1.2.12

El mes de Rabî' Al-Auwal



El Bendito Nacimiento del Profeta Muhammad

que las Bendiciones y la Paz de Al·lah sean sobre él y su purificada Familia -

La noche del diecisiete:Es la noche que precede al nacimiento del Sello de los Profetas (BP). Es una noche muy bendita. En la misma, un año antes de la Hégira, tuvo lugar el Viaje Nocturno del Profeta (BP). (Viaje de Ascensión del Profeta (BP) a los cielos) .

El día diecisiete:Según lo más famoso entre los sabios de la escuela de Ahl-ul Bait, este es el día del nacimiento del Sello de los Profetas, Muhammad Ibn ‘Abdul·lah (BP). Su nacimiento tuvo lugar en La Meca, un día viernes, en su propia, casa en el momento del alba. Ese año fue denominado el año del Elefante (porque en ese año Abraha con sus elefantes trató de destruir la Casa de Dios y fue derrotado por una hueste de pájaros enviada por Dios para que arrojaban piedras de arcilla sobre ellos. Sura Al-Fil, 105). En este mismo día del año 83 de la Hégira nació el Imam Ya’far As-Sadiq (P.). Es un día muy bendito y es preferible hacer lo siguiente:

1) Hacer el baño completo (gusl).

2) Ayunar. Se relata que quien ayune en ese día tendrá la recompensa de haber ayunado todo un año. También es uno de los cuatro días del año en el que el ayuno tiene mucho mérito.

3) Visitar y saludar al Enviado de Dios (BP), ya sea de lejos o de cerca (leyendo alguna súplica o saludo especial para el Profeta).

4) Visitar y saludar al Príncipe de los Creyentes (P).

5) Al amanecer, realizar dos ciclos (rak‘ah) de oración de la siguiente manera: En cada ciclo, luego de la Sura Al-Hamd, recitar diez veces la Sura Al-Qadr (nº 97) y diez veces la Sura At-Tawhîd.

6) Los musulmanes deben venerar y honrar este día, hacer caridades y actos buenos, contentar a los creyentes, concurrir a los lugares sagrados, en especial a los Santuarios de los Profetas y los Imames (P) y festejarlo de la mejor manera posible.

En el libro Al-Iqbâl el Seiied se explayó respecto a la necesidad de engrandecer este día y dijo: “Vi que los cristianos y un grupo de entre los musulmanes engrandecen sobremanera el día del nacimiento de Jesús –que la paz sea con él- y me asombré por el hecho de cómo los musulmanes se conforman con conmemorar el día del nacimiento de su profeta, quien es el más grandioso de todos los profetas, con menos ímpetu de lo que lo hacen los cristianos”.

Extraído de Mafâtîh Al-Ÿinân

28.1.12

Prohiben el hiyab (velo), se violan los derechos humanos en Alemania.



La Vigilia de los Derechos Humanos declaró que “las personas deberían ser juzgadas sobre la base de sus conductas, no sobre la base de puntos de vistas imputados a ellos en virtud de un símbolo religioso que visten.”

Helen Chahroj, investigadora de la división de vigilia de los derechos humanos en Europa y Asia Central, declaró que “El estado de Alemania le prohibe los símbolos religiosos y la ropa religiosa a los profesores y a otros empleados civiles y descrimina en contra de la mujer musulmana que viste el velo. Agregó que, “Que ellos digan que estas restricciones no son discriminatorias, no resalta, porque ellos discriminan en el terreno de ambos sexos y religiones y violan los derechos humanos de estas mujeres.”

El reporte de la vigilia de los derechos humanos sobre “La discriminación en el nombre de la Neutralidad: La prohibición del velo para las profesoras y empleados civiles en Alemania,” está basado en una extensa investigación realizada por un periodo de ocho meses.

Hiyab, el código obligatorio de vestimenta que cada mujer musulmana debe vestir, ha sido el objeto de acaloradas disputas políticas en Alemania, hogar de 3.5 millones de musulmanes.

Varios estados alemanes han prohibido el hiyab para las profesoras de sus escuelas.

La vigilia de los derechos humanos dijo que cuando se acercaron a escuchar los comentarios de los oficiales de estado, ellos justificaron las restricciones sobre la base de que las profesoras tienen el deber de asegurar que sus estudiantes permanezcan neutrales en cuestiones de religión e ideología.

Destacaron que “...las prohibiciones están basadas en la noción de que meramente por usar el velo, pone a la neutralidad en riesgo.”

“Pero no hay ninguna evidencia de que la conducta de las profesoras viole aquel deber.”

La vigilia de los derechos humanos dijo que “ Las prohibiciones del estado están apuntando efectivamente a las mujeres musulmanas. Ninguna de las leyes tiene como objetivo explícito el velo, pero en debates parlamentarios y en documentos oficiales, antes de presentarse dejan claro que el velo es el objetivo principal.”

Alguna de las leyes permiten al gunas excepciones para las tradiciones cristianas y occidentales, de acuerdo al reporte.

Chahroj, la investigadora de la vigilia de los derechos humanos, dijo que su estudio mostró que tales leyes claramente persiguen particularmente a los musulmanes. Y dijo: “En la práctica las únicas personas afectadas por estas leyes son las mujeres musulmanas que usan el velo.”

La vigilia de los derechos humanos analizó la participación de los derechos humanos en tales prohibiciones y sus efectos en las vidas de las profesoras musulmanas, incluyendo aquellas quienes han estado en sus trabajos por años.

El grupo que reside en Nueva York dijo que, “ Las regulaciones no son preocupaciones abstractas. Las restricciones tienen un profundo efecto en las vidas de las mujeres.”

