8.10.11

Datos biograficos del Imam Reda (as)






Nombre: 'Ali
Título: Ar-Rida
Nació: El 11 del mes de Dhul Qa'da del año 148 (d.H.).
Su padre: Musa Al Kadzim (P).
Su madre: Naymah (Toktam)
Murió: 30 de Safar (203 d.H.)

SU NACIMIENTO Y NOMBRAMIENTO

Nació en Medina un viernes 11 de Dhul Qa’da del año 148. Su madre se llamaba “Naymah” (otro nombre de esta gran dama fue Toktam), fue conocida como una gran dama, inteligente, crédula y abstinente. Toktam fue una esclava traída de la zona de Maqrib.
Ante todo, nuestros Inmaculados Imames eran descendientes de los mejores padres, y fueron educados bajo la tutela de sobresalientes y virtuosas mujeres.
El Imam Ar-Rida (P) en el año 183 d.H. (799 d.C.), después del martirio de su padre, el Imam Musa Al-Kadzim (P) en la cárcel de Harun, a la edad de los treinta y cinco años, tomó la guía del Imamato en sus manos y aceptó ser el líder de la gente.
El Imamato de este admirable hombre fue, al igual que los demás Imames, según lo dictaminado por el Mensajero del Islam y con la presentación de él por parte de su padre.
El Imam Al-Kadzim (P) antes de ser encarcelado, había determinado quién sería, después de él, el octavo Imam verdadero y prueba de Dios sobre la Tierra, para que sus seguidores y buscadores de la justicia no quedaran en la oscuridad, y no se desviaran.
“Yazid Ibn Salit” manifiesta: Para realizar la peregrinación nos dirigíamos hacia La Meca, en el camino nos encontramos con el Imam Al-Kadzim (P), y le pregunté:
“¿Conoces este lugar?
Respondió: “¡Sí! ¿Tú lo conoces?”


“¡Sí! En este mismo lugar fue donde mi padre y yo nos encontramos con vuestro padre y con vos. Los acompañaban vuestros otros hermanos. Mi padre dijo al Imam As-Sadiq (P): ¡Ofrezco a mi padre y madre por vos! Vosotros sois nuestros Inmaculados Imames, y nadie ha vivido eternamente. Decidme aquello que deba transmitir a los demás para que no sean de los perdidos”.
El Imam As-Sadiq (P) le dijo:
“¡Oh, Abu ‘Umarah! Estos son mis hijos y el mayor de entre ellos es él —apuntando hacia vos—. Él tiene la habilidad para dictaminar, posee entendimiento y generosidad, sabiduría y erudición de aquello que requiere la gente, y también es sabedor de todo aquello referente a la religión y al mundo que la gente requiere; posee un buen temperamento y él es uno de los senderos que llevan hacia Dios.
“¡Infórmame al igual que vuestro padre informó al mío! Y decidme quién será el Imam después de vos”. Le pedí.
El Imam, después de explicar respecto a que el imamato es una disposición Divina y que el Imam es elegido por parte de Dios y Su Enviado dijo:
“Después de mí, el imamato pasará a manos de mi hijo ‘Ali, que lleva el mismo nombre que el primer Imam, ‘Ali Ibn Abi Talib, y el cuarto Imam, ‘Ali Ibn Al Husain…”.
En ese momento reinaba un ambiente sofocante en la sociedad islámica y fue por ello que Imam Al-Kadzim (P) pidió a Yazid Ibn Salit al final de su entrevista:
“¡Oh, Yazid! Lo que te dije guárdalo como un secreto. Y revélalo únicamente para aquellos que son de fiar”.
Yazid Ibn Salit argumenta: Después del martirio del Imam Al-Kadzim (P) fui a ver a Imam Ar-Rida (P). Antes de que pronunciase palabra alguna dijo:
“¡Oh, Yazid! ¿Me acompañas al Hayy Umrah?
Respondí: “¡Ofrezco a mi padre y madre por ti! Vos mandáis, pero yo no tengo dinero para realizar este viaje”.
“Tu viaje corre por mi cuenta”. Me dijo.
Nos dirigimos hacia La Meca, llegamos al lugar donde años atrás me había encontrado con los Imames As-Sadiq (P) y Al-Kadzim (P)… Luego relaté al Imam la ocasión en que me había entrevistado con su padre y aquello que había escuchado de él.







MUESTRAS DE SABIDURÍA DEL IMAM AR-RIDA (P)

