TEHERÁN,
Irán. (ABNA) — Millones de personas conmemoran en Teherán y otras
ciudades del país, el 23º aniversario del fallecimiento del fundador de
la República Islámica de Irán, el Imam Jomeini.
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Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA)
— Se espera más de dos millones de peregrinos participan desde Irán y
otros países islámicos en la conmemoración que se celebra este domingo
en el mausoleo del Iman Jomeini en el sur de Teherán, donde el líder
supremo, ayatolá Alí Jameneí, y el presidente, Mahmud Ahmadineyad
tendrán sus discursos.
El gran ayatolá Haŷŷ
Seyyed Ruhollah Jomeini, hijo del ayatolá Haŷŷ Seyyed Mostafa, ya estaba
en el escenario de la lucha desde 1963, y, tras años de haber ostentado
el rango de autoridad y modelo a imitar y medio siglo de estudio de las
ciencias islámicas, y pasar 15 años viviendo en el exilio, tomó las
riendas del liderazgo de una de las más impresionantes revoluciones del
mundo, y el pueblo iraní pudo, de una forma sin precedentes, derribar
todas las barreras que ante él se impusieron. Desde que el 31 de enero
de 1979 el imán Jomeini regresara de París aclamado por el pueblo
musulmán, hasta el 10 de febrero, fueron denominados aquellos diez días
como “Dahe-ye-fajr” (Los diez días del amanecer) y fue entonces cuando
se declaró la victoria. Vio a millones de iraníes en la Escuela Refah
los cuales le manifestaron su obediencia. Antes de entrar, se formó el
Consejo de la Revolución, y después de su entrada, el Gobierno
Provisional. El toque de queda, que era el último vestigio del reino del
Sha y los generales influidos por Norteamérica que intentaban dar un
golpe de estado, fue neutralizado mediante la voluntad y el sacrificio
del pueblo, y, finalmente, el reino del Sha Mohammad Reza Pahlavi cayó a
una velocidad estrepitosa. Los sucesos de la Revolución eran narrados
minuto a minuto al mundo entero por medio de periodistas, algunos de los
cuales habían llegado a Irán en el mismo avión del imán. En cada
mezquita surgía un comité popular que se responsabilizaba del orden y de
la seguridad y que acabaron siendo conocidos como “Comités del Imán”.
Fueron
excarcelados los presos políticos y comunes. De alguna manera, se
proclamó una amnistía general para los delitos cometidos en el pasado.
Los agentes del Consejo de Seguridad y la guardia de corps del rey, por
temor a perder la vida o a una venganza por parte del pueblo, estaban al
acecho para convertirse en un peligro para los jóvenes guardianes de la
Revolución o para poder salir del país de alguna manera. Se formó el
Partido de la Revolución Islámica. Fue clausurada la legación israelí y
en su lugar fue puesta la Embajada de Palestina. Irán se salió del pacto
militar de Cento.
El Líder de la Revolución, que
se había afincado en Qom desde el 10 de febrero de 1979, hacía un
llamamiento al pueblo para que éste apoyase al Gobierno Provisional. El
Now Ruz (año nuevo) de 1358 (21 de marzo de 1979) llevaba consigo para
el pueblo el significado particular de “victoria y libertad”. En todo el
país se veía una amistad e intimación especial entre todas las capas
sociales. El primer referéndum, celebrado el 31 de marzo de 1979, se
saldó con la Vitoria de la República Islámica por una mayoría del 98,2
%. La Revolución se plasmaba y evolucionaba con rapidez en el poder del
pueblo y en el liderazgo del imán Jomeini, mientras que los demás grupos
y partidos no tenían ningún papel determinante. Tras la victoria,
muchas personas pertenecientes al mundo de la política, grupos y
partidos que durante el régimen del sha vivían en el extranjero o
estaban encarcelados, vinieron a la luz de la nueva libertad y
comenzaron sus actividades editando periódicos y formando
organizaciones, y todos y cada uno de ellos se presentaba de tal manera
que parecía que la victoria era a ellos debida. Finalmente, ocurrieron
los acontecimientos de Kurdistán, Torkaman Sahra, Azerbaiyán e incluso
en Teherán. El mensaje del Líder y la presencia del pueblo daban punto y