Las profesoras musulmanas no pueden encontrar trabajo como educadoras en escuelas públicas luego de completar exitosamente su educación, al menos que se remuevan sus velos. Si una maestra se niega a remover su velo y subsecuentemente no es exitosa en los procesos de la corte, corre el riesgo de perder su estatus de empleada civil y de ser removida de su posición de educadora.

El grupo declaró que, “ Las medidas efectivamente fuerzan a las mujeres a escoger entre sus empleos y la manifestación de sus creencias religiosas violando sus derechos de libertad de religión e igualdad de trato,” hicieron también el incapié en que las prohibiciones han causado que algunas mujeres dejen sus carreras o emigren de Alemania, donde han vivido toda su vida. “La gente debería ser juzgada sobre la base de su conducta, no en base a puntos de vistas imputados hacia ellos en virtud de un símbolo religioso que escogieron usar.”

Algunas de las profesoras afectadas le dijeron a la vigilia de los derechos humanos que ellas habían ofrecido varias alternativas para usar el velo, tales como, gorros largos, o amarrar el velo en distintos atípicos estilos, pero que estas ofertas habían sido todas rechazadas. Como resultado a estas prohibiciones, algunas de las mujeres dejaron los estados en los cuales vivían e incluso dejaron Alemania, mientras otras se sintieron obligadas a removerse sus velos para mantener sus trabajos, después de invertir años de estudio para desarrollar sus capacidades. Ellas se quejaron de sentirse excluídas, incluso cuando muchas de ellas habían vivido en Alemania toda su vida.

La vigilia de los derechos humanos le hace el llamado a los gobiernos de los distintos estados a revisar y revocar la legislación para prohibir la vestimenta y símbolos religiosos, y se aseguren de que su legislación y procesos se sometan a las obligaciones de Alemania en los derechos humanos internacionales. Los estados alemanes deberían en particular garantizar regulaciones que no discriminen en terrenos de sexo ni religión y que la libertad de religión y expresión estén absolutamente protegidas.

22.1.12

Aniversario del Martirio del Santo Profeta del Islam Hazrat Muhammad, Imam Hassan e Imam Reza (P)

El día 28 de Safar corresponde al aniversario del martirio del Santo Profeta del Islam, Hazrat Muhammad al-Mustafa (Bpd) y de Imam Hassan (P), el último día del mes de Safar es el aniversario del martirio de Imam Reza (P). En esta triste ocasión de luto por la conmemoración del martirio del Santo Profeta del Islam, Hazrat Muhammad, de Imam Hassan (P) y de Imam Reza (P) expresamos nuestro dolor y sinceras condolencias a los millones de musulmanes de la Ummah y a todos los amantes de Ahlul Bait (P) en el mundo.

Aniversario del Martirio del Santo Profeta del Islam Hazrat Muhammad, Imam Hassan e Imam Reza (P)

Biografía del Profeta Muhammad (Bpd)

Nombre: Muhammad
Título: Al-Mustâfâ, Al-Amîn, Ar-Rasûl
Kunyat: Abul Qasim
Nació: El 17 del mes de Rabi’al-Auwal del año 53 antes de la Hégira (4 de mayo de 570 d.C.)
Su padre:Abdul.lah Ibn Abdul Muttâlib
Su madre:Âminah Bint Wahab
Murió: El día 28 del mes de Safar del onceavo año después de la Hégira (23 mayo de 632 d.C.) a la edad de los 63 años.

EL NACIMIENTO Y LA INFANCIA DE MUHAMMAD (BP)
El nacimiento de la luz
La Ciudad de La Meca se había sumergido en la oscuridad y la envolvía un gran silencio. No se veían señales de vida ni actividad, únicamente la luna, como era costumbre, ascendía despacio por detrás de las negras montañas que rodeaban la ciudad, y extendía sus suaves y delicados rayos sobre los sencillos edificios y sobre el camino pedregoso que conducía a ésta.
Poco a poco llegó la media noche, una brisa suave y agradable cubrió el ardiente territorio el Hiÿâz y por un corto tiempo lo invitó a descansar, tan sólo se dejaba ver el brillo de las estrellas que iluminaban y brindaban placer a los ciudadanos.
Las aves madrugadoras así como las que pasan en vela la noche con voces placenteras alegraban las almas en ese ambiente paradisíaco, tal y como si se secretearan con su enamorado.
La orilla del horizonte de La Meca se encontraba en el umbral de la aurora, sin embargo, aun reinaba un silencio ambiguo sobre la ciudad.
Todos se encontraban dormidos, sólo Âminah Bint Wahab estaba despierta y sentía los dolores, dolores de la espera que poco a poco se volvían más y más intensos.
Repentinamente vio entrar en su habitación a unas damas agradablemente perfumadas, desconocidas y luminosas. Se encontraba atónita. ¿Cómo era posible que aquellas damas entraran en su aposento sin ella darse cuenta?[1]
Rompió el alba. No pasado mucho tiempo Âminah dio a luz a su querido niño, y por fin en la madrugada[2] del diecisiete del mes de Rabi’al-Auwal del año 53 antes de la Hégira (4 de mayo de 570 d.C.), se iluminaron sus ojos al ver a su esperado hijo.
Todos en la casa se felicitaron al enterarse del nacimiento del pequeño. El nacimiento de Muhammad había encendido el dormitorio de Âminah, obscurecido por el reciente fallecimiento de su esposo ‘Abdul.lah Ibn ‘Abdul Muttalib (545-570 d.C.), que al regreso de un viaje a Ash-Shâm (Siria) murió en Medina, en donde fue enterrado, dejando a Âminah sola y desconsolada.[3]
Muhammad (BP), el niño milagroso
Muhammad, llegó al mundo acompañado de extraordinarios acontecimientos tanto en el cielo como en la tierra, especialmente en el Medio Oriente que en ese entonces era el centro de la civilización. Fueron estos acontecimientos los que hicieron que el mundo se enterara rápidamente de la nueva noticia y puesto que este niño terminaría con las viejas costumbres y supersticiones y traería nuevas bases y fundamentos para la evolución y progreso de la humanidad, desde el primer día de su nacimiento hizo sonar la campana del “despertar”.
El palacio de Anûshîrvân (el sasánida Cosroes I el Grande que reinó entre 531-579 d.C.), que suponía su poder y monarquía sería eterno e impresionaba a quien lo miraba, la noche del nacimiento de Muhammad (BP) tembló y catorce[4] almenas de sus murallas se derrumbaron. Así también se apagó en un instante el templo del Fuego de los persas[5], que había ardido permanentemente durante mil años.
Las cenizas de su ídolo adorado fueron el vivo testimonio de la verdad que emergía señalando un nuevo camino. Las señales prodigiosas se multiplicaban. Los lagos de “Sâveh” (al S.E. de Eshtehard y S.O. de Danesfahân, Irán) se secaron repentinamente[6] haciendo que las personas de entendimiento se asombraran ante tantas prodigiosas coincidencias y reflexionaran sobre su significado.

Halîmah, la nodriza del pequeño Muhammad (BP)

Entre los árabes, durante muchos años fue costumbre que al nacer un pequeño, lo entregaran a un ama de leche que fuera de alguna de las tribus que habitaban en los alrededores de la ciudad, para que creciera en el ambiente puro y natural del desierto, aprendiera a hablar árabe con acento original[7] y el estilo puro que se conservaba entre los beduinos.
Por ello, y dado que Âminah no tenía leche suficiente para amamantar a su pequeño, Abdul Muttalib Ibn Hashim, abuelo y tutor de Muhammad (BP), pensó que lo mejor sería contratar a una mujer segura, digna y honorable para que se encargara de su querido nieto, el único recuerdo de su hijo. ‘Abdul Muttalib después de buscar e investigar escogió a Halîmah Bint Abi Dhu’ayb, mujer casta y virtuosa de los “Banî Sa‘d (clan conocido por su valentía y clara lengua) de la tribu de los Banî Haûâzan. Halîmah llevó a Muhammad (BP) a su tribu y cuidaba de él como si fuese su hijo.
Hacía tiempo que el clan de los Banî Sa‘d carecía de víveres. El desierto seco y la falta de lluvias habían acentuado su pobreza y carestía; pero desde aquel día que Muhammad (BP) llegó a casa de Halîmah, trajo consigo para ellos bienestar y abundancia. La vida, llena de carencias que sufrían, se convirtió en una existencia llena de felicidad y prosperidad, y los rostros pálidos de ella y sus hijos se volvieron lozanos y brillantes. Su pecho que estaba secó se lleno de leche, y los pastizales de los borregos y camellos de esa región reverdecieron, manifestando claramente el contraste con su situación anterior y la actual de las tribus vecinas.
Muhammad (BP) crecía más rápido que los demás niños, era el más ágil corriendo y hablaba sin defectos de pronunciación. Por donde iba lo acompañaban la abundancia y la bendición y los que estaban cerca de él fácilmente se daban cuenta de ello, inclusive lo confesaban; de tal forma que Hâriz, el esposo de Halîmah le dijo a ésta:
“¿Te has dado cuenta? Muhammad (BP) es un niño con una bienaventuranza especial. Y nosotros hemos tenido la buena suerte de tomarlo como ahijado”.[8]
Muhammad (BP) en un diluvio de acontecimientos
Apenas habían transcurrido seis primaveras[9] de la vida del generoso Muhammad (BP) cuando su madre Âminah lo llevó de viaje para visitar a sus familiares y la tumba de su esposo ‘Abdul.lah en el año 46 antes de la Hégira (577 d.C.).
Después de permanecer unos días en Medina en casa de su familia, y de visitar largamente la tumba de su amado esposo, en el camino de regreso, antes de llegar a La Meca su amada madre enfermó y falleció en un lugar llamado Abvâ’[10] región que se encuentre entre La Meca y la Ciudad de Medina— donde fue enterrada con ayuda de una de sus sirvientas. Tras lo sucedido, llevaron al pequeño Muhammad (BP) con su abuelo, de vuelta a La Meca.
Fue así como Muhammad (BP), a esa edad en que un niño está más sediento de amor y afecto, perdió a sus padres.

El rostro de Muhammad (BP).

Así como el nacimiento del Mensajero del Islam y los acontecimientos que sucedieron después de éste fueron extraordinarios, su infancia, su forma sorprendente adulta de expresarse y su formal comportamiento, lo hacían un ser excepcional entre los demás niños de su edad. ‘Abdul Muttalib, que conocía todo ello, mostraba a su nieto un sorprendente respeto.[11]
Abû Tâlib, tío de Muhammad (BP) decía: “Nunca he oído de Muhammad (BP) decir una mentira, ni visto acto indebido o tontería en él, nunca se ríe sin razón ni dice palabras sin sentido y la mayoría del tiempo lo pasa tranquilamente, alejado del bullicio y pasatiempos de los otros niños”.[12]
Cuando Muhammad (BP) cumplió los siete años, los judíos dijeron: “Hemos leído en nuestros Libros que el Profeta del Islam no ingiere de las comidas prohibidas y se abstiene de aquellas que duda, no está de más que le hagamos una prueba a este sorprendente niño, para saber a qué atenernos con él”.
Los judíos robaron un pollo y lo regalaron a Abû Tâlib. Todos en la casa comieron de éste ya que ignoraban que había sido robado. No obstante Muhammad (BP) ni siquiera lo tocó. Cuando le preguntaron la causa dijo:
“Dios, me cuida de aquello que es prohibido, y este pollo es alimento prohibido”.
En otra ocasión los judíos compraron un pollo al vecino, prometiendo que más tarde se lo pagarían, pero con la intención de no hacerlo, y lo llevaron de regalo a casa de ‘Abdul Muttalib. Esta vez, al igual que la anterior, Muhammad (BP) tampoco comió y dijo que tenía duda de que fuese lícita. Cuando los judíos se enteraron, quedaron atónitos y dijeron que ese niño poseía dignidad, conocimiento y posición muy alta y privilegiada.[13]
‘Abdul Muttalib, el jefe de Quraîsh, no trataba a Muhammad (BP) como a los demás niños, sino que tenía para él un trato y consideración muy especiales.
Cuando preparaban un lugar especial para ‘Abdul Muttalib —ya que era el guardián de la casa de Dios— cerca de la Ka‘bah, y sus hijos lo rodeaban, su gran personalidad impedía que alguien se acercase, sin embargo Muhammad (BP) no se dejaba dominar por esa suntuosidad, y directamente se dirigía al lugar especial donde se encontraba ‘Abdul Muttalib y se sentaba junto a él, acto que ninguno de sus hijos o de sus otros nietos se atrevía a hacer. Así, cuando los hijos de ‘Abdul Muttalib trataban de impedírselo, éste les decía: “¡Dejen pasar a mi hijo! ¡Juro por Dios, que él es dueño de una posición muy elevada!”
Entonces Muhammad (BP) se sentaba al lado del “Señor del Quraîsh” y se ponía a conversar con él.[14]

REMINISCENCIAS DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA DE MUHAMMAD (BP)

Protección y apoyo de ‘Abdul Muttalib
Muhammad (BP) pasó su infancia huérfano y bajo la protección de su abuelo ‘Abdul Muttalib y después de que éste falleció en el año 44 antes de la Hégira (579 d.C.), estuvo bajo la tutoría de su bondadoso tío Abû Tâlib, quien además se convirtió en el guardián de la Ka‘bah.
Parece que esta terrible prueba de perder a sus padres en la infancia, así como las lecciones de humildad, tolerancia y paciencia frente a cualquier acontecimiento eran necesarias para solidificar las bases de la gran personalidad de Muhammad (BP) y para soportar la carga de la Misión Profética que años después estaría bajo su responsabilidad.
Muhammad (BP), poco a poco iba creciendo y se acercaba al período de la adolescencia, que es el período de jovialidad de los instintos y el vigor interno. No obstante haber quedado privado de la bondad de su madre y la gracia y cariño de su padre, Abû Tâlib como obligación moral y por las enfáticas recomendaciones de su padre ‘Abdul Muttalib, lo cuidaba y protegía. Muhammad (BP), en realidad tenía para él un triple significado: el de ser un niño, el recuerdo de su hermano ‘Abdul.lah y de su padre ‘Abdul Muttalib, así también el ser parte de su sangre, por lo que Muhammad (BP) se integró a la familia de Abû Tâlib como un hijo más. Abû Tâlib para Muhammad (BP) era un padre cariñoso, un tío fiel y un maestro benévolo y compasivo. Entre tío y sobrino, existía tanta simpatía que podemos decir que las raíces de sus vidas y existencias estaban unidas fuertemente las unas con las otras. Este cariño tan grande fue la causa por la cual Abû Tâlib nunca se alejó de su sobrino Muhammad (BP) y lo llevó consigo a los bazares árabes, tales como “'Ukâdz”, “Muynah” y “Dhil-Muyâz”. Incluso cuando quiso ir a comerciar a Ash-Shâm, con una caravana de La Meca, no soportó la idea de alejarse de él durante un tiempo y como resultado lo llevó consigo.
Vemos pues, como Muhammad (BP), con doce años de edad montado sobre su camello, iniciaba un largo viaje en dirección a Yazrib (Medina) y Ash-Shâm.[15]
Entrevista de Buhaîrâ con Muhammad (BP)
Era el año 40 antes de la Hégira (583 d.C.). El monje Buhaîrâ se encontraba en su ermita, cercana a la ciudad de “Bosrâ” (en las proximidades de Damasco, capital del reino de los árabes gassaníes probizantinos), cuando de repente vio que se acercaba una caravana y cosa extraordinaria que una nube se iba desplazando en el cielo a su paso, proporcionándoles sombra, siempre al mismo ritmo de la caravana. Más sorprendente aún, cuando la caravana interrumpió su camino para descansar y aprovisionares de agua, la nube se detuvo también. Buhaîrâ salió de su ermita y solicitó a su ayudante: “¡Id a ese grupo y decidles que todos ellos son mis invitados!”
Todos acudieron a la comida a excepción de el joven Muhammad (BP) que se quedó, por encargo de su tío Abû Tâlib al cuidado del equipaje. Buhaîrâ examinó el rostro de todos y cada uno de los miembros de la caravana, sin poder descubrir en ninguno de ellos las señales que esperaba reconocer en aquél, a la espera del cuál los monjes se sucedían uno tras otro en la pequeña ermita de Bosrâ. Entonces preguntó: “¿Es que todos los miembros de la caravana se encuentran aquí?”
Contestaron: “Sí, excepto el joven que entre nosotros tiene menos edad”.
Buhaîrâ dijo: “Decidle que venga”. Fueron en busca de Muhammad (BP); cuando llegó, el monje quedó atónito mirándolo ya que la nube lo acompañaba. Después de terminar de comer le dijo: “¿Puedo hacerte una pregunta? ¡Jura por Lât y 'Uzza[16] que contestarás a ésta!”
A lo cual el joven Muhammad (BP) respondió: “Lo más odiado por mí, son esos dos nombres por los cuales me pides que jure”.
Ante esta contundente y clara respuesta Buhaîrâ dijo: “Jura pues por Dios que me responderás”.
“¡Haz tu pregunta!” Le respondió Muhammad.
Buhaîrâ después de una corta entrevista con el niño Muhammad (BP) y habiendo confirmado en su persona las señales de la profecía que sus Libros Sagrados relataban, le besó las manos y luego se tiró al suelo y le besó los pies y dijo: “Un gran futuro te espera, si estoy vivo para ese entonces, pelearé a tu lado en contra de tus enemigos, tú eres el más importante de los hombres entre los seres humanos”.
Entonces, volteando su rostro hacia los de la caravana preguntó en voz alta: “¿Quién es el padre de este joven?” Todos señalando a Abû Tâlib dijeron: “¡Es hijo de él!”
“¡No! ¡El padre de este joven no puede estar vivo!” exclamó Buhaîrâ, a lo cual Abû Tâlib afirmó: “Estás en lo cierto, él es mi sobrino”.
“Este joven tiene un futuro muy brillante e importante -continuó diciendo Buhaîrâ-, si los judíos ven lo mismo que yo estoy viendo en él sin duda lo matarán, ¡ten mucho cuidado que no lo dañen!”
“¿Por qué causa será odiado por los judíos?”, preguntó extrañado Abû Tâlib.
“En el futuro será un Profeta y el Ángel de la Revelación se presentará frente a él”, afirmó Buhaîrâ.
Ante esto Abû Tâlib repuso: “¡Dios no lo abandonará, Él lo cuidará de los enemigos y de los judíos!”[17]

