Sin
duda ´Ashura es una tragedia como ninguna otra tragedia. Pero la
realidad de esta tragedia no se limita al año 61 de la hégira. Lo
terrible que le hicieron a la Casa del Profeta (La paz sea con él y su
Descendencia) no fue tan solo un acto de la dinastía Omeya. La
injusticia que tuvo lugar en Karbalá, fue el árbol completamente
crecido de las malas semillas plantadas hace 50 años en Medina.
|
Jalil Sahurie
La
sagrada sangre del Imam Hussein (P), su familia y sus compañeros (que
la paz sea con todos ellos) se derramó en las planicies de Karbalá el 10
de Muharram. Sus cuerpos mutilados yacían en la arena con las cabezas
ensartadas en las lanzas. Las mujeres, los niños y el gravemente enfermo
Imam Sayyad (P) habían sido llevados cautivos.
Sin duda ´Ashura es una tragedia como ninguna otra tragedia. Pero la realidad de esta tragedia no se limita al año 61 de la hégira. Lo terrible que le hicieron a la Casa del Profeta (La paz sea con él y su Descendencia) no fue tan solo un acto de la dinastía Omeya. La injusticia que tuvo lugar en Karbalá, fue el árbol completamente crecido de las malas semillas plantadas hace 50 años en Medina.
Sin duda ´Ashura es una tragedia como ninguna otra tragedia. Pero la realidad de esta tragedia no se limita al año 61 de la hégira. Lo terrible que le hicieron a la Casa del Profeta (La paz sea con él y su Descendencia) no fue tan solo un acto de la dinastía Omeya. La injusticia que tuvo lugar en Karbalá, fue el árbol completamente crecido de las malas semillas plantadas hace 50 años en Medina.
La tragedia de Medina
Fue
justo después de que el Profeta fuese martirizado. Mientras aún estaba
sin enterrar, algunas de las personas de Medina ya se apresuraban a
elegir al próximo gobernante de Saqifa. Imam Ali (P) y algunos de los
compañeros cercanos del Profeta se quedaron lejos de todo eso.
Los
acontecimientos que pronto se desarrollaron se convirtieron en una
tragedia en sí mismos. Y esta tragedia fue el camino que allanó el
camino a los enemigos de Ahlul Bait (P) para cometer esos atroces actos
del 10 de Muharram.
Las mujeres…los niños…¿Y qué?
Hemos oído decir después del martirio del Imam Hussein (P) y de sus compañeros. Que Omar ibn Sa’ad y Shimr golpeaban a las mujeres y niños con látigos. Luego ataron a las mujeres y niños indefensos y los llevaron a la ciudad.
Uno
se pregunta cómo puede suceder tal injusticia. Pero, cómo nos puede
sorprender cuando la hija del Profeta, poco después de la muerte de su
padre, fue golpeada con látigos en sus brazos hasta quedar ennegrecidos.
Sus ojos se tornaron rojos. Y los pendientes de sus orejas se rompieron
producto de la fuerza con la que fue golpeada? (Bayt al-Ahzan)
Esta
era la hija del Profeta, y es así como ella fue tratada en Medina. Y
sucedió justo en frente de sus hijos pequeños. Los atacantes también
quemaron la puerta de la casa de la Señora Fátima, la misma puerta que
el Profeta golpeaba para obtener permiso para entrar.
En Karbalá, no había puertas, sino tiendas de campaña. Pero al igual que en Medina, el
fuego quemó la casa de la familia de Profeta. De hecho, en Medina, nos
enteramos de que la misma respuesta fue dada por el hombre cuando se le
advirtió sobre la casa que estaba amenazando con quemar. “¿Y Qué?”
Las flechas desgarradoras
Los
mounstros que lucharon contra el Imam Hussein en Karbalá no tuvieron
piedad alguna. No respetaron ni a la familia del Profeta. Sin embargo,
una cosa es hacer caso omiso a la voz de la justicia y a la voz de Dios
encarnado en el Imam Hussein, pero una cosa completamente distinta es en
realidad atacar de hecho y asesinarlo, mientras que decían pertenecer a
la misma religión. Uno podría preguntarse: ¿qué tipo de audacia es
esa?
La
respuesta se encuentra en los gritos de Fátima. No mucho tiempo después
del martirio de su padre, que ella fue aplastada entre la puerta y la
pared de su casa. Su vientre fue atravesado por un clavo. Una costilla
rota. Sufrió un aborto involuntario. Fue golpeada, herida, lesionada, y
dejada sangrando por los enemigos de Dios.
Si
la hija del Profeta, fue tratada de manera cruel por ciertos compañeros
hipócritas del Profeta, no es ninguna sorpresa que aquellos llamados
musulmanes en Karbalá lanzaran flechas y lanzas contra el nieto del
Profeta.
Ningún niño perdonado
Uno
de los momentos más desgarradores en Karbalá fue el martirio de Ali
al-Asgar , de tan sólo seis meses de edad. Él era un bebé, cuyo único
“delito” fue ser el hijo del Imam Hussein. Sin embargo, el ejército de
Yazid no lo perdonò e incluso lo sacrificó.
Uno
se encuentra en estado de shock ante esta inquietante imagen. Hoy en
día, las organizaciones de derechos humanos destacan la defensa de todas
las personas, especialmente de niños y bebés. Incluso si el bebé está
todavía en el vientre de su madre, que su derecho a la vida sea
respetado.
Pero
Medina es un recuerdo de sí mismo. El ataque a Fatima az-Zahra no
solamente dañó su cuerpo, sino que la llevó a un aborto involuntario.
Esto
por sí sólo muestra la crueldad de los atacantes. No sólo no tuvieron
en cuenta el hecho de que ella era la hija del Profeta y una mujer, sino
que además pasaron por alto el hecho de que ella estaba embarazada. A
pesar de eso se le atacó igual.
Atacar
a una madre y a un bebé por nacer fue sólo el comienzo, y los Omeyas
siguieron con este terrible legado de matar niños pequeños de la casa
del Profeta.
Tal
vez la madre de Ali al-Asgar encontró consuelo en Muhsin (la paz sea
con él), que fue martirizado, incluso antes de venir a este mundo. Sí,
el feroz acto de masacrar niños inocentes no comenzó en Karbalá. Ya lo
vimos hace 50 años antes en Medina.
Las Raíces del hecho…
La
Gente de la Casa del Profeta (Ahlul Bait -P-) sufrió una tragedia tras
otra, y sus seguidores siguen siendo oprimidos hasta el día de hoy. Sin
embargo, el Imam Hassan (P) resumió el punto esencial de los hechos cuando dijo: “Ningún día es como tu día, ¡Oh Aba ´Abdillah!”
Pero
a medida que se conmemora la tragedia de Karbalá, recordemos que la
tragedia de Su Eminencia Fatima Az-Zahra, sentó las bases para la
masacre de los Omeyas en Karbalá. Fue también el argumento de los
opresores que han seguido matando y torturando a Ahlul Bait (P) y a sus
seguidores hasta nuestros días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario