24.6.12

Acciones del mes de Sha'ban



Sha’bân es un mes noble y es el mes del Profeta (BP). Él ayunaba todo este mes uniendo este ayuno con el del mes de Ramadán. Solía decir: “Sha‘bân es mi mes y quien ayune un día de mi mes tendrá el Paraíso por recompensa”.
Los siguientes son los actos preferibles de este mes:
1. Decir setenta veces al día:
اَسْتَغْفِر اللهَ وَاَسْأَلُهُ التَّوْبَةَ
ASTAGFIRUL LÂHA UA AS’ALUHUT TAUBATA
Pido perdón a Dios y le ruego acepte mi arrepentimiento
2. Decir mil veces a lo largo del mes:
لا اِلـهَ إلاَّ اللهُ وَلا نَعْبُدُ إِلاّ اِيّاهُ مُخلِصينَ لَهُ الدّينَ وَلَوْ كَرِهَ الْمُشْرِكُونَ
LÂ ILÂHA IL·LAL LÂHU UA LÂ NA’BUDU IL·LA IÎÂHU MUJLISÎNA LAHUD DÎNA UA LAU KARIHAL MUSHRIKÛNA
No hay más divinidad que Dios, no adoramos sino fielmente a Él, Suya es la religión, aunque ello moleste a los asociadores.

3. Se debe tratar de dar limosna en este mes, aunque fuere con la mitad de un dátil. Esto, a fin de que el cuerpo de quien la dé sea Harâm (ilícito, vedado) al fuego infernal. Le fue preguntado al Imam As-Sâdiq (P) respecto al ayuno del mes de Raÿab y dijo: “¿No preguntáis sobre el ayuno del mes de Sha‘bân?”. Dijo el narrador: “¡Oh hijo del Mensajero de Dios! ¿Cuál es la recompensa de quien ayunó un día del mes de Sha‘bân?”. Dijo (P): “El Paraíso ¡por Dios!”. Dijo el narrador: “¿Qué es lo mejor que se puede realizar en este mes?”. Dijo (P): “Dar limosna y pedir perdón a Dios. En verdad que a quien haga caridad en este mes, Dios, Altísimo, le criará esa caridad así como vosotros criáis al camellito destetado, de manera que será devuelta en el Día del Juicio Final siendo como (la montaña de) Uhud”.
4. Es preferible ayunar los días lunes y jueves del mes de Sha’bân. A quien lo hiciere el Altísimo le concederá veinte deseos en este mundo y otros veinte en el otro.
Los actos especiales del mes:
Primer día: en este día es preferible ayunar. Este día es muy especial y la práctica del creyente en él tiene efectos especiales.
En este día el Príncipe de los Creyentes, el Imam ‘Alî (P) se encontró con un grupo de musulmanes que se hallaban en la mezquita discutiendo. El Imam (P) les saludó y ellos por respeto al Imam se levantaron y le pidieron que se uniera al debate. El Imam (P) les dijo: “¡Oh Gentes que habláis de temas que no os benefician. Sabed que Dios, Altísimo, tiene siervos que se callan por temor a Al·lah, siendo capaces de hablar. Cuando meditan en la Majestuosidad de Dios, se quebrantan sus lenguas, tiemblan sus corazones, se paralizan sus intelectos y quedan atónitos frente a la Grandeza, Majes­tuo­sidad y Esplendor de Allah...”
El Imam (P) continuó aconsejándoles y les relató un hecho que le ocurrió al ejército de los musulmanes en tiempos del Profeta (BP):
“Era una noche muy oscura y todos los musulmanes dormían, excepto cuatro soldados que se encontraban orando y recitando el Corán. De pronto, apareció el enemigo y emprendió el ataque. Estaban prácticamente al borde del fracaso —a raíz de la sorprendente embestida y de la inmensa oscuridad que los rodeaba— cuando de las bocas de los cuatro orantes emanó una luz que lo iluminó todo. Esto animó el espíritu de los creyentes y pronto lucharon denodadamente.
Más tarde le relataron al Enviado de Dios lo que les había ocurrido y él explicó: “Estas luces son el resultado de los actos de estos hermanos vuestros en el mes de Sha’ban”. Y una tras otra, el Profeta les contó las buenas obras hasta que dijo: “Cuando llega el primer día de Sha’bân, Satanás dispersa a su ejército hacia todos los puntos de la tierra para atraer hacia sí a algunos de los benevolentes siervos de Dios. Y Dios, el Altísimo, envía a sus ángeles hacia todos los puntos de la Tierra a fin de que protejan y guíen a sus siervos. Quienes Le escuchen serán bienaventurados y quienes no lo hagan se contarán entre los partidarios de Satanás. Por cierto que cuando el primer día de Sha’bân llega, Dios ordena abrir las puertas del paraíso y ordena al árbol de Tubâ (Felicidad) acercar sus ramas al mundo. En ese momento alguien exclama: “¡Oh, siervos de Dios! Éstas son las ramas del árbol de Tubâ, ¡aferraos a ellas para ser trasladados al paraíso!. Y estas otras son las ramas del Zaqqûm (árbol del Infierno de horrible aspecto, cuyo fruto es de desagradable sabor). ¡Alejáos de él! No vaya a ser que os aproxime al infierno. Juro por Quien me ha elegido como Profeta que quien realice una buena obra en este día es como si se hubiera aferrado a una de sus ramas, y quien realice una mala obra es como si se hubiera aferrado a las ramas del Zaqqûm.”
Entonces, prosiguió: “Toda persona que realice una oración preferible se habrá aferrado a las ramas de Tubâ. Quien ayune en este día, quien reconcilie a dos personas (cónyuges, familiares o amigos), entonces se habrá aferrado a las ramas de Tubâ. Quien perdone una deuda o parte de ella, devuelva un préstamo o alimente a un huérfano, se habrá aferrado a las ramas de Tubâ. Quien defienda a un creyente, recuerde frecuentemente a Dios y sea agradecido, quien visite a los enfermos, se estará aferrando a las ramas de Tubâ. Quien sea bondadoso con sus padres y les alegre, quien acompañe el cuerpo de una persona fallecida hasta su última morada, quien consuele a quien ha sufrido una desgracia, se habrá aferrado a las ramas del Tubâ. Y quien haya realizado toda clase de buenas obras se aferrará al árbol de Tubâ.”
“En cambio, quien realice una mala acción, se aferrará a las ramas del Zaqqûm. ¡Juro por Quien me ha elegido Su Profeta!, que quien no realice una oración obligatoria o la realice incorrectamente por negligencia, se aferrará a una de sus ramas. Quien se acerque a un pobre, sabiendo de su penuria y que, sabiendo que si no lo ayuda quedará desprotegido, aún así lo abandona, se habrá aferrado a una de las ramas del Zaqqûm. Quien no disculpa a quien le pida perdón, y prefiera la venganza, quien cause desavenencias en un matrimonio o familia, o entre dos amigos, se estará aferrando a las ramas del Zaqqûm. Aquél que tiene una deuda y la niega, quien ofenda a un creyente y apoye a otros para ofender a sus semejantes, quien cante canciones que inciten al pecado, quien cuente sus acciones injustas hacia los creyentes y se alegre de ello, también se habrá aferrado a las ramas del Zaqqûm. Quien no visite a su vecino enfermo por vanidad, quien trate injustamente al prójimo y lo menosprecie, quien desobedezca a sus padres y quien realice todo tipo de mala acción se aferrará a las ramas del Zaqqûm. ¡Y juro por Dios que quien se aferre a este árbol su morada será el Infierno!”

Luego miró al cielo y sonrió, luego miró al suelo y su rostro se ensombreció, y mirando a sus discípulos dijo: “Juro por Dios, que ha enviado a Muhammad, que he observado el árbol de Tubâ elevándose y trasladando a quienes se habían aferrado a él y he observado también cómo algunos se sostenían de una sola rama y otros de más de una, según sus obras. Ciertamente vi a Zaid Ibn Harizah sostenido de muchas ramas, por lo que sonreí. Luego, observé el Zaqqûm y ¡Juro por Dios que lo vi hendiéndose en lo más profundo de la tierra y llevaba consigo a quienes se habían aferrado a sus ramas, algunos a una sola y otros a más de una! Por cierto que he observado a algunos hipócritas aferrados a muchas de sus ramas, siendo llevados hacia lo más profundo del Infierno, por lo que me apené”.
El tercer día es un día bendito, en este día nació el Imam Husain (P), el tercer Imam, por lo que es preferible saludar al Imam.
La noche del 15 es una noche muy bendita. Según un dicho del Imam As-Sâdiq (P) es la más meritoria de las noches del año, luego de la Noche del Decreto.
Los favores y las bendiciones de Dios en esta noche para sus siervos, son numerosos. Es una noche en la cual Dios ha jurado por su Santísima Esencia, que no devolverá vacía la mano de quien le ruega en esta noche, excepto que en su pedido incluya un pecado.
Dios ha establecido esta noche para los musulmanes con el mismo rango que ha dispuesto la Noche del Decreto (Qadr) para el Profeta (BP). Entonces, ¡invocad a Dios y suplicadle en esta noche!
De entre las bendiciones de esta noche está el bendito nacimiento del Imam de la Época Al- Mahdi (P) -que Al·lah apresure su aparición.
Este nacimiento tuvo lugar en el año 255 de la Hégira en la ciudad de Samarra (Irak actual).
Es preferible realizar los siguientes actos:
1) El baño completo (gusl).La realización del mismo disminuye la carga de los pecados.
2) Permanecer despierto hasta el alba (Ihiiâ’) y adorar a Dios. Quien pasara en vigilia esta noche no morirá su corazón el día en que mueran los corazones (Día del Juicio Final).

3) Saludar al Imam Husain (P). Éste es el más meritorio de los actos en esta noche y en él está el perdón de los pecados. Quien desee que las almas de los 124.000 Profetas le estrechen la mano, que visite y salude al Imam (P) en esta noche.
De entre los saludos, el más simple es el subir a una terraza, mirar a la derecha y a la izquierda, luego mirar al cielo y decir:
اَلسَّلامُ عَلَيْكَ يا اَبا عَبْدِ اللهِ، السَّلامُ عَلَيْكَ وَرَحْمَةُ اللهِ وَبَرَكاتُهُ
AS-SALÂMU ‘ALAIKA IÂ ABÂ ‘ABDIL·LÂH AS-SALÂMU ‘ALAIKA UA RAHMATUL·LÂHI UA BARAKÂTUH
¡La Paz sea sobre ti, oh Abâ ‘Abdil·lah! ¡La Paz sea sobre ti, la Misericordia y la Bendición de Dios!
Toda persona, en cualquier lugar que se encuentre, si saluda al Imam (P) de esta forma recibirá la recompensa del Haÿÿ y ‘Umrah.
4) Entre otros actos es preferible realizar la súplica de Kumail.
El día 15 es el día del nacimiento de la “Prueba de Dios” en la Tierra, el Imam Al-Mahdî (P), el Imam de la Época, y es preferible saludarlo en cualquier lugar donde uno se encuentre y pedir a Dios su pronta aparición.
Es meritorio en este día, saludar al Imam en el sagrado sótano, en la ciudad de Samarra, donde fue visto por la gente por última vez.
Los actos del resto del mes:

Dijo el Imam Ar-Ridâ (P): “Quien ayune los tres últimos días de Sha‘bân y los una con el ayuno del mes de Ramadán, Dios le registrará ello como el ayuno de dos meses consecutivos”.
Dijo Abu Salt Al-Harawî: “Fui a ver al Imam Ar-Ridâ (P) el último viernes del mes de Sha‘bân y me dijo: “¡Oh Abu Salt! Por cierto que ha pasado la mayor parte del mes de Sha‘bân y éste es el último viernes del mismo; así pues, compensa en lo que resta lo que actuaste con negligencia de la parte que ya transcurrió. Debes ocuparte de lo que te concierne. Aumenta las súplicas, el pedido de perdón y la lectura del Sagrado Corán, y vuélvete a Dios arrepentido de tus pecados de manera que el mes de Ramadán llegue a ti encontrándote actuando sinceramente para Dios, Imponente y Majestuoso. Que no tengas algo que se te haya depositado en confianza y no lo hayas cumplimentado; que no haya en tu corazón rencor por un musulmán, que no hayas arrancado; ni pecado que hayas cometido que no hayas desarraigado. Teme a Dios y encomiéndate a Él tanto en tu intimidad como en tu comportamiento manifiesto: «Y quien se encomienda a Dios, Él le será suficiente. Por cierto que Dios ejecuta su asunto. Ciertamente que Dios ha dispuesto una medida para cada cosa». Y en lo que resta del mes di abundantemente:
اَللّـهُمَّ اِنْ لَمْ تَكُنْ غَفَرْتَ لَنا فيما مَضى مِنْ شَعْبانَ فَاغْفِرْ لَنا فيما بَقِيَ مِنْهُ
AL·LÂHUMMAIN LAM TAKUN GAFARTA LANÂ FÎ MÂ MADÂ MIN SHA’BÂN FAGFIR LANÂ FÎMÂ BAQIAMINHU.
¡Dios mío! Si no me has perdonado en lo que pasó del mes de Sha’bân, perdóname pues, en lo que resta del mes.
Que por cierto que Dios libera almas del Fuego en este mes por la sacralizad del mismo”.
El último día es preferible ayunar para recibir al bendito mes de Ramadán.
Extraído de Mafâtîh Al-Ÿinân
Luego miró al cielo y sonrió, luego miró al suelo y su rostro se ensombreció, y mirando a sus discípulos dijo: “Juro por Dios, que ha enviado a Muhammad, que he observado el árbol de Tubâ elevándose y trasladando a quienes se habían aferrado a él y he observado también cómo algunos se sostenían de una sola rama y otros de más de una, según sus obras. Ciertamente vi a Zaid Ibn Harizah sostenido de muchas ramas, por lo que sonreí. Luego, observé el Zaqqûm y ¡Juro por Dios que lo vi hendiéndose en lo más profundo de la tierra y llevaba consigo a quienes se habían aferrado a sus ramas, algunos a una sola y otros a más de una! Por cierto que he observado a algunos hipócritas aferrados a muchas de sus ramas, siendo llevados hacia lo más profundo del Infierno, por lo que me apené”.
El tercer día es un día bendito, en este día nació el Imam Husain (P), el tercer Imam, por lo que es preferible saludar al Imam.
La noche del 15 es una noche muy bendita. Según un dicho del Imam As-Sâdiq (P) es la más meritoria de las noches del año, luego de la Noche del Decreto.
Los favores y las bendiciones de Dios en esta noche para sus siervos, son numerosos. Es una noche en la cual Dios ha jurado por su Santísima Esencia, que no devolverá vacía la mano de quien le ruega en esta noche, excepto que en su pedido incluya un pecado.
Dios ha establecido esta noche para los musulmanes con el mismo rango que ha dispuesto la Noche del Decreto (Qadr) para el Profeta (BP). Entonces, ¡invocad a Dios y suplicadle en esta noche!
De entre las bendiciones de esta noche está el bendito nacimiento del Imam de la Época Al- Mahdi (P) -que Al·lah apresure su aparición.
Este nacimiento tuvo lugar en el año 255 de la Hégira en la ciudad de Samarra (Irak actual).
Es preferible realizar los siguientes actos:
1) El baño completo (gusl).La realización del mismo disminuye la carga de los pecados.
2) Permanecer despierto hasta el alba (Ihiiâ’) y adorar a Dios. Quien pasara en vigilia esta noche no morirá su corazón el día en que mueran los corazones (Día del Juicio Final).

23.6.12

breve biografia del Imam Husein (as)


¡Felicidades a toda la comunidad musulmana por una nueva conmemoración del natalicio del Imam Husein (as)!!!!!

Nombre: al-Hussain
Título: El Señor de los Mártires (Saiid Ash–Shahada)
Nació: El 3 del mes Sagrado de Sha’ban, del año 4 d.H..
Su padre: ‘Ali Ibn Abi Talib (P).
Su madre: Fátima Az–Zahra (P)
Murió: El día 10 del mes de Muharram, del año 61 d.H. (680 d.C).
Su Nacimiento
Al-Hussain Ibn `Ali, la paz sea con él fue el segundo valiente hijo de `Ali Ibn Abi Talib (P) y Fátima Zahra’ (P). Cuando dieron la noticia del nacimiento del pequeño al Mensajero de Dios, éste se dirigió a casa de su querida hija y pidió a Asma’ que le trajera al recién nacido. Asma’ envolvió al infante en un lienzo blanco y lo puso en los brazos de su abuelo, el Mensajero del Islam (BP), quien sin demora, pronunció el Adhan en el oído derecho de su amado nieto y el Iqamah en el oído izquierdo.
Fue en uno de los primeros siete días después de su nacimiento, que Gabriel –el honesto mensajero de Dios– se apareció y dijo a Muhammad (BP):
“Saludos de Dios para ti ¡oh, Mensajero del Islam! Llama a este pequeño como fue llamado el hijo de Aarón ‘Shubair’ o sea al-Hussain, ya que `Ali para ti es como Aarón fue para Moisés, con la única diferencia de que tú eres el último Profeta”.
Y así fue como el nombre de al-Hussain fue elegido para el segundo hijo de Fátimah Zahra’ (P). El séptimo día de su llegada al mundo, su madre Zahra’ (P) sacrificó un cordero para cumplir con el aqiqah –ofrecimiento (costumbre recomendada en muchas narraciones islámicas para la salud del infante); después cortó el cabello de al-Hussain, lo pesó y la misma cantidad en plata la entregó como sadaqah –limosna.

Al-Hussain en Compañía del Mensajero de Dios (Bpd)
Desde el día del nacimiento de al-Hussain Ibn `Ali (P), que tuvo lugar el cuarto año de la Hégira, hasta día en que murió su amado abuelo, el Mensajero del Islam (BP), aproximadamente seis años y algunos meses después, los musulmanes, a través del afecto y amor que expresaba el Profeta (BP) por al-Hussain (P), descubrieron la eminencia y grandeza de este tercer Imam.
Salmán el Farsi cuenta: “Ví un día que el Mensajero de Dios (BP) sentó a Husein en su regazo y mientras lo besaba decía: –Tú eres un eminente, hijo de un eminente y padre de los eminentes; tú eres un Imam, hijo de un Imam y padre de Imames; tú eres la prueba de Dios, hijo de la evidencia de Dios y padre de todas las evidencias del Todopoderoso que son nueve y la última de ellas, después de un período de estar ausente, se rebelará y terminará con la tiranía en el mundo –refiriéndose a Imam Mahdi (P)
Uns Ibn Malik narra: “Cierto día preguntaron al Mensajero de Dios (BP) por quién de su familia sentía más afecto, a lo cual respondió: –Por al-Hasan y al-Hussain.”
En reiteradas ocasiones tomó a sus dos nietos en su regazo, besándolos y apretándolos fuertemente contra su pecho.
Abu Hurairah, que fue uno de los mercenarios y seguidores de Mu’awiyah, y enemigo de la familia de los purificados Imames declaró: “Vi al Mensajero de Dios (BP) que sentaba a al-Hasan y al-Hussain sobre sus hombros mientras se me acercaba, entonces me dijo: Quién ame a éstos –refiriéndose a al-Hasan y al-Hussain– es como si me hubiese amado a mí, y quién sea su enemigo es como si se hubiese enemistado conmigo”.
La frase más eminente, pronunciada por el Enviado de Dios (BP), que demuestra la relación espiritual y trascendente entre el Profeta (BP) y al-Hussain (P) fue esta:
“al-Hussain es parte mía y yo soy parte de al-Hussain”.

Al-Hussain (P) en Compañía de su Padre (P), el Príncipe de los Creyentes
Los primeros seis años de su infancia los pasó junto a su honorable abuelo y después del fallecimiento del Profeta (BP) vivió treinta años junto a su padre. Padre ejemplar, que no gobernó excepto con justicia, que no vivió excepto con pureza y devoción, que no vio, no deseó ni encontró a nadie excepto a Dios. Hombre al cual molestaron constantemente durante su magisterio, tal y como cuando le negaron su derecho al califato, época en la cual Imam al-Hussain (P) obedecía las ordenes de su padre. Durante los años que Imam `Ali (P) ocupó el califato, al-Hussain (P), al igual que su hermano al-Hasan (P), se preocupaba por lograr los objetivos del Islam, participando también en las guerras de Yamal, Siffin y Nahravan.
Fue así como al-Husain Ibn `Ali (P) apoyaba a su padre, el Emir de los Creyentes, y a la religión de Dios; y en repetidas ocasiones protestó públicamente por la usurpación del califato.
Un día, durante el gobierno de `Umar, Imam Husein (P) entró en la mezquita mientras que el segundo califa se encontraba dando un sermón sobre el púlpito que había pertenecido al Mensajero de Dios (BP), entonces este honorable exclamó: “¡Baja del púlpito de mi padre…!