1) “Si preguntasen: “¿Por qué se le ordenó a la creación reconocer a Dios, a Sus Mensajeros, a Sus Evidencias y todo cuanto ha venido de Su parte, Poderoso y Majestuoso?, se debe responder: por varias causas. En primer lugar, porque quien no reconoce a Dios, Poderoso y Majestuoso, no deja de desobedecerle, ni deja de cabalgar los grandes pecados, ni se cuida ante nadie de los deseos, disfrutando de la corrupción y la opresión. Cuando la gente se conduce de este modo, y cada hombre comete lo que quiere y desea sin tomar en cuenta a nadie, tenemos como resultado la total corrupción de la creación, pasando unos por encima de los otros. Así se usurpa la intimidad y los bienes; se derrama la sangre; se deshonra a las mujeres y se matan unos a otros sin motivos ni culpa. Esto provoca la ruina del mundo, la aniquilación de la creación, la pérdida de la agricultura y de la generación. Pues no tiene lugar la prohibición de lo corrupto y la exhortación de lo correcto, ni el impedimento de la deshonestidad, excepto después de conocer a quien ordena y veda. Si la gente fuese eximida del reconocimiento a Dios, no se consolidaría la exhortación al bien ni la prohibición de la corrupción, pues no habría nadie que ordenase y prohibiese.
En segundo lugar, la gente puede corromperse debido a los asuntos secretos y ocultos que realizan sin ser vistos. Si no hubiese un reconocimiento a Dios y temor a El en la intimidad, no habría nadie que teniendo al alcance sus deseos y estando en privado, se abstuviese de la desobediencia, se cuidase de lo prohibido y evitase los grandes pecados. Y si esto ocurriese, resultaría la aniquilación total de la creación. Entonces, la consolidación de la gente y sus intereses se logra reconociendo a un Sabio informado, que conoce lo oculto tanto como lo manifiesto, que ordena lo correcto y veda lo corrupto sin que nada se le oculte. Así se evita todo tipo de corrupción”.
2) En un debate con cristianos, el Imam Ar-Rida (P) les dijo: “Sólo criticamos de Jesús (P) su debilidad en la devoción y su escasez de ayuno y oración..” El cristiano le dijo: “¡Por Dios! Has denigrado tu ciencia y debilitado tu argumento.. Dices que Jesús ayunaba y rezaba poco, mientras que él siempre permanecía en ayuno y en oración nocturna”. Entonces el Imam (P) le replicó: “¿Y para quién ayunaba y rezaba?” El cristiano (que sostenía la divinidad de Jesús -P-) se quedó callado y no supo qué responder.
El Imam Ar-Rida (P) tuvo la posibilidad de realizar una abierta difusión de las enseñanzas shiítas, aumentando en gran medida el número de los seguidores de la Gente de la Casa. Su prestigio fue tan alto, que los Imames posteriores fueron conocidos con el nombre de “Ibn Rida”, es decir, “hijo de Ar-Rida”y se los llamaban así para destacar su mérito y jerarquía ante la gente.



ALGUNAS DE SUS SABIAS PALABRAS

Para obtener una mejor remuneración y aprovechamiento de la sabiduría del Imam Ar-Rida (P) a continuación recordamos algunas de sus sabias palabras:
“El hombre se esconde bajo su lengua; entonces cuando habla, se da a conocer”.
“La administración y esperanza que tengas antes de iniciar un trabajo, te protegerá del arrepentimiento”.
“Mantener relaciones con los pérfidos y ruines, ocasiona que la persona se vuelva pesimista en cuanto a los benévolos y honestos”.
“La enemistad con los siervos de Dios es una mala provisión para la otra vida”.
“La persona que conozca su valor y su rango, nunca entrará al Infierno”.
“El obsequio, limpia el rencor del alma”.
“El día del Juicio Final se encontrará más cerca de mí aquél que en el Mundo tenga buen carácter y sea benévolo hacia su familia”.
“Aquél que traicione a un musulmán no es de los nuestros”.
“Cuando el creyente se enoja, su ira no lo hace ser injusto”.
“Dios Todopoderoso aborrece la bulla, el derroche, el preguntar en demasía y sin razón”.
“Ser bondadoso con la gente representa la mitad del intelecto”.
“Los trabajos más dificultosos son tres: tener equidad y ser veraz aunque sea en tu contra, recordar a Dios en cualquier postura, compartir la riqueza con tus hermanos de fe”.
“El hombre con generosidad come de la comida que otros le preparan para que los otros coman de la que él prepara”.
“El Sagrado Corán es la palabra de Dios, no lo pases por alto, y no busques la dirección en algún otro que serás de los extraviados”.

“¡Sí! En este mismo lugar fue donde mi padre y yo nos encontramos con vuestro padre y con vos. Los acompañaban vuestros otros hermanos. Mi padre dijo al Imam As-Sadiq (P): ¡Ofrezco a mi padre y madre por vos! Vosotros sois nuestros Inmaculados Imames, y nadie ha vivido eternamente. Decidme aquello que deba transmitir a los demás para que no sean de los perdidos”.
El Imam As-Sadiq (P) le dijo:
“¡Oh, Abu ‘Umarah! Estos son mis hijos y el mayor de entre ellos es él —apuntando hacia vos—. Él tiene la habilidad para dictaminar, posee entendimiento y generosidad, sabiduría y erudición de aquello que requiere la gente, y también es sabedor de todo aquello referente a la religión y al mundo que la gente requiere; posee un buen temperamento y él es uno de los senderos que llevan hacia Dios.
“¡Infórmame al igual que vuestro padre informó al mío! Y decidme quién será el Imam después de vos”. Le pedí.
El Imam, después de explicar respecto a que el imamato es una disposición Divina y que el Imam es elegido por parte de Dios y Su Enviado dijo:
“Después de mí, el imamato pasará a manos de mi hijo ‘Ali, que lleva el mismo nombre que el primer Imam, ‘Ali Ibn Abi Talib, y el cuarto Imam, ‘Ali Ibn Al Husain…”.
En ese momento reinaba un ambiente sofocante en la sociedad islámica y fue por ello que Imam Al-Kadzim (P) pidió a Yazid Ibn Salit al final de su entrevista:
“¡Oh, Yazid! Lo que te dije guárdalo como un secreto. Y revélalo únicamente para aquellos que son de fiar”.
Yazid Ibn Salit argumenta: Después del martirio del Imam Al-Kadzim (P) fui a ver a Imam Ar-Rida (P). Antes de que pronunciase palabra alguna dijo:
“¡Oh, Yazid! ¿Me acompañas al Hayy Umrah?

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