan brevemente como sea posible.
a) Himda. A menos que esté en un error, la oración en el texto hebreo original se lee así: «ve yavu himdath kol hagoyim», lo cual literalmente traducido sería «y vendrá el «himda» de todas las naciones». La «hi» final en hebreo, como en árabe, se muda en «th» o «t» en el caso genitivo. La Palabra se deriva de una raíz hebrea arcaica –o más precisamente del arameo– «hmd» (consonantes que se pronuncian «hemed»). Generalmente en hebreo «hemed» es usado en el sentido de gran deseo, codicia, apetito y ambición. El noveno mandamiento del Decálogo es: «Lo tehmod ish reikha» («No desearás la mujer de tu prójimo»). En árabe el verbo «hamida», de las mismas consonantes radicales «hmd», significa «alabar», etc. ¿Quién es mas alabado, ilustre, que quien es ansiado, ambicionado y deseado? Cualquiera de los dos sentidos que se adopten, el hecho es que la forma árabe de «Himda», es decir «Ahmad», permanece firme e indiscutida. El Sagrado Corán (sura 61) declara que Jesús anunció al pueblo de Israel la venida de un Mensajero de Dios cuyo nombre iba a ser Ahmad. El Evangelio de San Juan, al ser escrito en griego usa el nombre «Paráclitos», un barbarismo desconocido en la literatura clásica griega. Pero «Periclitóse, que corresponde exactamente a Ahmad en su significado de «preclaro», «glorioso», «alabado», en un grado superlativo, debe haber sido la traducción en griego de «Himda» o probablemente de la forma árabe (o aramea) «Hemida», como fue pronunciada por Jesús. Pero, desgraciadamente, no poseemos ningún Evangelio en el idioma original hablado por Jesús. (2)
b) En cuanto a la etimología y significado de las palabras «shalom», «shlama» y las palabras «salam» e «Islam», no necesito entretener al lector abarrotándolo de detalles lingüísticos. Cualquier estudioso y conocedor de las lenguas semíticas sabe que «shalom» e «Islam» se derivan de una y la misma raíz, y que ambas significan paz, sumisión, resignación o conformidad. (3)
Habiendo quedado claro esto me propongo hacer una breve exposición de esta profecía de Ageo. A fin de comprenderla mejor citaré otra profecía del último libro del Antiguo Testamento, llamado Malaquías (Cap. 3:1): «Miren, yo enviaré mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí: vendrá súbitamente a su templo. El es Adonai (el Señor), por quién vosotros rogáis, y el Mensajero del Pacto en quien encuentran contento. El está viniendo, dice el Señor de los Ejércitos». Comparemos estos misteriosos oráculos con la sabiduría corporizada en el sagrado versículo del Corán: «Gloria a Quien hizo viajar a Su Siervo durante la noche, desde la Mezquita Sagrada (el Templo de la Meca) a la Mezquita Lejana (el Templo de Jerusalén), cuyos alrededores nosotros hemos bendecido...» (17:1) (4)
Trataremos de demostrar que la persona que viene súbitamente al templo –como lo predicen las dos profecías bíblicas anteriores, Ageo 2:7 y Malaquías 3:1–es Muhammad y no Jesús, y utilizaremos para ello los siguientes argumentos que lo pondrán en claro para cualquier observador imparcial.
1.- El parentesco, la relación y la semejanza entre los dos tetragramas «Himda» y «Ahmad»t y la identidad de la raíz «hmd» de la cual derivan ambos sustantivos, no deja la más mínima duda de que el sujeto en la oración «y vendrá el Himda de las naciones» es Ahmad, es decir Muhammad. No hay ni la más remota relación etimológica entre «himda» y cualquier otro nombre como Jesús, Cristo, Salvador, etc., y ni siquiera hay una consonante común entre ellos.