Al-Hussain (P) al Lado de su Hermano, el Segundo Imam (P)
Después del martirio de `Ali (P), por orden del Enviado de Dios y según el testamento del Emir de los Creyentes, `Ali Ibn Abi Talib (P), le fue transmitido el imamato y liderazgo de los musulmanes a su hijo mayor Hasan Ibn `Ali (P), siendo obligatorio y necesario para todos los musulmanes escuchar y obedecer las órdenes y mandatos de Imam Hasan (P). Imam Husain (P), que había sido educado por el Mensajero del Islam (BP) y por Imam `Ali (P), seguía el mismo camino que su hermano.
Cuando, por los intereses del Islam, la sociedad musulmana y por orden de Dios, Alabado sea, Imam Hasan (P) se vio obligado a pactar con Mu’awiyah y soportar todo tipo de inconveniencias; al-Hussain (P) sin rebelarse sufrió al igual que su hermano, ya que sabía que ese acuerdo se había realizado por el bien del Islam y de los musulmanes. Incluso un día que Mu’awiyah se encontraba frente a estos dos imames, comenzó a insultar a Imam Hasan (P) y a su valiente padre, entonces al-Hussain (P) se levantó para defenderlos, acallar las palabras que salían de la boca de Mu’awiyah y darle su merecido, pero Imam Hasan (P) le pidió que se calmara y guardara silencio. Husain (P) aceptó y regresó a su lugar; entonces él mismo–Imam Hasan (P)– con una declaración elocuente y rotunda hizo callar a Mu’awiyah.

Imam al-Hussain (P) Durante el Califato de Mu'awiyah
Después del fallecimiento del Imam Hasan (P), según lo dictado por el Mensajero de Dios (BP), por `Ali Ibn Abi Talib (P) y lo especificado en el testamento de Imam Hasan Ibn `Ali (P), el imamato y liderazgo de los musulmanes pasó a manos de Imam Husein (P) convirtiéndose en el representante de Dios para dirigir a la sociedad.
Imam al-Hussain (P) fue Imam por un período de diez años. Todos ellos, excepto los últimos 6 meses, coincidieron con el califato de Mu’awiyah. Imam al-Hussain (P) vivió bajo las más difíciles condiciones, sufriendo opresión y persecución. Esto fue debido al hecho de que: Primero de todo, las leyes y regulaciones religiosas habían perdido mucho de su peso y crédito, y los edictos de los gobernantes Omeyas habían ganado total autoridad y poder. Segundo, Mu’awiyah y sus ayudantes usaron todos los medios posibles para apartar a los miembros de la Casa del Profeta y los seguidores shiítas y hacer que se olvidaran los nombres de ‘Alí (P) y su familia. Y sobre todo, Mu’awiyah deseó fortalecer las bases del califato de su hijo Yazid quien, debido a carecer de principios y escrúpulos, era rechazado por gran cantidad de musulmanes. Por ello, para sofocar toda oposición, Mu’awiyah tomó nuevas y más severas medidas.
Imam al-Hussain (P) veía como Mu’awiyah, respaldándose en el poder del gobierno islámico, que en forma ilegítima había obtenido, pretendía destruir los cimientos de la sociedad islámica y las leyes de Dios. Este Imam (P) sufría al ver el gobierno ficticio y destructivo que había creado Mu’awiyah, pero se encontraba imposibilitado para derrocarlo y tomar el poder en sus manos, hallándose en una situación similar a la que había soportado su hermano Hasan (P).
Imam al-Hussain (P) sabía perfectamente que si hacía pública su oposición y provocaba un cambio en la situación reinante, antes de que pudiese actuar lo matarían; por consiguiente, se vio obligado a callar y esperar, ya que con su muerte no se obtendría nada.
Mientras Mu’awiyah estuvo en vida, Imam al-Hussain (P), al igual que su hermano, se abstuvo de izar la bandera de la oposición, con la única diferencia de que a veces criticaba la situación, así como la forma de actuar y pensar de Mu’awiyah.
Cuando Mu’awiyah obligaba a la gente a realizar el juramento de fidelidad a su hijo Yazid, al-Hussain (P), por medio de sermones y cartas contundentes mostró su descontento, rechazando a Yazid como sucesor al califato.
Jurar fidelidad era una antigua tradición árabe que fue trasladada a asuntos importantes tales como el gobierno y el reinado. Aquellos que eran gobernados, y especialmente los más famosos entre ellos, debían darle la mano a su rey o príncipe en señal de acatamiento, fidelidad y obediencia, y de este modo mostrar su apoyo a sus actos. El disentir después de jurar fidelidad era considerado una desgracia y un deshonor para la persona, igual que romper un acuerdo después de haberlo firmado oficialmente era considerado un crimen. Siguiendo el ejemplo del Sagrado Profeta (BP), la gente creía que tal juramento cuando se daba libremente, y no a la fuerza, implicaba autoridad y peso.
Mu’awiyah pidió a los notables de entre su gente que dieran su fidelidad a Yazid, pero no le impuso esta obligación al Imam al-Hussain (P). El le dijo de forma especial a Yazid en sus últimos deseos, que si al-Hussain (P) rehusaba prestar juramento de fidelidad, él debía pasarlo por alto y no darle importancia, pues había entendido perfectamente las consecuencias desastrosas que podría tener el asunto si se presionaba. Por ello Mu’awiyah no insistió en que el Imam realizara el juramento a Yazid, postura que continuó así hasta la muerte de Mu’awiyah.
Por fuerza y necesidad Imam al-Hussain (P) tuvo que soportar estos días y tolerar toda clase de agonías y aflicciones mentales y espirituales de Mu’awiyah y sus agentes, hasta que a mediados del año 60 d.H. Mu’awiyah murió y su hijo Yazid ocupó su lugar.