Pastoreo y meditación de Muhammad (BP)

Aunque Abû Tâlib era uno de los hombres importantes del Quraîsh, no contaba con ingresos suficientes para sostener a su familia. Muhammad, que había llegado a la edad de la adolescencia, por naturaleza tenía deseos de trabajar para sostenerse a sí mismo y, de esa forma, quitar un peso de los hombros de su querido tío, pero ¿qué trabajo sería adecuado a su mentalidad?
Ya que Muhammad (BP), en el futuro, sería el Enviado Divino, y magno líder que debería enfrentarse con gente sin educación ni moral, pelear en contra de las supersticiones e ideas erróneas de la era pagana y establecer los pilares de la justicia y las verdaderas leyes de la vida del ser humano, vio conveniente aceptar el trabajo de pastoreo. Él llevaba a los borregos y otros animales domésticos de sus familiares y demás gente de La Meca a pastar en los campos de las afueras de la ciudad y cuidaba de ellos, el sueldo que recibía lo entregaba a su tío Abû Tâlib como una ayuda.[18] Realizando esta labor también de un ambiente limpio, lejos de todos los ruidos, disputas y polémicas de la gente de la ciudad. En las tareas del pastoreo adquirió una sabiduría muy útil, que se manifestaría más adelante en la época de la Misión Profética y durante su gobierno. De cualquier forma, en esta época de su vida hizo acopio de todas las virtudes: generosidad, buen temperamento, magnanimidad, paciencia e indulgencia al prójimo, veracidad y honestidad, y se alejó de los defectos éticos y morales. Era eminente entre la gente y alguien en quien se podía confiar y por ello le llamaban “Muhammad Al-Amîn” o sea, “Muhammad el Confiable”.[19]
Castidad y pureza de Muhammad (BP)
Cuando los instintos y fuerzas ocultas del hombre tratan de manifestarse, como resultado de la pubertad, cuando el niño pasa de la época de la infancia a la época de las pasiones y excitaciones y cree estar en un mundo diferente; es en este delicado momento cuando las perturbaciones, desviaciones, incontinencias y desenfreno atacan a los adolescentes. Si no se les presta una atención especial, o ellos mismos no tratan de protegerse y no someterse a los instintos en forma descontrolada, caerán en un abismo espantoso de perdición, que difícilmente les permitirá volver a ver, un día, el color de la felicidad y la dicha.
Muhammad (BP) vivía en una sociedad corrompida, en donde su ambiente estaba contaminado por los diferentes defectos éticos y morales, así como por los pecados. No sólo los jóvenes, sino que incluso los viejos de Al-Hiÿâz practicaban la inmoralidad sexual, llegando a tal extremo que en las calles y callejuelas colocaban banderas como señal de los centros de corrupción y como una invitación para aquellos que andaban en busca de la obscenidad; y en un ambiente tal Muhammad (BP), pasó de la infancia a la adolescencia y, a pesar de que a la edad de veinticinco años aún no había contraído matrimonio, las malas costumbres reinantes no influyeron en él, y nunca se le vio un acto incorrecto; sino que tanto sus amigos como sus enemigos lo presentaron como un ejemplo de virtudes y moralidad.
Un poeta que se encontraba al tanto del matrimonio de éste honorable con la gran dama del Quraîsh “Jadîÿah”, cuando describe y elogia a Muhammad (BP) lo hace con esa cualidad, tan sobresaliente en él, que fue la modestia. El mencionado compositor dice a Jadîÿah:
“¡Oh, Jadîÿah! tú llegaste a un nivel muy alto entre las gentes
Y sobresaliste de entre todos,
Contrajiste matrimonio con Muhammad
Y, como él, las mujeres de todo el universo no han dado a luz otro.
La buena moral, grandeza y modestia de este benévolo se encuentra y encontrarán para siempre juntas”.[20]
Otro de los poetas dijo:
“Si comparamos a Ahmad con toda la creación, él es superior, y sus virtudes son claras y evidentes para los del Quraîsh”.[21]


