Fabiola Palominos asegura haber sido discriminada en una sucursal bancaria
fuente: webislam.com
A comienzos de 2007, Fabiola Palominos Flores decidió convertirse al islam y comenzar a utilizar un atuendo más discreto, propio de la actitud religiosa, incluido el hiyab o velo que cubre su cabeza. Sin embargo, pasarían 18 meses desde aquel día para que un incidente marcara su vida.
Era agosto de 2010 y la mujer se dirigió a una sucursal del Banco Estado, ubicada en calle Rondizzoni de Santiago, a cobrar un cheque por 50.000 dólares.
Un trámite sin mayores complicaciones para cualquier persona, no así para Fabiola Palominos. Al llegar a una de las cajas, el funcionario que la atendió le pidió que se quitara el velo que llevaba, argumentando que el atuendo no le permitía identificarla y que era el procedimiento que se seguía con todos los clientes.
Palominos se opuso, por lo que debió discutir con el jefe de atención de clientes de la sucursal bancaria.
El incidente se prolongó por minutos y, tras ello, a la mujer no le quedó más que quitarse el velo.
"Entramos en una discusión filosófica del tema de mi velo. Me lo quité porque no tenía más plata y tiempo", explicó por esos días Palominos.
Segura de que sus derechos habían sido vulnerados y que se encontraba ante un claro caso de discriminación, la afectada presentó un recurso de protección ante los tribunales, el que finalmente falló en su contra.
Entre otros argumentos, se planteó que la presentación tenía problemas de forma, ya que la misma Palominos, sin conocimiento legal, presentó el recurso. A más de un año de los hechos y luego de que los tribunales nacionales fallaran en su contra, la mujer, con el respaldo de la Fundación Pro Bono, entidad que defiende a minorías sociales y que asumió la representación de Palominos, ingresó hace dos semanas su caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La instancia es la antesala para que el caso sea visto por la corte, la misma que en marzo pasado acusó al Estado chileno de violar el derecho de igualdad y no discriminación a la jueza Karen Atala por su condición sexual.
La presentación busca establecer que Palominos fue víctima de un acto discriminatorio, pese a lo resuelto por la justicia chilena.
Comunidad islámica
El presidente del Centro de Cultura Islámica, Fuad Mussa, dijo que "hay que llegar a instancias mayores para que se respete. La comunidad musulmana está creciendo, por lo tanto, de a poco se está convirtiendo en un protagonista de la sociedad chilena".
Agregó que "es evidente que la gente reacciona de forma negativa ante lo que desconoce, pero esta es una conducta discriminatoria y tiene que remediarse a todo nivel".
Mussa reparó en el voto de minoría de uno de los ministros de la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago que estuvo por acoger el recurso. "Al asegurar lo que está de por medio en el presente recurso es el derecho a la propia imagen, bajo la forma de opción por símbolos culturales determinados. El derecho a la igualdad ciertamente es comprensivo de esos aspectos que forman parte del patrimonio personal", señala el argumento del ministro Carlos Cerda.
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