Imam al-Hussain (P) Durante el Califato de Yazid

Después del fallecimiento de Mu’awiyah, su hijo Yazid tomó la guía del gobierno islámico en sus manos llamándose a si mismo Emir de los Creyentes; quién, para estabilizar su ilegal y opresivo gobierno, decidió enviar mensajes a los célebres y personalidades musulmanes, invitándoles a que realizasen el juramento de fidelidad –bai’at– con él; para lo cual escribió una carta al gobernador de Medina en la que le ordenaba: “Haz que al-Hussain me preste el juramento, si se opone ¡mátalo!” El gobernador puso a Imam Husein (P) al tanto de lo ordenado por Yazid y poco después recibió la contestación del Imam (P) que decía:
“Pertenecemos a Dios y regresaremos a Él”. Cuando alguien como Yazid (alcohólico, jugador, sin creencias y corrupto, que no se preocupa ni siquiera por la apariencia externa del Islam), gobierna al pueblo musulmán, tendremos que hacer sonar el toque de muerte para el Islam (ya que un dirigente como éste, utilizando la fuerza del Islam y bajo el nombre del Islam, terminará con el Islam)”.
Imam al-Hussain (P) sabía que si permanecía en Medina sin reconocer al gobierno de Yazid, lo matarían; por ello, para obedecer lo ordenado por Dios, una noche, aprovechando la oscuridad, salió de esta ciudad rumbo a La Meca. La noticia del arribo de al-Hussain (P) a La Meca y su negativa a prestar juramento a Yazid, se expandió rápidamente, llegando ésta a los oídos de la gente de Kufah. Los kufis, sin demora, invitaron a al-Hussain (P), que en esos momentos se encontraba en La Meca, que viniese a esa ciudad y los gobernara. El Imam (P) envió a su primo Muslim Ibn `Aqil para que estudiase de cerca la reacción de los kufis y lo pusiese al tanto de la situación.
Cuando Muslim llegó a Kufah, se encontró con una inesperada y calurosa bienvenida. Miles de gentes hicieron el juramento de lealtad con el representante del Imam (P), entonces, Muslim escribió a Imam al-Hussain (P) que consideraba necesario que inmediatamente partiese hacia allá.
No obstante el Imam (P) conocía perfectamente a los habitantes de Kufah. Desde la época del gobierno de su padre y de su hermano sabía de su infidelidad y alevosía. Sabía que no debía confiar en el juramento que éstos habían hecho y en lo que habían prometido a Muslim, pero para completar su misión y cumplir con lo ordenado por Dios, Loado sea, decidió dirigirse hacia la ciudad de Kufah.
A pesar de que hasta el octavo día de Dhul–Hiyyah, día en que toda la gente que se encuentra en La Meca se prepara para dirigirse hacia la región de Mina y todo aquél que se encuentra en camino se apresura para llegar a La Meca, Imam al-Hussain (P) permaneció en esta santa ciudad. Cuando el Imam se enteró de que algunos seguidores de Yazid habían entrado en La Meca como peregrinos, con la misión de matarle durante los ritos de la peregrinación, con las armas que escondían bajo sus ropas, acortó los ritos de la peregrinación y en un día como éste, acompañado de su familia y seguidores, decidió partir en dirección a Irak, cumpliendo así con su deber y al mismo tiempo con este movimiento hizo saber a todos los musulmanes del mundo, que el hijo del último Profeta (BP), no sólo no reconocía al gobierno de Yazid y le rehusaba realizar el juramento de fidelidad, sino que se rebelaba en contra del corrupto hijo de Mu’awiyah. El Imam (P) puso de pie en medio de la multitud y en un corto discurso, anunció su marcha a Irak. En su discurso también declaró que podría ser martirizado, llamó a los musulmanes a ayudarle en la conquista de los objetivos que tenía en mente y a ofrecer sus vidas en el camino de Dios.
El Imam al-Hussain (P) estaba decidido a no dar juramento de fidelidad a Yazid y era plenamente consciente que podía ser matado. El era consciente de que su muerte era inevitable, dando el terrible poder militar de los Omeyas, apoyados como estaban en la corrupción de ciertos sectores, el declinar espiritual y la carencia de verdadero deseo entre la gente, especialmente en Iraq. Algunos de los prominentes hombres de La Meca salieron al paso de Imam Husein (P) y le previnieron del peligro que conllevaba la acción que estaba iniciando. Pero él les contestó que se negaba a dar juramento de fidelidad y aprobar un gobierno de injusticia y tiranía. Añadió que sabía que podía ser asesinado donde quiera que regresara o fuera. Y que abandonaba La Meca para proteger el respeto debido a la Casa de Dios y no permitir que este respecto fuera destruido, dejando que su sangre fuera derramada en ella.
Yazid, que se había enterado de la llegada de Muslim a Kufah y del juramento de lealtad que la gente de esta ciudad había hecho al Imam (P), envió a Ibn Ziyad (que era uno de los más corruptos seguidores de Yazid y uno de los más sucios partidarios del gobierno Omeya, a la ciudad de Kufah.
Ibn Ziyad, utilizando la poca fe, la hipocresía y el miedo de la gente de Kufah, con intimidaciones y amenazas los apartó de Muslim. Este fiel compañero de Husein (P) se enfrentó valientemente contra los agentes de Ibn Ziyad y finalmente fue martirizado como un valeroso guerrero (las bendiciones de Dios sean para él). Entonces –Ibn Ziyad–, incitó a la gente hipócrita y traicionera, así como a los incrédulos de Kufah, contra Imam al-Hussain (P), llegando al punto que aquéllos mismos que habían invitado al Imam (P) vistieran sus armas y esperaran la llegada de Husein Ibn `Ali (P) para matarlo.
Desde la noche en que el Imam (P) salió de Medina y mientras estuvo en La Meca, y durante el tiempo que empleó en trasladarse de La Meca hacia Karbala, hasta el momento en que fue martirizado, a veces insinuaba y otras abiertamente decía: “El motivo de este movimiento es para denunciar al gobierno de Yazid que se manifiesta en contra del Islam y para ordenar el bien –Amri bil Ma’ruf– y rechazar el mal –Nahi az Munkar–, y terminar con la opresión, la crueldad y la injusticia. Mi propósito es proteger el Sagrado Corán y revivir la religión de Muhammad (BP)”.
Esta era la tarea que Dios le había encargado y la cumpliría incluso si fuese necesario ofrecer su sangre, la de sus compañeros y la de sus hijos y familiares.
El Mensajero de Dios (BP), así como Emir de los Creyentes `Ali Ibn Abi Talib (P) y Hasan Ibn `Ali (P), anteriores guías del Islam, habían predicho en repetidas ocasiones el martirio de Imam al-Hussain (P); inclusive el día de su nacimiento, el Profeta (BP) habló de como sería martirizado, hasta él mismo, por el conocimiento (de lo oculto) que poseía como Imam, sabía que al final de ese viaje le esperaba el martirio. Sin embargo, él fue aquél quien al infortunio y a la calamidad los consideraba una generosidad de Dios, y al martirio la felicidad.
La noticia del martirio de al-Hussain en Karbala era tan conocida entre los musulmanes, que todos se mostraban temerosos por lo que sucedería al final de este viaje. Así fue como la emigración realizada por al-Hussain (P), con todos los infortunios y calamidades que tuvo que soportar, corroboró las opiniones generales acerca de su martirio. En el camino hacia Karbala dijo: “Aquél que esté listo para ofrecer su vida por el mismo motivo que yo ofrezco la mía, y esté preparado para encontrarse con su Señor, ¡que me acompañe!”.
Fue por eso que algunos de sus seguidores trataron de disuadirlo, pues ignoraban que el hijo de `Ali Ibn Abi Talib (P), el Imam (P) y sucesor del Profeta (BP), conocía perfectamente su deber y nunca desobedecería aquello que Dios le había encomendado.
Imam al-Hussain (P) a pesar de las muchas opiniones y presiones que le rodeaban, continuó su camino sin dudar en ningún momento respecto a la decisión que había tomado.
La partida del Imam no fue un acto apresurado y sin meditación. Un Imam Infalible no actúa de manera despreocupada e incauta. Por el contrario, el Imam sabia perfectamente cual era su destino y no estaba dispuesto a rechazarlo. Unas de las muestras de su conocimiento con  respecto a la situación, es el hecho de haber dejado antes de marcharse a La Meca un escrito a Umm Salama, una de las esposas del Profeta (BP), especificando que el Imamato después de su muerte le correspondía a su hijo ‘Ali Zain ul ‘Abidin (P).

16.6.12

ACCIONES PARA LA NOCHE Y EL DÍA DEL EID-MAB´AZ.



La noche de hoy es la noche del día 27 de Rajab, la cual se conmemora el Mab´az, noche de la primera revelación, en la que el Profeta Muhammad (BPD) fue elegido para la profecía, siendo esta noche una de las noches más benditas del año.

Contamos con una tradición (hadiz) del Imam Al Yawad (P) que dice: "Ciertamente que en Rajab hay una noche que es más valiosa que todo aquello que el sol alcanza a iluminar, esa es la noche del veintisiete de Rajab (Rayab se pronuncia), en cuyo día, Muhammad (BPD) fue elegido como Profeta. Y quien adora a Dios en esta noche e hiciera las oraciones específicas tendrá la recompensa de sesenta años de adoración."

Esta noche es preferible también hacer el gusul o baño completo y saludar al Príncipe de los Creyentes el Imam Ali (P), visitar su santuario (o hacer Ziarat Imam Ali -P-) siendo esto el acto más meritorio para esta noche.

Milagros en esta noche.

Abû ´Abdullah Muhammad Ibn Batûtah, un famoso viajero del siglo XIV y sabio musulmán de la escuela Sunnah, describe en su libro Rihlah (Viaje) su viaje desde la Mecca a Nayaf-ul Ashraf (en Irak actual) y su visita al Santuario del Imam Ali (P). Luego de decir que todos los habitantes de esta ciudad son seguidores de Ahlul Bait (La casa Profética) relata lo siguiente:

"Se han observado grandes milagros en este bendito santuario. De entre ellos, son conocidos los que suceden en la noche del Mab´az que coincide con el 27 de Rajab. Esa noche es denominada por ellos como Lailat-ul Mahia´ (la noche de la pernoctación y vigilia). En esta noche se acercan de todos los países limítrofes, incluso Persia y Bizancio, un gran número de personas paralíticas y otros enfermos y permanecen todos en el interior del santuario cercano a la tumba del Imam, esperando su curación.

La gente que los acompaña permanece despierta hasta el alba rezando, suplicando, recitando el Corán y algunos otros simplemente miran y esperan. Al pasar la mitad o dos tercios de la noche, todos estos enfermos se levantan sanos y curados y todos juntos dicen.

La illaha ila llah muhammadun rasulul lah ´aliun ualîul-lah.

No hay más divinidad que Dios, Muhammad es el Mensajero de Dios y Ali es el Wali de Dios.

Y agrega que estos milagros son muy conocidos por todos allí.

Nos dice que vio tres personas paralíticas en el hospedaje del Santuario del Imam, uno era de Bizancio, otro de Isfahán (Irán) y otro del Jorasán (Mashad Iraní de hoy día) a quienes les preguntó: "¿Cómo fue que ustedes no recibieron la curación?"

Le respondieron que habían llegado tarde y que iban a permanecer allí hasta el próximo 27 de Rajab, para recibir la curación.

Luego agrega el Sheij ´Abbâs Al Qummî, recopilador del Mafâtih Al Ÿinân (Las llaves del paraíso): "No seas que dudes de la veracidad de lo mencionado ya que los milagros de este santuario son tan numerosos que no pueden ser objeto de duda".

El día Veintisiete es el día del Mab´az, una de las festividades más importantes de los musulmanes. Es el día en que el Enviado de Dios (P) es elegido por Dios como su último mensajero y profeta y recibió por primera vez la revelación transmitida por el Ángel Gabriel.

Los siguientes actos son preferibles para éste día:

1. Realizar el Baño completo.
2. El Ayuno.

Es uno de los cuatro días más meritorios del año para ayunar. Su ayuno equivale al ayuno de setenta años.

3. Decir muchos salawats (Saludo al Profeta -BPD- y a su descendencia purificada).
4. El acto más meritorio de este día es saludar al Enviado de Dios (BPD) y al Príncipe de los Creyentes, el Imam Ali (P).
5. Dijo el Sheij At Tûsi en su Al-Misbâh: Narró Abân ibn As-Salt: "El Imam Al Ÿawâd (P) ayunó cuando se encontraba en Bagdad, el día 15 de Rajab y el día 27 y ayunó toda la gente de su casa y los que se encontraban con el y nos ordenó que rezáramos la oración que consta de doce ciclos, en cada un de los cuales se lee la Sura Al Fátiha y una sura. Cuando se terminan los rezos (6 de dos ciclos) se leen cuantro veces la Sura Al Fátiha (1), cuatro veces la Sura Al Ikhlas (112), cuatro veces la Sura Al Falaq (113) y An Nas (114) y luego se dice cuatro veces:

La illaha ilallahu wal lahu akbar, wa subhanallahi wal hamdulillah, wa la haula wa la quwata illa billahi ´aliil ´adzim.

No hay divinidad más que Dios y Dios es el más Grande, Glorificado Sea Dios y Alabado Sea Dios y no hay poder ni fuerza si no en Dios, el Elevado, el Majestuoso.

Y se dice cuatro veces:

Allah Allahu rabbi lâ ushriku bihi shai´a.

Dios, Dios en mi Señor, No asocio nada a Él.

Y cuatro veces:

La ushriku bi rabbi ahada.

No Asocio a nadie a mi Señor.