final a todo lo acontecido. Fue inaugurada la Asamblea de Expertos con
unos 80 miembros, elegidos según las Disposiciones del Consejo de la
Revolución del 18 de agosto de 1979, y, a lo largo de tres meses, fue
redactada y aprobada la Constitución que, tras haber sido ratificada por
el Líder, fue elegida por el pueblo en un referéndum celebrado el 2 de
diciembre de 1979. En la Constitución aprobada, el “valí faqih” (que
podría traducirse como “sumo alfaquí”) tiene el rango de autoridad y
modelo a imitar con la aceptación de parte del pueblo o de la Asamblea
de Expertos, y se sitúa en la cúspide de la pirámide del poder y es
considerado general de los Ejércitos. Los tres poderes, el Ejecutivo, el
Legislativo y el Judicial, ejercen todos su cargo bajo su control. El
presidente de la república y los 270 diputados son elegidos directamente
mediante plebiscito cada cuatro años. El periodo de la Asamblea de
Expertos es de ocho años y es ésta la que designa al Líder de la
Revolución. Los alfaquíes que componen el Consejo de Guardianes, el
presidente del Tribunal Supremo y de la Fiscalía del Estado son elegidos
por el Líder. Según lo dispuesto en el artículo IV, todas las leyes,
sin excepción, deben de estar encuadradas en un marco islámico, y es el
Consejo de Guardianes el que establece el carácter islámico de éstas.
Los expertos en derecho del Consejo de Guardianes son elegidos por el
Parlamento y por sugerencia del Consejo Supremo del Poder Judicial. Los
derechos y libertades del pueblo están garantizados dentro del marco de
los valores islámicos.
En la primavera de 1979,
los elementos destacados de la revolución comienzan a ser víctimas de
atentados terroristas. El 1 de mayo, el gran pensador y filósofo
islámico, el ayatolá Mottahari cae mártir, y poco después también son
martirizados el ayatolá Dr. Mohammad Moffateh, de la Universidad de
Teherán, M. Araqi y el ayatolá Madani, imán del Viernes de Tabriz.
Rafsanyani sale ileso de aquellos atentados. Qarani, general del Estado
Mayor, es asesinado en otro atentado. El ayatolá Taleqani fue nombrado
el 26 de julio por el imán Jomeini encargado de dirigir la plegaria de
los viernes en la Universidad de Teherán, pero muere el 9 de septiembre.
En este año se fundan el Comité de Ayuda, la Jihad para la
Reconstrucción, los Guardianes de la Revolución (Pasdaranes), la
Fundación de la Vivienda de la Revolución, la Campaña de Alfabetización,
la Movilización de los Desheredados (Basijíes) y la Fundación de los
Mártires de la Revolución. Por otro lado, empezaron a funcionar los
Juzgados y Tribunales Revolucionarios, y los más destacados elementos
del régimen anterior, que no tuvieron oportunidad de escapar, fueron
juzgados y ejecutados. Los bienes de la familia real y de las personas
que la rodeaban fueron confiscados y fueron puestos a disposición de la
Fundación de los Desheredados. Fue nacionalizada la Banca y las
compañías de seguros. Estados Unidos, que había apoyado al sha en el
devenir de los acontecimientos, era objeto de fuerte desconfianza por
parte del imán debido a los antecedentes que ya tenía en golpes de
estado dados en otros países. La entrada del depuesto sha en
Norteamérica alegando dirigirse allí para un tratamiento médico, fue
respondida con la ocupación de la Embajada de Estados Unidos en Teherán y
la toma de sus funcionarios como rehenes por parte de los estudiantes
universitarios de la Línea del Imán (3 de noviembre de 1979).
El
Líder apoyó oficialmente aquella iniciativa. El Gobierno Provisional no
esperaba tal apoyo y dimitió tras su encuentro oficial con Berzinsky, y
ver que era incapaz de controlar los acontecimientos. El nuevo gobierno
fue compuesto por el Consejo de la Revolución y se nombró primer
ministro a Mahdavi Kani. Las primeras elecciones a primer ministro se
celebraron el 24 de enero de 1980. Las elecciones al Parlamento Islámico
(maŷles) se realizaron el 14 de marzo de 1980. Los alfaquíes del
Consejo de Guardianes fueron elegidos por el Líder y expertos en
derecho, a través del Parlamento.