________________________________________
[1] Bihâr Al-Anwâr, t.XV, p. 325.
[2] Bihâr Al-Anwâr, t.XV, p. 250.
[3] Kâmil at-Taûârîj, seg.parte, p.10; Tabaqât, t.I, p.61; Bihâr Al-Anwâr, t.XV, p. 125.
[4] Bihâr Al-Anwâr, t.XV, p.257.
[5] Bihâr Al-Anwâr, t.XV, pp.258-263.
[6] Bihâr Al-Anwâr, t.XV, pp.258-263.
[7] Sîrah Halabîîah, t.I, p.99.
[8] Extraído del Bihâr Al-Anwâr, t.XV, p.331 y 395; Sîrah Ibn Hishâm, t.I, p. 159-160; Sîrah Halabîîah, t.I, p. 99.
[9] Bihâr Al-Anwâr, t.XV, pp.402 y 406.
[10] Sîrah Ibn Hishâm, t.I, p. 168.
[11] Bihâr Al-Anwâr, t.XV, pp. 366, 382, y 402.
[12] Bihâr Al-Anwâr, t.XV, pp. 366, 382, y 402.
[13] Bihâr Al-Anwâr, t.XV, p. 336.
[14] Bihâr Al-Anwâr, t.XV, p. 142; Sîrah Ibn Hishâm, t.I, p. 168.
[15] Sîrah Ibn Hishâm, t.I, p. 180.
[16] Lât y ‘Uzza, dos de los ídolos que adoraban los árabes pre-islámicos y cuando era necesario juraban por ellos.
[17] Extraído de Sîrah Ibn Hishâm, t.I, p. 181; I‘lâmul Warâ, p. 26; Bihâr Al-Anwâr, t.XV, pp.193 y 204.
[18] Sîrah Ibn Hishâm, t.I, p. 167, nota de pie.
[19] Sîrah Ibn Hishâm, t.I, p.183.
[20] Bihâr Al-Anwâr, t.XVI, p. 74.
[21] Bihâr Al-Anwâr, t.XVI, p. 75.

21.1.12

La Ética de Fátima Az-Zahrâ’ (a.s.)


Extraído del libro: "Elevadas virtudes morales del Profeta Muhammad (s..w.)"
Autor: Bâqer Sharîf Alî
Traducido del árabe por: Feisal Morhell
Asamblea Mundial de Ahl-ul Bait (a.s.)
fuente:ICCI AL GADIR
E
n cuanto a la Señora de las Mujeres del Universo, ella “es parte del Mensajero de Dios (s.a.w.)”, por cuya satisfacción Dios está satisfecho y por cuyo enfado Dios se enfada, tal como fue narrado en forma mutawâtir
[1] en los textos transmitidos de su padre.[2] Ella es quien se asemejó a su padre en sus nobles características y sus elevadas virtudes morales, habiendo heredado de él su personalidad y mentalidad. La siguiente es una resumida imagen de su elevada moral y de las sublimes características con las que se distinguía

Entre las elevadas virtudes de la Señora de las Mujeres (a.s.) se encuentra su dedicación absoluta a Dios, Glorificado Sea, de manera que se aferraba y refugiaba en Él en todos sus asuntos, lo cual se manifestó en sus actos de adoración. El Imam Al-Hasan (a.s.) se refirió a su adoración y profunda fe en Dios, Glorificado Sea, diciendo:
“Vi a mi madre Fátima (a.s.) en su nicho de oración por la noche inclinada en oración hasta que despuntó la aurora, y la escuché que suplicaba por los creyentes y las creyentes, refiriéndose a ellos por sus nombres. Abundaba en la súplica por ellos sin suplicar nada por ella misma, por lo que le dije: “¡Oh madre!, ¿por qué no suplicas por ti misma?”.
Me respondió: “¡Oh hijito mío!, primero el vecino, luego la propia casa”.[3]
Dijo Al-Hasan Al-Basrî: “No hubo en esta comunidad nadie que adorara más a Dios que Fátima (a.s.). Ella solía permanecer erguida en oración hasta que se le hinchaban los pies”.[4]
Ella, que era “parte del Mensajero de Dios (s.a.w.)”, solía pasar las noches en vela adorando a Dios, Glorificado Sea, y consagrándose a Él. Hemos mencionado una detallada exposición de su adoración y sus súplicas en nuestro libro Haiât Saîidah an-Nisâ’ al-‘Âlamîn Fâtimah Az-Zahrâ’ (a.s.) - (La vida de la Señora de las Mujeres del Universo, Fátima Az-Zahrâ’, con ella sea la paz).