15.6.12

«La Batalla de Jaibar»


Jaibar es una localidad a una distancia aproximada de 96 km. de Medina. Consistía en ocho (o diez) fuertes populares y muy sólidos, donde los judíos vivían y tambien daban refugio a los enemigos del Islam. Se había convertido en un activo centro de conspiraciones contra el Islam. En el séptimo año de la hégira, nuestro Santo Profeta Muhammad (Bpd) recibió información sobre la conspiración fraguada por los judíos contra los musulmanes en connivencia con otros elementos hostiles al Islam. Él (Bpd) decidió asumir el reto.
Jalil Sahurie

«La Batalla de Jaibar»
Ubicación:                               96 km de Medina
Cuando se libró esta batalla:       24 de Rayab del año 7 d.H.
Ejército Musulmán:                      1.400
Ejército judío:                           14.000
Preparación para la guerra
En una reunión de  consulta, fue decidido por los musulmanes expulsar al enemigo fuera de Medina. Una fuerza de 1.400 combatienres musulmanes se establecieron en Medina para protegerse y proteger sus tierras contra una fuerza judía de más de 14.000 combatientes (según Alamá Tabrizi). Antes del inicio de la batalla, el profeta Muhammad (Bpd) se enfermó. Imam Alí (P)tampoco fue capaz de participar en el comienzo de la batalla debio a una enfermedad en sus ojos.
La batalla comienza
La batalla comenzó con el asedio de los fuertes de Jaibar. El sitio continuó durante un período de aproximadamente un mes. Algunas batallas individuales fueron seguidas de un asalto general de ambos lados durante tres días consecutivos, pero un resultado decisivo no pudo ser alcanzado.
Esto se debió principalmente al hecho de que el profeta Muhammad (Bpd) noestaba al mando de los movimientos militares, como también Imam Alí (P) no estaba tomando parte en la batalla. Los llamados "Muyahidín-e-Islam" quienes siempre se quejaban de que no se les daba la oportunidad suficiente para demostrar sus habilidades cuando estaban a cargo y la victoria no estaba a la vista.
En Tarij Abul Fada (Vol. 1 página 187) se afirma que "debido a la enfermedad del Profeta Muhammad (Bpd), Hazrat Abu Bakr tomó el estandarte y se fue a pelear, pero regresó sin éxito y luego Hazrat 'Umar tomó el estandarte y luchó aún más duro, pero él también regresó sin éxito. A partir de entonces, el Profeta Muhammad (Bpd) fue informado de esta situación". Está muy claro que nunca el Profeta (Bpd) otorgó la bandera a ninguno de los dos, ellos lo tomaron por sí mismos y se fueron a luchar regresando sin éxito.
Tras cinco días de batalla general, el Profeta Muhammad (Bpd) declaró:
 "Mañana voy a adjudicarle el estandarte de las fuerzas islámicas a un hombre que ama a Allah (swt) y a su Profeta (Bpd) y a quien Allah (swt) y su Profeta (Bpd) le aman. Él es quien ataca con fuerza y no huye del campo de batalla y quien no volverá hasta que Allah (swt) garantice la victoria en sus manos".
Cada Sahaba estaba esperando recibir este honor. Al día siguiente, el Profeta (Bpd) llamó a Imam 'Ali (P). La gente decía que 'Ali (P) sufría de una enfermedad en los ojos, pero el Profeta (Bpd) insistió en que le llamaran y cuando él llegó, el Profeta (Bpd) aplicó de su saliva en los ojos de Imam 'Ali (P) los cuales curó al instante y luego él rezó a Allah (swt) y le otorgó el estandarte del Islam.
La Superioridad de Imam 'Ali (P)
Imam Ali (P) lideró a las fuerzas islámicas hacia la fortaleza más fuerte de Jaibar, llamada Qamus y cuando ellos se acercaban, la batalla fue iniciada por los judíos. Uno de sus hombres más fuertes, Haris, atacó y martirizó instantaneamente a dos musulmanes después de lo cual Imam Ali (P) tomó a Haris y lo asesinó inmediatamente. Él fue seguido por uno de los hombres más fuertes de los judíos -Marhab. Marhab enfrentó el mismo destino. Su cuerpo fue dividido en dos partes iguales por el golpe de la espada Zulfiqar de Imam Ali (P).
Después de esto, comenzó la batalla general. Las fuerzas musulmanas lucharon con mucho coraje, bajo el liderazgo de Imam Ali (P). Al darse cuenta de que estaban perdiendo la batalla, los judíos comenzaron a correr hacia la fortaleza y cerraron la puerta con un enorme hierro desde el interior. Esta fue la puerta que solía ser abierta y cerrada por cuarenta hombres fuertes. Imam Ali (P) la levantó la puerta solo y la rompió de una sola fuerte sacudida. A continuación, utilizó la misma puerta para hacer un puente en una zanja para que las fuerzas islámicas pudieran entrar en la fortaleza y conquistarla.
Los judíos que quedaron lloraron horriblemente por misericordia e Imam Ali (P) ordenó detener el combate y declarar la paz ya que ellos que se habían rendido. Uno tras otro, los combatientes musulmanes bajo el liderazgo de Imam Ali (P) conquistaron varios fuertes de esa fortaleza y completaron la gran victoria de las fuerzas islámicas sobre los judíos.
Nota: La madre de Marhab había tenido un sueño en su juventud y cuando Marhab era sólo un bebé. En su sueño había visto que un león le mataba. Debido al horrible sueño, ella le decía a su hijo (cuando él ya había crecido y se había convertido en un luchador de renombre en Arabia): "Hijo, nunca luches contra un hombre cuyo nombre se asemeje al significado de 'león'".
En todas las salidas anteriores, el Profeta del Islam (Bpd) solía nombrar a un comandante y luego enviar a algunos soldados bajo el mando del comandante que podía atacar el fuerte. Cuando el Profeta (Bpd) le pidió a Alí (P) que se hiciera cargo y atacara, el Imam Ali (P) no se preocupó respecto a los soldados. 
Él tomó la bandera en una mano, la espada en la otra y marcharon cuesta arriba redoblando. El único compañero que iba con él era Abu Rufay (otros soldados musulmanes se les unieron más tarde), el asistente personal del Profeta (Bpd) es al nombre de quién la historia entera es contada. Abu Rufay narra: "Cuando llegamos a la cima de la colina, nosotros estabamos sin aliento, ya que Ali (P) había estado marchando el doble cuesta arriba. Él estableció la bandera en las rocas y miró hacia la fortaleza".
Cuando llegamos a la puerta de la fortaleza, había un viejo guardia judío viendo desde uno de los torreones como nos acercabamos. Él miró a Imam Ali (P) y gritó - ¿Quién eres TÚ? [Nótese el énfasis sobre el TÚ]. Imam Ali (P) respondió recitando el siguiente verso:
Ana al-lazi sammatni ummi Haydara
zarghaamu aajamin, laithun, qaswara.
Traducción: Yo soy el que fue nombrado Haydar por su madre, yo soy el león del valle, yo soy el gran león, el león que ataca a su presa persiguéndola.
El viejo se volvió a su pueblo dentro de la fortaleza y le dijo: "¡Que seas destruído!".
Shah Abdul Haqq Muhadiz Dehlavi sobre ésto escribe: Al parecer el anciano había leído algunos Faza'el de Imam Ali (P) en sus libros y él lo reconoció por aquello. Es por eso que dijo lo que dijo a su propio pueblo. Es cierto que el Imam Ali (P) fue nombrado HAYDAR por su madre en su infancia.
Lo curioso es que el Imam Ali (P) utiliza más de tres palabras que significan 'león' de diferentes calidades.Es por eso  que el Imam Alí (P) llega al campo de batalla recitando aquellos famosos versos en los que utiliza tres palabras diferentes para la palabra león.
Esa fue la indicación de que el Imam intentaría en primer lugar guiar (hidayat) y luego, si todo lo demás falla, no se separaría del uso de la espada. Él quiso recordar a Marhab el sueño de su madre. El Imam viene a este mundo con un pacto de Allah que iba a proteger y preservar la ley de Allah. Si en ese proceso el Imam tiene que alzar la espada él lo hará con esa intención y compromiso total para dar la bienvenida al martirio o ganar sobre el enemigo. El objetivo principal de la vida de un Imam es guiar a las personas y liderar a las personas.
Su principal propósito en la vida no es asesinar gente. Pero, si se trata de eso, el Imam no se arrepentirá.
Es por eso que el Imam Ali (P) llega a los campos de batalla recitando los famosos versos en los que utiliza tres palabras diferentes para la palabra león.
Esa fue la indicación de que el Imam intentará en primer lugar guiar (hidayat), y luego, si todo lo demás falla, no se separará del uso de la espada. Quería recordarle a Marhab el sueño de su madre. Y si él tenía algún sentido, él se regresaría y no enfrentaría al Imam Alí (P). Como hemos visto, el viejo guardia judío había reconocido al Imam Alí (P) por su Faza'el. Perio Allah había destinado algo más para Marhab.
Nos sentimos bien con el Imam Alí (P) asesinando a Marhab y arrancando la puerta de Jaibar de sus bisagras. Pero esas cosas realmente no hicieron grande a Ali. Lo que hizo grande al Imam Ali (P) fueron su devoción hacia el Islam y su total compromiso con las enseñanzas del Profeta Muhammad (Bpd). Después de el famoso hadiz de Jaibar, cuando el Imam Ali (P) estaba listo para marcharse, él le hizo una pregunta al Profeta (Bpd) sobre cuanto tiempo él debía luchar. El Profeta (Bpd) respondió: Hasta que seais victorioso o ellos acepten el Islam. Él agregó: Y recuerda Ali, si una sola persona no-musulmana acepta el Islam por su invitación, es mejor para usted que tener un rebaño de cien camellos rojos.
Es por eso que, después de toda las victorias, el Imam Ali (P) no se molestó en recoger si quiera la armadura personal de sus enemigos muertos, y mucho menos la riqueza saqueada de la fortaleza, lo que otros musulmanes sí hicieron después de él, y que era bastante legítimo en esas circunstancias. Los informes nos dicen que bajó la colina de Jaibar después de la victoria total con las manos vacías...eso es lo que hizo grande a Ali.
Como el Imam Ali (P) venía bajando la colina, el Profeta del Islam lo esperaba para saludarlo. De repente, de un lado, Yaafar bin Abi Talib aparecía regresando de Abisinia (Etiopía) después de 12 años de estancia allí. El Profeta (Bpd) estaba doblemente satisfecho. Puso uno de sus brazos sobre el hombro de Imam Ali (P) y el otro por sobre el de Yaafar. Él miraba a Ali y luego a Yaafar y decía: No sé hoy día lo que me hace más feliz, si la conquista de la fortaleza de Jaibar de mi hermano Ali o el regreso de Abisinia de mi hermano Yaafar después de 12 años.
Fue sin duda uno de los momentos más felices de la vida del Profeta del Islam (P). El hadiz de Jaibar es también una verdadera manifestación de la personalidad de Imam Ali (P). El Profeta (Bpd) dijo: "Mañana voy a adjudicarle el estandarte de las fuerzas islámicas a un hombre que ama a Allah (swt) y a su Profeta (Bpd) y a quien Allah (swt) y su Profeta (Bpd) le aman. Él es quien ataca con fuerza y no huye del campo de batalla y quien no volverá hasta que Allah (swt) garantice la victoria (Fatah) en sus manos".
No hay ni un solo compañero por quien el Profeta del Islam (Bpd) se hubiese cumplido la profecía del amor de Allah por el estilo. Estaba reservado a Imam Ali (P), y sólo a él. El Profeta había atribuído en tantas palabras a Imam Ali (P) y no comprometió la actitud de su misión, y la futura vida de Imam Ali (P) se convirtió en una prueba viviente de ello.
Entonces el Profeta (Bpd) había utilizado la palabra "Fatah" en su declaración. Esta palabra árabe es usada con tres diferentes significados. El milagro del discurso del Profeta (Bpd) es que los tres significados se hicieron realidad en esta historia.
"Fatah" significa: 1. Abrir, 2 Conquistar, y, 3, Empezar.
Imam Ali (P) obtuvo la victoria, abrió la puerta cerrada de Jaibar, y obtuvo la conquista de Jaibar, lo que resultó en ser el comienzo de una prosperidad única a largo plazo sobre la comunidad musulmana.