Estados Unidos
aumentó su actitud hostil contra Irán, y en marzo de 1980 se anunció el
fin de relaciones entre ambos países y todos los bienes y propiedades de
Irán fueron confiscados por orden del presidente de Estados Unidos.
Bani Sadr, que era el presidente que había salido de las elecciones,
tenía divergencias con el Parlamento a la hora de elegir primer
ministro, y se puso de acuerdo con algunos grupos opositores al Imán.
La
violación de USA y la derrota milagrosa de ésta en el suceso de Tabas
dejó al mundo perplejo y le confirió a la República Islámica una
dimensión divina (24 de abril de 1980). Se inició el embargo económico a
Irán por parte de Estados Unidos (21 de mayo). El golpe de estado de
Nozheh fue abortado (11 de julio). La muerte del sha en Egipto (agosto)
acabó con las esperanzas de los pocos monárquicos que quedaban. Las
universidades y los centros de enseñanza superior, que eran centros de
asociación de los grupos y opositores de la Revolución, fueron cerradas
en mayo de 1980 tras proclamar la “Revolución Cultural” y fue la
comisión de dicha Revolución la que se encargó de programar la enseñanza
superior. La ola de la Revolución Islámica llegó a algunos países
musulmanes, y era en Irak donde aquella se manifestaba más
peligrosamente debido a la existencia de un alto porcentaje de población
shií.
Estados Unidos se confabuló con Irak para atacar a Irán (4 de febrero de 1981) con el pretexto de abrogar el Tratado de Argelia de 1975, aunque en realidad era con el objetivo de derrocar la República Islámica y apoderarse de la provincia de Juzestán y tal cosa ocurrió precisamente justo cuando Irán no estaba preparado para una guerra. La guerra arrojó una sombra sobre el resto de las cuestiones. El Imán comenzó a alentar y a animar a la nación y a hacer un llamamiento para que acudieran al frente. Carter perdió las elecciones generales ante su opositor Reagan y fue entonces cuando se le encargó al Parlamento Islámico que se hiciera cargo de la liberación de los rehenes norteamericanos, por los que tantas condenas había recibido Irán por parte de los organismos internacionales. Finalmente, fueron éstos liberados con la mediación de Argelia, basándose en una declaración de Reagan y tras la formación de un tribunal de arbitraje en la Haya para dirimir las cuestiones económicas entre ambos países. Sin embargo, Estados Unidos no cumplió con sus compromisos.
Estados Unidos se confabuló con Irak para atacar a Irán (4 de febrero de 1981) con el pretexto de abrogar el Tratado de Argelia de 1975, aunque en realidad era con el objetivo de derrocar la República Islámica y apoderarse de la provincia de Juzestán y tal cosa ocurrió precisamente justo cuando Irán no estaba preparado para una guerra. La guerra arrojó una sombra sobre el resto de las cuestiones. El Imán comenzó a alentar y a animar a la nación y a hacer un llamamiento para que acudieran al frente. Carter perdió las elecciones generales ante su opositor Reagan y fue entonces cuando se le encargó al Parlamento Islámico que se hiciera cargo de la liberación de los rehenes norteamericanos, por los que tantas condenas había recibido Irán por parte de los organismos internacionales. Finalmente, fueron éstos liberados con la mediación de Argelia, basándose en una declaración de Reagan y tras la formación de un tribunal de arbitraje en la Haya para dirimir las cuestiones económicas entre ambos países. Sin embargo, Estados Unidos no cumplió con sus compromisos.
Bani
Sadr se encontraba enfrentado de facto contra las instituciones de la
Revolución desde el 4 de marzo de 1981, y en lo que respecta a la
guerra, evitaba el reunir fuerzas populares para el frente. El 19 de
junio de 1981 fue destituido de su cargo como presidente por parte del
Parlamento y del Imán, debido a su incompetencia política, y, tras
permanecer un tiempo escondido, acabó huyendo a París. El 25 de junio
1981, el Ayatolá Seyyed ‘Ali Jamenei, a la sazón diputado del
Parlamento, fue objeto de un atentado terrorista. El 7 de julio, la sede
del Partido de la República Islámica fue objeto de un atentado con
bomba puesta por los agentes del grupúsculo de los Moŷahedin-e-Jalq (los
Moŷahedin del Pueblo) apoyados por Bani Sadr. El ayatolá Beheshti,
presidente del Tribunal Supremo, y varias personalidades de la
Revolución fueron martirizaron en la masacre, además de setenta y tantas
personas entre las que habían diputados, ministros etc.