Su caridad para con los pobres

Una de las normativas de la Señora de las Mujeres (a.s.) fue la caridad para con los pobres y hacer el bien a los débiles, siendo por ella y por su esposo e hijos que fue revelada la Sûra Hal Atâ, en la que el Altísimo dice: «Y alimentan con su comida a pesar de quererla, al menesteroso, al huérfano y al prisionero liberto * Por cierto que solamente os alimentamos procurando la Faz de Dios; no queremos de vosotros recompensa ni agradecimiento».
Las siguientes son algunas reseñas de sus acciones de caridad:
1. Ella solía moler granos de trigo y cebada para los pobres de entre sus vecinos que no podían hacerlo. Por transmitirse que ella solía hacer eso, fue objeto de la crítica del califa Al-Mu‘tazz li Dînil·lâh, el Abasí, quien no comprendía nada en absoluto de lo que son los valores humanos, a lo cual Safîiuddîn Al-Hil·lî le respondió:
Le reprochas porque usaba el molino y molía provisiones,
En tanto tu provisión (de juicio) no deja de ser granos sin moler.
2. Solía acarrear agua con una tinaja y llevarla a los pobres de entre sus vecinos que no podían conseguir agua.
3. En la noche de su boda con el señor de los albaceas, el Imam Amîr Al-Mu’minîn (a.s.), su padre, el Mensajero de Dios (s.a.w.), le obsequió un vestido para que se lo pusiera, pero al llegar la mañana no vio que lo llevara puesto, por lo que le preguntó al respecto. Ella dijo:
“¡Oh padre! Tocó a mi puerta una joven muchacha pobre pidiéndome algún vestido y primero tomé mi viejo vestido para dárselo, pero recordé las Palabras del Altísimo que dicen: «No alcanzaréis la bondad hasta que no deis aquello que os guste».[5] Y a mí me gustaba el vestido nuevo, así que preferí a esa joven por sobre mí misma y se lo di”.[6]
¡Qué alma angelical era esa! ¡Qué alma grandiosa que representó al Islam en todos sus valores! Es la misma alma de Muhammad (s.a.w.) a quien Dios, Glorificado Sea, envió como misericordia para el universo.
4. Entre las obras de caridad de la Señora de la Mujeres del Universo, se encuentra lo narrado por Ÿâbir Ibn ‘Abdul·lâh Al-Ansârî, quien dijo: “El Mensajero de Dios (s.a.w.) rezó con nosotros la oración de la tarde y cuando finalizó la misma permaneció sentado en dirección a la qiblah y la gente congregada alrededor suyo. Entonces se presentó un anciano muy entrado en años y se quejó de hambre diciendo: “¡Oh Profeta de Dios! Me encuentro hambriento, ¡dame de comer! Estoy desprovisto de ropa, ¡vísteme!”.
El Mensajero de Dios (s.a.w.) le ordenó dirigirse hacia quien era “parte de él”, y le dijo que ella le auxiliaría. El beduino fue hacia la casa de Az-Zahrâ’ -la paz de Dios sea con ella-, la saludó y le dijo: “¡Oh hija de Muhammad! Me encuentro desprovisto de ropa y hambriento, así pues, ¡asísteme! Que Dios se compadezca de ti”.
Fátima Az-Zahrâ (a.s.) se encontraba en estrechez económica, de manera que no encontraba nada con que auxiliarle más que un cuero de cordero sobre el cual dormían sus hijos Al-Hasan y Al-Husain. Le dijo: “¡Toma esto, oh anciano!”, pero él no lo quiso y se lo devolvió. Entonces ella tomó el collar que tenía en su cuello, se lo quitó y se lo entregó. Se lo había obsequiado Fátima, la hija de su tío el mártir.
El beduino lo tomó y fue hacia el Profeta (s.a.w.) y le dijo: “¡Oh Mensajero de Dios! Ella me dio este collar diciéndome: “¡Véndelo! ¡Y espero que Dios te otorgue algo bueno por ello!”. El Profeta (s.a.w.) lloró y dijo: “¿Y cómo Dios no habría de darte algo bueno, desde que eso te lo dio la hija de Muhammad, la Señora de las hijas de Adán?”. Luego, ‘Ammâr Ibn Iâser, ese hombre excelente hijo de excelentes, se adelantó y le compró al beduino el collar por veinte dinares, doscientos dírhams, un manto yemení y una cabalgadura que le permitiera llegar donde su gente, y además le dio trigo y carne para comer. El aciano partió alegre y contento suplicando por la Señora de las Mujeres y diciendo: “¡Dios mío! No tenemos divinidad más que Tú. ¡Dios mío! Otorga a Fátima lo que no ha visto ningún ojo ni escuchado oído alguno”.
‘Ammâr tomó el collar y lo perfumó con almizcle; lo envolvió en una tela yemení y se lo dio a un esclavo suyo diciéndole: “Toma este collar y entrégaselo al Mensajero de Dios (s.a.w.), y tú mismo quédate a su servicio”. El esclavo fue y entregó el collar al Mensajero de Dios (s.a.w.), quien a su vez le ordenó dirigirse hacia la Señora de la Mujeres. Ella tomó el collar y liberó al esclavo. Cuando el Profeta (s.a.w.) se enteró, sonrió y dijo:
“¡Qué gran bendición la de ese collar!, satisfizo a un hambriento, vistió a un desnudo, enriqueció a un pobre, liberó a un esclavo y (finalmente) volvió a su dueño”.[7]