Breve biografia del Imam Musa Al-Kazim (as)



Nombre: Musa
Título: Al-Kadzim
Nació: El 7 del mes de Safar, del año 128 (d.H.).
Su padre: Ya'far As-Sadiq (P).
Su madre: Hamidah

Murió: 25 de Rayab del año183 (d.H.)
* * *
DURANTE SU NACIMIENTO Y CARÁCTER
El Imam Musa Al-Kadzim (P) fue el séptimo Imam, tras la muerte de su padre Ya’far As-Sadiq (P). Se lo conoció como "Al-Kadzim", –el que reprime su enojo–, por su gran paciencia ante las dificultades que tuvo que soportar. Nació en una localidad ubicada entre La Meca y Medina llamada Abu’ua, y su madre fue Hamidah "la Andaluza".
Vivió veinte años junto a su padre y luego asumió el Imamato por orden Divina y designación expresa de sus antecesores. Su Imamato duró treinta y cinco años, durante los cuales convivió con el gobierno de los califas Abbásidas Al-Mansur, Mahdi, Hadi Y Harun Ar-Rashid. Este último fue quien lo hizo apresar y finalmente lo mandó a envenenar mientras estaba en la cárcel. Fue enterrado en Bagdad, en un cementerio usado por los Quraishitas para los nobles de Bani Hashim, llamado "Maqbir Quraish", lugar que hoy se conoce con el nombre de "La Puerta de las necesidades".
El Imam Al-Kadzim (P) se dedicó a enseñar en Medina hasta el momento en que fue encarcelado. Se dice que él era el más noble de los hijos de Ya’far As-Sadiq (P), el más sabio, desapegado, escrupuloso en las normas religiosas y devoto de las personas de su tiempo. Pasaba sus noches rezando y alabando a Dios, muchas veces hasta el alba, e incluso hasta el mediodía. Solía repetir: "¡Oh Dios! Te pido tolerancia en el momento de la muerte y el perdón el Día de la Resurrección".
Acostumbraba a llorar por temor a Dios hasta el punto que su barba se mojaba con sus lágrimas.
Era el que poseía mayor conocimiento en jurisprudencia islámica, el más noble de espíritu y el más generoso. Era muy amable con su familia y sus parientes. Solía repartir abundantes limosnas.
Solía visitar a los pobres durante la noche, cubriendo sus necesidades sin que ellos supieran de dónde les llegaban las provisiones. Solía viajar siempre con 200 o 300 dinares para repartir en caridad.
Se reporta que él era el más versado de los eruditos en el Libro de Dios y el de mejor voz para su recitación. Dicen que cuando él lo recitaba, la gente se detenía a escucharlo, se ponía triste y lloraba por el efecto que tenía en ellos.
También fue apodado "El ornato de los que pasan la noche en oración", y "Al Amin" (el fiel). Se lo conoce como Abu al Hasan y también con el nombre de Abu Ibrahim, Abu 'Ali y Abu Saleh.

LAS VIRTUDES DEL IMAM

Su dádiva y generosidad

El Imam no miraba al mundo como su meta, y cuando ahorraba algún dinero, le complacía con este, ayudar a los demás, dar tranquilidad a las almas inquietas, saciar al hambriento y vestir al desnudo:

"Muhammad Ibn ‘Abdul.lah Bakri" argumenta: Me encontraba en una situación económica muy penosa y para poder pedir un préstamo a alguien, fui a Medina, pero por más que toqué una y otra puerta, no obtuve respuesta. Estaba muy cansado, me dije a mí mismo que fuera a ver a Abu Al-Hasan ‑Musa Ibn Ya‘far (P)-, y me quejara de la situación por la que estaba pasando.
Preguntando, lo encontré trabajando en una plantación que se encontraba en uno de los pueblos en las cercanías de Medina. El Imam se me acercó y comimos juntos; cuando terminamos, preguntó:
"¿Me querías contar algo?"
Le relaté lo que sucedía. El Imam se levantó y se dirigió a una habitación que estaba a un lado de la plantación, regresó trayendo consigo trescientos dinares. Habiendo conseguido lo que buscaba, subí a mi montura y regresé.
‘Isa Ibn Muhammad que había llegado a los noventa manifestó: Un año había yo sembrado melón, pepino y calabaza; se acercaba la fecha de la cosecha cuando la langosta terminó con toda mi cosecha y yo sufrí una pérdida de ciento veinte dinares.
En esa misma época el Imam Al-Kadzim (P) –que parecía estar al pendiente de cada uno de nosotros los shiítas– vino a visitarme, me saludó y me preguntó como estaba; le respondí:
"La langosta terminó con toda mi cosecha".
Preguntó: "¿Cuánto perdiste?"
Respondí: "Sumando la pérdida de los camellos, ciento veinte dinares".
El Imam me entregó ciento cincuenta dinares.
"Vos sois un hombre que trae consigo la abundancia, venga a mi plantío y pida por mi tierra". Le propuse.
El Imam vino, suplicó y dijo:
"Ha sido narrado por el Profeta que no dejen las tierras y propiedades que fueron dañadas".
Regué nuevamente esa tierra y Dios le dio abundancia y tanta cosecha, la cuál vendí en diez mil monedas.
* * *
Su sumisión, paciencia e indulgencia
La tolerancia y remisión del Imam eran inigualables y ejemplo para los demás.
El título de "Al-Kadzim" que le dieron a este gran hombre, muestra las virtudes y fama de su "kadzm" que significa: alguien que restringe su ira, es sumiso e indulgente.
En los días en que los 'Abbásidas habían originado un ambiente sofocante en todo el mundo islámico, quitaban a la gente sus pertenencias diciendo que eran parte de los impuestos y lo malgastaban; la gente sufría una gran pobreza y en general era inculta e indigente; la propaganda de los 'Abbásidas en contra de los alawitas, seguidores de ‘Ali (P), contaminaba las mentes ingenuas de la gente; de vez en cuando algunos por ignorancia se enfrentaban al Imam, pero éste con su buen carácter los calmaba, y con su educación y seriedad, los ilustraba.
Había un hombre, hijo del segundo califa, que vivía en Medina y constantemente molestaba al Imam, inclusive lo insultaba. Algunos de los seguidores del Imam, le propusieron matarlo, pero el Imam se opuso terminantemente a tal proposición.

Un día el Imam preguntó el lugar donde se encontraba la finca de ese hombre. Subió a su montura y se dirigió hacia allá. Lo encontró en su plantación; entró a su labranza montando su caballo.
El hombre gritó: "¡No destruyas mi plantación!"
El Imam sin ponerle atención continuó su camino; y cuando llegó a donde se encontraba este hombre, bajó de su montura, entonces con una sonrisa en sus labios y con honor le preguntó:
"¿Cuánto has gastado en esta plantación?"
Respondió: "Cien dinares".
"¿Que tanto esperas que te remunere?"
"No tengo conocimiento del futuro".
"¿De qué tanto tienes esperanzas?" Volvió a preguntarle el Imam.
"Tengo la esperanza de doscientos dinares". Replicó el hombre.
El Imam le entregó trescientos dinares y le dijo:
"La cosecha es tuya; Dios te hará llegar aquello que esperas".
El hombre se levantó y besó la cabeza del Imam y le pidió que perdonara sus insultos. El Imam sonrió y regresó…
Al siguiente día el hombre se encontraba sentado en la mezquita, cuando el Imam entró a ésta. En el momento que vio entrar al Imam dijo: "Dios es el más conocedor y sabe a quién debe entregar Su mensaje". (Queriendo insinuar que el Imam Musa Ibn Ya‘far (P) en realidad es merecedor del puesto del Imamato).
Sus amigos asombrados preguntaron: "¿Que sucedió? ¡Antes hablabas mal de él!"
El hombre nuevamente pidió por el Imam y sus compañeros, molestos, se apartaron de éste.
El Imam dijo a sus seguidores que le habían propuesto matar al hombre: "¿Cuál es mejor: vuestras intenciones o el que yo lo haya traído al buen camino con mi comportamiento?"



ENCARCELAMIENTO Y MARTIRIO DEL IMAM MUSA AL-KADZIM (P)

Harun Ar-Rashid contaba entre sus colaboradores con Yahia Ibn Jalid. Sin embargo, le confió el cuidado de su hijo a Ya’far Ibn Muhammad Ibn Al-Ash’ath, lo cual preocupó a Yahia Ibn Jalid, pues si el hijo de Ar-Rashid asumiera luego el califato, él perdería poder. Para ganarse más la confianza del califa, Yahia sabía que tenía que entregarle a Musa Ibn Ya’far (P) y entonces buscó la manera de hacerlo. Averiguó quién de los parientes de Musa (P) estaba necesitado de dinero y le envió una suma a fin de comprar su favor. El sobornado fue 'Ali Ibn Ismail, hijo de Ismail (el hijo mayor de Ya’far As-Sadiq), quien era sobrino del Imam Al Kadzim (P). Luego de enviarle dinero, Yahia le pidió a 'Ali Ibn Ismail que se presentase ante Ar-Rashid. Musa (P) se enteró del viaje de su sobrino, y fue a verlo para que desistiera del mismo. El Imam le ofreció hacerse cargo de todas sus deudas y darle todo lo que aquel precisaba, pero 'Ali igualmente se preparó para viajar a Bagdad. Entonces el Imam le dio 300 dinares y 400 dirhames, y le dijo: "Teme a Dios y no des ninguna declaración en contra de mis hijos". Cuando él partió, Musa (P) les dijo a los presentes: "¡Por Dios! El hará un complot contra mi sangre, y declarará en contra de mis hijos". Entonces le plantearon: "¿Y por qué le diste regalos y fuiste tan generoso con él?" Contestó: "Pues mi padre me dijo, sobre la autoridad de mis ancestros, que el Mensajero de Dios (BPD) expresó que cuando el clan se separa, deben ser atraídos y retornados a la unidad, y si alguien se separa definitivamente, entonces Dios se separará de él. Yo quise atraerlo después de haberse separado de mí, porque de hacerlo, Dios se separaría de él".