En las segundas elecciones generales a la presidencia, celebradas el 22 de julio de 1981, fue elegido presidente el exprimer ministro Mohammad ‘Ali Rajai, quien presentó como candidato a primer ministro al Dr. Bahonar, un joven revolucionario, que fue aceptado por el Parlamento con un voto de confianza. Sin embargo, ambos fueron martirizados un mes después al explotar una bomba en su despacho. El terrorismo contra el pueblo y las personalidades de la Revolución continuaron hasta el año 1982. Las terceras elecciones a la presidencia se celebraron el 1 de octubre de 1981, siendo elegido Seyyed ‘Ali Jamenei.
En las segundas elecciones generales a la presidencia, celebradas el 22 de julio de 1981, fue elegido presidente el exprimer ministro Mohammad ‘Ali Rajai, quien presentó como candidato a primer ministro al Dr. Bahonar, un joven revolucionario, que fue aceptado por el Parlamento con un voto de confianza. Sin embargo, ambos fueron martirizados un mes después al explotar una bomba en su despacho. El terrorismo contra el pueblo y las personalidades de la Revolución continuaron hasta el año 1982. Las terceras elecciones a la presidencia se celebraron el 1 de octubre de 1981, siendo elegido Seyyed ‘Ali Jamenei.
Con la
destitución de Bani Sadr se cambió el sistema defensivo, que ahora se
apoyaba en las fuerzas revolucionarias de los Sepah Pasdaran o
Pasdaranes (Ejército de los Guardianes) y los Basiyíes. Tras romper el
cerco de Abadán el 26 de septiembre de 1981, todos los esfuerzos
realizados por el enemigo para apoderarse de dicha ciudad petrolera
cayeron en saco roto. Tras varias acciones militares fueron liberadas la
ciudad de Bostán y una amplia zona de la región sur del país entre las
que se incluían la ciudad de Jorramshahr, que fue devuelta a Irán. Con
la pérdida de Jorramshahr, Irak perdió un importante punto de apoyo y
bastión, y Estados Unidos se encontraba en los mismos peligros que
cuando cayó el régimen del sha y se proclamó una república islámica. Los
altos mandatarios norteamericanos declararon oficialmente: “Las
victorias de Irán no serán beneficiosas para Estados Unidos.” Así pues,
USA comenzó a ayudar a Irak así como otros aliados de Estados Unidos en
caso de guerra, y también la Unión Soviética, que se consideraba a sí
misma la encargada de armar a Irak. Con el envío de un considerable
número de carros de combate avanzados (T-72) y cazas MIG 25 y 27, amén
de diferentes tipos de misiles.
El ataque a las
zonas civiles y a las ciudades, que en los noticiarios se denominaban
“guerra de ciudades”, y las condiciones del frente, obligaron a Irán a
emprender acciones el 8 de febrero de 1986 en el puerto del golfo
Pérsico de Fav. Los ataques del enemigo tuvieron una duración de 75 días
ininterrumpidos, y los aviones Hawks americanos proporcionaban
información a los iraquíes. Finalmente, los iraquíes perdieron la
esperanza de recuperar la zona en la que estaban combatiendo y
detuvieron su ofensiva. La conquista de Fav, además de las consecuencias
políticas y militares que conllevaba, corroboraba el tratado de Argelia
firmado en 1975, pero también trajo consigo el enfrentamiento directo
de Irán con Estados Unidos, y tanto en la región como en Occidente,
existía el temor de que finalmente saliera victoriosa Irán.
El
séptimo año de la guerra, los acontecimientos se sucedieron rápidamente
y se consideraba como una cuenta atrás para dar término a las
hostilidades. El lema “determinación del porvenir de la guerra” se
convirtió en el eje del llamamiento de voluntarios y el uso al máximo de
todas las posibilidades del país para terminar la guerra. En semejante
situación, la revelación de caso Mc Farlin el 3 de noviembre de 1986,
influyó en todos los cambios políticos y militares y le empeoró las
cosas a Irán. Los protectores de la región hicieron tambalear a Estados
Unidos, donde se produjo una crisis política. Con el objeto de salir de
semejante situación y volverse a atraer la confianza de sus aliados en
la región de Irak, Estados Unidos aumentó la presión a Irán. La ofensiva
aérea iraquí a los centros industriales y económicos de Irán, a los
yacimientos y terminales de petróleo y a los cargueros comerciales, hizo
tambalear la economía iraní. Además estaba el hecho de que el barril de
crudo había bajado hasta 10 dólares, y esta precaria situación traía
consigo cortes de electricidad, racionamiento de la gasolina, mercado
negro de productos básicos, escalada de precios e inflación.