2.- Incluso si se quiere argumentar que la forma hebrea «hmdh» (leída «himdah») es un sustantivo abstracto que significa «deseo», «codicia», «avidez» y «celebridad», el argumento sería nuevamente favorable a nuestra tesis, porque entonces la forma hebrea, etimológicamente, sería exactamente equivalente en sentido y similitud a la forma árabe «himdah», o más bien, idéntica a ella. En cualquier sentido que se desee tomar el tetragrama «Hmdh», su relación con Ahmad es concluyente y no tiene nada que ver con Jesús. Si San Jerónimo, y antes que él los autores de la Septuaginta (5), hubieran preservado intacta la forma hebrea de «Hmdh» en vez de pasarla al latín «cupiditas» o al griego «euthymia», probablemente los traductores elegidos por el Rey James I (para volcar la Biblia al Inglés) también habrían reproducido la forma original en su versión autorizada. Y la Sociedad Bíblica habría hecho lo propio en sus versiones en lenguas de países islámicos.
3.- El templo de Zorobabel iba a ser más glorioso que el de Salomón porque, como profetizó Malaquías, el gran Mensajero del Pacto, el «Adonai» o «Saied» (en árabe: señor, conductor) de los mensajeros divinos, iba a visitarlo súbitamente, como en realidad lo hizo Muhammad durante su milagroso viaje nocturno, según lo relata el Corán. El templo de Zorobabel fue reparado o reedificado por Herodes el Grande. Y ciertamente que Jesús, en todas las ocasiones de sus frecuentes visitas al templo, lo honraba por medio de su santa persona y presencia. En realidad, la presencia de cada profeta en la casa de Dios había aumentado la dignidad y santidad del santuario. Pero a pesar de esto al menos debe ser admitido que los Evangelios que registran las visitas de Jesús al templo y sus enseñanzas allí, no hacen mención a una sola conversión entre su audiencia. Todas sus visitas al templo son relatadas como finalizando en amargas disputas con los sacerdotes y los fariseos incrédulos. También se debe concluir que Jesús no solamente no trajo «paz» al mundo como declaró deliberadamente (Mateo 24, Marcos 13, Lucas 21), sino que incluso predijo la total destrucción del templo (Maceo 10: 34), lo cual se cumplió unos cuarenta años después por los romanos, cuando se completó la dispersión de los judíos.
4.- Ahmad, que es otra forma del nombre Muhammad, de la misma raíz y significado, es decir, «el más glorioso o alabado», durante su viaje nocturno visitó el lugar sagrado del templo en ruinas, como informa el Corán, y entonces allí, de acuerdo a la sagrada tradición expuesta repetidamente por él a sus compañeros, ofició el servicio divino de plegarias y adoración a Al.lah en presencia de todos los Profetas que le precedieron. Y fue entonces que Al.lah «bendijo las cercanías del templo y mostró Sus signos» (Corán 17:1) al último profeta. Si Moisés y Elias pudieron aparecer en forma corpórea sobre el monte de la transfiguración, ellos y todos los miles de Profetas pudieron también aparecer en las cercanías del templo de Jerusalén, y fue durante la «súbita venida» de Muhammad a «su templo» (Malaquías 3:1) que Dios lo llenó realmente «con gloria» (Ageo 2).
Que Amina» la viuda de Abdullah (padre de Muhammad) llamara a su hijo huérfano (de padre, antes de nacer) «Ahmad», el primer nombre propio árabe con esa forma en toda la historia, es, de acuerdo a mi humilde creencia, el mayor de los milagros en favor del Islam (6). E1 califa omeya Omar Ibn Abdul Aziz reedificó el templo (7), y la majestuosa mezquita de Jerusalén permanece, y permanecerá hasta el fin del mundo, como un monumento perpetuo a la autenticidad del pacto que Al.lah hizo con Abraham e Ismael (Génesis 15 a 17).