Entonces 'Ali Ibn Ismail habló con Yahia, y éste se lo transmitió a Ar-Rashid, adicionándole algunas cosas. Luego él mismo se presentó ante Harun Ar-Rashid y le informó que su tío Musa (P) recibía grandes cantidades de dinero de todas partes del país. Le narró que cierta vez pidieron al Imam Musa (P) 30.000 dinares por la compra de una casa y que al entregársela quisieron la suma en otra clase de moneda, accediendo el Imam a dicho pedido, se la otorgó de inmediato. Con esto quería demostrarle que el Imam (P) poseía un gran poder económico, con el cual hacía peligrar su califato. Esta era la excusa que el califa precisaba para encarcelar al Imam. En agradecimiento, hizo entregar 2.000.000 de dirhames a 'Ali Ibn Ismail, pero él se enfermó y murió antes de poder disfrutar de su recompensa.
Ese mismo año Harun partió hacia la Peregrinación, pasando primero por Medina. Allí hizo arrestar a Musa (P) y lo envió en una carroza a Basora, mandando otra carroza a Kufa para confundir a sus seguidores. En Basora, el Imam estuvo bajo el cuidado de ‘Isa Ibn Ya’far Al-Mansur, quien lo vigiló durante un año. Entonces Ar-Rashid le pidió la sangre de Musa (P) y él le contestó: "El asunto de Musa Ibn Ya’far (P) y su detención ha durado ya un largo tiempo. Me he informado bien de su situación. He puesto espías alrededor suyo durante todo este tiempo, y no he hallado nada en él, excepto su voz en la adoración. Ordené que se escuchasen sus plegarias, y él nunca oró contra ti ni contra mí. Nunca nos mencionó con malicia maldiciéndonos. El sólo pedía para sí mismo la merced y el perdón. Si tú no envías a alguien a quien yo pueda entregárselo, lo dejaré en libertad. Me siento muy mal con su detención".
Se reporta que uno de los espías de ‘Isa Ibn Ya’far lo escuchaba suplicar frecuentemente: "¡Oh, Dios! Tú sabes que yo solía pedir tiempo libre para adorarte. ¡Oh, Dios! Tú me Has brindado esto. Tú debes ser alabado".
Luego Ar-Rashid hizo que Musa Ibn Ya’far fuese a Bagdad, al cuidado de Al-Fadhl Ibn Arrabi’.Posteriormente, Ar-Rashid le pidió que eliminara al Imam, para lo cual se negó. Por lo tanto pasó al cuidado de Al-Fadhl Ibn Yahia Ibn Jalid quien había planeado su arresto. Al-Fadhl Ibn Yahia ordenó que vigilasen al Imam Musa Al-Kadzim (P) puesto que rezaba toda la noche y ayunaba casi todos los días, que solía realizar súplicas y recitar el Corán, y que casi siempre su rostro se encontraba en el "mihrab", en la orientación del rezo. No vio nada reprochable en el Imam, por lo que hizo que lo tratasen bien y que él estuviera cómodo.
Cuando Ar-Rashid se enteró de esto, hizo que Al-Fadhl fuese destituido y azotado, y luego lo hizo maldecir por todos en su corte. Esto prácticamente implicaba una condena a muerte, por lo que su padre Yahia Ibn Jalid se escondió detrás del califa y amenazándolo, hizo que se retractara. Yahia le dijo que se haría cargo del asunto. Entonces fue a Bagdad y le dejó instrucciones precisas a Sandi Ibn Shahik respecto del Imam Musa Al-Kadzim (P). Hizo que un grupo de eruditos se presentara para atestiguar que el Imam estaba bien tratado. Luego ordenó que lo envenenaran. El Imam murió tres días después. Entonces trajo a otro grupo de juristas y hombres notables de Bagdad para que atestigüen que el cuerpo del Imam carecía de heridas y huellas de estrangulamiento, queriendo demostrar que había muerto en forma natural.
Como había un grupo de gente que decía que Musa Al-Kadzim (P) era el Mahdi esperado, y que su encarcelamiento era la ocultación, ordenaron colgar el cuerpo del Imam en el puente de Bagdad anunciando su muerte. Decían: "Este es Musa Ibn Ya’far, quien los rafiditas (shiítas) reclamaban como el último Imam, el que no moriría. Vengan y véanlo". Luego que toda la gente se acercó a verlo, fue enterrado en el cementerio de Bani Hashim.

6.6.12

Aniversario del Martirio de Hazrat Zainab bin Ali (P), la Mensajera de la Revolución Husseiní



fuente: centro cultural sahar

La hija del Imam Ali (P) y Hazrat Fátima az-Zahra (P) y la más grande mensajera de la Revolución Husseiní, Hazrat Zainab bint Ali (s.a.) quien universalizó el mensaje de la Revolución Husseiní y sentó las bases del Azadari de Imam Hussein (P) murió el 15 de Rayab del año 62 dH en Damasco, Siria.

En esta ocasión dolorosa y de duelo extendemos nuestras mas sentidas condolencias al Imam-e-Zaman (a.y.) a los Marya'es Shiítas y a todos los amantes sinceros de la Inmaculada Ahlul Bait (P) en todo el mundo.


ZAINAB AL KUBRA (P)

Zainab (P) fue la primera hija mujer de Fátima y Ali (P). Nacida en el año 5 del calendario musulmán, vivió siempre junto a su padre y hermanos. Cuando se casó con Abdullah ibn Ya' afar, su primo, estableció en el contrato matrimonial que ella era libre para acompañar a su hermano Al Husein (P), sin que el marido pudiera oponerse bajo ningún concepto. Esto se debió al conocimiento que su padre y sus hermanos (P) tenían sobre el importante rol que le tocaría desenvolver luego de Karbalá.

El día de Ashura ella protege con su propio cuerpo a su sobrino enfermo, el Imam Ali-Zain-Al-Abidín (P). Incluso volverá a protegerlo ante Ibn Ziad, el gobernante de Kufa, y ante Yazid, un usurpador del califato, cuando ambos, en distintas ocasiones, quisieron hacerla ejecutar.

Yazid era hijo de Muawia y nieto de Abu Sufián el enemigo del Profeta Muhammad (BPD).

Había heredado el profundo rencor contra el Profeta, su Familia y el Islam, pero no la capacidad de su padre y su abuelo para disimularlo. En su delirio Yazid no se había contentado con matar a los más íntimos del Profeta en Karbalá, también hizo traer a su corte desde Irak a las mujeres y niños sobrevivientes encadenados y custodiados por su ejército que transportaba las cabezas de los mártires, incluida la del amado nieto del Mensajero de Dios, el Imam Al Husein (P) en las puntas de sus lanzas.

El siguiente es un extracto del discurso que Zainab Al Kubra pronunciado en la corte del tirano Yazid en Damasco:

"En el nombre de Dios, el Omnipotente, el Creador. Que las bendiciones sean sobre mi abuelo, el Sello de los Profetas (B.P.D.), Dios ha dicho: 'Que el mal sea sobre quienes cometen el mal, así como sobre quienes rebajan y niegan los signos de Dios' ¡Oh, Yazid! ¿Acaso crees que haz tornado nuestras vidas miserables de sobrellevar? ¿Crees que estamos indefensos por permanecer en tu presencia atados y esposados, y que tú haz ganado poder sobre nosotros? ¿Crees que hemos sido degradados y arrancados de la Gracia, y que por otro lado tú haz sido honrado y elevado por Dios?.. ¡Espera un poco! ¡Espera un poco, oh tú, ignorante descarriado!

Haz olvidado el edicto de Dios que expresa: 'No crean que damos respeto a los malvados e incrédulos por algún bien que hayan hecha, sino por la multiplicación de sus pecados, los que los llevarán a un castigo degradante'. ¡Oh, progenie de esclavos liberados! ¿Esta es vuestra justicia: que vuestras mujeres anden cubiertas y que nosotras las mujeres de la familia del Profeta (BPD) seamos exhibidas par las plazas de, los mercados descubiertas? Tú haz insultado la dignidad de la Casa del Profeta quitándonos el velo... .

¡Oh, Yazid! Por lo que has hecho, has dado amplias pruebas de tu arrogancia contra Dios, tu negación de Su Enviado (BPD) y de la doctrina del Libro Santo, así como de las enseñanzas dejadas por el Mensajero de Dios (BPD). Sin embargo, ¿Por qué habría esto de parecemos extraño o causamos sorpresa? Tú provienes de aquellos ancestros que masticaron los hígados de los mártires del Islam y se alimentaron con esa dieta. Ellos fueron quienes organizaron ejércitos y alzaron sus espadas contra el Profeta mismo (BPD).

Es natural que el descendiente de tales personas resulte el más prominente entre los árabes en crueldad, traición y engaño, en causar división y conflictos, y en estar adelantado en las actividades contra Dios y Su Profeta (BPD).

Recuerda que tu maldad y tus actos abominables son un reflejo de tu interna incredulidad y del espíritu de venganza que ronda en vuestros corazones desde la batalla de Badr...

Tú dices que si tus antepasados pudieran contemplar tus sacrílegos logros, darían un grito de aprobación diciendo: '¡Oh, Yazid! ¡Más fuerza en tus brazos, pues nos has vengado!'...

¡Oh, Yazid! Si tú fueras realmente consciente del mal que has causado, desearías que tu brazo fuese arrancado desde el hombro y que tus padres nunca te hubiesen traído al mundo. Pues, si meditaras, te darías cuenta que Dios está enfadado contigo y que el mismo Profeta (BPD) es ahora tu enemigo.