La
adopción de una defensiva movilizada por parte de Irak podía hacer
inclinar la balanza a favor de ésta. El 8 de enero de 1987, Irán realizó
operaciones militares en el este de Basora, y después de que “los
batalladores del Islam” cruzasen el canal, pusieron al enemigo frente a
una difícil situación, y, finalmente, tras una dura batalla, las fuerzas
iraníes se establecieron al este de Nahr Jasem. Los esfuerzos del
enemigo en recuperar la zona fueron en vano. Para contrarrestar la
derrota, Irak reanudó sus ataques aéreos a las ciudades tomándola con
los ciudadanos indefensos. Irán respondió recíprocamente y atacó Bagdad
con misiles y puso a Irak en una difícil situación tras hacer arder el
cuartel de artillería de Basora. En realidad, los cambios de la guerra
se iniciaron en febrero de 1986 con la conquista de Fav y se prolongaron
hasta febrero de 1987 con la victoria de la ofensiva de Karbala, con
las que Irán buscaba salvaguardar su supremacía e Irak, por su parte,
quería neutralizarla. El resultado fue que el “equilibrio de fuerzas se
inclinó hacia Irán de forma determinante.”
Basándonos
en estas observaciones, se hizo una revisión de los programas militares
elaborados por los países árabes y la URSS, lo que le brindó a Irak la
posibilidad de internacionalizar el conflicto, atacar los petroleros,
las terminales de petróleo y los centros industriales, dando un varapalo
así a la economía iraní. La meta de este programa era hacer desaparecer
en Irán la “base de esperanza”. El entonces ministro de Exteriores
norteamericano, George Schultz, advirtió a Irán que, o debía finalizar
la guerra, o que de lo contrario se atuviese a las consecuencias. La
guerra fue llevada al golfo Pérsico. Irán siguió en el golfo la política
de, o seguridad para todos o para nadie. Con el apoyo de Estados Unidos
a Irak, éste se había hecho en realidad con el control del golfo
Pérsico y había dejado en la sombra la superioridad que Irán tenía
política, geográfica y militarmente.
El Imán Jomeini, había designado día de qods (Jerusalén) a todos los últimos viernes del ramadán de cada año, para que de esta manera los musulmanes del mundo no olvidasen la cuestión de Israel y continuasen la lucha. Mientras tanto, se firmaban los acuerdos de Camp David en los que Egipto se avino con Israel, acuerdos a los que se opuso el imán y encauzó una política de apoyos a los movimientos islámicos del país. La República Islámica seguía la guerra con el objetivo de rechazar la agresión, fuese proclamado el castigo del agresor y pagadas las subsiguientes indemnizaciones de guerra, y no se ponía de acuerdo con los países mediadores que lo único que querían era el fin de las hostilidades. Cuando Irak vio imposible lograr los primeros objetivos que se había propuesto, empezó entonces a hablar de paz. El entonces secretario general de la ONU, Pérez de Cuellar, se puso manos a la obra en redactar una Resolución bajo la cual se pudiese hacer efectivo un alto el fuego, y así fue cuando se aprobó la Resolución 598 del Consejo de Seguridad (1987). Mientras tanto, ese mismo año, cientos de iraníes y no iraníes perecieron asesinados durante su peregrinación a la Meca, por lo que las relaciones entre Irán y Arabia Saudita se ensombrecieron aún más.
A lo largo de la guerra, los gobernantes de Irak hicieron caso omiso de las leyes internacionales sobre la guerra utilizando armamento químico y gases de mostaza. A principios de 1988, miles de lugareños de Halabcheh (Irak), fueron trágicamente masacrados con gases mostaza mientras recibían a las tropas del Islam. La conciencia mundial se estremeció y fue bajo estas condiciones cuando comenzaron la devolución de Fav, mientras continuaban la guerra de las ciudades y los misiles caían sobre la gente causando víctima mortales y grandes daños y perjuicios. El Consejo de Seguridad, mientras Irak estaba avanzando por el interior del territorio iraní, solamente quería el fin de las hostilidades sin volver a las fronteras naturales, mientras que cuando Irán avanzó hasta Fav, Hur y cerca de Basora, adoptó una posición contraria.