Su pudor y Hiÿâb

Entre las elevadas pautas de moral de la hija del Mensajero de Dios (s.a.w.) se encuentra el pudor y el hiÿâb o correcta vestimenta islámica, habiendo alcanzado el apogeo de tal expresión, brindando a la mujer musulmana lecciones para ser maestra de generaciones y formadora de hijos probos que fueran luz de los ojos de sus padres y madres, y de su nación. Las siguientes son algunas reseñas de su pudor:
1. Narró el Imam Amîr Al-Mu’minîn (a.s.):
“Un ciego pidió permiso para ingresar adonde se encontraba Fátima (a.s.) y ella se cubrió. Su padre le preguntó: ‘¿Por qué te cubres siendo que él no te ve?’. Le contestó: ‘Si bien él no me ve, yo sí le puedo ver’.
El Profeta (s.a.w.) celebró ello y elogió a su hija diciendo: ‘Testimonio que tú eres parte de mí’.”.[8]
La hija del Mensajero de Dios (s.a.w.) alcanzó el más elevado nivel de recato, pudor y pureza. La mujer musulmana debe seguir el ejemplo de la Señora de las Mujeres para construir una sociedad islámica basada en el honor y la virtud.
2. El Imam Amîr Al-Mu’minîn (a.s.) formuló la siguiente pregunta a la hija del Mensajero (s.a.w.): “¿En qué momento la mujer se encuentra más cerca de su Señor?”. Ella le respondió: “Cuando permanece en el entorno de su casa”. El Imam (a.s.) le comentó su respuesta al Mensajero de Dios (s.a.w.) y éste dijo: “Ha dicho la verdad. Por cierto que Fátima es parte de mí”.[9]
El hiÿâb constituye un ornamento y honor para la mujer, de manera que cuando se ornamenta con el mismo se encuentra en el sitio más elevado, en la posición más preciada, y obtiene la consideración de todos. En cambio, si es desvergonzada y está ligera de ropas, la sociedad no la valora y no encuentra lugar en las almas.
El hiÿâb de la Señora de las Mujeres (a.s.) conforma una luz y guía para toda joven virtuosa que anhele vivir siendo apreciada en la sociedad.




[1] Mutawâtir: narración con numerosas y diferentes cadenas de transmisión no conectadas entre sí al punto que no queda probabilidad de confabulación en la mentira o mutua influencia en el equívoco. (N. del T.)
[2] Haiât Saîidah an-Nisâ’ al-‘Âlamîn Fâtimah Az-Zahrâ’ (a.s.), por el mismo autor del presente escrito, p.78.
[3] Ibíd., p.71.
[4] Ibíd., p.71.
[5] Sûra Âl ‘Imrân; 3: 92.
[6] Haiât Saîidah an-Nisâ’ al-‘Âlamîn Fâtimah Az-Zahrâ’ (a.s.), por el mismo autor de este escrito, pp. 65 y 66.
[7] Ibíd., pp.66 y 67.
[8] Ibíd., pp.69 y 70.
[9] Al-Ÿa‘farîiât, p.95.

Sirios se manifiestan en contra de injerencia extranjera en su país


fuente:hispantv.ir

Miles de personas se manifestaron el viernes en Siria para protestar contra cualquier intervención extranjera en los asuntos internos de su país.

Los manifestantes también mostraron su apoyo al programa de reformas integrales del presidente, Bashar al-Asad, y condenaron la manipulación mediática que se está llevando a cabo sobre la realidad que se está viviendo en Siria, informó la agencia siria de noticias SANA.

Las protestas tuvieron lugar en distintas zonas del país: en la plaza de Sabe Bahrat en Damasco, capital siria, y en la calle Annaher, en la ciudad de Deir Ezzor, en el este del país.

Los participantes en la marcha, que portaban banderas de Siria y fotos de al-Asad, hicieron hincapié en la necesidad de que exista una unidad nacional fuerte y se aprecie el sacrificio que están realizando tanto el Ejército como las fuerzas de seguridad a la hora de mantener la estabilidad en el país.

Asimismo, condenaron la propuesta formulada por Catar de enviar tropas árabes a Siria, pues creen que dicha medida empeoraría aún más la situación.

El emir de Catar, el jeque Hamad bin Jalifa Al-Thani, pidió el pasado 15 de enero a los países árabes que envíen tropas a Siria, so pretexto de apoyar a la Democracia.

El Ejército israelí arresta a un diputado de HAMAS en Beitolahm



fuente:hispan.tv

Los soldados del Ejército del régimen de Israel detuvieron a un diputado del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) en la ciudad de Beitolahm tras registrar su casa y confiscar su ordenador y su teléfono móvil.

El diputado, Jaled Ibrahim Tafesh, había sido detenido varias veces. Por última vez fue liberado en marzo de 2010 tras cumplir un año de detención administrativa, informa EFE.

El arresto ocurrió después de que los soldados israelíes detuvieran anoche el presidente del Parlamento palestino, Aziz Dweik en un puesto de control del Ejército en Jaba, entre Ramala y Jerusalén (al-Quds) y lo trasladaron a un lugar desconocido.

Uno de los portavoces de HAMAS, Ahmed Bahar, declaró el viernes que estas detenciones tienen como objetivo poner obstáculos en la reconciliación nacional palestina.

Bahar reiteró la necesidad del cese inmediato de las negociaciones que comenzó a principios de este mes entre los delegados palestinos-a su cabeza el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) Mahmud Abas- y los israelíes en Ammán, capital de Jordania, para reactivar el proceso de paz entre las partes.

También recalcó que los palestinos responderán a los continuos crímenes que lleva a cabo el régimen de Tel Aviv contra el pueblo palestino.

Por otra parte, un portavoz del Ejército del régimen israelí alegó que los dos detenidos están acusados de supuesto vínculo con grupos terroristas.

Según la Asociación de Derechos de los Presos, Adameer, actualmente, un total de 23 de los 74 diputados de HAMAS en el Consejo Legislativo Palestino están encarcelados en las prisiones israelíes.