¡Oh, Dios Todopoderoso! Devuélvenos nuestros derechos! ¡Toma venganza sobre aquellos que nos han causado daño y derrama Tu ira sobre quienes han vertido nuestra sangre, quebrado sus juramentos, asesinado a nuestros parientes y profanado nuestra santidad!...

¡Oh, Yazid! No piensen que aquellos que han brindado sus vidas en el camino de la piedad y por la glorificación de Dios están muertos. ¡No! Ellos viven y son alimentados por Dios. Ellos están felices por las sublimes bendiciones del martirio que han sido derramadas...

3.6.12

“Imam ‘Ali (P), Patrimonio de todos los Musulmanes”


SEVILLA, España. (ABNA) — Ibn ‘Abbas narra que en cierta ocasión el Profeta Muhammad (PBd) dijo:
“Yo soy una ciudad de sabiduría y ‘Ali la puerta de ésta. Aquél que ande en busca de conocimiento lo encontrará en ‘Ali”
Mikail Alvarez Ruiz

“Imam ‘Ali (P), Patrimonio de todos los Musulmanes”
Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) —  Esta no es más que una de las múltiples ocasiones en las que el Profeta se refirió a este hombre, del cual en los próximos días conmemoraremos un aniversario más de su nacimiento, de una manera como jamás se refirió a ningún otro. No es más que una de las múltiples ocasiones a lo largo de su vida, en las que el Profeta (PBd) destacó las virtudes de Imam ‘Ali (P), como jamás destacó las de ningún otro.
No es más que una de tantas, pero por sí misma debería bastar a los musulmanes para entender claramente cual era el camino trazado por el Profeta (PBd) para la ummah. Para la ummah sí, no para ninguna parte en especial de la misma, sino para toda la ummah.
Desgraciadamente los acontecimientos que se produjeron tras la muerte del Profeta (PBd) y el ascenso al poder sobre los musulmanes, pocos años después de este fallecimiento, de los mismos quraishitas ahora travestidos de musulmanes que tanto habían luchado contra el Profeta Muhammad (PBd) y su Mensaje, separaron a la ummah del conocimiento de esta figura del Islam como lo es Imam ‘Ali (P).
Desgraciadamente los decenios de gobiernos omeyas con sus maldiciones y sus mentiras, ocultaron la realidad y ciertamente consiguieron que sólo una parte de la ummah pudiera resistir el velo de la injuria y la infamia.
Pero de todo esto han pasado ya muchos siglos, incluso algún milenio, y la verdadera figura de Imam ‘Ali (P) sigue sin ser conocida por la mayoría de la ummah. No se trata de un ranquin de popularidad, el problema es mucho más profundo, se trata de poder alcanzar o no la puerta que nos abrió el Profeta Muhammad (PBd). Se trata de poder entrar directamente en su ciudad, o de toparnos con sus muros, o de intentar atajos que no conducen a ningún sitio.
Imam ‘Ali (P) es un patrimonio que pertenece a todos los musulmanes y a todos ellos está abierta su puerta, y responsabilidad de todos es intentar alcanzarla.
Imam ‘Ali (P) no es simplemente el primer hombre que aceptó el Islam, ni aquél que desde niño se crio junto al Profeta (PBd) y junto a él permaneció hasta la muerte de este; ni únicamente el hombre se casara con la hija del Muhammad (PBd), la honorable Fatima Az Zahra (P); ni aquél que luchó como ningún otro en Badr, Uhud, Jandaq, Jaibar o en cualquiera otra de las batallas en las que se requirió su servicio para la causa del Islam. Todo esto es cierto y en ello no tuvo parangón alguno con nadie, pero Imam ‘Ali (P) es mucho más que esto.
Imam ‘Ali (P) es aquel de entre la ummah de Muhammad (PBd) que encarnó las más elevadas virtudes de la moral, las cuales pueden observarse en la gran cantidad de anécdotas sobre su vida que los narradores nos han transmitido.
Imam ‘Ali (P) se caracterizó por su tolerancia, por el absorto control de su ira y sus pasiones, por no caer en la venganza contra quien le hubiera agredido personalmente, sabiendo ante cualquier mala actitud hacia él responderla siempre con indulgencia y benevolencia.
Igualmente Imam ‘Ali (P) destacaba por su humildad, pero frente a los pobres y los oprimidos, no frente a los poderosos y soberbios. Cuando un musulmán humilde se sintió abrumado porque Imam ‘Ali (P) lo tratase como un igual, este le dijo: “Por cierto que Dios verá que soy tu hermano, que no me diferencio de ti, ni me considero mejor que tú, y de esa manera me incrementará en posición en el Paraíso”.
Imam ‘Ali (P) rechazaba los halagos y la adulación, y a quién hacía esto le decía: “Estoy por debajo de lo que dices, pero por encima de lo que piensas realmente”. Igualmente era contrario a la jactancia en cuanto a los antepasados, los hijos, la posición económica o cualquier otro motivo de superioridad que no se relacionase con la virtud.
Dijo el Profeta Muhammad (PBd): “‘Ali está siempre con la verdad y la verdad está siempre con ‘Ali. No se separarán uno del otro hasta el Día del Juicio”.
La verdad, el compromiso con la verdad, es un exponente de la moralidad de cualquier persona y en esto igualmente Imam ‘Ali (P) sobresalía por encima de los demás. No sólo era franco y decía siempre la verdad, sino que tampoco se prestaba a los dobles mensajes, ni a la traición, ni a la hipocresía, ni se dejaba seducir por las tentaciones del poder y el gobierno. Decía Imam ‘Ali (P): “No traiciona quien sabe como es el retorno al Mas Allá. Llegamos a una época en la que la mayoría de la gente adopta el engaño como instrumento de ingenio, y los ignorantes les atribuyen poseer gran destreza”.
Imam ‘Ali (P) anteponía a cualquiera antes de a sí mismo y se sacrificaba por los demás sin importarle la posición de humildad social que estos pudieran tener, incluso a su propio sirviente le dijo: “Tú eres joven y estás en la flor de la vida, y yo me avergonzaría ante mi Señor si me prefiriera a mí mismo por encima de ti”. Es más, se sentía más identificado con los pobres y desfavorecidos con quienes compartía la dureza de una vida de privaciones. Hasta en su vestimenta y su alimentación Imam ‘Ali (P) se asemejaba a los más humildes de la comunidad, incluso en los tiempos en que fue Califa y tenía todo el poder y todos los recursos del Estado Islámico en sus manos, de manera que al morir no dejó ninguna herencia en oro o plata. Dijo Imam ‘Ali (P) a este respecto: “¿Acaso me contentaré porque se refieran a mi diciendo ‘¡Ahí está Amir al Mu’minin!’, pero no comparta con ellos las vicisitudes de la época, o no sea un ejemplo para ellos en su dura forma de vida?”. Y también: “Por Dios que no he acumulado de este mundo metal precioso alguno, ni he atesorado nada de riquezas, ni me he preocupado ni por un andrajo de mi ropa, ni he hecho posesión de un palmo de su tierra, ni tomado de mismo sino en la medida del sustento diario de una burra estéril”.
Por su generosidad Imam ‘Ali (P) sobresalía igualmente entre la gente de su tiempo. Consideraba que los bienes materiales no tenían más valor que el de saciar la necesidad el hambriento y el desheredado. Muchas son las narraciones de escenas que nos han llegado en las que Imam ‘Ali (P) muestra esta generosidad hasta el extremo. Al propósito dijo el poeta Ash Sha’bi: “’Ali fue el más generoso entre la gente. Tenia la virtud moral que era amada por Dios, Glorificado sea, que era la libertad y la generosidad. Nunca le dijo no a un mendigo”.
Imam ‘Ali (P) también es el símbolo de la justicia, lo que le acarreó no pocos problemas en su vida provenientes de aquellos que vieron peligrar o cercenar sus injustos privilegios. Imam ‘Ali (P) durante sus días de gobierno impuso nuevamente el trato igualitario entre los miembros de la comunidad, al igual que hacía el Profeta Muhammad (PBd). Ante el reparto económico terminó con los privilegios de clanes; ante la ley y ante los derechos, prominentes y débiles eran tratados por igual. Durante su gobierno todos los ciudadanos del estado Islámico eran considerados de la misma manera, sin importar su origen o posición, e incluso sin importar que fueran cristianos o judíos, todos estaban amparados por la misma justicia que instauró el Profeta Muhammad (PBd) en Medina, ejemplo bajo el cual Imam ‘Ali (P) gobernó hasta el último de sus días.
Imam ‘Ali (P) fue el más cercano al Profeta Muhammad (PBd), el más sabio, el de mayor coraje en el combate, el más temeroso, el más abnegado de todos los compañeros del Mensajero de Allah (PBd), el único de quien el Profeta (PBd) dijo: “Tú eres mi hermano, en este mundo y en el otro”, y todo esto no pudo ser soportado por los mismos que durante años se opusieron al Profeta Muhammad (PBd), quienes veían en Imam ‘Ali (P) un reflejo demasiado cercano al Mensajero al cual había que combatir igualmente.
Pero los derrotados en esta lucha, los verdaderos perdedores de esta lucha, no fueron ni Imam ‘Ali (P) ni quienes se habían mantenido junto a él. La derrotada fue la ummah, a quien se privó durante siglos de la guía certera establecida por Muhammad (PBd), la guía, la puerta que el Profeta designo como entrada a su conocimiento.
En una época en la que el acceso a la información es fácil, en la que no hay gobernante ni tirano que pueda impedir este acceso para quienes buscan conocer, es momento de que la ummah escuche nuevamente las palabras del Profeta (PBd) y recupere un patrimonio que es suyo, por más que algunos se han esforzado, y aún lo hacen, en mantenerla alejada del mismo.
“Yo soy una ciudad de sabiduría y ‘Ali la puerta de ésta. Aquél que ande en busca de conocimiento lo encontrará en ‘Ali”
“Quien aprecie llevar una existencia semejante a la de los profetas, morir en forma similar a la de los mártires y habitar en los jardines que Ha sembrado el Misericordioso, debe mantener una amistad con ‘Ali...”
“¡Dios mío! ¡Ama a los que sean sus amigos, y Sé enemigo de aquellos que son sus enemigos! ¡Ayuda a quien lo ayude y castiga a quien se le oponga...!”.