El Imán Jomeini, había designado día de qods (Jerusalén) a todos los últimos viernes del ramadán de cada año, para que de esta manera los musulmanes del mundo no olvidasen la cuestión de Israel y continuasen la lucha. Mientras tanto, se firmaban los acuerdos de Camp David en los que Egipto se avino con Israel, acuerdos a los que se opuso el imán y encauzó una política de apoyos a los movimientos islámicos del país. La República Islámica seguía la guerra con el objetivo de rechazar la agresión, fuese proclamado el castigo del agresor y pagadas las subsiguientes indemnizaciones de guerra, y no se ponía de acuerdo con los países mediadores que lo único que querían era el fin de las hostilidades. Cuando Irak vio imposible lograr los primeros objetivos que se había propuesto, empezó entonces a hablar de paz. El entonces secretario general de la ONU, Pérez de Cuellar, se puso manos a la obra en redactar una Resolución bajo la cual se pudiese hacer efectivo un alto el fuego, y así fue cuando se aprobó la Resolución 598 del Consejo de Seguridad (1987). Mientras tanto, ese mismo año, cientos de iraníes y no iraníes perecieron asesinados durante su peregrinación a la Meca, por lo que las relaciones entre Irán y Arabia Saudita se ensombrecieron aún más.
A lo largo de la guerra, los gobernantes de Irak hicieron caso omiso de las leyes internacionales sobre la guerra utilizando armamento químico y gases de mostaza. A principios de 1988, miles de lugareños de Halabcheh (Irak), fueron trágicamente masacrados con gases mostaza mientras recibían a las tropas del Islam. La conciencia mundial se estremeció y fue bajo estas condiciones cuando comenzaron la devolución de Fav, mientras continuaban la guerra de las ciudades y los misiles caían sobre la gente causando víctima mortales y grandes daños y perjuicios. El Consejo de Seguridad, mientras Irak estaba avanzando por el interior del territorio iraní, solamente quería el fin de las hostilidades sin volver a las fronteras naturales, mientras que cuando Irán avanzó hasta Fav, Hur y cerca de Basora, adoptó una posición contraria.
A
principios de la primavera de 1988, los norteamericanos atacaron dos
plataformas petrolíferas iraníes en el golfo Pérsico, al mismo tiempo
que los iraquíes atacaban con armamento químico la línea defensiva de
Irán, y, tras ser informados por los Hawks americanos, atacaron Fav con
un ejército bien equipado, y este puerto, después de permanecer en manos
de Irán durante dos años y tres meses, cayó de nuevo en manos iraquíes.
Este acontecimiento tuvo una gran repercusión. Irak se apoderó de
Shalanbeh en otra de sus ofensivas. Sus avanzados equipos y el uso de
armas no convencionales como por ejemplo el armamento químico, amén de
la ampliación de su ejército, posibilitó a Irak esta propicia situación.
En suma, todo aquello provocó una situación preocupante. Mientras
tanto, los norteamericanos derribaban dos aviones iraníes con 400
pasajeros disparando dos misiles y haciendo caso omiso de toda ley y
derecho internacionales. Este suceso era un mensaje claro y rotundo de
las pretensiones de Norteamérica en incrementar las hostilidades contra
Irán. Reagan manifestó: “Esta tragedia ha duplicado la necesidad de
lograr el establecimiento de la paz en el mínimo tiempo posible.” Así,
según los nuevos acontecimientos, la posibilidad de la continuidad de
los ataques de Irak, y la presión internacional, el Imán Jomeini tomó
una decisión valiente que necesitaba unas condiciones particulares
económicas y militares: Aceptó la Resolución 598. El líder se vio
impelido a aceptarla y comparó aquella aceptación a “beberse un vaso de
veneno” en una alocución televisiva.
