20.6.11

La posición de la virgen María (P)



La virgen María (P) tiene un elevado estatus y rango loable que corresponde a sus atributos celestiales y finas cualidades. El sagrado Corán y la venerada tradición indican algunos de estos elevados grados de María.

Primero: Conversación con los ángeles

La virgen María (P) se caracterizó por tal caridad y devoción ante Dios, Exaltado sea, de tal forma que Dios Todopoderoso le envió un ángel para honrarla y cumplir su designio para el futuro de la humanidad.
Dios dice: “Recuerda a María en la escritura, cuando dejó a su familia para retirarse a un lugar de oriente. Y tendió un velo para ocultarse de ellos. Le enviamos nuestro espíritu y éste se le presentó como un mortal acabado.” (19: 16-17)
Hubo una conversación entre la virgen María (P) y el espíritu. Esto muestra la divina y sagrada preferencia con la cual fue tratada. El arcángel Yibrail (Gabriel) se presentó ante ella como un hombre visible, sin defectos, le dio las buenas nuevas de parte de Dios Todopoderoso y le reveló el rango que ella obtuvo como un signo de entre los signos de Dios Altísimo. Además, el sagrado Corán señala directamente en la revelación, que Dios se complació con la virgen María (P)
Dios Altísimo dice: “Dijo ella: ¡Señor! ¿Cómo puedo tener un hijo, si no me ha tocado mortal?” Dijo: “Así será. Dios crea lo que quiere. Cuando decide algo, le dice tan solo: ¡se! Y es. (3:47)
Con esta revelación directa con la que la virgen María fue privilegiada, se aprecia el status significativo que ella ocupaba. Puesto que la revelación directa no es concedida sino a algunos profetas y solo en ciertas ocasiones. Esto muestra la enorme responsabilidad que la virgen María (P) llevaba sobre sus hombros estando en el rango de los profetas y aquellos que Dios guío y escogió.

Segundo: Un signo de Dios

La autoridad de la virgen María (P), la hija de Imran, es declarada en el sagrado Corán, donde Dios dice: “Hicimos del hijo de María y de su madre un signo…” (23:50)
El signo es la autoridad, i.e. Hicimos de ambos, Jesús (P) y su madre una autoridad. (“Tafsir Al Burham” Cáp. 3, Pág. 113 Exégesis Coránica)

Tercero: Paciencia al apoyar la verdad

La castidad, posición y virtud de la virgen María, estuvo más allá de duda y fue aceptado por los Israelitas, como lo indica el sagrado Corán: “… Tú no estabas con ellos cuando echaban suerte con sus cañas para ver quién de ellos iba a encargarse de María. Tu no estabas con ellos cuando disputaban.” (3:44)
Los Israelitas estaban compitiendo por tomar la custodia de la virgen María (as), para protegerla y cuidarla. Eso ocurrió solo debido a su nobleza, como el sagrado Corán relata:
“… La hizo crecer bien…” (3:37)
Sino fuese por el origen noble y su signo o prueba divina, ella podría haber negado el milagro divino del nacimiento de Jesús (P) sin un padre, declarando que él era un niño abandonado que ella había recogido en el camino, o que tenia un padre que se había marchado, o alguna otra razón. Pero admiremos su integridad, su gloria y su gran perseverancia, su obediencia a su señor y su fortaleza al soportar las dificultades y riesgos, para su honor y castidad, todo esto en honor a mantener la verdad divina. Cuando ellos preguntaron acerca de Jesús (P) ella permaneció en silencio.
“entonces ella se los indicó. Dijeron: “Cómo vamos a hablar a uno que aún está en la cuna, a un niño” (19:29)
Este tipo de sufrimiento y riesgo a perder el honor por cumplir la orden de Dios no fue padecido por nadie más excepto por la sagrada progenie del profeta Muhammad (BPD) como se indica después. Cargar al recién nacido y llevarlo a su gente fue uno de los deberes mas peligrosos, el más difícil de emprender, porque ciertamente no fue fácil para la más sagrada y casta dama de su época, sufrir el ser acusada y calumniada, e intentar desafiar a aquellas personas. (“Posición de Fátima Zahra” The Sheikh)

Cuarto: Una de las virtuosas escogidas

La virgen María, la hija de Imran (Amran), había disfrutado del amparo y placer del señor mientras se dedicaba a su obediencia. Adoraba y se consagraba solamente a Él. Él le favoreció con su misericordia y la revistió con su Honor, luego la escogió y la purificó sobre las mujeres de su época.
Esta selección ocurrió siguiendo ciertas etapas escaladas por la virgen María (P) la hija de Imran. Luego Él la aceptó y la hizo crecer favorablemente.
Por consiguiente, ella estaba bajo la responsabilidad de la profecía y el cuidado del mensaje divino. Esto indica la elección y purificación de la dama que sometió su voluntad a Dios Altísimo. Ella pasó las siguientes etapas de la Divina elección:

1-La aceptación por parte de Dios de su sometimiento.
“su señor la acogió favorablemente…” (3:37)
2-Buena crianza debido a los cuidados divinos (3:37)
3-Padrinazgo profético. Porque estuvo bajo la responsabilidad del profeta
Zacarías (as) “… Y la confío a Zacarías.” (3:37)
4-Cuidado divino de su rectitud espiritual, escogiéndola y purificándola.
“… ¡María! Dios te ha escogido y purificado. Te ha escogido entre todas las mujeres del universo.” (3:42)

De esta forma la virgen María fue pura y purificada, es decir infalible y sin mancha.
Extraido del libro "Fátima y la Virgen María" de Fadel Al-Furati, traducción: Anuar Ali (Glauco Ruiz Taylor)

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