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[1] «Ahmad», de la misma raíz árabe «hamida», «alabar» de donde deriva también el nombre «Muhammad», es otro de los nombres del Profeta del Islam. Con este nombre se lo designa en una oportunidad en el Sagrado Coran, siendo el nombre con que lo anunció Jesús (P) (Cfr. Corán 61:6), «Ahmad» está construido según el paradigma del superlativo en lengua árabe y significa «el muy alabado», cuya traducción en griego sería Periclitas. (Nota del Editor en español)
[2] En castellano existe el vocablo perínclito, que deriva del griego y significa muy ínclito», siendo «ínclito»: «preclaro», «ilustre», «famoso», todo lo cual implica el sentido de «muy alabado» (Ahmad). (Nota del Editor en español)
[3] La shim hebrea muda a sin en árabe. Por ejemplo Moshe (Moisés) se dice Musa; shalom (Paz) se dice salám. La raíz slm indica la idea de paz, salvación, seguridad, salud; y en su forma aslama significa someterse a la voluntad divina para obtener la paz y la salvación y salud espiritual, que se resume en su nombre de acción Islam. (Nota del Editor en español)
[4] Este versículo coránico se refiere al episodio del viaje nocturno del Profeta Muhammad (BPD) de La Meca a Jerusalén y su ascensión desde allí a los cielos, las regiones superiores del ser. Este acontecimiento tuvo lugar enel año 7a de la misión profética, y fue confirmado por referencias que el Profeta dio de Jerusalén, a la que no conocía, o de la existencia y características de caravanas que esa noche se dirigían a La Meca y que el vio en su viaje maravilloso. (Nota del Editor en español)
[5] La Septuaginta (septuagésima) es la primera versión en lengua griega de las escrituras judías que fue compuesta» según es tradición, hacia el 230 a.C. en Alejandría por un grupo de 72 sabios del judaísmo, seis por cada tribu de Israel. Esta versión (que originalmente habría incluido solo el Pentateuco), es sin duda la más antigua en griego, y tuvo mucha relevancia entre los judíos helenistas y hasta hoy día en la iglesia ortodoxa cristiana. (Nota del Editor en español)
[6] Es un hecho registrado por la historia que el nombre «Muhammad» no era utilizado por los árabes con anterioridad al Islam. No obstante la madre del que luego sería el Profeta, le dio a su hijo único (huérfano de padre desde antes de nacer) ese nombro, que no tenía antecedentes. Esto es considerado una prueba del cumplimiento de los anuncios divinos sobre el Profeta del Islam. (Nota del Editor en español)
[7] Se refiere a la mezquita de la Roca, cuya cúpula dorada es hoy símbolo de la ciudad santa de Jerusalén. Esa cúpula dorada cubre una roca que conserva una huella del pie del Profeta, pues desde allí ascendió al cielo. El califa Omar Ibn Abdul Aziz ofreció a los judíos y cristianos reconstruir el Templo antiguo, y ante su negativa, procedió a edificar allí la Mezquita que mencionamos. (Nota del Editor en español)


fuente: Muhammad en la Biblia

El saludo y su respuesta



Somos musulmanes, lo que quiere decir que todo lo que hacemos es por Allah. Allah nos dice que todos los musulmanes son hermanos y que debemos ayudarnos.
Decir “Salamu ‘alaykum” no es precisamente decir “buenos días”, sino decir al prójimo que os preocupáis por él y que no le haréis ningún mal, ya que “Salamu ‘alaykum” significa “que la paz sea con vosotros”.
Cuando te levantas por la mañana, la primera cosa que debes decir es Salamu ‘alaykum a mamá y a papá.
Cuando los musulmanes entren el paraíso oirán una voz que les dirá Salamu ‘alaykum.
Antes de hablar con un musulmán debemos decirle Salamu ‘alaikum en primer lugar. Después está bien también darle la mano.
Cuando contestáis al teléfono, también debeis decir primeramente Salamu ‘alaykum.
Si alguien os dice Salamu ‘alaykum debeis responderle diciendo:
Wa-‘alaykum Salam (Wa Rahmatul Lahi Wa Barakatuhu).
A Allah no le gusta que no se responda al Salam.

fuente: libro Madrasa Ahlul Bait