Durante el
intervalo que va desde la aceptación de la Resolución por parte de Irán
hasta su entrada en vigor (19 de agosto de 1988), Irak, no haciendo caso
de su propia propaganda anterior por la paz, realizó una serie de
ofensivas militares con el objetivo de dar un fuerte varapalo al
ejército iraní, ocupar el territorio y tomar la máxima cantidad de
prisioneros iraníes para así tener más ventajas a la hora de las
negociaciones. En un mensaje, el Imán Jomeini hizo un llamamiento al
ejército y a los basiyíes a defenderse desde su posición privilegiada.
En un tiempo mínimo, una ola de basiyíes obligó a Irak a retroceder tras
una semana de combate que causó muchas bajas y daños a las fuerzas
iraquíes. Todavía el ejército iraquí no había retrocedido del todo en el
sur cuando un grupo que se hacían llamar los “moŷahed” (24 de julio de
1988) se unió al ejército iraquí y juntos comenzaron a atacar la ciudad
de Karand a través de Sar Pole Zahab. Ellos ayudaban a Irak ejerciendo
como espías, y empezaron su ataque en una ofensiva a la que denominaron
“Foruq-e-Ŷavdaní” (Eterna Luminaria) diseñada con la meta de acabar con
el gobierno iraní, creyendo que el ejército iraní estaba acabado tras la
aceptación de la Resolución 598 y los continuos ataques de Irak. Su
ataque, para el que utilizaron milicias populares y armadas con el
nombre de “Mirsad” fue derrotado, sus fuerzas dispersadas y los que
quedaron huyeron finalmente a Irak. El 19 de agosto de 1988 se anunció
el alto el fuego entre Irán e Irak en virtud de la Resolución 598.
El 2 de enero de 1989, el imán envió un mensaje particular al entonces presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, donde anunciaba la derrota del comunismo y le invitaba a él y a su pueblo a poner sus miras en el Islam, en lugar de al pensamiento occidental. Aproximadamente un mes después, el ministro soviético de Exteriores Shevernadze le entregó al imán la respuesta donde hacía hincapié en las buenas relaciones entre ambos países. Al parecer no se fijaron en el punto más importante del mensaje del imán.
El 2 de enero de 1989, el imán envió un mensaje particular al entonces presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, donde anunciaba la derrota del comunismo y le invitaba a él y a su pueblo a poner sus miras en el Islam, en lugar de al pensamiento occidental. Aproximadamente un mes después, el ministro soviético de Exteriores Shevernadze le entregó al imán la respuesta donde hacía hincapié en las buenas relaciones entre ambos países. Al parecer no se fijaron en el punto más importante del mensaje del imán.
A finales de mayo de 1989, se
difundió de repente la noticia de la operación quirúrgica del Imán
Jomeini, y, mientras en todo el país se habían hecho llamamientos para
rezar por él y estaban ocupados en las celebraciones del 15 de Jordad (4
de junio), el locutor, con un tono de voz triste, anunció el
fallecimiento del anciano líder que tenía en sus manos todo el poder de
Irán. Millones de personas participaron en los tres días que duraron los
funerales. El testamento político-divino de ochenta y tantas páginas
dejado por el Imán fue inmediatamente leído por el presidente ante
miembros del Consejo de Guardianes, de la Asamblea de Expertos y
ministros, en sesión urgente celebrada en el Parlamento.
El
Imán había delineado un futuro para preservar la república islámica e
invitaba a todas las capas de la sociedad a seguir la lucha y a
continuar en la senda del Islam. Aquel mismo día, mientras todas las
cadenas de radio extranjeras anuncian el fin de la república islámica,
la Asamblea de Expertos elige como líder al ayatolá Seyyed ‘Ali Jamenei,
un mutilado en atentado que había ejercido durante ocho años el cargo
de presidente del gobierno, moŷtahed perspicaz y digno de la confianza
del Imán, y, con esta elección, se dio punto y final a los rumores del
fin de la república. La reforma de la Constitución estaba siendo
realizada por mandato del Imán por un comité compuesto de 25 miembros y
fue puesta en referéndum junto a las elecciones generales a la
presidencia el 27 de julio de 1989 y posteriormente aprobada. Las
reformas contemplaban cambios como la supresión de la condición de ser
modelo de imitación religiosa (marja’-e-taqlid) para poder ser nombrado
líder de la Revolución y la supresión del cargo de primer ministro cuyas
funciones pasaban ahora al presidente de la república.
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